Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

m 25 AGOSTO.
de la ciudad dePai is, hubiese blasfemado, por mucho que
el rey fué imporlunado que conmutase la pena de la ley
en otra mas benigna, nunca lo consintió ,ántes mandó
ejecular sin remisión la pena. Y sabiendo que algunos
murmuraban y lo tenían por rigor, dijo: Por cierto que yo
de muy busna gana sufriría ser cauterizado en mis labios,
si con ellos pudiese quitar de mi reino el abuso de los juiamentos.
En la administración de la justicia, fué antes severo,
que blando, mandando á lodos sus ministros que la
ejecutasen inviolablemente sin excepción de personas, y
como ellos conocían que tenia lumbre del cielo, y que
era tan favorecido y regalado de Dios , tenían gran respeto
á sus mandatos, y desvelábanse en cumplirlos y en
obedecerlos. Y porque temía que las causas de los pobres
y de personas miserables, donde no hay intereses, no serian
tratadas con tanto cuidado como él deseaba; dosvecescada
semana él misiUo las oía y examinaba, y las despachaba
con jusiieia y con clemencia. Perseguía á los logreros,
como auna pestilencia y destrucción de la república:
y no quería que los que habían tomado á logro fuesen
constreñidos á pagar las usuras. Procuraba, cuanto
podía, concordar las partes que discordaban entre sí,
para que hubiese paz y amistad entre todos, y menos
pleitos y contiendas ; mostrándose en lodo el sanio rey
padre benigno de sus vasallos, y pastor solicito de su
ganado.
Mas porque en un reino tan grande y tan poderoso no
fallaba gente inquieta rebelde y desasosegada , lambien
usó deseveridad y castigo, para refrenarla y tenerla sujeta,
usando en esto del valor que en semejantes cosas los reyes
deben usar para bencticio de su reino; por donde como un
señor principal, vasallo suyo , llamado Hugon conde de la
Marca , no quisiese obedecer á sus mandatos , y engañado
de la condesa su mujer , que era vana y altiva , hubiese
tomado las armas contra su rey , y traído ejército del
rey de Inglaterra en su favor : san Luís le domó y sujetó
por fuerza de armas , y le humilló de tal manera, que el
conde y su mujer se echaron á sus píes , pidiéndole con
muchas lágrimas perdón : y él se le dió, y restituyólas
tierras que les habia lomado , y mandó soltar üe la cárcel
á muchos caballeros , criados del conde , que lenia presos:
juntando en uno la autoridad real y el valor de sabio
y esforzado capitán , para castigar á los rebeldes; y
la blandura de padre y sefior amoroso, para perdonar á
los humildes y sujetos. Esle mismo valor mostró el santo
rey en las guerras que emprendió contra los Ínfleles y
bárbaros en defensa de nuestra santa religión : porque
habiendo estado muy enfermo, y tenido una manera de
éxtasis tan grande , que muchos pensaron que ya era difunto
, volvió en si, y luego pidióla cruz, que en aquel
tiempo por órden del sumo ponlííice se predicaba por toda
la cristiandad para la conquista de la Tierra Sania : la
cual cruz recibió con gran devoción, y se la puso sobre su
Vestido : y con el deseo que; lenia do hacer algún servicio
á nuestro St-ñor , y mover con su ejemplo á los otros
príncipes y reyes , juntó un grande y lucido ejército: y
¿espues de haberse hecho en toda, Francia muchas procesiones
y rogativas, para suplicar á nuestro Señor que favoreciese1<
s píos intentos del rey , y diese buen suceso á
aquella jornada , que se tomaba por su servicio ; dejando
á la reina doña lílanca , su madre , el gobierno del reino,
y para que la ayudase y sirviese , al duque don Alonso»
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hermano del rey , se embarcó san Luis con toda su gente
á los 23 de agosto llevando en su compañía á Otón, obispo
luscnlano , legado apostólico, y á dos hermanos suyos,
Roberto, conde deArloís , y Garlos, conde de Anjou, y
muchos obispos , y señores y nobles de su reino , que lodos
iban con grande ánimo y alegría por ser aquella causa
de Dios, y llevar por capitán y defensor de ella un rey
tan santo y poderoso: y poique el mismo Dios con algunas
señales del cielo había sígníücado que era su voluntad
que se hiciese aquella empresa , y que él la favorecería:
porque en el obispado de Colonia, en impago, llamado
Bedonfrisio, predicándose allí la cruzada , el viernes antes
de pascua de Espíritu Santo, se vieron tres cruces
grandes en el aire , y en olro pueblo de Frisia, y en
otro de la diócesis de Utrech , aparecieron otras cruces y
señales maravillosas : las cuales lomó el pueblo por prendas
de la divina voluntad , y del feliz suceso de la jornada
: aunque como los consejos de Dios son tan secretos,
como justos ; los hombres se engañaron ; y así fué, que
habiendo el santo rey navegado con próspero viento , y
llegado al reino de Chipre á los 20 de setiembre , víspera
de San Maleo, y sido recibido del rey y de los obispos y
caballeros de aquel reino con grande alegría y regocijo,
que lomaron la cruz de aquella sagrada milicia , y habiendo
el gran kan, rey de los tártaros, y el de Armenia,
enviádole sus embajadores, y hecho paz y confederación
con él, y el príncipe de Acaya y el duque de Borgoña
juntado sus ejércitos con el de san Luis , se partieron
todos de común consenlimíenlo de la isla de Chipre para
Egipto, y llegaron á ta ciudad de Damieta, que era muy
fuerte, y estaba llena de mucha y muy escogida gente de
guerra enemiga : la cual espantada por virtud de Dios,
una noche se salió de ella huyendo; y porque m viniese
en poder de los cristianos, por muchas parles la pusieron
fuego. Entróse en la ciudad y no hallaron sino cuerpos
muertos en ella. Apagóse el fuego: piiriíicóse una mezquita
de moros; y se consagró ea iglesia por el logado apostólico,
con lítulo de Nuestra Señora , é hízcse una solemne
procesión para la consagración de la iglesia. Y el santo
rey, y el legado del papa, y el patriarca de Jerusalen , y
los otros obispos y prelados entraron á pié y descalzos; y
por su ejemplo casi lodos los oíros del ejército que le acompañaban.
Pelearon después dos veces con los moros, y
alcanzaron victoria de ellos, con gran mortandad de
aquellos bárbaros y despojo de municiones y pertreches
de guerra , que tenían : mas estando en tan grande prosperidad,
y navegando con vienlos tan frescos y favorables,
envió Dios una borrasca tan recia, que de treinta y
dos mil soldados que eran, apenas quedaron seis mil; y
esos por la falta de mantenimientos tan debilitados, que
fué forzado al sanio rey entregar por conciertos la ciudad
de Damieta á los moros y pagar los daños que se habían
hecho en la guerra , y hacer treguas por diez años. Todo
lo cumplió san Luis; mas los moros quebrantaron su palabra,
y mataron ásu propio soldán y á muchos cristianos,
porque no quisieron renegar: y fue cosa maravillosa, que
pudiéndolo tan fácilmente hacer, no matasen al mismo
sanio rey y á los demás.
Pero el Señor, que quiso con este azote castigar á la
cristiandad, y probar y afinar, como el oro en el crisol,
á san Luís, lo guardó para hacerlo mas esclarecido con
aquella adversidad que lo fuera con prosperidad y victo-