Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
388 LA LEYENDA DE ORO. DIA 20-<br />
caminó á la iglesia ; y postrado anle él altar <strong>de</strong> la Virgen<br />
santísima, mascón lágrimas y sollozos que con palabras,<br />
dió á su celestial bienhechora las <strong>de</strong>bidas gracias <strong>de</strong>l beneficio<br />
recibido; y en las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la misma capilla col<br />
gó las esposas, grillos y argolla que habia llevado consigo<br />
, para que fuesen perpetuos testigos <strong>de</strong>l beneficio recibido<br />
, don<strong>de</strong> aun a! presente permanecen.<br />
De esta ciudad pasó Geróriimo á Venecia con una firme<br />
resolución <strong>de</strong> entregarse enteramente y sin ninguna<br />
reserva al servicio <strong>de</strong> Dios: y aunque por enlonces no renunció<br />
la toga , ni <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> acudir a las juntas <strong>de</strong>l senado,<br />
y <strong>de</strong> servir los oficios públicos <strong>de</strong> su patria; pero en todos<br />
sus discursos y en todas sus acciones, <strong>de</strong>scubría una singular<br />
piedad y un zelo tan gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l honor y gloria <strong>de</strong><br />
Dios, que causaba á lodos suma edificación. Se puso luego<br />
bajo la conducta <strong>de</strong> un director espiritual, dotado <strong>de</strong><br />
mucha piedad y doctrina y habiendo hecho á sus piés con<br />
muchas lágrimas una confesión general <strong>de</strong> sus pecados,<br />
emprendió con su consejo una vida penitente, mortificada<br />
y <strong>de</strong> mucha edificación,ayunaba frecuentemente con gran<strong>de</strong><br />
rigor, llevaba sobre sus carnes un áspero cilicio, y<br />
afligía su cuerpo con otras mortificaciones , ya para satisfacer<br />
por los <strong>de</strong>leites <strong>de</strong> su vida pasada , ya para tener<br />
sujeta la carne al espíritu, ya finalmente para implorar<br />
sobre sí con mayor abundancia las divinas misericordias.<br />
Atcndia con todo cuidado á mortificar todas sus pasiones,<br />
especialmente la <strong>de</strong> la ira, que tanto le habia dominado;<br />
y ayudado <strong>de</strong> la divina gracia logró vencerla tan perfectamente,<br />
que fué <strong>de</strong>spués el hombre mas humil<strong>de</strong> y pacífico<br />
<strong>de</strong>l mundo. Visitaba los enfermos en Jos hospitales,<br />
frecuentaba las iglesias y los monasterios, hallando sus<br />
<strong>de</strong>licias en tratar con personas religiosas <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> Dios; recibía muy amenudo los santos sacramentos,<br />
que son los canales <strong>de</strong> la divina gracia, y hacia abundantes<br />
limosnas á los pobres y en especial á las familias vergonzantes.<br />
En una palabra, la vida <strong>de</strong>l senador Miani <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
su conversión, fué una continua serie <strong>de</strong> ejercicios <strong>de</strong> piedad<br />
y obras buenas. Como Gerónimo estaba enleramente<br />
<strong>de</strong>sengaftado <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>seaba volver las espaldas y<br />
retirarse á un lugar solitario para hacer allí penitencia , y<br />
contemplar únicamente los años eternos y las cosas celestiales.<br />
Blas vióse impedido <strong>de</strong> ejecutar sus <strong>de</strong>signios por<br />
la muerte anticipada <strong>de</strong> Lucas, su hermano primogénito;<br />
el cual <strong>de</strong>jó los hijos en edad tierna encomendados al. cuidado<br />
<strong>de</strong>jGrerónirao ; por lo que <strong>de</strong>bió el siervo <strong>de</strong> Dios encargarse,<br />
por motivo <strong>de</strong> piedad, <strong>de</strong> la tutela <strong>de</strong> sus sobrinos<br />
y <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong> sus bienes. Satisfizo en efecto<br />
á uno y á otro encargo con suma diligencia , y los<br />
<strong>de</strong>sempeñó con tal fi<strong>de</strong>lidad y acierto, que los sobrinos<br />
fueron educados en el santo temor <strong>de</strong> Dios , y sus bienes<br />
no solo se conservaron, sino que se aumentaron nolablemenfo.<br />
Entretanto presentóse á Gerónimo una ocasión muy<br />
oportuna <strong>de</strong> ejercitar su generosa caridad para con los pobres<br />
, que fué la hambre que afligió toda la Italia en el<br />
año 1528, porque aunque en Venecia se sintió ménos que<br />
en otras parles la falta <strong>de</strong> trigo y otros víveres : porque<br />
aquellos sabios senadores, á la primera noticia <strong>de</strong> la escasez<br />
<strong>de</strong> la cosecha , hicieron las provisiones mas copiosas<br />
que les fué posible, no perdonando á este fin ni diligencias<br />
ni expensas, pero fueron tantos los pobres que concurrieron<br />
<strong>de</strong> todas partes á aquella ciudad, que las plazas y las<br />
