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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA 18<br />

dos ejercicios <strong>de</strong> piedad, y en especial la lectura espiritual<br />

<strong>de</strong> las obras <strong>de</strong> san Francisco <strong>de</strong> Sales que el sobredicho<br />

prelado le habla encomendado con gran<strong>de</strong> eficacia:<br />

como muy provechosas para la consecución <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s<br />

cristianas.<br />

Vuelto Gregorio á su patria, se mereció <strong>de</strong> todos<br />

un aprecio y un concepto muy singular, así por la integridad<br />

<strong>de</strong> sus costumbres, como por la capacidad <strong>de</strong><br />

su talento. Por lo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego fué admitido al magistrado,<br />

llamado <strong>de</strong> los sabios, entre los cuales dio<br />

evi<strong>de</strong>ntes muestras <strong>de</strong> su probidad, pru<strong>de</strong>ncia y habilidad;<br />

por cuyas prendas todos juzgaban se hallaba en disposición<br />

<strong>de</strong> ocupar con el discurso <strong>de</strong>l tiempo los cargos mas<br />

honoríficos <strong>de</strong> aquella república. Pero eran muy diferentes<br />

los <strong>de</strong>signios que Dios habia formado sobre él, y muy<br />

diversos los sentimientos <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Gregorio; que<br />

disgustado <strong>de</strong> aquellas cosas, que mas se aprecian en<br />

el mundo, no aspiraba sino á unirse mas estrechamente<br />

con la divina bondad, y adquirir aquellas gran<strong>de</strong>zas que<br />

no se hallan sobre la tierra, sino solo en el cielo. Por<br />

esto iba discurriendo en su intelrior cómo retirarse <strong>de</strong>l<br />

naundo, y abrazar una vida bumildc y penitente en alguna<br />

religión austera: dos se había propuesto para elegir,<br />

la una era la <strong>de</strong> los ermitaños camaldulenses, y la<br />

otra la <strong>de</strong> los carmelitas <strong>de</strong>scalzos. Pero antes <strong>de</strong> escoger<br />

una délas dos, y tomar la última resolución, pidió<br />

al Señor con fervorosa oración, le manifestara su voluntad,<br />

y <strong>de</strong>spués, según conviene en semejante? casos, to-<br />

"ió consejos <strong>de</strong> personas sabias, pru<strong>de</strong>ntes é ilustradas<br />

en el camino <strong>de</strong> Dios; las cuales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un maduro<br />

Y pru<strong>de</strong>nte examen , le aconsejaron abrazase el estado<br />

eclesiástico secular , y nó regular, y él se rindió<br />

t'On entera docilidad al juicio y parecer <strong>de</strong> estas persogas,<br />

ó por mejor <strong>de</strong>cir, á la voluntad <strong>de</strong> Dios, que por<br />

su medióse le manifestaba: masantes <strong>de</strong> alistarse en<br />

la milicia eclesiástica, quiso aplicarse á los sagrados estudios.<br />

A este fm pasó á la cercana ciudad <strong>de</strong> Padua,<br />

don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>dicó con gran<strong>de</strong> aplicación al estudio <strong>de</strong> la<br />

sagrada teología, y <strong>de</strong> la historia eclesiástica. Todo el<br />

tiempo que moró on Padua llevó una vida muy retirada;<br />

<strong>de</strong> manera, que pudo <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> él lo mismo que <strong>de</strong> san<br />

Basilio, y <strong>de</strong> sí mismo asegura san Gregorio Nazianceuo,<br />

en el tiempo que estudiaban en Atenas, esto es,<br />

que no conocían otros caminos, ni sabian otras calles,<br />

que las que conduelan á las escuelas <strong>de</strong> sus maestros,<br />

para apren<strong>de</strong>r allí las ciencias, ó las que encaminaban<br />

alas iglesias, para ocuparse en ellas en los ejercicios <strong>de</strong><br />

piedad, en la cual cada dia hacia mayores progreses.<br />

Concluidos sus esludios, volvió á Venecia, y á los 5 <strong>de</strong><br />

abril <strong>de</strong>l afio ICíia, que era el trigésimo <strong>de</strong> su edad,<br />

renunc¡¿ jg, l0ga ^ senador, se vistió el hábito eclesiástico<br />

, y tomó ja (0nsura clerical, y <strong>de</strong>spués las <strong>de</strong>~<br />

11188 ór<strong>de</strong>nes hasta el sacerdocio. Dentro <strong>de</strong> poco tieme<br />

f"é á Roma, don<strong>de</strong> le llamaba Alejandro VIT,<br />

quien. como se ha dicho arriba, lo habia conocido y<br />

jalado familiarmente en el congreso <strong>de</strong>Munsler; recidicho<br />

poñfiGce á Gregorio con mucho honor, y <strong>de</strong>süe<br />

Kiego le hizo prelado <strong>de</strong> la córle romana. En esto<br />

i,eniPó, que fué el año 1656 , la ciudad <strong>de</strong> Roma fué<br />

muy afligida <strong>de</strong> la peste, que hacia asombrosos estra-<br />

Sos> especialmente en el barrio <strong>de</strong> Transtiber: el sumo<br />

pontífice <strong>de</strong>slinó á Gregorio para proveer <strong>de</strong> con-<br />

