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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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18 LA LEYENDA DE ORO.<br />

manifestaron la verdad y fama, que<strong>de</strong> padres á hijos<br />

habia entre ellos, dón<strong>de</strong> estaba sepultada la santa cruz,<br />

mandó limpiar y cavar aquel lugar. El car<strong>de</strong>nal Baronio<br />

dice que fué costumbre <strong>de</strong> los judíos, cuando bacian morir<br />

por justicia algún hombre facineroso, enterrar los instrumentos<br />

<strong>de</strong>l suplicio que le daban, junto al lugar don<strong>de</strong><br />

se sepultaba el cuerpo ; y que habiendo sabido santa<br />

Elena <strong>de</strong> los cristianos y <strong>de</strong> los judíos, el lugar <strong>de</strong>l sepulcro<br />

<strong>de</strong>l Señor, mandó cavar allí cerca alre<strong>de</strong>dor, entendiendo<br />

que allí se haüaria la cruz, en que él fué crucificado;<br />

porque los judíos, siguiendo su costumbre y<br />

tradición, allí la habrían soterrado. De cualquiera <strong>de</strong> las<br />

dos maneras que ello fuese, en aquel lugar se hallaron<br />

las tres cruces, la <strong>de</strong> Cristo nuestro Re<strong>de</strong>ntor y la <strong>de</strong> los<br />

dos ladrones; y el título <strong>de</strong> la cruz <strong>de</strong> Cristo tan apartado,<br />

que nopodia <strong>de</strong>clarar, cuál <strong>de</strong> aquellas tres cruces fuese<br />

la <strong>de</strong>l Señor. Esto causó gran<strong>de</strong> alegría en el pedio <strong>de</strong> la<br />

santa reina, y no ménos confusión; porque habia hallado<br />

lo que con tanta ansia habia buscado, y era como si no<br />

lo hubiera hallado , pues no lo podía conocer.<br />

Estando en esta perplejidad, san Macario, patriarca <strong>de</strong><br />

Jerusalcn,que allí estaba, la consoló; y haciendo, y mandando<br />

hacer oración al Seíior, para que manifestase aquel<br />

tesoro divino, y mosírastí con algún milagro , cuál <strong>de</strong> las<br />

tres cruces era la <strong>de</strong> nuestro Re<strong>de</strong>ntor, hizo traer allí una<br />

mujer tan enferma que los médicos la tenían por <strong>de</strong>sahuciada.<br />

A esta mandó aplicar la primera cruz y la segunda,<br />

sin verso fruto alguno; y en aplicándole la tercera, luego<br />

quedó con entera salud y fuerzas. Con este milagro cesó<br />

la duda y se entendió que aquella era la cruz <strong>de</strong> nuestro<br />

Salvador, como dice Rufino; aunque san Paulino y otros<br />

escriben que la cruz <strong>de</strong>l Señor resucitó á muertos, y la<br />

oración que usa la Iglesia en esta Gesta , parece que lo da<br />

á enten<strong>de</strong>r; y lo cierto es, como dice Nicéforo, que Dios<br />

hizo el uno y otro milagro, y por medio <strong>de</strong> la santa cruz<br />

sanó á la enferma y resucitó al muerto.<br />

Increíble fué el gozo que la religiosa y bienaventurada<br />

santa Elena recibió con este favor y regalo <strong>de</strong> Dios, y<br />

con haber hallado y conocido con tanta evi<strong>de</strong>ncia la cruz<br />

<strong>de</strong> nuestro Re<strong>de</strong>ntor, haciendo gracias por aquel singular<br />

beneficio al mismo Sefior, que la habia movido á venir y<br />

traído y cumplido sus <strong>de</strong>seos. Mandó edificar un suntuoso<br />

templo en aquel mismo lugar, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>jó parle <strong>de</strong> la cruz<br />

ricamente engastada y adornada, y la otra parte con los<br />

clavos envió al emperador Constantino, su hijo i el cual<br />

mandó poner el ma<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la santa cruz en la iglesia, que<br />

d mismo había fabricado en Roma, y <strong>de</strong>spués se llamó<br />

y se llama hoy día «Santa Cruz en Jerusalen.» También<br />

mandó el emperador Constantino, que ningún malhechor<br />

fuese crucificado, ni se diese el suplicio <strong>de</strong> la cruz, por<br />

haber muerto en ella el Señor : para que la cruZj que era<br />

el mas vil é ignominioso suplicio, que hasta aquel tiempo<br />

se habia usado, <strong>de</strong> allí a<strong>de</strong>lante fuese la gloria y corona<br />

<strong>de</strong> los reyes, y escudo y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la república cristiana.<br />

Esta es la fiesta <strong>de</strong> la Invención <strong>de</strong> la santa Cruz que<br />

hoy celebra la Iglesia, para enseñarnos la reverencia que<br />

habernos <strong>de</strong> tener, y la <strong>de</strong>voción con que nos habernos<br />

<strong>de</strong> aprovechar <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s gracias <strong>de</strong> este tesoro divino<br />

; porque en ella está la salud, la paz, la verda<strong>de</strong>ra<br />

sabiduría, la justicia, la santificación <strong>de</strong>l género humano,<br />

y finalmente el remedio universal ,<strong>de</strong> lodos los males <strong>de</strong><br />

