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AGOSTO.<br />
m alma y á la edificación <strong>de</strong> cuatUos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ólse <strong>de</strong>dicaron<br />
á Ja vida penilenle y solitaria. Las vidas do los<br />
padres <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierta están llenas <strong>de</strong> admirables senlcncias<br />
<strong>de</strong> este santo , parlicularmente on lo locante á la moi liücacion<strong>de</strong><br />
los sonlidos, al silencio, al <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> sí mismo<br />
y ála Immiidad.<br />
SAN RIFO, OBISPO V MÁUTIU.—Fué <strong>de</strong> la noble sangre patricia<br />
y cónsul <strong>de</strong> Roma el ano íl <strong>de</strong> Jesucrislo. Convirtióse<br />
á vista <strong>de</strong>l milagro obrado por san Apolinar, arzobispo<br />
<strong>de</strong> Milán y discípulo <strong>de</strong>l apóstol san Pedro, que restituyóla<br />
vida á una bija suya ya difunta. El mismo santo<br />
arzobispo le bautizó á él y á toda su familia, y <strong>de</strong>spués le<br />
consagró obispo <strong>de</strong> Capua, cuya Iglesia gobernó poco<br />
tiempo, poi que babiéndose encendido persecución contra<br />
loa fieles, fué en ella inmolado, recibiendo la palma <strong>de</strong>l<br />
martirio on la misma ciudad <strong>de</strong> Capua por los primeros<br />
años <strong>de</strong>l siglo II.<br />
<strong>Los</strong> SAMOS MAUCEUXO, MANNTA, JUAN, SEUAPION YPEDIIO,<br />
MÍRTIIIES.—<strong>Los</strong> dos primeros eran esposos, y los otros tres<br />
lujos suyos, componiendo todos una familia distinguida <strong>de</strong><br />
la ciudad <strong>de</strong>Tomis, en el Ponto. Marcelino era tribuno <strong>de</strong><br />
ejército, y habiéndose convertido á la religión <strong>de</strong> Jesucristo<br />
con toda su casa, fueron bautizados y martirizados durante<br />
la persecución <strong>de</strong> Diocleciano en el mismo lugar <strong>de</strong><br />
su resi<strong>de</strong>ncia.<br />
SAN NAUNO, OBISPO Y CONFESOU.—Consagróle obispo san<br />
Hernabé apóstol, y lo envió á Üergamo, <strong>de</strong> cuya ciudad<br />
fué el primer pastor y entre cuyos babitantes ecbó las semillas<br />
<strong>de</strong>l Evangelio. Sus frutos fueron copiosos; porque el<br />
Señor, que se complace en ben<strong>de</strong>cir los trabajos do sus<br />
siervos, acompaíló con su gracia y sus milagros los esfuerzos<br />
<strong>de</strong> Narno, que verda<strong>de</strong>ro discípulo <strong>de</strong> los apóstoles<br />
se babia hecho todo para todos á fin <strong>de</strong> ganarlos á todos.<br />
Su pontificado fué bastante largo y murió santamente entre<br />
sus ovejas en el año 80 <strong>de</strong> Jesucrislo.<br />
SAU RUFO Y SAN CAUPÓFORO, MÁUHRES.—Eran <strong>de</strong> la ciudad<br />
do Capua, y habiendo confesado públicamente á Jesucristo<br />
en tiempo <strong>de</strong> los emperadores Diocleciano y Maximiano,<br />
fueron acerbísimamenle atormentados, y por fin<br />
consiguieron la corona <strong>de</strong>l nrirlirio. Sus cuerpos, recogidos<br />
por los cristianos, se veneran todavía en la misma<br />
ciudad, y por su mediación ha obrado el cielo muchos milagros.<br />
SANTA EITALIA, VÍHGEN Y MÁIITIR.—Fué <strong>de</strong> Lcnlini, en<br />
Sicilia: su madre, que era gentil, pa<strong>de</strong>cía un flujo <strong>de</strong> sangre,<br />
<strong>de</strong>l cual fué milagrosamente curada por la intercesión<br />
<strong>de</strong> los santos mártires Alfeo, Fila<strong>de</strong>lfo y Quirino. Agra<strong>de</strong>cida<br />
á tal beneficio, se hizo instruir en la religión verda<strong>de</strong>ra,<br />
creyó en Jesucristo y fué bautizada con su hija Eulalia.<br />
Sermiliano, idólatra furibundo y hermano <strong>de</strong> Eulalia,<br />
al saber que se habían convertido, quiso pren<strong>de</strong>rá su<br />
propia madre; pero se escapó y solo cayó en su po<strong>de</strong>r su<br />
hermana Eutalia, á la cual <strong>de</strong>golló por sus propias manos,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber intentado hacerla violar por un esclavo,<br />
l a muerte <strong>de</strong> esta sania sucedió, según el Menologio griego,<br />
á mediados <strong>de</strong>l siglo III.<br />
SANTA A\TUSA, MÁRTIR,—Rieron á esta sania el sobrenombre<br />
<strong>de</strong> Jómi para distinguirla <strong>de</strong> otra santa Aulusa<br />
(iue. pa<strong>de</strong>ció martirio cu la persecución <strong>de</strong> Valeriano, y<br />
que se venera el dra 22 <strong>de</strong> este mismo mes. ISo saU-inos<br />
bólido murió la que veneramos hoy, y solo nos consta que<br />
