Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
578<br />
y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> Fernán González, ya ni rastro <strong>de</strong><br />
los árabes quedaba en ítqiicllastienas.<br />
S.vx RUFINO, OBISPO T CONFESOR.—Floreció en Capad en<br />
el siglo Y ó VI; fué verda<strong>de</strong>ro pastor <strong>de</strong> la Iglesia, y obró<br />
inliniías conversiones enlre los longobardos. Su caridad<br />
acendrada le lenia sin <strong>de</strong>scanso: en todas parles don<strong>de</strong><br />
podían ser útiles sus servicios, allí se le veía incansable y<br />
afanoso siempre por el alivio <strong>de</strong> sus hermanos y el aumento<br />
déla gloria <strong>de</strong> Dios, El ciclo lo enriqueció con el<br />
don <strong>de</strong> milagros, que fueron aun mas numerosos <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> su vida en favor <strong>de</strong> los que visitaron su sepulcro > el<br />
cual existe todavía en la iglesia <strong>de</strong> Capua.<br />
SAN FÉLIX, PRESBÍTERO Y CONFESOR.—IN'ació en Pistoya,<br />
ciudad <strong>de</strong> Ilalia, y <strong>de</strong>seando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> joven unirse estrechamente<br />
á Dios , abrazó el estado eclesiástico. Su celo y. su<br />
horror al mundo le hicieron lomar la resolución <strong>de</strong> lijar su<br />
resi<strong>de</strong>ncia fuera <strong>de</strong> la ciudad, y entrar en ella todas las<br />
mañanas para celebrar los santos misterios y distribuir al<br />
pueblo la palabra evangélica , en cuyo ministerio fué colmado<br />
<strong>de</strong> bendiciones, pues por su medio se reformaron<br />
las costumbres públicas, se convirtieron muchos infieles á<br />
la religión, y se aumentó el brillo <strong>de</strong> la Iglesia. El infierno,<br />
celoso <strong>de</strong> su santidad y méritos, le tendió infinitos lazos<br />
, pero do todos salió triunfante: los ángeles <strong>de</strong>l Señor<br />
lo visitaron muchas veces ; el Sefior le enriqueció con el<br />
don <strong>de</strong> milagros, y por ün, coronado <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s, murió<br />
santamente, el año 954 , poco mas ó ménos. é<br />
DIA 27.<br />
SAN CESARIO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació san Cesario <strong>de</strong><br />
padres generosos é ilustres en el territorio <strong>de</strong> Cabillon,<br />
qne hoy se llama Chalóos, en los confines <strong>de</strong> Francia y<br />
Borgofia. Siendo nifio <strong>de</strong> siete anos daba sus vestidos á los<br />
pobres que topaba en la calle <strong>de</strong>snudos; y cuando volvía<br />
á su casa, sus padres le examinaban y apretaban para<br />
que les dijese que había hecho <strong>de</strong> sus vestidos, y respondía<br />
qué los que pasaban por la calle le habían <strong>de</strong>spojado y se/<br />
los habían, quitado. Tocóle en aquella tierna edad nuestro<br />
Señor el corazón, é inflamóle <strong>de</strong> tal manera, que <strong>de</strong>seó<br />
ofrecérsele: y sin <strong>de</strong>cir nada á sus padres, se fué á un<br />
santo obispo <strong>de</strong> Cabillon, llamado Silvestre, y se echó á<br />
suspiés, suplicándole con gran<strong>de</strong> instancia que lo cortase<br />
c! cabello y le <strong>de</strong>dicase al servicio <strong>de</strong> la Iglesia; porque<br />
él queria hacer divorcio con el mundo. El obispo lo hizo<br />
con gran voluntad, por enten<strong>de</strong>r que aquel era negocio<br />
<strong>de</strong> Dios, qne queria servirse <strong>de</strong>l niño para cosas gran<strong>de</strong>s.<br />
Estuvo Cesario como dos años en servicio <strong>de</strong> la Iglesia: y<br />
pareciéndole que aquel estado no era tan perfecto como él<br />
<strong>de</strong>seaba, y que era bien <strong>de</strong>jar no solamente á sus padres<br />
sino también á su patria y parientes, por amor <strong>de</strong> Jesucristo<br />
; tomando consigo un solo criado, se partió para el<br />
monasterio lirinense, el cual en aquella sazón estaba en<br />
una isla llamada Lirina, y la isla <strong>de</strong> San Honorato, y Moreda<br />
con gran fama <strong>de</strong> santidad, cuyo abad era san Porcario,<br />
<strong>de</strong> quien como santo hace mención el Martirologio<br />
romano, á los 12 <strong>de</strong> agosto. Yendo á este monasterio san<br />
Cosario, el <strong>de</strong>monio para estorbarle aquella jornada, entró<br />
en un hombre, el cual por instinto suyo iba tras el<br />
santo mancebo dándole voces y clamando: Cesario, no<br />
vayas: no vayas, Cesario: y el santo mozo, volviéndose al<br />
lK)ií)bre en<strong>de</strong>moniado, y haciendo primero la cruz sobro<br />
LA LEYENDA DE ORO. DU 27.<br />
el vaso, ledió<strong>de</strong> beber; y en bebiendo luego quedó sano.<br />