DIA 3.<br />

todos los siglos pasados, presentes y veni<strong>de</strong>ros. Por lo<br />

cual con mucha razón en uu sermón <strong>de</strong> la cruz exclama<br />

san Juan Crisóstomo, y dice : «La cruz es esperanza <strong>de</strong><br />

los cristianos, resurrección <strong>de</strong> muertos, guia <strong>de</strong> los ciegos,<br />

báculo <strong>de</strong> los cojos, consolación <strong>de</strong> los pobres, freno<br />

<strong>de</strong> los ricos, <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los soberbios, tormento <strong>de</strong><br />

los malos, triunfo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios , ayo <strong>de</strong> los mozos, gobernadora<br />

<strong>de</strong> los que navegan, puerto <strong>de</strong> los que peligran<br />

y muro <strong>de</strong> los cercados. La cruz es padre <strong>de</strong> los huérfanos<br />

, <strong>de</strong>fensión <strong>de</strong> las viudas, consíliaírio <strong>de</strong> los justos,<br />

<strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> los atribulados , guarda <strong>de</strong> los pequeñuelos,<br />

lumbre <strong>de</strong> los que moran en las tinieblas, magnificencia<br />

<strong>de</strong> los reyes, escudo <strong>de</strong> los pobres, sabiduría <strong>de</strong> los simples<br />

, libertad <strong>de</strong> los siervos y filosofía <strong>de</strong> emperadores.<br />

La cruz es pregón <strong>de</strong> los profetas, predicador <strong>de</strong> los apóstoles<br />

, gloria <strong>de</strong> los mártires, abstinencia <strong>de</strong> los monges,<br />

castidad <strong>de</strong> las vírgenes y alegría <strong>de</strong> los sacerdotes. La<br />

cruz es fundamento <strong>de</strong> la Iglesia, <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los ídolos<br />

, escándalo <strong>de</strong> los judíos, perdición <strong>de</strong> los malos, fortaleza<br />

<strong>de</strong> los flacos, medicina <strong>de</strong> los enfermos, pan <strong>de</strong><br />

los hambrientos, fuente <strong>de</strong> los sedientos y abrigo <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>snudos. » Todo esto es <strong>de</strong> san Juan Crisóstomo. Y san<br />

JBÍtm dice : «Pintemos en nuestras puertas y en nuestras<br />

frentes, en la boca, en el pecho, en todos nuestros miembros<br />

, la vivífica señal <strong>de</strong> la cruz : armémonos con esta<br />

armadura impenetrable <strong>de</strong> los cristianos ; porque la cruz<br />

es la victoria déla muerte, esperanza <strong>de</strong> los fieles, luz<br />

<strong>de</strong>l mundo, llave <strong>de</strong>l paraíso, cuchillo <strong>de</strong> las herejías,<br />

ayuda <strong>de</strong> los monges , esfuerzo <strong>de</strong> la fé, <strong>de</strong>fensa, guarda<br />

y gloria perpetua <strong>de</strong> los católicos. Esla arma, ó cristiano,<br />

lleva <strong>de</strong> dia y <strong>de</strong> noche, en todo lugar y á todas<br />

horas siempre contigo , y no hagas cosa alguna sin la<br />

señal <strong>de</strong> la santa cruz. Cuando duermas, cuando veles,<br />

cuando camines, cuando trabajes, cuando comas, y bebas<br />

, y navegues, y pases los ríos, ármate con este arnés<br />

<strong>de</strong> la santa cruz; porque estando con ella armado, los<br />

males huirán <strong>de</strong> tí.» Hasta aquí es <strong>de</strong> san Efren. Y san<br />

Juan Damasceno: «La cruz, dice, es nuestro escudo,<br />

nuestra arma y nuestro trofeo contra el <strong>de</strong>monio. La cruz<br />

es la señal que tenemos , para que el ángel <strong>de</strong>struidor no<br />

nos toque ni empeza. La cruz levanta á los caídos, tiene<br />

á los que están en pié , sustenta á los flacos, rige á los<br />

pastores, es guia <strong>de</strong> los que comienzan, y perfección <strong>de</strong><br />

los que acaban, y salud <strong>de</strong>l alma y <strong>de</strong>l cuerpo, <strong>de</strong>strucción<br />

<strong>de</strong> lodos los mates, y raíz y causa <strong>de</strong> todos los bienes,<br />

muerte <strong>de</strong>l pecado y árbol <strong>de</strong> la vida , y fuente <strong>de</strong> nuestra<br />

bienaventuranza.» Y Tertuliano, autor anfquísimo,<br />

y á quien san Cipriano llamaba maestro, <strong>de</strong>clara la costumbre<br />

que tenían los cristianos en santiguarse, y armarse<br />

con la señal <strong>de</strong> la cruz , por estas palabras: « En todos los<br />

pasos que damos, en nuestras entradas, en nuestras salidas,<br />

cuando nos calzamos , cuando nos lavamos y nos ponemos<br />

á la mesa , cuando nos sentamos y nos traen lumbre<br />

y nos acostamos, y finalmente en todas nuestras<br />

acciones continuamente hacemos la señal déla cruz en la<br />

frente.» Esto dice Tertuliano ; <strong>de</strong>clarándonosla costumbre<br />

antigua <strong>de</strong> los buenos cristianos, la cual nosotros <strong>de</strong>bemos<br />

imitar, y en todo lugar y tiempo (pues sabemos que no<br />

tenemos ninguno seguro, y que el <strong>de</strong>monio en lodos,<br />

como león bramando, nos cerca , y procura nuestra perdición)<br />

armarnos con esta arma divina para nuestra <strong>de</strong>fensa.

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