acabó su vida siendo arrojada á un pozo por los infieles.<br />
5S7<br />
SAN JUAN, OBISPO.—Nació en Pavía, <strong>de</strong> claro linaje, y<br />
habiendo recibido una brillante educación, abrazó el estado<br />
eclesiástico, llegando en poco tiempo á ser elevado h la<br />
dignidad <strong>de</strong> obispo <strong>de</strong> su patria. Defendió con admirable<br />
celo la disciplina eclesiástica, reformó las costumbres <strong>de</strong><br />
su pueblo, y fué principalmente el pastor y el padre <strong>de</strong> las<br />
huérfanos y las viudas <strong>de</strong>samparadas. Después <strong>de</strong> doco<br />
años <strong>de</strong> episcopado, habiendo florecido en doctrina y<br />
ejemplos, murió santamente en Pavía, el día 21 <strong>de</strong> agosto<br />
<strong>de</strong>l año 813, siendo enterrado en su catedral.<br />
SA^ LICERIO, OBISPO Y CONFESOR.—Parece que fué natural<br />
<strong>de</strong> las Gallas. Siendo ya muy ilustre por sus costumbres<br />
y milagros, fué elegido y consagrado obispo <strong>de</strong> Lérida<br />
en Cataluña, cuya Iglesia gobernó con eminente pru<strong>de</strong>ncia<br />
y santidad. Asistió á varios concilios, y murió un<br />
día 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los anos entre el 540 y 530.<br />
Lanuza dice que este santo es el mismo que con el nombre<br />
<strong>de</strong> san Lley es conocido en las diócesis <strong>de</strong> Barcelona,<br />
y que tiene una iglesia <strong>de</strong>dicada á su honor en el pueblo<br />
<strong>de</strong> Villamayor.<br />
SANTA MARGARITA, VIUDA.t—Fué hija, hermana y esposa<br />
<strong>de</strong> príncipes. Nació y murió en Baviera, mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> todas las virtu<strong>de</strong>s, dotada <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> profecía y <strong>de</strong><br />
milagros. Su muerte se coloca en el 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l<br />
año 1184.<br />
LA TRASVERBERACION DEE CORAZÓN DE SANTA TEHESA DE<br />
JESÚS.—Esta fiesta, conocida también con el nombre <strong>de</strong><br />
«segunda fiesta <strong>de</strong> santa Teresa,» la instituyó la Iglesia<br />
para honrar aquella gran<strong>de</strong> y tan señalada merced que<br />
hizo Dios ásu sierva escogida; disponiendo que un ángel,<br />
en forma corporal, hincase una saeta en lo mas vivo <strong>de</strong><br />
sus entrañas para dar paso al divino amor. Nos parece<br />
que <strong>de</strong> ningún modo po<strong>de</strong>mos esplicar mejor este inefable<br />
suceso, que copiando aquí las mismas palabras con que le<br />
cuenta la santa en su vida escrita por ella misma. En ti<br />
cap. 29, §. 9, dice: «No se pue<strong>de</strong> encarecer ni <strong>de</strong>cir el<br />
modo con que Haga Dios al alma, y la grandísima pena<br />
que da, que la h ice no saber <strong>de</strong> sí; mas es esta pena tan<br />
sabrosa, que no hay <strong>de</strong>leite en la vida que mas contento<br />
dé. Siempre querria el alma estar muriendo <strong>de</strong> este mal.<br />
Esla pena y gloria junta me traía <strong>de</strong>satinada, que no podía<br />
yo enten<strong>de</strong>r cómo podía ser aquello. ¡Oh qué es ver<br />
un alma herida! Que digo que se entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera, que<br />
se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir herida por tan excelente causa, y ve claro<br />
que no movió ella por don<strong>de</strong> le viniese este amor, sino<br />
que <strong>de</strong>l muy gran<strong>de</strong> que el S.'ñorle tiene, parece cayó du<br />
presto aquella centella en ella que la hace toda ar<strong>de</strong>r.<br />
jOh cuántas veces me acuerdo, cuando así estoy, <strong>de</strong> aquel<br />
Vél'SO <strong>de</strong> David: Quemadmodum dcsi<strong>de</strong>rat cervus ad faníes<br />
(upiarum, que me parece lo veo al pié <strong>de</strong> la letra en mi!<br />
Cuando no da esto muy recio, parece se aplaca algo (á lo<br />
ménos busca el alma algún remedio, porque no sabe qué<br />
hacer) con algunas penitencias, y no se sienten mas, ni<br />
hace mas pena <strong>de</strong>rramar sangre que si estuviese el cuerpo<br />
muerto. Busca modos y maneras para hacer algo quo<br />
sienta por amor <strong>de</strong> Dios, mas es tan gran<strong>de</strong> el primer dolor,<br />
quo no sé yo qué tormento corpor al le quitase: como<br />
no está allí el remedio, son muy bajas estas medicinas<br />
para tan subido mal: alguna cosa se aplaca y pasa algo<br />
con esto, pidiendo á Dios le dé remedio para su mal, y<br />
ninguno ve sino la muerte, que con esta piensa gorar <strong>de</strong>l<br />
todo á su Bien. Otras veces da tan recio, que eso ni nada