calles estaban llenas <strong>de</strong> gentes necesitadas, y tan miserables,<br />
que mas con la pali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> su rostro y la <strong>de</strong>bilidad<br />
<strong>de</strong> sus fuerzas, que con las palabras, pedían ayuda y socorro<br />
en su miseria. A este lastimoso espectáculo se enterneció<br />
en modo particular el piadoso corazón <strong>de</strong> Gerónimo;<br />
y mirando en aquellos pobres la persona <strong>de</strong>l mismo Jesucristo;<br />
resolvió emplear en alivio <strong>de</strong> aquellos infelices todo<br />
lo que tenia , hasta su misma persona. A este fin , <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> haber repartido todo el trigo y dinero que tenia,<br />
vendió la plata , tapices, muebles preciosos y ricas alhajas<br />
<strong>de</strong> su palacio, y se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> todos sus bienes para<br />
socorrerla miseria <strong>de</strong> los hambrientos. Su misma casa<br />
era el asilo <strong>de</strong> los pobrecitos , á quienes distribuía por su<br />
mano, ó pan, ó dinero, y aun en ella les daba albergue<br />
para preservarles <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> morirse <strong>de</strong> frió en las calles<br />
públñás, á ocasión <strong>de</strong> la rigurosa estación que entonces<br />
corría. No se conten taba con esto su caridad; se informaba<br />
también <strong>de</strong> la miseria <strong>de</strong> muchas familias , que so<br />
hallaban reducidas á las mayores angustias, y las procuraba<br />
con afecto <strong>de</strong> cariñoso padre todo el tesoro que podía,<br />
hasta reducirse él mismo á la mendiguez: <strong>de</strong> manera<br />
que le faltó muchas veces pan y dinero para proveer su<br />
necesidad. El ejemplo <strong>de</strong> esta herioca caridad conmovió<br />
<strong>de</strong> tal modo los ánimos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más ricos y hacendados<br />
<strong>de</strong> la ciudad , que contribuyeron por so parte con mucho<br />
gusto al sustento <strong>de</strong> los pobres, y al alivio <strong>de</strong> la común<br />
necesidad.<br />
Siguióse á la hambre y miseria (como suele acontecer<br />
en semejentes lances) una maligna epi<strong>de</strong>mia , que llenó<br />
ias casas y los hospitales <strong>de</strong> enfermos; <strong>de</strong> aquí se abrió á<br />
Gerónimo un nuevo campo para ejercitar, su caridad : ibai<br />
continuamente este ilustre senador á los hospitales para<br />
asistir á los pobres enfermos, para consolarlos y animarles<br />
con sus piadosas exhortaciones á sufrir con paciencia sus<br />
males, y á disponerse para una buena muerte, cuando el<br />
Señoree dignase llamarlos á la otra vida. Fueron tantas<br />
las fatigas y las incomodida<strong>de</strong>s que pa<strong>de</strong>ció en esta obra<br />
<strong>de</strong> caridad, que al último cayó enfermo asaltado <strong>de</strong> una<br />
fiebre ardiente y contagiosa , que en pocos dias le poso á<br />
los últimos términos <strong>de</strong> su vida. Mas el Señor, que le reservaba<br />
para obras mayores <strong>de</strong> su gloria , le restituyó la salud,<br />
contra la esperanza <strong>de</strong> todos con una especie <strong>de</strong> milagro.<br />
El siervo<strong>de</strong>Dios, que entonces se hallaba en la edad<br />
<strong>de</strong> cuarenta y ocho anos, miró esta gracia y próroga <strong>de</strong> su<br />
vida, que le acababa <strong>de</strong> conce<strong>de</strong>r la divina beneficencia,<br />
como un convite que el Señor je hacia, á que se emplease<br />
en a<strong>de</strong>lante enteramente y sin distracción alguna en las<br />
cosas <strong>de</strong> su divino obsequio y en prepararse á la muerte;<br />
y <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> poner <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego en ejecución esta inspiración<br />
divina, encargó el cuidado y la administración <strong>de</strong><br />
los bienes <strong>de</strong> su difunto hermano al mayor <strong>de</strong> sus sobrinos<br />
que se hallaba ya en estado <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r gobernar la casa. Renunció<br />
los oficios públicos y los cargos <strong>de</strong> la república:<br />
<strong>de</strong>puso para siempre la toga senatoria, y vistióse un vestido<br />
tosco y vil, <strong>de</strong> pafio grosero <strong>de</strong> color pardo, según<br />
lo llevaban las gentes pobres y plebeyas , queriendo seguir<br />
fielmente los humil<strong>de</strong>s pasos <strong>de</strong> Jesucristo, y consagrarse<br />
todo á su gloria y á la salud <strong>de</strong> sus prójimos. No<br />
tomó Gerónimo esta resolución, sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucha y<br />
fervorosa oración , pidiendo á Dios le mostrase el camino<br />
en que quería que le sirviese, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber [ora^