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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA ti.<br />

ticontecido yendo á Damasco, y le abrazó y lo llevó á los<br />

apóstoles, y con gran regocijo y alegría fué admilido en<br />

•*su compafiía.<br />

San Bernabé fué enviado <strong>de</strong> los mismos apóstoles á<br />

Antioquía, don<strong>de</strong> con su doclrina y ejemplo hizo maravilloso<br />

fruto y confirmó á los que ya se habían convertido,<br />

y convirtió á otros muchos á la fe <strong>de</strong> Jesncrislo. Después<br />

por ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Espíritu Santo se salió <strong>de</strong> Antioquía y anduvo<br />

por las ciuda<strong>de</strong>s y pueblos circunvecinos, comunicándoles<br />

la doctrina <strong>de</strong>l cielo y la luz <strong>de</strong>l santo Evangelio,<br />

y llegó á Alejandría <strong>de</strong> Egipto; <strong>de</strong> allí por Jerusalen,<br />

volvió á Antioquía, en don<strong>de</strong> aquellas nuevas planlas<br />

<strong>de</strong>l Seílor habían crecido en gran manera, y la multitud<br />

<strong>de</strong> los fieles se había aumentado mucho : y como él<br />

era varón apostólico y lleno <strong>de</strong> Espíritu Santo, recibió<br />

singular conteníamiento, viendo el feliz progreso <strong>de</strong> nuestra<br />

santa religión. D3 allí fué á Tarso en busca <strong>de</strong> Saulo,<br />

y volvió con él á la misma ciudad <strong>de</strong> Antioquía, don<strong>de</strong><br />

los dos estuvieron predicando por espacio <strong>de</strong> un año, con<br />

tan gran<strong>de</strong> aprovechamiento délos fieles, que <strong>de</strong>jando el<br />

nombre <strong>de</strong> discípulos, y perdiendo el vano temor y respeto<br />

al mundo, se comenzaron á llamar cristianos, allí<br />

primero que en oirá parte; confesando con este nombre,<br />

que eran discípulos é imitadores <strong>de</strong> Jesucristo nuestro<br />

Sefior. Volvieron á Jerusalen, y allí se concertaron con<br />

san Pedro algunos otros apóstoles, para que ellos predicasen<br />

á los hebreos, y Saulo y Bernabé a los genliles:<br />

porque el Espírilti Santo los había hecho apóstoles y es-<br />

Cogidos para tan alto ministerio; y así se partieron para<br />

'a isla <strong>de</strong> Chipre, y predicaron en Salamina y en Tafo,<br />

fdumbrando aquellas gentes con su doctrina y milagros.<br />

Pasaron á Panülia y <strong>de</strong> allí tornaron á Antioquía, <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

dieron la vudta oirá vez á Jeri^alen para reparür las<br />

limosnas, que los <strong>de</strong> nuevo convertidos les habían dado,<br />

entre los cristianos quo viviaa en aquella ciudad, y por la<br />

hambre que había sucedido aquellos años, pa<strong>de</strong>cían mucha<br />

necesidad. Y no ménos fueron para averiguar con los<br />

apóstoles una cuestión y diferencia que había nacido,<br />

entre los que se converlian <strong>de</strong>l judaismo y <strong>de</strong> la genlilidad,<br />

sobre si era necesario que el gentil que se con\ erlia<br />

se circuncidase, para ser salvo, como algunos <strong>de</strong> losjudíos<br />

convertidos lo afirmaban. Para <strong>de</strong>cidir esta cuestión, se<br />

juntaron en Jerusalen los apóstoles y <strong>de</strong>lerminaron que no<br />

era necesario el circuncidarse, ni gm-rdar la ley <strong>de</strong> MJsés,<br />

sino que la fé <strong>de</strong> Jesucristo, por el santo baulismo<br />

recibido con las buenas obras, bastaba para la salvación.<br />

Con esta resolución y <strong>de</strong>creto <strong>de</strong>l concilio apostólico, consolaron<br />

en Antioquía á los fieles que estaban perplejos y<br />

aíligidos.<br />

En lodos estos caminos pa<strong>de</strong>cieron los santos apóstoles,<br />

Pablo y Bernabé, gran<strong>de</strong>s fatigas y persecuciones, traajando<br />

con sus manos y comiendo <strong>de</strong> su sudor, por sem-<br />

J'ar la doctrina evangélica, y plantar á Cristo en los<br />

corazones <strong>de</strong> los hombres : habiendo tenido entrañable<br />

concordia y unión entre si, sin haber un si ni un nó entre<br />

'os dos, quiso el Señor apartarlos, para que cada uno por<br />

sí predícase y fructificase; y para esto les ofreció una<br />

ocasión con la cual cada uno <strong>de</strong> los dos echó por su camino<br />

y se dividió <strong>de</strong>l olro. Tenia san Bernabé un primo<br />

hermano llamado Juan, y por otro nombre Marcos, el cual<br />

era hijo <strong>de</strong> una lia suya, llamada María, en cuya casa se<br />

dice que Cristo celebró la cena con sus discípulos, y <strong>de</strong>s-<br />

JUNIO<br />

19o<br />

pues <strong>de</strong> resucitado les apareció, \ vino sobre ellos el Espíritu<br />

