Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

•Beasé á pcrscgnir, fueron innumerables las calatnidades
(pie padeció, y el cielo y la tierra y lodos los elementos
parece que se conspiraron contra él. Y finalmente en una
batalla que tuvo con Sapor rey de Persia, fué vencido y encadenado
y tratado tan vil y afrentosamente, que cada vez
que el rey de Persia quería subir á caballo, ponia el pié
tobre si» cuello y se servia de él, como de un poyo; y por
muc'bas cartas que le escribieron algunos grandes principes,
siempre le tuvo en este cautiverio y miserable servidumbre;
y al fin le bizo desollar vivo y salar como un
puerc(: que estos fines suele dar Dios algunas veces, para
escarmiento de otros, á los que persiguen la verdad; y
eti (sío paran sus consejos, astucias y desafueros. Y con
babor padecido el emperador Valeriano lo que padeció, su
bijo Galieno no bizo caso de ello, ó á lo ménos no hizo diligencia
para librar á su padre. Escríbese la vida de san
iísteban papa y mártir, en los Actos de los notarios de la
Iglesia rouiíma , los cuales trasladó Metafrastc, y los trae
el cardenal Haronio.
* SANTA TF.ODOTA, COX si;s TRES HIJOS MÁRTIRES.—Nicca
en Pilinia era el lugar donde vivia aquella santa, ocupada
en cumplir con las obligaciones propias de su estado y
procurando inspirar á sus. bijos el santo temor de Dios.
Ella junto con su familia , fueron presos durante la persecución
deDioclcciano, y presentados á Nicccio gobernador
de Bilinia. No es posible esplicar el valor y la alegría que
mostraron al verse en presencia del tirano , y como fuese
la madre interrogada, contestó por ella y por todos su bijo
mayor llamado Evodio, el cual padeció el tormento úo. los
«zotes en presencia de su misma madre, que lejos de des-
'uayar le animaba mas á morir por Cristo. Nicecio trató de
deshonrar á la madre mandando conducirla á una casa de
l'roslitucion, pero lejos de salir con su intento, convirtió á
una porción de mujerés que allí babia. Noticioso el juez
del caso, mandó que la madre se reuniera con sus tres bijos
, y que jun'os fuesen arrojados á una hoguera , en
cuyo lormenlo acabaron sus vidas,
SAN Rumio, MÁRTIR.—Era africano y huyendo de la
persecución del emperador Severo, marebando de pueblo
en pueblo , y algunas veces comprando su vida con dinero,
al cabo le prendieron de improviso , y presentado debmte
del juez fué castigado con muchos suplicios, hasta