En aquel monasterio fué recibido <strong>de</strong>l abad y <strong>de</strong> los otros<br />
mongos con gran contonto y alegría; porque en su aspecto<br />
y en sus razones conocieron que Dios oslaba cen él: y no se<br />
engañaron : porque luego comenzó á resplan<strong>de</strong>cer entre<br />
todos con exlraordinaria religión y mo<strong>de</strong>stia, siendo el<br />
primero al trabajo, á la obodioncia y á la guarda <strong>de</strong> sus<br />
reglas, y en la oración, vigilias, humildad y mansedumbre,<br />
un retrato <strong>de</strong>l cielo, do suerte que con ser mozo y novicio,<br />
parecía viejo en el seso y anciano en la religión.<br />
De allí á poco tiempo le hicieron celorario ó procurador<br />
<strong>de</strong>l convento: y él tenia gran cuidado <strong>de</strong> proveer los frailes<br />
<strong>de</strong> todo lo necesario, aunque no so lo pkliosm, y dábales<br />
<strong>de</strong> mala gana lo que le pedían, si entendía no lo<br />
habían menester. Y como esta rectitud no agradase á algunos<br />
<strong>de</strong> los mongos, procuraron que el abad le quitase<br />
aquel oficio; y él se holgó mucho <strong>de</strong> ello, por estar mas<br />
<strong>de</strong>sembarazado <strong>de</strong> las cosas temporales, y po<strong>de</strong>rse dar<br />
mas libromonto á la lección <strong>de</strong> los santos libros, oración y<br />
penitencia, en la cual fué tan riguroso, que no comía sino<br />
unas yerbas, ó unas puches, que aparejaban <strong>de</strong> un domingo<br />
para otro. Y por domar su carne, se afligió <strong>de</strong> manera<br />
que vino á tenor mucha flaqueza <strong>de</strong> estómago y<br />
unas cuartanas 'que le apretaron mucho. Juzgó el abad<br />
que Cesario no se podía curar bien en el monasterio, ni<br />
mo<strong>de</strong>rarse aquel <strong>de</strong>masiado fervor que tenia contra sí<br />
mismo. Envióle á la ciudad do Arles, para que allí so<br />
curase mas cómodamente. Allí fué curado y regalado do<br />
algunos siervos <strong>de</strong> Dios, y tuvo por maestro á Julián Pomorio,<br />
africano <strong>de</strong> nación, é insigne maestro <strong>de</strong> retórica;<br />
y Enio, obispo <strong>de</strong> Arles, habiendo sabido quién era, le<br />
acogió con mucha caridad, y rogó al abad Porcario que<br />
se le <strong>de</strong>jase, y lo or<strong>de</strong>nó <strong>de</strong> diácono, primero, <strong>de</strong>spués do<br />
presbítero; Cesario obe<strong>de</strong>ció, procurando <strong>de</strong> juntar con el<br />
oficio y ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> clérigo la humildad, obediencia y ejercicios<br />
<strong>de</strong> mongo. Para todas las cosas <strong>de</strong>l oficio y culto<br />
divino, él era el primero que entraba en la iglesia, y el<br />
postrero que <strong>de</strong> ella salía.<br />
Murió el abad <strong>de</strong> un monasterio que estaba en una isla,<br />
y como en el arrabal <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Arles. Mandóle e¡<br />
obispo Enío que lomase el cargo <strong>de</strong> abad: y él lo aceptó<br />
por obediencia, y lo fué tros años con admirable pru<strong>de</strong>ncia<br />
y religión: mas el obispo <strong>de</strong>scubriendo cada día mas los<br />
dones <strong>de</strong> Dios, que Cesario tenia encerrados en su alma,<br />
viendo que por su poca salud él no podía vivir mucho,<br />
trató con el clero y personas principales <strong>de</strong> su ciudad, quo<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él muerto, tomasen á Cesario por sucesor suyo:<br />
y habiéndolo así concertado, el santo obispo acabó su peregrinación.<br />
Supo Cesario lo que se había tratado, y conociendo<br />
su flaqueza para tan gran peso, se escondió en la<br />
sepultura <strong>de</strong> los muertos, <strong>de</strong> don<strong>de</strong>, buscándole con gran<br />
cuidado, le sacaron mas muerlo que vivo y le consagraron<br />
obispo, llorando él solo, y los <strong>de</strong>más dando saltos do<br />
placer. Dejó el cuidado <strong>de</strong> las cosas temporales á los diáconos<br />
y ministros <strong>de</strong> la Iglesia, y él se entregó <strong>de</strong>l todo<br />
á la oración y á la palabra <strong>de</strong> Dios: predicaba muchas<br />
veces con maravilloso y divino esp ritu, y trataba en sus<br />
sermones <strong>de</strong> la fealdad do los vittios, y <strong>de</strong> la hcrmosiii'a<br />
<strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s, déla vanidad délas cosas presentes <strong>de</strong><br />
esta miserable vida, y <strong>de</strong> la excelencia y gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la<br />
bienaventuranza que esperamos: y como módico sapientísimo<br />
sabia aplicar á cada dolencia su medicina, y no