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MA 20 AGOSTO. 539<br />
entereza y rigor <strong>de</strong> vida que dijimos: <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vino a<br />
enflaquecerse en gran manera , y á ser fatigado do varias<br />
y graves enfermeda<strong>de</strong>s: y los mismos médicos so maravillaban,<br />
como estando lan flaco y exhausto pedia aten<strong>de</strong>r<br />
á ocupación alguna: y el mismo santo padre al cabo lo<br />
conoció y se acusó, por haber tanto excedido en la penitencia,<br />
y con <strong>de</strong>masiada aspereza estragado su complexión<br />
y <strong>de</strong>bilitado sus miembros, y <strong>de</strong> su parte impedido<br />
la mayor gloria <strong>de</strong>l Señor: porque cierto fuó maravillosa y<br />
extraordinaria la aspereza que en su vida este santo usó;<br />
y parece que humanamente no podia vivir, si el Señor sohrenaturalmcnle<br />
no le sustentara ; mas estaba lan encendido<br />
y abrazado en el amor <strong>de</strong> Dios, que en ninguna otra<br />
cosa <strong>de</strong> dia y <strong>de</strong> noche pensaba , sino cómo podria mas<br />
amplificar su gloria, y aprovechar á las almas: y estas dos<br />
cosas procuraba con gran<strong>de</strong> ansia y solicitud. A este<br />
blanco tiraban todas sus oraciones, su conversación mas<br />
divina que humana , su oración, el escribir tantas cartas<br />
<strong>de</strong> negocios tan graves, el interpretar las divinas Letras,<br />
los razonamientos con personas particulares, y los negocios<br />
públicos que trataba. Y añadiendo el Señor una elocuencia<br />
admirable, y una sagacidad y pru<strong>de</strong>ncia maravillosa,<br />
con la cual se acomodaba á la condición, capacidad<br />
y costumbres <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los que trataba. Con k.s labradores<br />
hablaba como si se hubiera criadoenel campo: con<br />
los caballeros, como cortesano : con los idiotas usaba <strong>de</strong><br />
comparaciones <strong>de</strong> cosas materiales y groseras: con los letrados<br />
y sofistas disputaba <strong>de</strong> cuestiones sutiles con gran<strong>de</strong><br />
ingenio y agu<strong>de</strong>za ; y finalmente como excelente pescador<br />
tenia diferentes cebos y anzuelos para pescar, proporcionados<br />
al gusto y al natural <strong>de</strong> cada uno: y todo estonacia <strong>de</strong><br />
su gran caridad y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo que tenia <strong>de</strong> ganar almas para<br />
el Señor. También era efecto <strong>de</strong> este caridad la compasión<br />
y dolor que sentia <strong>de</strong> los pecadores y faltas <strong>de</strong> sus prójimos,<br />
y especialmente <strong>de</strong> los que tenia á su cargo : porque<br />
aunque era tan amoroso (como dijimos), no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> amonestar<br />
y repren<strong>de</strong>r, como padre , secreta ó públicamente<br />
al quefaltaba, y <strong>de</strong> tomar todos los medios posibles para<br />
corregirle; y cuando todo no bastaba, le cortaba como miembro<br />
podrido, y le apartaba <strong>de</strong> su congregación. Pcrocuando<br />
la necesidad á esto le obligaba, quedaba tan afligido y<br />
traspasado <strong>de</strong> dolor, que no hay madre que así sienta la<br />
niuerte corporal <strong>de</strong> su hijo, como él senlia la espiritual<br />
<strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los suyos: tales eran las entrañas <strong>de</strong>l<br />
verda<strong>de</strong>ro imitador <strong>de</strong> Cristo: porque era muy compasivo<br />
y muy blando, y no le sufi ia el corazón ver á nadie<br />
triste y <strong>de</strong>sconsolado. Mas no era maravilla que con<br />
ios hombres fuese tan tierno, el que con las mismas<br />
bestias era tan humano: poique algunas veces yendo<br />
do camino , le aconteció ver alguna liebre perseguida<br />
<strong>de</strong> los perros, ó alguna ave que huia <strong>de</strong>l gavilán : y él<br />
Movido á compasión, les echaba su bendición para libraras<br />
, protestando á los cazadores (como es verdad) que ea<br />
^no las seguirían. De este horno lan encendido <strong>de</strong> caridad<br />
salia el oro fino <strong>de</strong> la paciencia firme y conslnnle que<br />
l,,vo san Bernardo : la cual manifestó claramente en las<br />
C(>nlinuas tribulaciones y enfermeda<strong>de</strong>s que pa<strong>de</strong>ció <strong>de</strong>s-<br />
(íeel principio <strong>de</strong> su bienavenlurada conversión hasta el<br />
ullimo punto <strong>de</strong> su vida , que no fué sino una muerte pro-<br />
''J1». l'ero también se ve que la misma cal idad y amor <strong>de</strong>l<br />
