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194 LA LEYENDA DE OKO.<br />
SAN Cfim-'Lo-Y SAN RESTITITO, MUTIUES.—Españoles y<br />
compañeros inseparables en los tormonlos y en la corona<br />
<strong>de</strong>l martirio. Parece que murieron en Patencia en tiempo<br />
<strong>de</strong>l emperador Nerón.<br />
LOS SANTOS A!tE€10, R0G\TO Y OTROS QUINCE COMPAÑEUOS<br />
MÁRTIRES.—<strong>Los</strong> Bolandislas creen (pie murieron en Uoma,<br />
en compañía <strong>de</strong> san Basíli<strong>de</strong>s y olios <strong>de</strong> quieneshablamos<br />
mas arriba.<br />
SAN MAÜRÍNO, ADAD Y MÁRTIR.—Fioreció en el sigloXII,<br />
y fué uno <strong>de</strong> los mas fuertes impugnadores <strong>de</strong> la berejías<br />
<strong>de</strong> aquel tiempo, cuyos partidarios le dieron muerte violenta,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> San Pan'aleon <strong>de</strong> la ciudad<br />
<strong>de</strong> Colonia, don<strong>de</strong> fueron enterrado-; sus restos, y junto<br />
á los cuales ha obrado el cielo muchos mikgros. San<br />
Maurino era abad <strong>de</strong> un monasterio <strong>de</strong> benedictinos, en<br />
el cual habia hecho revivir el fervor <strong>de</strong> la primitiva institución,<br />
preparando a<strong>de</strong>más h sus discípulos con las luces<br />
<strong>de</strong>l saber, para estar siempre dispuestos á combatir el error<br />
que en aquella época tomaba los mas bellos disfraces.<br />
El Señor coronó su obra, haciendo salir <strong>de</strong> su escuela<br />
una porción <strong>de</strong> atletas que <strong>de</strong>fendieron con vigor<br />
la fé católica, cuya <strong>de</strong>fensa selló el santo con su misma<br />
sangre.<br />
SANCENSURIO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué natural <strong>de</strong> Italia,<br />
y enviado por la santa se<strong>de</strong> á ser obispo <strong>de</strong> Auxerre.<br />
Ilustró todas las Gallas con su predicación y sus milagros,<br />
y convirtió á muchísimos godos á la religión <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
Guando la irrupción <strong>de</strong> los bárbaros <strong>de</strong>l norte, fué el mas<br />
eficaz medianero entre vencedores y vencidos, y á sus esfuerzos<br />
se <strong>de</strong>bió la alianza entre unos y otros, que <strong>de</strong>spués<br />
confundió á ambos pueblos en uno solo. Su amabilidad<br />
y Ja unción y dulzura <strong>de</strong> sus palabras <strong>de</strong>sarmaban todos<br />
los enemigo* y le liaban suyas todas las volunta<strong>de</strong>s. Estas<br />
circunstancias le hicieron tal vez el hombre mas querido<br />
<strong>de</strong> su tiempo, y el mas llorado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte,<br />
acaecida en medio <strong>de</strong> su rebaño por los años 520<br />
ó 527.<br />
SAN ASTERIO, OBISPO Y CONFESOR.—Lo fué <strong>de</strong> Krach ó<br />
Arach, ciudad <strong>de</strong> Arabia Pétrea, y se distinguió tanto en<br />
la dffensa <strong>de</strong> la fé católica, que los arríanos le profesaban<br />
un odio implacable, y lo persiguieron cruelmente. El emperador<br />
Constancio, que seguía el partido <strong>de</strong> los herejes,<br />
lo <strong>de</strong>sterró al África, don<strong>de</strong> poco <strong>de</strong>spués murió en la<br />
confesión <strong>de</strong> la misma fé.<br />
DIA 11.<br />
SAN BERNABÉ, APÓSTOL.—El glorioso apóstol san Bernabé,<br />
que también en la Escritura se llama José Levita,<br />
fué hebreo <strong>de</strong> nación, <strong>de</strong> la tribu <strong>de</strong> Leví. Nació en la<br />
isla <strong>de</strong> Chipre, en la cual sus padres tenían gran<strong>de</strong>s y<br />
ricas posesiones, y asimismo en Jerusalen, á don<strong>de</strong>, siendo<br />
ya <strong>de</strong> suficiente edad, enviaron á José, su hijo, para<br />
qut) aprendiese virtud y letras; y él las aprendió <strong>de</strong> Gama!iel,<br />
varón doctísimo y muy ejercitado en la' ley <strong>de</strong><br />
Moisú-, y tuvo por condiscípulo á sanEstéban Protomártir,<br />
y Sauloque <strong>de</strong>spués sellamó Pablo, y fué apóstol y vaso<br />
escogido <strong>de</strong>l Señor. Des<strong>de</strong> niño fué José muy bien inclinado<br />
y mo<strong>de</strong>sto, y apartado <strong>de</strong> las travesuras que son<br />
propias <strong>de</strong> aquella edad. Juntaba con el estudio <strong>de</strong> las<br />
divinas letras, ayunos, oraciones y limosnas : huia las<br />
conversaciones dañosas, allegándose á la gente virtuosa<br />
DIA 11.<br />
y <strong>de</strong>vola, y frecuentando el templo <strong>de</strong> Dios. Estas ocupaciones<br />
