Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

498 LA LKYKM) A M ORO. DÍA 10.
tan afectuoso para con Dios! ¡Cómo se entretenía y regalaba
con él, teniendo por sumo beneGcio el volver la vida
al que se la habia dado, y morir asado en unas parrillas
con fuego lento, por aquel Señor que abrasado de amor
habia muerto por élen una cruzl Estas son las virtudes que
debemos imitar en san Lorenzo, de cuyo amor suavísimo
hoy dia está llena la santa Iglesia : y se recrea con su
fragancia y con su memoria: la cual vive, florece y perpetúa
en el mundo; siendo ya acabados y sepultados en perpetuo
olvido é infamia los jueces, príncipes y tiranos que
le atormentaron. Seria nunca acabar, si quisiésemos traer
aquí las alabanzas que los santos dan á esto fortísimo caballero
é ínclito mártir del Señor. San Ambrosio trata muy
largamente de este santo , y san Agustín. San León, papa,
dice, que no ménos se honra Uorna con el martirio de
san Lorenzo, que Jerusaleii con el de san Esteban. San
Máximo dice, que fué igual á los apóstoles: san Pedro Crisólogo,
Metafraste, y los demás hablan de san Lorenzo con
grande ponderación y admiración desús virtudes : y Aurelio
Prudencio en verso elegantísimo nos pinta sus batallas
y victorias, y dice: Que la muerte de la superstición y
vano culto de los dioses de la gentilidad, desde aquel dia
que él murió, comenzó á caer y á florecer la religión cristiana;
y que Lorenzo, como valeroso caudillo y capitán
del Señor, peleó con tan grande esfuerzo, que aunque
murió en la pelea, venció y desbarató el ejército de los
enemigos: y por ventura esta ha sido la causa que la santa
Iglesia le hace tanta fiesta , con vigilia, con octava, con
oraciones, y misas propias; por el beneficio que recibió
y por la victoria que alcanzó de la idolatría con su muerte.
En Roma el emperador Constantino le edificó un suntuoso
templo en el campo Verano, donde está enterrado, que es
unade las siete iglesias y principales estaciones de liorna:
san Dámaso, papa, otro, que es iglesia insigne y colegial:
y sin estos, la cárcel donde estuvo preso, y en el lugar
donde fué asado, y donde están parte de sus preciosas reliquias
, tiene otros tres, sin los demás que hay en aquella,
santa ciudad , con título de San Vicente, y antiguamente
hubo muchas mas. En Italia las iglesias catedrales de algunas
ciudades son las de la advocion de san Lorenzo; y
eu Constantinopla santa Pulquería , emperatriz, le labró
un suntuoso templo, y colocó en él sus preciosas reliquias:
y Justiniano, emperador, le hizo mas magnífico: y en Espana
y Francia, y en todas las provincias y naciones de
la cristiandad, ha sido y es reverenciado este ilustrísimo
mártir con particular devoción, y últimamente el católico
rey de las Espanas don Felipe, 11 de este nombre, ha
hecho un templo en el Escorial, digno de su grandeza y
piedad: en el cual hay tanto que ver, que no sabe el
hombre de que admirarse mas, ó de la gran religión, en
que tantos padres de laórden de san Gerónimo viven, ó
de la suntuosidad del edificio en que viven, ó del número
de las reliquias de los santos que en aquel templo son venerados
, ó de las riquezas inestimables con que son veneradas
, ó de los libros exquisitos , que este gran rey
mandó juntar cala librería de aquella santa casa, ó del
colegio y seminario que fundó en ella , sin las otras cosas
tan raras y maravillosas que hay en él. San Gregorio,
papa, enviaba por un preciosísimo tesoro una reliquia
de las parrillas de san Lorenzo: y el mismo santo
pon!ítice escribe una cosa muy notable, para declarar la
reverenda con que Dios quiere que su sanio sea r.catado
y glorificado. Dice: que en tiempo de Petagio, papa , su
predecesor, queriendo reparar y adornar el sepulcro de
san Lorenzo, se descubrió acaso su sagrado cuerpo, y que
todos los mongos y otros hombres que allí trabajaban y
le vieron, murieron dentro de diez días sin quedar ninguno
de ellos con vida. San Gregorio Turonense refiere
algunos milagros de este santísimo levita : y entre otros
uno muy notable, que Venancio Fortunato, autor muy antiguo
y grave , celebró en verso. Dice; que en un pueblo
de Italia llamado Brionas, queriendo el cura reparar una
iglesia de san Lorenzo , hizo traer la madera necesaria
para ello: hallóse una viga mas corta de lo que era menester:
volvióse el cura al santo, y suplicólo con muchas
lágrimas , que pues habia hecho siempre bien á los pobres
, se compadeciese de su pobreza , y remediase aquella
falla ; porque él no tenia hacienda para comprar otra
viga. Luego creció la viga mas délo que era menester
para el edificio: cortóse aquella sobra, y con las astillas
de ella , que lomó el pueblo por reliquias, hizo Diosgrandes
milagros almubrando ciegos , y dando salud á enfermos.
El martirio de san Lorenzo fué á 10 de agosto, el
año del Señor de 261, imperando Valeriano y Galieno,
su hijo; y esto es loderto, como consta de lo que escribo
san Cipriano en la epístola 82 á Succeso: en la cual dice,
que san Sixto, papa , habia sido martirizado aquel año:
lo cual (como dijimos) sucedió tres días ántcs de la muerte
de san Lorenzo: y Poncio, diácono, compañero y discípulo
del mismo san Cipriano, y el que escribió su martirio,
dice, que fué martirizado el mismo año quo fué el
séptimo del imperio de Valeriano, como muy bien lo notó
el cardenal Baronio: y así los que dijeron, que san Lorenzo
fué martirizado en tiempo del emperador Decio, so
engañaron; y en lodo lo demás que otros inventaron ó
añadieron , hay mucha variedad, poca verdad, y grande
confusión. Supliquemos todos á esté santísimo y gloriosísimo
mártir, que nos alcance del Señor aquella fé viva y
lumbre del ciclo, que él tuvo, para que alumbrada nuestra
alma con ella, y abrasada con el fuego del amor divino,
vea las cosos del suelo, nó como parecen, sino como son,
y que las estime en lo que son , y anhele á las eternas y
perdurables del ciclo, para que allí goce de su santa compañía
, y con él de aquella luz soberana y de aquel fuego
que siempre arde y nunca se consume, y transforma en
sí todas las almas de los que le sirven ; y pasando por el
fuego de la tribulación , llegan al descanso y refrigerio.
* L\ CONMEMORACION DE CIENTO SESENTA. Y CINCO SOLDADOS
MÁUTÜIES.—Perlenecian estos santos á una legión del imperio
que se hallaba acantonada en Roma en tiempo del
emperador Aurcliano. Convertidos á la fé , recibieron el
santo bautismo, y como se denegasen á ofrecer incienso
á los ídolos, fueron condenados á varios suplicios, y por
último degollados en Roma.
SAN DEI;SDEDIT, CONFESOR.—Esle sanio hombre vivía del
Irabajode sus manos, que censistia en labrar la tierra.
Poseía el arte de santificar todas las acciones de su
vida, juntándolas con una oración continua y animándolas
todas con un verdadero espíritu de penitencia.
Al ün de la semana distribuía á los pobres todo lo
que habia podido juntar del producto de su trabajo, y
ejercitándose en estas obras de misericordia, llegó felizmente
al fin de sus dias, muriendo en Roma durante el
siglo VI. San Gregorio el Grande en su libro de los Diálo-