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440 LA LEYEN DA DE OllO. DÍA 31.<br />
que no !o hiciese y <strong>de</strong>spués le remunerase largamente,<br />
i'ues ¿porqué se ha<strong>de</strong> sentir mejor <strong>de</strong> un hombre, que <strong>de</strong><br />
Dios, y no conüar mucho <strong>de</strong> su infinita bondad y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />
nuestro bien? Tenia en las <strong>de</strong>más cosas tan noble y leal<br />
confianza en su Dios, que no podia vivir con confianza en<br />
cosa humana; y así cuando navegó por Italia, no pudo<br />
sufrir el dinero que habia allegado <strong>de</strong> limosna , y luego<br />
lo arrojó, como cosa apestada , en la orilla <strong>de</strong>l mar, llevándose<br />
solo por abundantísimo viático la esperanza en<br />
Dios solamente. Otras veces daba á los pobres el dinero,<br />
que para su escaso sustento habia allegado <strong>de</strong> limosna.<br />
Decia que si se lo mandase el sumo pontífice, se engolfaría<br />
en una nave sin velas ni remos. Cuando estaba preso en<br />
las cárceles con gran<strong>de</strong>s prisiones, <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> hacer diligencia<br />
para que se manifestase su inocencia ; entendiendo<br />
solo en enseñar á otros presos las cosas <strong>de</strong> su salvación y<br />
cometiendo toda su causa á Dios, que obligado con la confianza<br />
que <strong>de</strong> su Majestad hacia su siervo, siempre le sacó<br />
<strong>de</strong> aquel trabajo con mayor honra y crédito <strong>de</strong> su santidad.<br />
Admiraba tanto este <strong>de</strong>scuido <strong>de</strong> sí, y cuidado <strong>de</strong><br />
los otros, y fervor cuando estaba en la cárcel, que un<br />
gravísimo varón maestro en Alcalá, que lo vió, dijo espantado<br />
á los discípulos: Vengo <strong>de</strong> ver á san Pablo en las<br />
prisiones: y san Juan Crisóslomo nos dijera, que venia <strong>de</strong><br />
ver al Bautista preso; ó dijera <strong>de</strong> san Ignacio, lo que <strong>de</strong><br />
san Juan dijo : ((¿Quieres saber qué cosa es sobrenaluraleza<br />
humana ? que metido uno en cárcel no esté solicito<br />
<strong>de</strong> su peligro, sino <strong>de</strong> la salvación <strong>de</strong> otros.» En las necesida<strong>de</strong>s<br />
y pobreza que pa<strong>de</strong>ció en Roma, confió en Dios,<br />
y mostró bien su Majestad cuánto le agradaba la confianza<br />
<strong>de</strong> su siervo, con sucesos milagrosos. Ilahiendo en Roma<br />
el ano <strong>de</strong> 1553 gran falla <strong>de</strong> mantenimientos. Dios<br />
nuestro Señor proveyó á mas <strong>de</strong> ciento y setenta personas<br />
<strong>de</strong> la Compañía, que estaban en aquella córte; y esto tan<br />
abundantemente, que lo tuvieron muchos por cosa milagrosa.<br />
En otra ocasión se pa<strong>de</strong>cía mucha necesidad en la<br />
casa y se temía mayor: y por la gran confianza que Ignacio<br />
tenia en Dios, viniendo un día el comprador á boca<br />
<strong>de</strong> noche hácia casa, le salióal encuentro un hombre, que<br />
sin hablarle palabra le puso cien coronas <strong>de</strong> oro en la<br />
mano, y luego <strong>de</strong>sapareció súbitamente, quedando el<br />
hermano espantado y erizándosele los cabellos. Y saliendo<br />
el mismo comprador una mañana á comprar, se encontró<br />
con uno que le puso en la mano una bolsa llena <strong>de</strong> dineros,<br />
sin po<strong>de</strong>r conocer el bienhechor, que aunque al principio<br />
entendió ser engaño <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio, <strong>de</strong>spués halló<br />
ser provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios, y que toda era moneda <strong>de</strong> oro.<br />
Y casi en el mismo tiempo, buscando el procurador ciertos<br />
papeles en una arca, que estaba en lugar público y sin<br />
cerradura y llena <strong>de</strong> trapos viejos, halló <strong>de</strong>ntro cúrta<br />
