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408 LA LEYEND V DE ORO. DÍA 23.<br />
sion délos espíiilns infernales; ios cuales le <strong>de</strong>jaron libre<br />
á la presencia <strong>de</strong>l sanio.<br />
Consolados y gozosos los embajadores con lanías y tan<br />
gran<strong>de</strong>s maravillas como conlinuaraenle Dios obraba por<br />
su santo prelado; todo el trabajo <strong>de</strong>l camino se les convertía<br />
en <strong>de</strong>scanso, alegrísimos y <strong>de</strong>votos con la compañía<br />
que llevaban, con la cual vinieron á la amplísima ciudad<br />
<strong>de</strong> Cariólo, á la sazón que su obispo Bernuino, varón tan<br />
santo como anciano, celebraba sínodo diocesano con la flor<br />
<strong>de</strong> la clerecía <strong>de</strong> su obispado: el cual así como supo que<br />
llegaba el santo cuerpo á su ciudad, salió con todos sus<br />
clérigos y capitulares en procesión, buen trecho antes que<br />
llegase con la música y aparato posible, y recibió el sanio<br />
cuerpo, postrados todos á sus piés, adorándole y reverenciándole<br />
con grandísima <strong>de</strong>voción, y le llevaron á su<br />
iglesia catedral, en don<strong>de</strong> celebraron misa y oficio <strong>de</strong> ponlííice,<br />
concurriendo á venerarle toda aquella populosa y<br />
noble ciudad; y el santo les pagó <strong>de</strong> contado la honra que<br />
le hicieron, dando milagrosa salud á muchos enfermos <strong>de</strong><br />
varias enfermeda<strong>de</strong>s, que fuera largo contarlas: entre las<br />
cuales fué muy señalada la <strong>de</strong> una noble doncella que había<br />
muchos años que estaba contrahecha <strong>de</strong> todos sus<br />
miembros, gafos los pies y las manos, y las piernas tan<br />
dobladas qye nunca pudo mandarlas, hasta que puesta á<br />
vista <strong>de</strong>l sanio cuerpo, se <strong>de</strong>splegaron y estendieron los<br />
<strong>de</strong>dos <strong>de</strong> piés y manos, y se levantó buena y sana con<br />
admiración y pasmo <strong>de</strong> lodos los presentes, que á voces<br />
no cesaban <strong>de</strong> engran<strong>de</strong>cer la virtud <strong>de</strong> nuestro santo:<br />
cuyo cuerpo acompañaron al salir <strong>de</strong> su ciudad, con<br />
la misma pompa y admiración que le r ecibieron el día<br />
ánles.<br />
Andando su camino llegaron á la celebérrima ciudad <strong>de</strong><br />
París, córle <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> Francia, cayo obispo Encantado,<br />
vestido do pontifical, salió procesionalmente con el eslado<br />
eclesiástico y secular, hasta la puente <strong>de</strong>l rio á recibir<br />
e! sanio cuerpo, y le colocó en su iglesia catedral con<br />
suntuoso aparato, y celebrando los oficios <strong>de</strong> pontífice,<br />
trajeron á la presencia <strong>de</strong>l santo una mujer sorda y muda<br />
<strong>de</strong> su nacimiento, y poseída <strong>de</strong>l espíritu infernal que duramenlo<br />
la atormentaba, por la cual rogaron lodos al santo:<br />
cuyas plegarias llegaron á sus oídos y luego incontinenti<br />
quedó sana y libre <strong>de</strong>l espíritu maligno; y pagándoles<br />
el buen hospedüje con esta maravilla, pasó a<strong>de</strong>lante<br />
su camino.<br />
Aquí sucedió otro milagro; porque pasando por el monte<br />
<strong>de</strong> los Mártires, á vista <strong>de</strong>l célebre monasterio <strong>de</strong> San<br />
Dionisio, entierro <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> Francia, salió un criado<br />
<strong>de</strong> su familia, sordo y rondo, el cual mirando como el golpe<br />
<strong>de</strong> la genle tocaban sus rosarios y medallas al arca en<br />
que iba el santo y que muchos le ofrecían dones, llegó con<br />
los <strong>de</strong>más á ofrecer pai te <strong>de</strong> lo poco que llevaba; y al punto<br />
que tocó la arca en que iban las preciosas reliquias,<br />
se <strong>de</strong>saló la lengua muda y se abrieron las puertas <strong>de</strong> los<br />
oidos cerrados, y quedó sano y bueno por beneficio <strong>de</strong>l<br />
glorioso santo.<br />
Olro caso bien notable sucedió en aquel camino que se<br />
tuvo por milagro, y fué; que llegando el santo cuerpo á<br />
pasar un rio <strong>de</strong> poca agua, los cuatro que llevaban en hombros<br />
las andas <strong>de</strong>lante, guiaron poruña puente rehusando<br />
mojárselos piés por el vado,y los cuatro postreros no rehusaron<br />
pasar esta incomodidad por servicio <strong>de</strong>l santo. Hubo<br />
porfía entre ellos, y al fin vencieron los que iban <strong>de</strong>lante;<br />
pero por su mal, pues rehusando mojarse las plantas da<br />
