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*M LA LEYENDA DE ORO.<br />
personas, para marchitarle la hermosa azucena <strong>de</strong> su<br />
virginidad ; mas el siervo <strong>de</strong> Dios las redujo á conocimiento<br />
<strong>de</strong> su culpa, y gran<strong>de</strong>s lágrimas, por el pecado<br />
que querian cometer.<br />
Estudió en Roma filosofía y teología, muy aficionado<br />
siempre á santo Tomás: salió aventajado estudiante, no<br />
<strong>de</strong>jándose por eso <strong>de</strong> emplear en obras <strong>de</strong> caridad, que<br />
fué tanta, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las lecciones se solia ir á los<br />
portales <strong>de</strong> San Pedro y <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Letran, á ensefiar<br />
á los pobres la doctrina: y cada vez que ponia los ojos en<br />
un Crucifijo, no podia <strong>de</strong>tener las lágrimas y suspiros,<br />
que echaba <strong>de</strong>l pecho abrasado <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> Dios. En<br />
este libro <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>terminó estudiar lo que lo quedaba<br />
<strong>de</strong> la suya. Después que acabó el curso <strong>de</strong> teología<br />
escolástica, dióse totalmente á la mística; y así vendiendo<br />
todos sus libros, se entregó á la oración y trato con Dios;<br />
visitaba las principales iglesias <strong>de</strong> Roma , quedándose en<br />
alguna <strong>de</strong> ellas orando toda la noche. Procuró el <strong>de</strong>monio<br />
estorbarle tan santa ocupación, apareciéndosele en formas<br />
horribles ó <strong>de</strong>shonestas , <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong>snudas; pero el<br />
santo perseveró siempre en su santo propósi'o, venciendo<br />
al enemigo común y quebrantándole siempre la cabeza.<br />
Entre ejercicios tan santos, le comunicaba el Señor tan<br />
gran<strong>de</strong>s consuelos, que no los podia llevar la naturaleza<br />
flaca; y así le <strong>de</strong>cía á Dios amorosamente : Basta ya, Sefior,<br />
basta; <strong>de</strong>tened el corriente raudal <strong>de</strong> vuestra suavidad<br />
: Señor, no puedo mas: apartaos <strong>de</strong> mí: que siendo<br />
yo mortal, no puedo llevar esta avenida <strong>de</strong> vuestros celestiales<br />
<strong>de</strong>leites. Y tal vez estuvo en peligro <strong>de</strong> muerte.<br />
Un dia poco antes <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> Pentecostés, estando haciendo<br />
wacion al Espíritu Santo, vino sobre él un fuego<br />
<strong>de</strong> amor tan gran<strong>de</strong> , que le <strong>de</strong>rribó en el suelo con una<br />
gran palpitación <strong>de</strong>l corazón, que le duró toda su vida,<br />
quebrándosele dos costillas <strong>de</strong> encima <strong>de</strong>l pecho, y sobresaliéndole<br />
un gran<strong>de</strong> tumor como un puno; porque no<br />
le cabía eí corazón en el cuerpo. Grecia esta palpitación<br />
mas ó ménos, estando en oración, y á veces le hacia temblar<br />
á ól, y á la silla ócama, en que estaba, y aun al aposento,<br />
como si sucediera algún terremoto. Scntia también<br />
cu aquella parte un calor tan excesivo, que por mas frió<br />
que hiciese, y siendo él ya muy viejo, era fuerza <strong>de</strong>sabrigarse<br />
el pecho , y á veces siendo invierno , abrir las<br />
puertas y ventanas <strong>de</strong>l aposento, para templar aquel fuego,<br />
que se le solia esparcir por todo el cuerpo, <strong>de</strong> manera<br />
que á todos los que le tocaban las manos, los abrasaba; y<br />
una vez al exhalarse el incendio <strong>de</strong> su pecho por la boca,<br />
le abrasó la garganta , <strong>de</strong> modo, que estuvo <strong>de</strong> ello muchos<br />
dias enfermo. Fué tan notable y admirado en Italia<br />
esto, que pasaba en san Felipe, que muchos médicos doctísimos<br />
escribieron muy eruditos tratados sobre este punto<br />
, y teniendo por milagrosa la palpitación <strong>de</strong>l corazón,<br />
concuerdan en <strong>de</strong>cir, que causó Dios en este siervo suyo<br />
aquella rotura <strong>de</strong> las costillas, para que el corazón a! dar<br />
aquellos saltos, no recibiese daño, y las partes vecinas<br />
pudieran dilatarse y ensancharse mejor, y tomar tanto aire,<br />
que bastase á refrescar el corazón.<br />
Después <strong>de</strong> haber gastado san Felipe Neri algún tiempo<br />
en vida solitaria, y hecho para sí gran provisión <strong>de</strong> virtud<br />
y santidad, se <strong>de</strong>terminó á negociar con el talento espiritual<br />
que Dios le comunicó, la salud <strong>de</strong> sus prójimos.<br />
Saüa por las plazas y calles, y entrábase por las casas <strong>de</strong><br />
