Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

98 LA LEYENDA DE ORO.
fuerzos de lor, ostrogodos (¡tie querían entronizar á Carlos,
hijo del rey difunto. Después se reunieron las dos parcialidades
en una, por la convención de que Enrique reinaría
primero; que^ le sucedería Garlos, y que después de la
muerte de estos dos príncipes, los descendientes de ambos
reinarían sucesivamente. Desde el principio de su reinado
se ganó Enrique el afecto de sus pueblos, manteniéndolos
contra la insolencia de los grandes, no buscando enriquecerse
, como habían hecho sus predecesores, y no
queriendo aceptar masque una parle de los derechos ordinarios
de la corona. Destruyó, además, las leyes que contenían
todavía algún resto de las abominaciones del paganismo,
y publicó otras llenas de sabiduría y bondad. Los de
Finlandia asolaban á la sazón laSuecia con sus piraterías, y
seguían aunla religión pagana. Enrique les hizo ofrecer la
paz, y añadió á estas ofertas algunas exh ilaciones para
que abrazasen la religión cristiana; pero habiendo menospreciado
ambas cosas, marchó Enrique contra ellos y muy
pronto les sometió á su obediencia. El santo rey empleó en
la conversión de estos pueblos á un obispo indiscreto, que
con suzelo inmoderado provocó una sublevación tan grande,
que el prelado perdió en ella la vida. Enrique no desmayó
por esto : abrasado en fervor y caridad marchó en prrsüna
contra los sediciosos; apaciguó el tumullo, mandó derribar
lostemplos de los ídolos, y levantó muchas iglesias al Dios
verdadero. La obra de la conversión de aquellos pueblos
se regularizó entonces; pero Enrique no logró el consuelo
de ver la empresa finalizada, pues marchando contra unos
sediciosos, á los cuales libró un combate sangriento, fué
vencido y decapitado en Upsal, el día 18 de mayo del ano
llfi2. La Iglesia venera á este rey en el número dé los
mártires, por haber muerto de las manos airadas de los
enemigos de la religión cristiana.
SAN Dioscoao, LEGTOB.—Era egipcio, y en su misma
patria derramó su sangre por la fé. El juez mandó ejercer
contra este santo todo género de tormeutos: le horadaron
las uñas, le quemaron los costados, aplicándole lámparas
encendidas; pero sorprendidos los ejecutores por el resplandor
de una luz celestial, cayeron en tierra medio
muertos. Por último, consumó el martirio, habiéndole quemado
con planchas de hierro hechas ascua.
SAN FKUX, OBISPO DE ESPOLETO Y MÁUTIU.—Floreció en
tiempo de los emperadores Diocleciano y Maxiraíano, predicando
continuamente á los infieles el Evangelio, y obrando
gran multitud de conversiones. No quiso obedecer á
los edictos imperiales que mandaban adorar á los ídolos,
por cuyo motivo sufrió varios tormentos, y últimamente
la muerte.
SAN TEODOTO, TABERNERO ; Y LAS SANTAS TECISÁ SU TÍA,
ALEJANDRA, CLAUDIA, TRINA, EIFBASIA, MADRONA Y JLLITA,
VÍRGENES—Estas santas fueron condenadas por sentencia
del juez á un lugar infame, para que en él fuesen violadas;
pero habiendo sido preservadas por un efecto del poder
divino, atándolas á cada una de ellas una piedra al cuello,
las sumergieron en una laguna y murieron ahogadas. A
san Teodolo, por haber recogido el cuerpo de estas márliros,
mandó el juez prenderle y cruelmente atormentarle;
y por último consumó el martirio, degollado en el mismo
sitio en que habían sido martirizadas las otras santas, en
Ancira de Galacía, por los años de 304.
DIA 19.
DIA 1í).
SANTA POTEXCIANA, Ó PUDENCIANA, VIRGEN.—Cuando vino
á Uoma el glorioso príncipe de los apóstoles san Pedro,
se tiene por común y cierta tradición, que posó en la casa
de un senador grave y principal, que se llamaba Pudente,
el cual estaba casado con una señora por nombre Priscila,
y de ella tuvo dos hijos, Novato y Timoteo, y dos hijas
Potenciana, ó mas propiamente Pudenciana, y Práxedes.
Todos, padres é hijos, fueron cristianos y grandes
siervos de Dios, y recibieron muy larga bendición de su
bendita mano, y Pudente tuvo por maestro á san Pablo, y
de él hace mención el santo apóstol en la segunda epístola
que escribió á Timoteo, su discípulo. Merecieron estos
santos, que su casa se convirtiese en iglesia, y se llamase
el título, ó iglesia de Pudente, por el dueño; ó del Pastor,
por un presbítero llamado líermes, que la consagró, á
quien apareció un ángel en forma de pastor; y fué el primer
título que en Roma se instituyó, y boy día se llama
la iglesia de Santa Polencíana: de la cual (por dejar los
demás santos sus hermanos) hoy celebra fiesta la Iglesia,
como de virgen santísima : porque después de la muerte
de sus padres vendió su hacienda que era mucha, y la dió
á los pobres, y recogida en su casa con su santa hermana
Práxedes, de día y de noche no trataban las dos sino de
ayuno, penitencia y oración, y de recogerla sangre délos
mártires, y dar á sus cuerpos sepultura, y de animar y
consolar á los cristianos : y pudo tanto la virgen Poten_
ciana con su santa vida y amonestaciones, que lodos los
de su familia que eran noventa y seis personas, se convirtieron
á la fé de Jesucristo, y fueron bautizados por el
santo pcntílice Pió I de este nombre; y porque el emperador
Antonino había mandado que los cristianos no tuviesen
templos, en que públicamente celebrasen los oficios
divinos, el mismo pontífice venia á la casa de santa Potenciana,
y allí/decía misa, y muchos cristianos de secreto
venian á oírla, y á recibir el santísimo cuerpo del Señor,
y á todos acogía la santa con grande caridad y alegría,
y les daba las cosas necesarias para la vida : y ocupada
en estos santos ejercicios, plugo al Señor llamarla
para sí, y darle el galardón de sus santas obras, y por la
tempoi-al vida la eterna. Su cuerpo fué sepubado á los 19
de mayo en el sepulcro de sus padres, en el cementerio
de Piíscila, en la vía Salaría. Falleció por los años del
Señor de IC i, imperando el ya nombrado Antonino Pío: y
en el mismo día de santa Potenciana hace mención el Martirologio
romano de san Pudente su padre. Escriben de
santa Polencíana Usuardo, Adon, y el cardenal Baronio, en
las anotaciones del Martirologio, y en el segundo lomo de
sus Anales.
SAN IVON, PRESBÍTERO, ABOCADO DE LOS POBRES.—Nació
san Ivon en una aldea, llamada comunmente San Martin,
en la menor Bretaña : su padre se llamó Aheloro, y su
madre Azona. Reveló Dios á su madre, cuan grato siervo
le había de ser su hijo Ivon; y así lo fué desde que nació
hasta que dió su espíritu á su Criador. Pasados los primeros
años, estudió hasta los catorce la gramática, y las
otras letras convenientes á aquella edad : y después dejando
el regalo de su casa, se fué á estudiar á París, para
proseguir los otros estudios mayores: y de allí pasó á
la ciudad de Orleans, para atender con mas quietud y cui-