los piés, se sumergieron en el agua, por cuanto entrando<br />
por la puente se quebraron los ma<strong>de</strong>ros que pisaron, y<br />
cayeron en el rio, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> los sacaron bien mojados; quedando<br />
milagrosamente el arca por aquella parte anterior<br />
en el aire, hasta que lo recogieron otros en sus hombros y<br />
la pasaron por elyado.<br />
<strong>Los</strong> embajadores continuaron su camino y el santo sus W<br />
lagros obrándolos en todas partes con tan gran<strong>de</strong> frecuencia<br />
que tejiéramos larga tela si quisiéramos contarlos: solo uno<br />
referiré, obrado en una noble matrona que estuvo en<strong>de</strong>moniada<br />
quince años, hasta que á vista <strong>de</strong> las reliquias<br />
<strong>de</strong>l glorioso Liborio quedó sana; y reconocida á su favor,<br />
le siguió hasta Sajonia, sirviéndole y venerándole, y permaneció<br />
toda su vida cuidando <strong>de</strong> su capilla y aliar, publicando<br />
sus milagros.<br />
La fama <strong>de</strong> tantas y tan gran<strong>de</strong>s maravillas llegó á Sajonia<br />
ánles que el sagrado cuerpo : y aumentándose el<br />
<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> verle, venerarle y poseerle, concurrieron <strong>de</strong> lodas<br />
parles infinitas gentes, cuya mnUilud cubría los campos<br />
y no daba paso á los que le llevaban, para proseguir<br />
su camino, combatiéndoles olas <strong>de</strong> personas, sanas y enfermas<br />
á tocar las sagradas reliquias: y cuando entraron<br />
en la barca <strong>de</strong>l rio Rhín, que divi<strong>de</strong> el ducado <strong>de</strong> Sajonia,<br />
quedó infinita gente á la ribera clamando, y otra tanta en<br />
la otra parle con el mismo clamor, esperándole <strong>de</strong> rodillas<br />
: y para satisfacer á la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> todos, levantaron<br />
un altar y celebraron misa en el campo con la solemnidad<br />
posible: luego partieron en procesión, con toda la pompa<br />
imaginable, <strong>de</strong>l obispo, clero y ciudadanos, nobles y plebeyos,<br />
músicas y danzas, y muestras <strong>de</strong> alegría, y anduvieron<br />
tres millas hasta llegar á la ciudad Pa<strong>de</strong>abornense;<br />
y á 5 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>l año dicho <strong>de</strong> 836 le colocaron en la iglesia<br />
principal en lugar eminente, suntuosamente dispuesto<br />
como á patrón universal <strong>de</strong>l reino; y-el mismo día obló<br />
seis milagros evi<strong>de</strong>ntes, sanando á varios enfermos y entre<br />
ellos á un niño sordo y mudo <strong>de</strong> su nacimiento: y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
entonces hasta hoy no cesa <strong>de</strong> obrar maravillas, confirmando<br />
en nuestra sania fé á los fieles <strong>de</strong> aquel reino, y<br />
convirtiendo á los infieles con tantos y tan manifiestos testimonios<br />
<strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra religión que profesamos, pues en<br />
ella sola se ven maravillas tan patentes: las cuales no se<br />
limitan á solo Sajonia, sino que se extien<strong>de</strong>n á toda la redon<strong>de</strong>z<br />
<strong>de</strong> la tierra, y en particular á los enfermos <strong>de</strong> piedra,<br />
orina y mal <strong>de</strong> ijada, como lo testifica la experiencia<br />
en sus <strong>de</strong>votos que le invocan y rezan su antífona y oración-<br />
Y supuesto que en esle sanlísimo obispo san Liborio tenemos<br />
un claro espejo <strong>de</strong> santidad, y un <strong>de</strong>chado gran<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> perfección, y asimismo un patrón <strong>de</strong> altísimos merecimientos,<br />
que interce<strong>de</strong> por nosotros, tan po<strong>de</strong>roso, qa"<br />
parece que Dios no le niega cosa que por su intercesión se<br />
le pi<strong>de</strong>, como lo manifiestan sus tan repetidos milagros;<br />
procuremos, pues, mirarnos siempre en él, imilando sus<br />
heroicas virtu<strong>de</strong>s, valiéndonos <strong>de</strong> su eficaz patrocinio en<br />
todas nuestras necesida<strong>de</strong>s y aflicciones, para que logrando<br />
por aquellas los favores <strong>de</strong> su gracia, alcancemos<br />
por su intercesión los eternos gozos <strong>de</strong> Ja gloria-<br />
Amen.<br />
* <strong>Los</strong> SANTOS HERMANOS BERNARDO, MARÍA Y GBACTA, MÁB-<br />
TIBES.—El reino <strong>de</strong> Valencia fué su patria, su naturaleza<br />
un lugar llamado Pintarraplees,pueslo antiguamente entre<br />
Beniraodol y Carlel y ahora <strong>de</strong>rribado. Su padre que era