le ayudaron mucho para conservar la pureza <strong>de</strong><br />
su alma tan entera, que perpetuamente fué virgen, para<br />
que el Señor ilustrase mas su entendimiento, y le infundiese<br />
la luz <strong>de</strong> su divina sabiduría ; y así vino á ser muy<br />
docto en la divina Escritura, y á tener <strong>de</strong> memoria muchos<br />
<strong>de</strong> los libros sagrados, y gran fama y crédito entre<br />
sus iguales. En este tiempo vino Cristo nuestro Re<strong>de</strong>ntor<br />
á Jerusalen, y luego causó en toda aquella ciudad gran<strong>de</strong><br />
admiración con su doctrina y con los milagros tan nuevos<br />
y nunca oídos que obraba. <strong>Los</strong> cuales viendo Bernabé, y<br />
entendiendo por ellos que Cristo era el Mesías prometido<br />
on la ley, vino á él, y echóse á sus piés, y suplicóle que<br />
le bendijese : y fue <strong>de</strong>l Señor recibido amorosamente, y<br />
<strong>de</strong>spués contado en el número <strong>de</strong> los setenta y dos discípulos<br />
que le siguieron : y como en ios Hechos apostólicos<br />
se dice, los apóstoles le mudaron el nombre <strong>de</strong> José y lo<br />
llamaron Bernabé, que quiere <strong>de</strong>cir Hijo <strong>de</strong> Consolación;<br />
porque verda<strong>de</strong>ramente lo fué para lodos los <strong>de</strong>sconsolados,<br />
y por su gran santidad y apacible condición, muy<br />
agradable á todos los que trataban con él. Oyó un día<br />
predicar á Cristo nuestro Señor aquellas palabras: «Ven<strong>de</strong>d<br />
vuestras posesiones y dad limosna, y no tengáis riquezas<br />
que se os pue<strong>de</strong>n consumic y gastar; sino atesorad<br />
en el cielo, para que vuestro tesoro sea perpetuo, y<br />
no <strong>de</strong>sfallezca.» Oidas estas palabras, luego Bernabé vendió<br />
todas sus hereda<strong>de</strong>s, porque ya eran muertos sus<br />
padres; y repartió el precio <strong>de</strong> ellas á los pobres , quedándose<br />
con una sola posesión rica, para po<strong>de</strong>rse sustentar<br />
: la cual, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la subida <strong>de</strong> Cristo á los cielos,<br />
también vendió, y el precio <strong>de</strong> ella puso á los piés <strong>de</strong><br />
los apóstoles. <strong>Los</strong> <strong>de</strong>más fieles y discípulos <strong>de</strong>l Señor<br />
<strong>de</strong>shacíanse <strong>de</strong> sus haciendas, <strong>de</strong> manera que todas fuesen<br />
<strong>de</strong> todos, y cada uno se proveyese conforme á su necesidad,<br />
y no daban el precio <strong>de</strong> ellas á los apóstoles en<br />
sus manos, sino poníanlo á sus piés, por la reverencia y<br />
respeto gran<strong>de</strong> que les tenían, y por dar á enten<strong>de</strong>r que<br />
hacían mas los apóstoles en recibirle que ellos en ofrecerle<br />
: pero aunque lodos los fieles que lenian bienes<br />
raices, hacían esto como allí se dice, <strong>de</strong> san Bernabé<br />
se hace particular mención ; porque como era mas rica<br />
la heredad que vendió, fué cosa mas notable el ven<strong>de</strong>rla,<br />
y causó mas admiración.<br />
Con este espíritu <strong>de</strong> pobreza evangélica y menosprecio<br />
<strong>de</strong> todas las cosas <strong>de</strong> la tierra, tuvo san Bernabé un <strong>de</strong>seo<br />
muy encendido <strong>de</strong> las <strong>de</strong>l cielo : y herido <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong>l<br />
Señor, zelaba el bien <strong>de</strong> las almas, y particularmente la<br />
<strong>de</strong> Saulo, con quien habia estudiado y tenido amistad.<br />
Hablábale muchas veces: persuadíale que <strong>de</strong>jase aquellos<br />
caminos torcidos que llevaba : que no fuese tan terco ni<br />
tan ciego que no viese la luz <strong>de</strong> medio día; y que no persiguiese<br />
á los inocentes y lavase sus manos en la sangre<br />
<strong>de</strong> los que creían en Cristo; pero como el corazón <strong>de</strong><br />
Saulo estaba empe<strong>de</strong>rnido, <strong>de</strong> todo lo que le <strong>de</strong>cía Bernabé,<br />
sacaba ponzoña y se hacia mas duro y obstinado,<br />
hasta que el Señor por su piedad le rindió y le alumbró<br />
interiormente, quitándole primero la vista exterior <strong>de</strong> los<br />
ojos: y como estuviese ya trocado, y <strong>de</strong> lobo hecho pastor,<br />
y <strong>de</strong> hombre perdido vaso <strong>de</strong> elección, y todavía los<br />
apóstoles y discípulos <strong>de</strong> Cristo, no sabiendo esto, huyesen<br />
<strong>de</strong> él, como <strong>de</strong> enemigo: san Bernabé se llegó á él y le<br />
habló, entendiendo cuan trocado estaba, y lo que le había