Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

SAN TIMOTEO T SIN APOUNARIO, MÁRTIRES. — jalando el
primero predicando la fé on Reims, fué arrestado y conducido
á la presencia del juez, rpie le bizo sulrir varios
tormenlos. El especláculo de su conslancia y de los milagros
que obró, convirtió á Apolinario,uno desús verdugos,
y á muchas otras personas. Todas estas fueron conducidas
á ia cárcel, en ella recibieron el bautismo por la noche,
y fueron decapitadas al dia siguiente, que era el 22
de agosto. San Timoteo y san Apolinario lo fueron al otro
dia, 23, recibiendo la corona del martirio. Algún tiempo
después levantóse en el misino lugar de su suplicio una
iglesia bajo su invocación : en ella se guardaban sus santas
reliquias y se obraban muchos milagros. En tiempo de
Cario Magno, estas reliquias fueron trasladadas al centro
de la ciudad de Reims, donde se habia edificado para este
objeto un templo mas suntuoso y mas capaz para contener
la multitud de devotos que á él acudian.
SAN ZAQUEO , OBISPO Y CONFESOR. —Era judío de nacimiento
, y fué elevado á la silla patriarcal de Jerusalen,
siendo su cuarto obispo. Su ponliticado duró muy corto
tiempo , aunque fué resplandeciente en virtudes, y el
eanlo murió en el año 110 de Jesucristo.
Los SANTOS RESTITUTO , DONATO , Y ALERIANO Y FRUCTUOSA,
CON OTROS DOCE COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — Derramaron su
sangre por la fé de Jesucristo en Alejandría , en los primeros
años del siglo IV , y sus nombres se hallan en los
mas antiguos Martirologios con estas palabras : «Fueron
coronados con una muy esclarecida confesión de la fé.»
Los SANTOS QUIRÍACO , MÁXIMO , ARQUELAO, V OTROS COM­
PAÑEROS, MÁRTIRES. — El primero era obispo, el segundo
presbítero , y el tercero diácono, y lodos vivían en Ostia,
en cuya ciudad manifestaban la virtud de Dios curando
los enfermos, sanando á los poseídos. Quiríaco y Arquelao
fuéron un día á visitar en la cárcel á Censorino , criado
del prefecto Ulpiano, que estaba preso, y á la vista de los
santos cayeron las cadenas y el preso quedó libre, con
cuyo milagro se convirtieron á la religión todos los centinelas
y custodios de la cárcel. Todos fueron luego instruidos
y bautizados. Sabido esto por el prefecto , mandó
prenderlos á todos, y fueron atormentados con diversos
suplicios, de los cuales murieron. San Quiríaco fué degollado
dentro de la misma cárcel, y siguió á los demás en
la palma del martirio. Su muerte está colocada por Baronio
bajo el reinado del emperador Probo, por los anos
de 233.
SAN MINERVO Y SAN ELEÁZARO, CON OTROS OCHO MÁRTIRES.
—Los ocho mártires, cuyos nombres no se expresan, eran
hijos de san Eleázaro. Murieron durante una de las mas
crueles persecuciones contra la Iglesia, en Lyon de Francia,
al principio del siglo 1H.
SAN LOPE , MÁRTIR.— Ignórase de dónde era , y en qué
tiempo padeció por la fé; y solo se sabe que era esclavo
de un cristiano que después murió mártir, el cual le convirtió
á la religión cristiana y le dió la libertad. Surio dice
que floreció en Tcsalónica, cuya ciudad fué testigo de la
multitud de milagros que Lope obraba con el contacto de
una porción de sangre del sanio mártir á quien habia servido
, y que murió también degollado en tiempo del emperador
Maximiano.
SAN VÍCTOR , OBISYO Y CONFESOR.—Floreció en Utica, ciudad
do Africa , en tiempo de los vándalos, cuyos malos
tratos sufrió con una resignación admirable. Por sus ora-
LA LEYENDA DE ORO. DU 24.
clones y continuos desvelos, conservó á su rebaño siempre
libre del contagio de la herejía de aquellos tiempos , y
murió en paz, después de nn pontificado ilustre en toda
clase de virtudes.
SAN FLAVIANO, OBISPO. — Fué insigne propagador de la
fé en todas las Galias, y obispo de Autun. Por su sabiduría
y virtudes mereció ser llamado el oráculo de su tiempo,
y una de las mas ilustres lumbreras de la Iglesia. Congregó
un concilio en Orloans, que regularizó la disciplina,
y murió santamente en el siglo VH.
DIA 24.
SAN-BARTOLOMÉ , APÓSTOL. —Con mucha razón se queja
san Juan Crisóstomo , que no sepamos muy particularmente
las hazañas y hechos memorables de algunos do
los apóstoles, que fueron aquellos dichosos pregoneros y
embajadores celestiales, que Dios envió para alumbrar y
conquistar al mundo, y sujetarle al yugo del sagrado
Evangelio; y así dice : « Pluguiera á Dios que tuviéramos
qnién nos hubiera con gran diligencia escrito la historia do
los sagrados apóstoles, y nos hubiera explicado, no solamente
lo que escribieron y lo que hablaron, sino lo quo
hicieron en toda su vida : cuando comían y cuando estaban
sentados ? adónde fueron : qné hicieron cada dia ; y
en qué partes del mundo vivieron: en qué casas entraron:
á qué puertos llegaron ; y todas sus cosas grandes y pequeñas
nos las refiriera. Porque si muchas veces nos recreamos,
considerando los lugares en que estuvieron sentados
ó presos, y con sola su vista nos despertamos y encendemos
en la virtud ; con mayor ahinco y estudio lo
haríamos, si supiésemos las palabras que dijeron y las
maravillas que obraron. Y pues un amigo suele preguntar
de su amigo, dónde está, adónde va y lo que hace; mas
justamente lo deberíamos hacer nosotros cuando tratamos
de los maestros y predicadores de lodo el mundo. » Esto
es de san Juan Crisóstomo. Pero así como estos gloriosos
'y fortísimos capitanes del Señor padecieron y trabajaron
mas que todos en la conversión del mundo; así de algunos
de ellos sabemos muy poco que sea cierto , averiguado y
seguro: y en las historias de sus vidas y martirios se han
mezclado cosas inciertas y apócrifas. Uno de estos es el
bienaventurado san Bartolomé . nombrado por san Maleo
en el sexto lugar del catálogo que hace de los apóstoles : el
cual fué Galileo, y como dice Josefo, alegado por el Metafraste,
fué pescador , como también lo fueron los otros
apóstoles. No se sabe cosa cierta, de cuándo ó cómo fué
llamado san Bartolomé del Señor, y comenzó á ser su discípulo
: lo que se sabe es, que al tiempo que los apóstoles
dividieron entre sí las provincias del mundo para predicar
el Evangelio, cupo á san Bartolomé Licaonia , que es
parte de Capadocia, provincia de la Asia, donde predicó y
convirtió mucha gente á la fé de Jesucristo nuestro Salvador
, como dice san Juan Crisóstomo : de allí (llevando
consigo el Evangelio de san Mateo) pasó á la India citerior,
como lo escriben Orígenes , Ensebio , san Gerónimo,
Sócrates, Mcéforo y Fortunato; después entró en la mayor
Armenia, donde fué coronado de martirio , como lo dice
Sifronio, en lo que añadió al libro de los Escritores eclesiásticos
de san Gerónimo. En la manera en que murié,
hay entre los autores mucha variedad. Hipólito escribe
que fué crucificado cabeza abajo; y el Melraste y Nicéforo