JUNIO. 225<br />

veniente socorro á las necesida<strong>de</strong>s, así espirituales como<br />

temporales <strong>de</strong> aquella pobre gente; y el siervo da<br />

Dios, sin aten<strong>de</strong>r al peligro que exponía su vida , sa<br />

aplicó, con el mayor fervor <strong>de</strong> su espíritu, á <strong>de</strong>sempeñar<br />

el cargo que se le habia confiado; <strong>de</strong> modo que á<br />

nadie faltó el necesario socorro; y aunque el contagio fué<br />

creciendo, y dos <strong>de</strong> su misma familia fueron iníicionados<br />

y murieron <strong>de</strong> él, no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> hacer Gregorio las acostumbradas<br />

visitas en las casas <strong>de</strong> los apestados, y <strong>de</strong> ir en<br />

persona á cualquiera lugar que fuese necesario, para<br />

dar las provi<strong>de</strong>ncias convenientes para el alivio <strong>de</strong> aquella<br />

necesidad. Esta heroica caridad <strong>de</strong> Gregorio mereció<br />

los aplausos y alabanzas <strong>de</strong> toda la córte romana , y en<br />

particular el papa Alejandro Vil hizo tal concepto <strong>de</strong><br />

su eminente virtud, que creyó <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>stinarle al ministerio<br />

pastoral, y conferirle el obispado <strong>de</strong> la ciudad<br />

<strong>de</strong> Bcrgamo, que se hallaba vacante. Quedó Gregorio<br />

asombrado, consi<strong>de</strong>rando el peso formidable que el pontífice<br />

quería poner sobre sus hombros, y mostró en aceptarle<br />

aquella repugnancia sincera, que han manifestado<br />

siempre todos los que han conocido á fondo la sublimidad,<br />

la importancia y los peligros <strong>de</strong> esto minisíerio.<br />

Mas fuéle preciso obe<strong>de</strong>cer al precepto <strong>de</strong>l pontífice , y<br />

así á los 29 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>l año 165T fué consagrado obispo<br />

déla sobredicha ciudad <strong>de</strong> Bérgamo; á la cual se<br />

encansinó sin tardanza alguna, para ejercitar en ella el<br />

pastoral ministerio que se le habia impuesto.<br />

Encontró Gregorio la Iglesia <strong>de</strong> Bcrgamo en un estado<br />

muy infeliz, por los muchos abusos y perniciosas corruptelas<br />

que reinaban, así en el clero como en el pueblo,<br />

las cuales pedían un pronto y eficaz remedio. Por lo que<br />

fiado en la ayuda <strong>de</strong> Dios, que continuamente imploraba<br />

con fervorosas oraciones, resolvió imitar los ilustres y recientes<br />

ejemplos <strong>de</strong> san Carlos Borromeo, cuyo vida tenia<br />

siempre en sus manos, junto con sus consejes, y <strong>de</strong>más<br />

instrucciones y or<strong>de</strong>naciones, hechas por aquel santo<br />

y zeloso arzobispo. Primeramente, á imitación <strong>de</strong><br />

san Carlos, puso tal ór<strong>de</strong>n en Ja conducta particular <strong>de</strong><br />

su persona y do su familia, que causase edificación á todos,<br />

y fuese como un espejo y mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la vida que<br />

quería inspirar á los otros, y en especial á las personas<br />

eclesiásticas.-A este fin alejó <strong>de</strong> su palacio episcopal cualquiera<br />

cosa que tuviese la mas mínima apariencia <strong>de</strong> fausto,<br />

<strong>de</strong> lujo y <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za. Las alhajas <strong>de</strong> su palucio eran<br />

mo<strong>de</strong>stas y <strong>de</strong> poco valor; usaba muy poco <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong><br />

plata , y casi solamente para el servicio <strong>de</strong> su capilla; la<br />

mesa era frugal, y en común con su familia, y siempre<br />

se sazonaba la comida con una lectura espiritual; todos<br />

los miércoles se comía <strong>de</strong> pescado, y se ayunaba todos<br />

los viernes <strong>de</strong>l año. Estaba prohibida á Jas mujeres la entrada<br />

en el palacio episcopal; á nadie <strong>de</strong> la familia se<br />

pertnitia salir <strong>de</strong> noche; y tenían también todos^sus familiares<br />

expresa prohibición <strong>de</strong> asistir á juegos, á espectáculos,<br />

á festines y á otros mundanos pasatiempos. Todos<br />

los <strong>de</strong> palacio acudían tres veces al dia á la capilla episcopal<br />

: por la mañana á la oración , <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la comida<br />

<strong>de</strong> mediodía á la lección espiritual, y por la noche al<br />

examen <strong>de</strong> conciencia y la oración, Acostumbraban lodos<br />

frecuentar el sacramento <strong>de</strong> la penitencia , y una vez al<br />

mes comulgaban. Todos <strong>de</strong>bían hacer brillar en sus palabras<br />

y acciones una singular mo<strong>de</strong>stia y una verda<strong>de</strong>ra<br />

humildad; se miraba <strong>de</strong>sterrada <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l obispo la<br />

TOMO II.<br />

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