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o O<br />
ca <strong>de</strong> Alcalá que se llama San Torcaz: su cuerpo está en un<br />
rico monasterio <strong>de</strong> san Benito, que se llama Celia Nova,<br />
cerca <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Orense en Galicia. San segundo tiene<br />
iglesia en Ávila, don<strong>de</strong> se tiene por cierto está su santo<br />
cuerpo, y es gran<strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> aquella ciudad para<br />
con su santo apóstol y maestro; y base acrecentado mas<br />
<strong>de</strong>spués que don Gerónimo María, obispo <strong>de</strong> aquella ciudad,<br />
le edificó una suntuosa capilla, y se trasladó á ella su<br />
sagrado cuerpo. San Cecilio tiene en Granada una insigne<br />
parroquia, que á lo que se entien<strong>de</strong> siempre fué <strong>de</strong><br />
cristianos, aun en tiempo que los moros eran señores <strong>de</strong><br />
la ciudad. De san Indalecio bay mueba memoria y <strong>de</strong>voción<br />
en Aragón, y en un lugar que llaman Piedrapisada<br />
fué hallado su cuerpo, aunque otros dicen que <strong>de</strong> Almería<br />
fué llevado al monasterio <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> la Pena : y la<br />
iglesia <strong>de</strong> Burgos le celebra fiesta al postrero dia <strong>de</strong> abril,<br />
por haberse llevado á aquella iglesia parte <strong>de</strong> sus reliquias<br />
en tal dia. En Andújar, en tiempo <strong>de</strong>l rey Siscbuto, se edificó<br />
un rico templo en el lugar <strong>de</strong>l sepulcro <strong>de</strong> san Eufrasio,<br />
como se saca <strong>de</strong> san Eulogio en el Apologético que escribió<br />
<strong>de</strong> los mártires. El cuerpo <strong>de</strong> este glorioso santo<br />
está en Galicia, en una iglesia <strong>de</strong> su nombre, en unamonlaíia<br />
llamada Valldcmao, cerca <strong>de</strong>l monasterio <strong>de</strong> Samos,<br />
<strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> san Benito, don<strong>de</strong> los monges también<br />
tienen <strong>de</strong> sus reliquias y una capilla <strong>de</strong> su advocación.<br />
Muchos y graves autores escriben que estos siete santos<br />
ántcs <strong>de</strong> ser consagrados obispos, y enviados do Roma á<br />
España por los santos apóstoles san Pedro y san Pablo,<br />
habian sido discípulos y compañeros <strong>de</strong>l apóstol Santiago<br />
acá en España y que volvieron á Jerusalen con él, y <strong>de</strong>spués<br />
hallándose en Roma, fueron consagrados por obispos<br />
« enviadofiYá España, como personas que ya tenían noticia<br />
y práctica <strong>de</strong> la gente y tierra. Otros aña<strong>de</strong>n á estos<br />
siete otros dos, llamados Atanasio y Teodoro, que no salieron<br />
<strong>de</strong> España, <strong>de</strong> los cuales Atanasio quedó por obispo<br />
<strong>de</strong> Zaragoza y Teodoro por presbítero. En la historia <strong>de</strong><br />
Pelagio, obispo <strong>de</strong> Oviedo, que él escribió en tiempo <strong>de</strong><br />
Eernando VI, se dice que los discípulos <strong>de</strong> Santiago fueron<br />
siete, nombrados así: Calocero, Basilio, Pió, Crisógono,<br />
Teodoro, Atanasio y Máximo, que son nombres diferentes<br />
<strong>de</strong> los siete primeros: nosotros referimos lo que estos autores<br />
dicen, sin po<strong>de</strong>r afirmar con certidumbre cuál sea la<br />
verdad. Bien pue<strong>de</strong> ser que los unos y los otros hayan sido<br />
discípulos <strong>de</strong>l santo apóstol; aunque los primeros mas familiares,<br />
y los otros <strong>de</strong> los discípulos comunes. Pero volviendo<br />
á los santos obispos Torcuato y sus compañeros,<br />
que fueron por los santos apóstoles enviados á España; la<br />
iiesta <strong>de</strong> todos ellos juntos se celebra a los IK <strong>de</strong> mayo; y<br />
en este dia los pone el Martirologio romano, y el <strong>de</strong> Beda<br />
Usuardo y Adon. Ambrosio <strong>de</strong> Morales escribe, que en un<br />
libro muy antiguo y <strong>de</strong> letra gótica, que fué <strong>de</strong>l insigue<br />
monasterio <strong>de</strong> San Millan <strong>de</strong> la Cogulla, <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
san Benito, y ahora es <strong>de</strong> san Lorenzo el Real <strong>de</strong>l Escorial,<br />
don<strong>de</strong> están los concilios <strong>de</strong> España, hay una breve<br />
memoria <strong>de</strong> estos santos con título que lo escribieron san<br />
Julián y Félix arzobispos <strong>de</strong> Toledo, y que allí se dice<br />
en particular que trajeron consigo la forma y el ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
la misa que los apóstoles usaban; y que ellos se la dieron<br />
