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224 LA LEYEND<br />
redados y pidiendo <strong>de</strong> puerla en puerta? ¿Eslallamáis<br />
piedad? ¿Mataros con vuestras propias manos y con un<br />
golpe dar ía muerte á los padres que os dieron la vida, y<br />
álas mujeres que en solos vosotros viven, y á estos niños<br />
chiquitos , á los cuales así como disteis el sér, así estáis<br />
obligados á conservarles ? Llegaos, hijos, á vuestros padres<br />
, llegaos, abrazadlos y besadlos, asios á ellos y tenedlos:<br />
morid con ellos, porque vivir sin ellos os será<br />
mas cruda y dura muerte. Cayeron como muertas las madres<br />
en el suelo, sin po<strong>de</strong>r hablar mas palabra. <strong>Los</strong> hijos<br />
se <strong>de</strong>shacian en lágrimas: lodos los circunstantes sollozaban<br />
y con ojos llorosos y tristes se miraban unos á otros;<br />
y ya las entrañas <strong>de</strong> Marcos y Marceliano se ablandaban,<br />
traspasados <strong>de</strong> dolor.<br />
El glorioso san Sebastian se halló presente á todos estos<br />
encuentros y combales, como caballero déla córte imperial<br />
, qua aunque interiormente era cristiano, encubría<br />
exteriormente su creencia y fé, para ayudar mas y mejor<br />
á los crisiianos perseguidos: que por ser aquella persecución<br />
<strong>de</strong> Dioclcciano y Maximiano tan horrible y espantosa,<br />
algunos <strong>de</strong>sfallecian en los lormenlos, y por no per<strong>de</strong>r<br />
la vida, perdían la fé; y el santo mártir Sebastian les<br />
asistía, los esforzaba y socorría al tiempo <strong>de</strong> la necesidad,<br />
corno hizo ahora con los dos santos hermanos, Marcos y<br />
Jiarceliano; porque viéndolos ya casi rendidos por la furiosa<br />
y conlinoa batería , que sus domésticos enemigos<br />
les daban; juzgando que era tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar lo que tenia<br />
encerrado en su pecho, y manifestar que ei a cristiano<br />
para que ios dos hermanos no lo <strong>de</strong>jasen <strong>de</strong> ser y exponer<br />
su cuerpo á la muerte; para que las almas <strong>de</strong> ellos<br />
no perdiesen la vida comenzó con palabras graves y encendidas<br />
<strong>de</strong> amor <strong>de</strong> Cristo, á exhortarlos á la perseverancia<br />
y á la gloria <strong>de</strong>l niiiiliiio: y habló tan altamente<br />
<strong>de</strong> la brevedad , fragilidad y engaños <strong>de</strong> esta nueslra vida<br />
mortal, <strong>de</strong> la certidumbre y gloria <strong>de</strong> la bienaventuranza<br />
que esperamos los crisiianos , que los santos hermanos se<br />
<strong>de</strong>terminaron á morir, y los que oslaban présenles se<br />
convirtieron á la fé <strong>de</strong>l Señor y fueron compañeros en el<br />
martirio <strong>de</strong> aquellos mismos, á quienes ántcs con palabras,<br />
lágrimas y gemidos persuadían, que no muriesen por<br />
Cristo: y así pasado el término <strong>de</strong> los Ireinta dias, un<br />
juez llamado Fabián, que habla sucedido á Cromacio , y<br />
era hombre cruelísimo , mandó alar á los santos hermanos<br />
en un ma<strong>de</strong>ro y enclavar en él sus piés con duros clavos.<br />
Allí enclavados , caniaban con gran alegría aque! verso <strong>de</strong><br />
David í «O qué buena y qué alegre cosa es habitar dos<br />
hermanos en uno.» Y como el juez les dijese, que <strong>de</strong>jasen<br />
aquella locura, porque así serian libres <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s lormenlos<br />
; ellos le respondieron que bien estaban allí, pues<br />
que estaban fijos en el amor <strong>de</strong> Jesucristo y que los <strong>de</strong>jase<br />
<strong>de</strong> aquella manera, hasta que la vida los <strong>de</strong>jase. Estuvieron<br />
en este tormento un día y una noche, alabando al Señor<br />
y cantando á versos algunos salmos : y Fabián, vista<br />
su perseverancia, mandó que los alanceasen, y con este<br />
género <strong>de</strong> muerte dieron sus almas á Dios. Sus cuerpos<br />
fueron sepultados en la via Ar<strong>de</strong>atina. Celebra la Iglosia<br />
MI liesla á los 18 <strong>de</strong> junio, que fué d dia <strong>de</strong> su marlirio,<br />
ei año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 284, y el primero <strong>de</strong>l emperador<br />
Diocleciano. Escriben <strong>de</strong> estos santos el Breviario romano,<br />
los Martirologios Romano , <strong>de</strong> Beda, Adon y Usuardo, y e]<br />
Antifonario <strong>de</strong> san Gregorio, y Metafraste en la vida <strong>de</strong> san<br />
Sebastian que está en el primer tomo <strong>de</strong>l padre Surio. En<br />
fV DE ORO. DÍA 18.<br />
nuestros dias, siendo sumo pontífice Gregorio XIII, á los<br />
