27.08.2017 Views

Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mi iO.<br />

<strong>de</strong> Jesucrislo. Su nombre se halla rocordado con muc!io<br />

elogio en las antiguas leyendas <strong>de</strong> los santos <strong>de</strong> Italia,<br />

y en todas parles se elogia su santidad y sus milagros.<br />

SANTA PELAGIA, VÍKGEN Y MÁRTIR.—Era una tierna doncella<br />

<strong>de</strong> Antioquía, <strong>de</strong> solos quince años <strong>de</strong> edad, cuando<br />

fué cogida por los perseguidores <strong>de</strong> la fe en el año 311.<br />

Estando sola en casa y consi<strong>de</strong>rando que querían llevarla<br />

á la presencia <strong>de</strong>l juez, don<strong>de</strong> peligraría mucho su castidad,<br />

pidió licencia á los soldados para subir á vestirse antes<br />

<strong>de</strong> salir. Pero temerosa <strong>de</strong> ser ocasión, aunque inocente,<br />

para que otros pecasen, se arrojó por una ventana <strong>de</strong>l edificio,<br />

y murió <strong>de</strong> su caída en el mismo momenlo; en cuya<br />

acción, dice san Juan Crisóslomo, llevó á Jesús en sn pecho,<br />

quien la inspiró y animó á que la ejecutase. No hay<br />

duda que por este medio pensó lasanta escapar <strong>de</strong>l riesgo,<br />

aunque no muriese, y pudo lícitamente exponer su vida á<br />

algún peligro <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rla por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su castidad; aunque<br />

nada pue<strong>de</strong> autorizar el intento directo <strong>de</strong> procurar su<br />

muerte propia.<br />

JUNIO.<br />

SAN COLIMBO, ABAD.—Fué uno <strong>de</strong> los patriarcas mas<br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ór<strong>de</strong>n monáslico en Irlanda. Era do noble familia,<br />

y nació en Garlan, en el condado <strong>de</strong> Tyrconel el<br />

año 521. Des<strong>de</strong> su infancia <strong>de</strong>spreció todo loque no era<br />

gran<strong>de</strong> ni digno <strong>de</strong> estimación para los que aspiran á los<br />

bienes eternos, á cuya consecución se <strong>de</strong>dicó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego<br />

con un corazón puro y una alma libre <strong>de</strong> todas las afecciones<br />

<strong>de</strong> la carne. Fué a<strong>de</strong>lantado en el estudio <strong>de</strong> las sagradas<br />

Escrituras, y en 546 habiendo sido promovido al sa-<br />

Cl>rdt)cio, principió á dar lecciones admirables <strong>de</strong> piedad<br />

y Agrada doctrina, y en muy corto tiempo formó muchos<br />

Y sabios discípulos. Por los años <strong>de</strong> KSO fundó varios mo-<br />

Níísterios, para los cuales compuso una regla en idioma<br />

""landés, que produjo excelentes efectos. Pero ofendido el<br />

rcy <strong>de</strong>l celo <strong>de</strong>l santo abad en repren<strong>de</strong>r los vicios públicos,<br />

ie persiguió, y tuvo este que <strong>de</strong>jar su patria y refugiarse<br />

á Escocia, don<strong>de</strong> también fundó otros monasterios,<br />

llegando unos y otros al número <strong>de</strong> ciento. Con su<br />

predicación convirtió los escoceses á la religión <strong>de</strong> Jesucristo,<br />

y los coníirmó en ella por medio <strong>de</strong> innumerables<br />

milagros. Agra<strong>de</strong>cidos los pictos á los beneficios <strong>de</strong>l santo,<br />

1c cedieron la pequeña isla <strong>de</strong> Hy ó Joña, don<strong>de</strong> se edificó<br />

un gran monasterio que fué por muchos siglos el principal<br />

seminario <strong>de</strong> los nord-bretones, y por mucho tiempo sepulcro<br />

<strong>de</strong> los reyes do Escocia. San Columbano estaba en<br />

(odas partes animando á sus discípulos con su ejemplo.<br />

Su vida era la mas austera, y su ayuno nunca se interrumpió.<br />

Sus costumbres eran en todo las <strong>de</strong> un santo; su<br />

esperanza el cielo, su <strong>de</strong>seo Jesucristo. Su fervor era tal,<br />

que en cuanto hacia parecia exce<strong>de</strong>r las fuerzas humanas,<br />

y en cuanto estaba <strong>de</strong> su parte nunca perdía ni un momen-<br />

|o, que no empipase en honor <strong>de</strong> Dios y en beneficio <strong>de</strong><br />

.^Wbres: s,j incomparable dulzura y caridad con el<br />

T- M cncan,a*)a y atraía los corazones <strong>de</strong> cuantos le<br />

Oblaban, y sus virtu<strong>de</strong>s y milagros le granjeaban la veneración<br />