con lo <strong>de</strong>más que <strong>de</strong> la doctrina apostólica habian sabido.<br />
Hacen mención <strong>de</strong> estos santos, á mas <strong>de</strong> los martirologios<br />
y autores que habernos referido en su vida, san<br />
LA LEYENDA DE ORO. DÍA 4 5.<br />
Isidoro y el Breviario toledano, don<strong>de</strong> hay un himno sagrado<br />
en sus alabanzas.<br />
SANTA DIMP.NA, VIRGEN Y MÁRTIR.—Para que se veacuán<br />
po<strong>de</strong>roso es el amor ciego y las horribles tinieblas en que<br />
están los gentiles sin la luz <strong>de</strong> Cristo nuestro Salvador, y<br />
el espíritu y esfuerzo que él da aun á doncellas tiernas y<br />
flacas , para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su castidad y <strong>de</strong>rramar la sangre<br />
por su amor; quiero escribir aquí la vida y martirio do<br />
santa Dimpna, virgen y mártir: la cual fué <strong>de</strong> esta manera.<br />
En la isla <strong>de</strong> Hibcrnia, ó Irlanda, hubo un rey gentil,<br />
po<strong>de</strong>roso, casado con una señora <strong>de</strong> extremada belleza, y<br />
por esta y por otras buenas partes muy querida <strong>de</strong> su marido.<br />
Tuvo el rey <strong>de</strong> la reina su mujer una hija, muy parecida<br />
á la madre en la belleza, que llamaron Dimpna, la<br />
cual criaron con gran<strong>de</strong> regalo y cuidado, pero ella en comenzando<br />
á tener edad y discreción tuvo conocimiento<br />
<strong>de</strong> Jesucristo, y se hizo cristiana y le consagró su virginidad<br />
, menospreciando ios bailes, saraos y otros entretenimientos<br />
y vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la córle. Murióla reina su madre,<br />
y queriéndose el rey su padre casar otra vez, puso los ojos<br />
en su misma hija, pareciéndole que no habia otra mujer<br />
que en hermosura con ella se pudiese comparar. Luego<br />
con esta pasión tentó el ánimo <strong>de</strong> su hija con caricias y<br />
blanduras, prometiéndole todo cuanto tenia si quería casarse<br />
con él. Cerró los oidosDimpna á los silbos <strong>de</strong> aquella<br />
serpiente venenosa, respondiendo que en ninguna manera<br />
consentiría en cosa tan abominable; y como el rey<br />
porfiase con tanta instancia, y ella con no menor resistencia,<br />
finalmente el rey enojado le dijo que <strong>de</strong> grado ó por<br />
fuerza ella habia <strong>de</strong> ser su mujer. Entonces ella, encomendándose<br />
do corazón al Señor, respondió á su padre: que<br />
pues así lo quería, le diese cuarenta días <strong>de</strong> término y lo»<br />
atavíos y vestidos ricos y joyas que era menester, para que<br />
ella se aparejase y compusiese, y le fuese mas agradable;<br />
y él lo hizo todo con mucho gusto, creyendo que ya su<br />
hija había mudado <strong>de</strong> parecer, Habia en Hibernia á u sazón<br />
un sacerdote que se llamaba Gereberno, varón sanio,<br />
que habia sido confesor <strong>de</strong> la reina muerta y habia bautizndo<br />
á Dimpna, y el que á ella y su madre solía dar el santo<br />
Sacramento <strong>de</strong>l altar. Con esto consultó Dimpna lo que habia<br />
<strong>de</strong> hacer en un caso tan horrendo y peligroso; y el<br />
sacerdote <strong>de</strong> Dios le aconsejó que se huyese <strong>de</strong> su padre<br />
por no cometer tan <strong>de</strong>testable maldad, y ofrecióse á acompañai<br />
la; y así con él y con un criado <strong>de</strong> su padre y su<br />
madre, secretamente se embarcó, y por voluntad <strong>de</strong> Dios<br />
llegó á Amberes, y <strong>de</strong> allí pasaron á una al<strong>de</strong>a por caminos<br />
ocultos, por no ser conocidos: y en un lugar allí cerca,<br />
limpiándole <strong>de</strong> las malezas y espinas muchas que habia,<br />
labraron una casilla para recogerse y vivir <strong>de</strong>sconocidos<br />
<strong>de</strong> todos, y estar seguros.<br />
El rey estaba con gran <strong>de</strong>seo y gozo aguardando el dia<br />
<strong>de</strong> las bodas <strong>de</strong> su hija; y cuando supo que se habia ido,<br />
como estaba embriagado con el vino <strong>de</strong>l amor, no se pue<strong>de</strong><br />
fácilmente creer la tribulación que tuvo, dando gemidos y<br />
bramidos <strong>de</strong> sentimiento y furor. Determinó buscarla por<br />
su misma persona, y sacarla <strong>de</strong> bajo <strong>de</strong> la tierra, do quiera<br />
que estuviese. Buscóla por todo su reino y no la halló; y<br />
acompañado <strong>de</strong> mucha gente pasó el mar, y or<strong>de</strong>nándolo<br />
así el Señor, llegó á Amberes. Allí se <strong>de</strong>tuvo algunos dias,<br />
enviando por todas parles sus criados y ministros para <strong>de</strong>scubrir<br />
su hija. Algunos <strong>de</strong> los criados llegaron á un pueblo