20 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong>lü82,se hallaron los<br />
cuerpos <strong>de</strong> estos dos gloriosos.santos mártires y hermanos,<br />
Marcos y Marceliano, y el <strong>de</strong> su padre Tranquilino,<br />
en una arca <strong>de</strong> mármol, en la iglesia <strong>de</strong> San Cosme y San<br />
Damián , que es Ululo <strong>de</strong> car<strong>de</strong>nal diácono en Roma, y en<br />
la misma arca, á un lado, el cuerpo <strong>de</strong> san Félix, papa y<br />
mártir, el que con<strong>de</strong>nó al emperador Constancio, como<br />
lo refiere el Martirologio Romano, á 29 <strong>de</strong> junio, y eícaFdonal<br />
Raronio en el tercer lomo <strong>de</strong> sus Anales.<br />
EL BEATO GIIEGOUJO 15/VRBAnir.o, OBISPO Y c.\nDENAL—El<br />
beato Gregorio nació en Yenecia á 2ü <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong>l<br />
Bfio 1625, <strong>de</strong> Juan Francisco Barbarigo y <strong>de</strong> Lucrecia<br />
Leoni, ambos <strong>de</strong> las familias scnatoiiis mas ilustres dt><br />
aquella república. Habiendo arrebatado la muerte á la madre<br />
<strong>de</strong> Gregorio á lo mas florido ele sus años, Juan Francisco,<br />
su padi e, renunciando lodo pensamiento <strong>de</strong> contraer<br />
segundo matrimonio, se aplicó con el posible cuidado<br />
á educar á sus pequeños b¡j,os en la piedad y en<br />
las letras, se^un convenia á su noble condición, para que<br />
fuesen á su tiempo, no solo buenos ciudadanos, sino también<br />
verda<strong>de</strong>ros siervos <strong>de</strong> Dios, y virtuosos cristianos.<br />
Descubriendo el padre en Gregorio ua raro talento, im<br />
ingenio muy vivo, y un espirita generoso, inclinado á la<br />
virtud, procuró cultivar con diligencia tan preciosas semillas,<br />
y creyó no <strong>de</strong>bia encargar este cuidado á otra persona;<br />
por lo que quiso que fuese instrnido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su<br />
misma casa y á su presencia, y <strong>de</strong>spués él mismo quiso ser<br />
su maeslro en la filosofía, en cuya ciencia se hallaba ins-<br />
Iniido. El joven Gregorio, viviendo alejado <strong>de</strong> los peligres<br />
á que e lán expuestos los jóvenes, con el trato familiar <strong>de</strong><br />
los otros <strong>de</strong> su edad, cúpole la suerte, ó por mejor <strong>de</strong>cir,<br />
recibió <strong>de</strong> Dios la gracia especial <strong>de</strong> conservar la inocencia,<br />
y <strong>de</strong> preservarse <strong>de</strong> la corrupción, que suele reinar do<br />
ordinarioen la juvenlud, cnando d ardor <strong>de</strong> la sangre, los<br />
malos ejemplos, y los peores consejos <strong>de</strong> los compañeros,<br />
ta atraen é inclinan fuerlementeal mal. Era Gregorio muy<br />
obediente y rendido á su padre, respetuoso con todos,<br />
humil<strong>de</strong> y manso en sus palabras y acciones, mo<strong>de</strong>sto y<br />
afable con sus inferiores, y sobre todo, pío y religioso para<br />
cen Dius, á quien dirigía fervientes súplicas. Levantábase<br />
en el silencio <strong>de</strong> la noche, mientras los <strong>de</strong>más dormían,<br />
y empleaba muchas horas en la santa oración, y<br />
en otros ejercicios <strong>de</strong> penitencia y piedad cristiana. Viéndole<br />
su padre con el mayor júbilo <strong>de</strong> su corazón muy<br />
bien arraigado en la virtud, le dió licencia para que en<br />
aquella edad juvenil, que era <strong>de</strong> solo diez y nueve anos,<br />
se apartase <strong>de</strong> su presencia y <strong>de</strong> su patria , y partiese á<br />
Alemania en compañía <strong>de</strong> Luis Contarini, quien, en calidad<br />
<strong>de</strong> embajador <strong>de</strong> la república <strong>de</strong> Yenecia, habia do<br />
asistir al congreso <strong>de</strong> Munster, don<strong>de</strong> se trató la paz entre<br />
los príncipes <strong>de</strong> Europa. Allí tuvo Gregorio la fortuna <strong>de</strong><br />
tratar familiarmente con Fabio Chigi, nuncio <strong>de</strong> ¡a sania<br />
se<strong>de</strong>, el cual elevado <strong>de</strong>spués al pontificedo, se llamó<br />
Alejandro Y» ; Y este celoso prelado dió á Gregorio saludables<br />
documentos, <strong>de</strong> los cuales se aprovechó para a<strong>de</strong>lantarse<br />
mas en el camino <strong>de</strong> la perfección. Concluido el<br />
congreso <strong>de</strong> Munster, hizo Gregorio varios viajes , ya en<br />
la Alemania superior é inferior, ya también en la Francia;<br />
y aunque se <strong>de</strong>tuvo por espacio <strong>de</strong> cuatro meses en París,<br />
nada perdió <strong>de</strong> su <strong>de</strong>voción , y se mantuvo siempre firmo<br />
y constante en el bien, sin omitir jamás sus acosíumbra-