Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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de un bosque y do rodillas al pié de un árbol. Su cuerpo
fué llevado al pueblo de Evan en el territorio de Berry,
donde fué enterrado con gran magnificencia. Ilabia este
santo obrado muchos milagros durante su vida, que continuaron
después de su muerte, siendo por este motivo
tenido en gran veneración por los fieles.
SAN TIMOTEO, SAN AGAVIO T SANTA TECLA , MÁRTIRES.—
Durante la persecución del emperador Diocleciano, Urbano,
presidente de la Palestina, señalóse por su furor contra
los cristianos. Olra de las gloriosas víctimas de su
crueldad fué san Timoteo, cuyo único delito había sido el
confesar públicamenle la fó de Jesucristo. Después de ser
inhumanamente azotado, fué extendido sobre el caballete
donde sufrió horriblestormentos,hasla que quemado al fuego
lento consumó victoriosamente su martirio, enlaciudad
de Gaza, el día 1.0 de mayo del ano 304. Al mismoliempo
los santos Agavio y Tecla eran conducidos á Cesárea por
órden del propio presidente, después de haberlos hecho
atormentar por medio de varios suplicios. Llegados á
aquella ciudad fueron expuestos á las íieras,quc despedazaron
á Tecla , dejando inlacto á Agavio, que fué otra vez
conducido á la cárcel, donde permaneció por espacio de
dos años, mallratado de continuo. En fin, el césar Maximiano
Daia dió órden para que lo decapitasen, si continuaba
en no querer abjurar el cristianismo. Los largos
sufrimientos no habian abatido la constancia y el valor del
dichoso atleta, y el diferirse su corona no hacia mas
que aumentar los vivos deseos que le animaban do reunirse
con sus compañeros. Expusiéronlo de nuevo á las
fieras en el anfilcairo, en el que un oso se precipitó sobro
él y lo magulló, pero no le quitó la vida, y al dia siguiente
fué arrojado al mar, donde acabó sus dias.
SAN ANDRÉS Y OTROS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Era este
santo tribuno dol ejército , y sus compañeros soldados del
ejército que estaba en Persia , bajo las órdenes del emperador
Maximiano. Créese que Andrés era natural de Cilicia
, donde parece que fueron llevadas sus reliquias y las
desús compañeros. Después de haber conseguido una milagrosa
victoria contra las persas , el tribuno y gran número
de sus soldados abrazaron la religión de Jesucristo,
y hallándose en las angosturas del monte Tauro, fueron
cogidos por el ejército del gobernador Seleuco, y por
disposición del mismo fueron todos martirizados hasta
cortarlos vivos en pequeños pedazos.
SAN JULIO , MÁRTIR. — Era senador romano cuando se
convirtió á la religión cristiana. El juez Vitelo lo llamó á su
tribunal, y viendo que no queria confesar la divinidad de
los ídolos, lo mandó encerrar en una cárcel, donde estuvo
mucho tiempo. Después fué otra vez interrogado, y permaneciendo
constante en su primera confesión , por órden
del emperador Cómodo fué azotado hasta que murió, sucediendo
su martirio por los años de 187. Su cuerpo fué
sepultado por los cristianos en el cementerio de Calipodio,
en la via Aurelia.
SAN DONADO , PRESBÍTERO Y CONFESOR.— Desde su niñez
estuvo este santo dolado de singulares favores del cielo y
en especial del don de milagros. Ordenado de sacerdote
de la Iglesia de Sisteron, en Francia, dedicóse con mucho
zelo á las funciones de su ministerio, pero deseando santificar
su alma por medio de la oración y penitencia, se retiró
á un desierto , donde vivió por muchos años.
SAN RUFINO, CONFESOR. — Floreció en Mantua, se ignora
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la época , y se cree que fué sacerdote por una imágen
suya muy antigua que hay pintada en una pared de la
iglesia dedicada á su memoria.En Ferrara existen también
algunas reliquias de este santo.
SAN MAGNO, OBISPO Y MÁRTIR. — Fué obispo de Anagni,
consagrado por los primeros años del siglo III. Cuénlanse
de él muchos portentos, obrados para atestiguar la verdad
de la religión que predicaba á los pueblos, obrando muchas
conversiones. Llevaba ya muchos años de apostolado,
cuando se encendió la persecución contra la Iglesia en
tiempo del emperador Decio, y en ella murió por el nombre
de Jesucristo, el año 250.
SAN MAGÍN, MÁRTIR,—Ignórase de dónde era este santo:
Domenech en su Historia de los santos de Cataluña, dice
que era de sangre real de Borgoña, y que se habia retirado
á las montañas del principado, donde pasó algunos
años haciendo vida eremítica, y obrando muchos milagros.
La fama de sus extraordinarias virtudes y del divino poder
con que obraba , llegó á noticia del prefecto de Tarragona
que era gentil, y teniendo una hija muy enferma mandó
una embajada al santo, para que se dignase ir á curarla.
Efectivamente presentóse Magin , y la enferma quedó completamente
sanada. Morales dice que después de esto, el
santo se volvió á sus montes, y que habiéndose encendido
la persecución contra los cristianos en tiempo del emperador
Maximiano, el mismo prefecto de Tarragona mandó
unos soldados para que le prendiesen, los cuales llegaron
muy fatigados y sedientos á la cueva, y el santo para
apagar su sed , hizo brotar de una peña un manantial de
cristalina agua, que aun hoy dia se conserva, y á la cual
acuden los enfermos para sanar de sus dolencias. A pesar
de este beneficio, los paganos persistieron en que Magin
habia de renunciar á su fé, y negándose el santo á ello, le
cortaron allí mismo la cabeza. El citado Morales dice, que
en el sitio donde cayóla sangre del ilustre mártir, nacieron
unos rosales cuyas rosas eran blancas con tintas de color
de sangre , con cuyo milagro quiso Dios honrar la muerte
'de su siervo. La cueva donde este santo hizo penitencia y
murió, es aun muy venerada por los catalanes, que de
lodos los puntos de su país acuden á ella, y encuentran de
continuo visible protección contra toda clase de males.
DIA 20.
SAN BERNARDO, ABAD.—En la provincia de Borgoña hay
un lugar pequeño que antiguamente fué de poco nombre y
estima, y se llama Fontana; mas ahora con gran razón es
famoso y célebre por haber nacido en él san Bernardo
abad, espejo de toda virtud y retrato de santidad: cuya
vida, sacada de los cinco libros que de ella escribieron
Guillermo, abad de Uonavalle, y Godofrido monge de Cíaraval,
compañero y secretario del mismo santo, es de esta
manera. En el dicho lugar de Fontana hubo un caballero
honrado y virtuoso, por nombre Teselino , buen soldado
y juntamente siervo de Dios: porque de tal manera seguía
la milicia, que no se olvidaba de la profesión de cristiano.
Estaba casado con Aleta de Monlebarro, mujer virtuosa,
honesta y fecunda, de quien tuvo seis hijos vaionesy una
hija. Entre los cuidados de su casa y familia, no se olvidaba
Alela del temor del Señor, y de las obras de misericordia
; porque en pariendo el hijo, le ofrécia á Dios con
sus propias manos, y le criaba á sus peclíi s no liándo-o