Santo, don<strong>de</strong> estaban todos en oración, cuando san<br />

Pedro, libi e ya <strong>de</strong> la cárcel, vino á ellos, guiado por un<br />

ángel. Este Marcos habia andado algún tiempo en ccrapañia<br />

<strong>de</strong> san Bernabé, su primo hermano, y san Pab'o,<br />

ayudándolos y sirviéndolos en la predicación evangélica:<br />

estando en Panfilia por temor y flaqueza humana, l< s <strong>de</strong>jó<br />

y se volvió á su casa. Mas <strong>de</strong>spués arrepenlido, quiso volver<br />

á la misma compañía que habia <strong>de</strong>jado, prometiendo<br />

la enmienda en lo porvenir, y mas firmeza y constancia.<br />

San Pablo, que era severo, no le quería admitir, juzgando<br />

que para que él se conociese, y los otros escarmen'asen<br />

en su cabeza, convenía usar <strong>de</strong> aquel rigor. San Bernabé<br />

era blando y echaba por el camino <strong>de</strong> la benignidad<br />

y misericordia, queriendo que se perdonase á quien con<br />

tantas veras y lágrimas pedia perdón; pata q:ie entendamos<br />

que no se menoscaba la caridad entre los santos, por<br />

la diversidad <strong>de</strong> pareceres y juicios; ni nos escandalicemos<br />

por vería en los hombres perfectos y amigos <strong>de</strong> Dios; y<br />

que el mismo Dios loma algunas veces estos medios para<br />

sacar gran<strong>de</strong>s bienes <strong>de</strong> ellos, como lo hizo esta vez con<br />

san Pablo y san Bernabé ; porque san Pablo, tomando en<br />

su compañía á Sila, se fué á Siria y Silicia, y Bernabé<br />

con Marcos navegó á la isla <strong>de</strong> Chipre : y vióse que la<br />

severidad <strong>de</strong> Pablo y la blandura <strong>de</strong> Beroabé fueron muy<br />

provechosas al mismo Marcos; porque <strong>de</strong>spués siendo<br />

mas peifecto y robusto, fué compañero <strong>de</strong> san Pablo, y<br />

el mismo apóstol le llamó su coadjutor; y estando en Boma,<br />

le envió á llamar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Oriente, como á ministro tan<br />

útil y provechoso en la obra <strong>de</strong>l Señor.<br />

En Chipre predicó san Bernabé con gran fruto tíe los<br />

moradores <strong>de</strong> aquella isla, y particularmente <strong>de</strong> les <strong>de</strong><br />

la ciudad <strong>de</strong> Salamina [que <strong>de</strong>spués se llamó Constancia),<br />

en la cual se <strong>de</strong>tuvo mas tiempo. De allí vino á Italia, y<br />

estuvo en Boma (nóántes, como algunos autores afirman,<br />

sino <strong>de</strong>spués que el príncipe <strong>de</strong> los apóstoles san Pedro<br />

hubo en ella predicado, y puesto la silla apostólica, y convertido<br />

muchas almas <strong>de</strong> las tinieblas <strong>de</strong> la gentilidad á<br />

la luz <strong>de</strong>l sanio Evangelio), y pasó á la provincia que<br />

ahora llamamos Lombardia : y á lo que se saca <strong>de</strong> graves<br />

escritores y firmes testimonios y piedras antiguas,<br />

y <strong>de</strong> la misma tradición <strong>de</strong> padres á bi'os, que hasta hoy<br />

dura ; san Bernabé fundó la iglesia <strong>de</strong> Milán, y estuvo en<br />

ella siete años, y fué el primer arzobispo <strong>de</strong> aquella insigne<br />

ciudad : y <strong>de</strong>jando á un discípulo suyo, llamado<br />

Anatalon, en su lugar, y visitando las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Eérgamo<br />

y <strong>de</strong> Bresa, en la cual aun dura su memoria, y se<br />

muestra el altar en que el santo apóstol <strong>de</strong>cía misa,<br />

tornó á Chipre y anduvo toda oquell i isla, con grati<strong>de</strong>s<br />

trabajos y sudores, alumbrándola con su doclrina, y dándole<br />

verda<strong>de</strong>ro conocimiento <strong>de</strong> la hienavenluranza quo<br />

está en Jesucristo nuestro Seílor. Llegado á Salamina,<br />

disputaba todos los sábados con los judíos, convenciéndolos<br />

con testimonies <strong>de</strong> las divinís letras, que Jesucristo<br />

era el Mesías prometido <strong>de</strong> Dios. Tenían lodos gran respeto<br />

y reverencia al santo por su singular mo<strong>de</strong>stia, y<br />

por la celesüal honestidad que representaba.<br />

Su rostro era muy venerable: su traje pobre; el vestido<br />

humil<strong>de</strong>, y como <strong>de</strong> hombre <strong>de</strong>spreciador <strong>de</strong>l mundo:<br />

sus cejas eran arqueadas : los ojos alegremenle graves,<br />

y fijos en el suelo : en su boca y labios mostraba much?s<br />

gracias : sus palabras eran mas dulces que la miel, nun-

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