<strong>de</strong> todas las clases <strong>de</strong>l estado. El pueblo y el rey<br />

buscaban en lodo su consejo y su apoyo, y cuatro años<br />

ántes <strong>de</strong> morir, tuvo una visión en que Dios le manifestaba<br />

que por el bien <strong>de</strong> las Iglesias bretona y escocesa, le <strong>de</strong>jaba<br />

por todo aquel liempo en el mundo. Efectivamente, cumplido<br />

esto plazo el dial <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l año SST, su alma voló<br />

al cielo ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> espíritus bienaventurados que asistían<br />

a su tránsito.<br />

DIA 10.<br />

i 91<br />

SANTA MARGARITA, REINA DE ESCOCIA.—Fué santa Margarita<br />

hija <strong>de</strong> Eduardo, rey <strong>de</strong> Inglaterra, y <strong>de</strong> su esposa la<br />

reina Agueda, hija <strong>de</strong>l emperador. Des<strong>de</strong> su niñez fué dada<br />

á todas las obras <strong>de</strong> virtud y caridad, y en todas florecía,<br />

ocupada siempre en la lección y contemplación. Llegada<br />

á la edad <strong>de</strong> lomar estado, se casó, mas por obe<strong>de</strong>cer<br />

en todo á sus padres y á la divina disposición, que por<br />

inclinación y gusto con Malcolino ó Malcolmo, tercero rey<br />

<strong>de</strong> Escocia. Con el nuevo estado no mudó <strong>de</strong> vida ¡ porque<br />

siempre se ejercitó en sus loables y santos ejercicios <strong>de</strong><br />

lección y meditación, <strong>de</strong>leitándose mas en hacer buenas<br />

obras, que en la posesión <strong>de</strong> las riquezas y el reino. Todo<br />

el reino se gobernaba por su disposición y consejo con que<br />

se aumentaba el amor <strong>de</strong> los vasallos y la religión católica.<br />

En el lugar don<strong>de</strong> se celebraron sus bodas fabricó una<br />

suntuosa iglesia á honra y gloria <strong>de</strong> la Santísima Trinidad,<br />

enriqueciéndola con ornamentos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> valor y precio,<br />

con muchos vasos <strong>de</strong> oro y plata, y una cruz <strong>de</strong> oro y piedras<br />

preciosas, con rentas y riquezas muchas. En las <strong>de</strong>más<br />

iglesias <strong>de</strong>l reino procuró hubiese los ornamentos <strong>de</strong>bidos,<br />

y en todas <strong>de</strong>jó memoria <strong>de</strong> su <strong>de</strong>voción y magnificencia,<br />

reparándolas y enriqueciéndolas. Tanta era su<br />

severidad, unida con una afabilidad <strong>de</strong> ánimo y alegría <strong>de</strong><br />

roslro, amable á todos, que todos la lemian y amaban, do<br />

suerte, que á su vista ninguno jamás se <strong>de</strong>scompuso, ni<br />

atrevió á acción ni palabra que no fuese muy <strong>de</strong>cenle, honestl<br />

y lícita. Crió sus hijos con gran carino, amor y virtud,<br />

sin que hubiese alguna <strong>de</strong> las muchas en que resplan<strong>de</strong>cía,<br />

que no procurase enseñarles, y sobre todo continuamente<br />

les amonestaba é inliraaba que temiese á Dios.<br />

Continuamente oraba, y con lágrimas pedia á Dios comunicase<br />

á sushijos su santotemorparaquo <strong>de</strong>spués Ies diese<br />

su gloria. A su esposo fué tan amable, que le hizo con su<br />

trato y compañía virtuoso y caritativo con los pobres, tanto,<br />

que dando olla do limosna, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo que él veia y<br />

sabia, otras muchas cosas, así dineros como preseas, joyas<br />

y alhajas suyas; cuando el rey las hallaba ménos, jamás<br />

se dió por entendido, ni hizo seniimiento alguno por<br />

ello; ántes se mostraba muy alegre y gozoso consi<strong>de</strong>rando<br />

se habían dado á los pobres <strong>de</strong> Jesucristo por manos <strong>de</strong> su<br />

santa esposa. Tan obediente estuvo siempre á sus ruegos y<br />

consejos, que jamás hizo cosa sin su gusto; y una sola que<br />

hizo le costó la vida como <strong>de</strong>spués veremos. Tanto era el<br />

amor que la tenia, que so <strong>de</strong>leilaba gran<strong>de</strong>mente solo con<br />

tocar con sus manos y besar <strong>de</strong>votamente un libro que tenia,<br />

en que la sania reina acostumbraba á rezar. Cuando<br />

salia á algún viaje en que iba muy acompañado <strong>de</strong> príncipes,<br />

capitanes y soldados, ponía la sania reina todo su esfuerzo<br />

en pedir á los soldados no hiciesen mal por los caminos<br />

á persona alguna ni molestasen á los pobres labradores<br />

: en todo lo cual fué siempre obe<strong>de</strong>cida con sumo<br />

gus'.o; porque sabia muy bien satisfacer <strong>de</strong>spués á dichos<br />

soldados, y tenerlos gustosos y obedientes.<br />

Vivía siempre temerosa <strong>de</strong>l (remendó día <strong>de</strong>l juicio. Rogaba<br />

continuamente á su confesor que lo advirtiese y reprendiese<br />

sus <strong>de</strong>fectos: y viendo que nada le reprendía,<br />

porque nada había en su santa vida digno <strong>de</strong> reprensión',<br />

le <strong>de</strong>cía que era <strong>de</strong>scuidado y que no quería cumplir su<br />

oljligacion, pues siendo tan mala nada le reprendía ni cas-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!