senor le daba fuerzas para que cuando se ofrecía alguna<br />
S'^ve necesidad y cosa <strong>de</strong> su servicio, estando como estaba<br />
flaco , <strong>de</strong>bilitado y consumido , por divina dispensación<br />
parecía quecobraba nuevas fuerzas y nuevo vigor para<br />
trabajar y ocuparse en ella. También mostró su paciom ia<br />
en algunas cosas graves <strong>de</strong> honra , <strong>de</strong> hacienda y <strong>de</strong> su<br />
persona que se le ofrecieron. Escribió el siervo <strong>de</strong>l Señor<br />
una vez á un obispo , que era principal consejero <strong>de</strong>l rey,<br />
rogándole que le avisase <strong>de</strong> ciertas cosas que iban mal<br />
encaminadas. Respondióle el obispo con enojo , tratándole<br />
<strong>de</strong> necio y atrevido ; y el santo abad le volvió á escribir<br />
con tanta sumisión y humildad , que le confundió, y se<br />
lo hizo gran<strong>de</strong> amigo. Enviábale un abad rico seiscientos<br />
marcos <strong>de</strong> piala <strong>de</strong> limosna , para que los gastase en beneficio<br />
<strong>de</strong> su or<strong>de</strong>n: robáronlos en el camino ; y cuando<br />
lo supo , dijo : Bendito sea Dios, que nos ha librado <strong>de</strong><br />
tan gran carga. Y habiéndole quitado , ó por engaño, ó<br />
por fuerza , diez monasterios, ó los sitios don<strong>de</strong> se habían<br />
<strong>de</strong> edificar , estuvo muy sereno sin querer jamás pleitear<br />
con los que le hablan hecho aquel agravio. Un religioso<br />
<strong>de</strong> otra religión , poco estable en su vocación , habiendo<br />
leido algunas obras espirituales <strong>de</strong> san Itornardo fué á<br />
Claraval , y pidióle con gran<strong>de</strong> instancia que le recibiere<br />
entre sus mongos, y como el sanio no se lo concediese,<br />
juzgando que era mejor que perseverase don<strong>de</strong> habla comenzado;<br />
saliendo el pobre hombre <strong>de</strong> sí , alzó la mano,<br />
y dióun gran bofetón al sanio abad con lanía fuerza , que<br />
luego se lehinchó el carrillo; y él lo <strong>de</strong>fendió y le amparó,<br />
para que no le hiciesen mal alguno , ánfes le acomodasen<br />
y regalasen. Tuvo muchos contrarios y perseguidores, pollos<br />
cuales hacia fervorosa oración y procuraba con humildad<br />
y sumisión ablandarlos , y dar bien por mal, beneficios<br />
por injurias, y hon ra y reverencia por <strong>de</strong>sprecios y<br />
afrentas. Pero ¿qué maravilla es que fuese lan paciente el<br />
que era tan humil<strong>de</strong> ? Porque el' verda<strong>de</strong>ro humil<strong>de</strong> nunca<br />
piensa que se le hace injuria : y como el santo <strong>de</strong>cía,<br />
no queria parecer humil<strong>de</strong>, sino vil. Fué tan admirable la<br />
humildad <strong>de</strong> osle glorioso santo, y oslaba lan fundado en<br />
osla virtud, y lan metido y sumido on el abismo <strong>de</strong> su nada,<br />
que ninguna cosa le pudo <strong>de</strong>svanecer ni levantar. Ofreciéronle<br />
muchas veces gran<strong>de</strong>s dignida<strong>de</strong>s y obispados, y<br />
ninguno quiso aceptar, teniéndose por indigno <strong>de</strong> todas. Y<br />
era tanta su autoridad, y el respelo que sus mismos superiores<br />
le (enian , que no se alrevieron á hacerle fuerza,<br />
porque sabian cuan contrario era á su voluntad. Mas no hay<br />
para qué gastemos muchas palabras en referir aquí el catálogo<br />
<strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s; porque todas las abrazó, y fué lan<br />
excelente en cada una <strong>de</strong> ellas, como si no tuviera mas do<br />
aquella. Era sereno en el rostro, mo<strong>de</strong>sto en el bábito, cir <br />
cunspecto en las palabras, temeroso on sus obras, asiduo en<br />
la meditación, on la oración continuo, do la cual liaba mas<br />
quc'<strong>de</strong> Bttlgíttia propia induslria, ó Irabajo suyo: era ifiag.<br />
nánímo en la fé, longánimo en la esperanza, perfecto en la<br />
caridad, próvido y dispierloen sus consejos, eficaz on los<br />
negocios y nunca ménos ocioso que cuando estaba ocioso,<br />
alegre en las injurias, vergonzoso en sus alabanzas, suavísimo<br />
en sus costumbres, santo en sus morocimiontos,<br />
glorioso en los milagros: y él mismo fué el primero y mayor<br />
<strong>de</strong> todos sus milagros. En sus sermones tuvo una virtud<br />
mas divina que humana, para quebrantar los corazones<br />
mas duros que las piedras, é inflamar á los tibios y<br />
flojos al amor <strong>de</strong>l Señor. Y viendo esto el <strong>de</strong>monio, procuraba<br />
divertirle y embarazarle, para que ó no repai tieso á<br />
los oyentes los dones <strong>de</strong> Dios, ó se tiznase en alguna va-