DIA 20.<br />
los merca<strong>de</strong>res, para tomar ocasión <strong>de</strong> hablar do Dios,<br />
trabando santas conversaciones con gente muy perdida,<br />
por ganarla para Cristo, comolohizo con muchos, obrando<br />
nuestro Señor por su siervo notables conversiones <strong>de</strong><br />
gran<strong>de</strong>s pecadores, y él las recababa <strong>de</strong>l cielo con sus fervorosas<br />
oraciones. Juntaba con la caridad espiritual la corporal<br />
, dando <strong>de</strong> su pobreza, y <strong>de</strong> lo que le daban , muchas<br />
limosnas.<br />
Un dia se le apareció un ángel en figura <strong>de</strong> pobre muy<br />
necesitado, y le pidió limosna. El santo le dio luego un<br />
poco <strong>de</strong> dinero que tenia. Entonces se le <strong>de</strong>scubrió el ángel<br />
diciéndole: Yo he venido á experimentar y á ver lo<br />
que barias, Felipe: y dicho esto, <strong>de</strong>sapareció: con lo cual<br />
quedó el siervo <strong>de</strong> Dios tan tierno y <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> los pobres,<br />
que nunca negó limosna alguna á quien se la pidiese, antes<br />
buscaba él á quien darla, pasando por eso malas noches,<br />
y muchos peligros, <strong>de</strong> que Dios le libró milagrosamente.<br />
Una noche llevando unos panes que dar por amor<br />
<strong>de</strong> Dios , por apartarse <strong>de</strong> un carro que venia con gran<br />
ímpetu, cayó en un hoyo ó pozo profundísimo, pero el<br />
ángel <strong>de</strong>l Señor le <strong>de</strong>tuvo en el aire, y le sacó á fuera do<br />
los cabellos, sin recibir daño. Visitaba juntamente los hospitales,<br />
consolaba los enfermos , hacíales las camas, barríales<br />
las salas, dábales <strong>de</strong> comer , ayudábales á morir;<br />
con lo cual dió tan buen ejemplo , que le imitaron otros<br />
muchos en tan santa obra, y fué ocasión que san Camilo<br />
<strong>de</strong> Lelis, hijo espiritual suyo, fundase la religión <strong>de</strong> clérigos<br />
regulares , llamados ministros <strong>de</strong> los enfermos. Vió<br />
una vez san Felipe á unos ángeles, que á los dos <strong>de</strong><br />
los mismos padres les iban diciendo las palabras que<br />
ellos <strong>de</strong>cian á unos pobres, que estaban ayudando á bien<br />
morir.<br />
El mismo san Felipe fué autor <strong>de</strong> muchas obras <strong>de</strong> piedad:<br />
fundó juntamente con otros quince la cofradía <strong>de</strong> la<br />
Santísima Trinidad <strong>de</strong> peregrinos y convalecientes do<br />
Roma. Juntábanse al principio en la iglesia <strong>de</strong> San Salvador<br />
muy á menudo para confesar y comulgar , y otros<br />
ejercicios santos y espirituales con que se animaban gran<strong>de</strong>mente<br />
á servir al Señor. Procuró san Felipe, que se tuviese<br />
allí la oración <strong>de</strong> las cuarenta horas, que se usó en<br />
Roma, aun antes que la instituyese el papa Clemente VIH<br />
sin apartarse todo aquel tiempo este siervo <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> la<br />
presencia <strong>de</strong>l santísimo Sacramento, haciendo él solo las<br />
pláticas con tan notable fruto , que en una sola convirtió<br />
treinta mancebos <strong>de</strong> mala vida, sacándolos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>monio , con notable mudanza <strong>de</strong> sus vidas. Las obras,<br />
que los cofra<strong>de</strong>s ejercitaban con los peregrinos y convalecientes<br />
, causaron tanta edificación en todos , que se<br />
movieron á imitarlos, viniendo á servir a los pobres,<br />
personas <strong>de</strong> gran calidad y prelados eclesiásticos: hasta<br />
el papa Clemente VIII venia á lavarles los piés, bendiciéndoles<br />
muchas veces la mesa , y sirviéndoles en ella.<br />
Siendo <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong> provecho para las almas san Felipe,<br />
le mandó su confesor se or<strong>de</strong>nase, para po<strong>de</strong>r ayudarlas<br />
mejor: hízolo por obe<strong>de</strong>cer, esmerándose todo en<br />
ser un perfecto sacerdote: porque verda<strong>de</strong>ramente puso<br />
Dios en su Iglesia ácste santo, para que fuese una perfecta<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>bían ser los eclesiásticos. Fué gran<strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción<br />
que tenia con el santo sacrificio <strong>de</strong> la misa, y singulares<br />
los favores <strong>de</strong>l cieloque en ella recibia,con perpetuos<br />
éxtasis, y arrobamientos y ardores <strong>de</strong> amor divino. Era<br />
necesario, para haber <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir misa , divertirse algún rato