cantidad <strong>de</strong> coronas <strong>de</strong> oro, nuevas y relucientes, con las<br />
cuales socorrió aquella necesidad. Y habiéndose acabado<br />
una noche todo el pan, vino y leña que habia en casa, al<br />
otro día <strong>de</strong> mañana llegó á la puerta una carga <strong>de</strong> leña<br />
que una señora enviaba: y entrando el portero á ponerla<br />
en la dispensa con priesa, se <strong>de</strong>jó la puerta <strong>de</strong> la calle<br />
abierta, y acordándose y volviendo luegoá cerrarla, halló<br />
que le habían puesto <strong>de</strong>ntro un costal con trigo y un<br />
pellejo con vino, sin que supiese el bienhechor, aunque se<br />
procuró saber. Déoslas sucedían muchas, no solo en liorna<br />
don<strong>de</strong> estaba este santo; sino también en otros colegios <strong>de</strong><br />
la Compañía, que por su intercesión con palentes milagros<br />
los proveía Dios en sus necesida<strong>de</strong>s; y así nunca por verse'<br />
pobre ó necesitado, <strong>de</strong>jó san Ignacio <strong>de</strong> recibir á ninguno<br />
que fuese bueno para la Compañía, y pareciese venir llamado<br />
<strong>de</strong> Dios, Hubo ocasión en que estando la casa en necesidad<br />
, en pocos días recibió en la Compañía muchos que<br />
le pedían, y <strong>de</strong>cia: Sirvamos nosotros á Dios, y no nos<br />
faltará nada; esperemos en Dios haciendo lo que <strong>de</strong>bemos<br />
y seremos en sus riquezas apacentados. Y v¡endouno,que<br />
consi<strong>de</strong>rada la pru<strong>de</strong>ncia y provi<strong>de</strong>ncia humana, era imposible<br />
que se sustentasen tantos, dijo que era cosa milagrosa;<br />
mas san Ignacio le corrigió, diciendo: ¿Que milagro?<br />
Milagro seria si así no fuese.<br />
Por esta confianza tenían tanta eficacia sus oraciones,<br />
para recabar <strong>de</strong> Dios lo que quería; y así diré aquí algunos<br />
milagros <strong>de</strong> los que hizo en vida. En Barcelona<br />
se ahorcó un hombre: el santo en el instante que lo<br />
supo, voló á, su casa : hizo poner el muerto en la cama<br />
y luego retirándose á parte; hizo oración por él: cosa<br />
admirable, que en el mismo punto resucitó <strong>de</strong> repente<br />
a vista <strong>de</strong> todos : pidió un confesor, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> confesado<br />
con gran<strong>de</strong> sentimiento <strong>de</strong> sus pecados , tornó á espirar.<br />
Estando para morir el padre Simón Rodrigez , abrazándole<br />
san Ignacio le dió la salud. A Juan Bautista Coquo<br />
se le quemó una mano, con que no podia hacer acción, ni<br />
obra alguna con ella: y el santo con su oración le sanó<br />
luego. Libró con la señal <strong>de</strong> la cruz muchos en<strong>de</strong>moniados.<br />
Un mozo vizcaíno, llamado Maleo, aunque no era <strong>de</strong> la<br />
Compañía, vivía en casa: y estando ausente unos pocos do<br />
días el sanio padre , entró en él el <strong>de</strong>monio, y le atormentaba<br />
terriblemente. Amenazábanlos nuestros al <strong>de</strong>monio,<br />
diciéndole que volvería presto san Ignacio, y le baria salir<br />
mal <strong>de</strong> su grado <strong>de</strong> aquel cuerpo: mas el <strong>de</strong>monio, respondía<br />
: No me nombréis á Ignacio, que es el mayor enemigo<br />
que tengo en el mundo. Volvió á casa el santo, y<br />
sabiendo lo que pasaba, llevó á su aposento el mozo, y<br />
encerróse á solas con él; lo que hizo, ó dijo, no se supo,<br />
pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces quedó libre <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio Mateo, y so<br />
entró religioso. A un hombre que habia tenido muchos<br />
años gota coral, con levanlor los ojos y el corazón al cielo,<br />
le dió sanidad. A otra mujer tísica y para morir, le dió<br />
con su oración completa salud. En el colegio <strong>de</strong> Loreto,<br />
por envidia que tenia el infierno, <strong>de</strong> que estuviesen los<br />
hijos <strong>de</strong> san Ignacio en casa <strong>de</strong> la Virgen, y <strong>de</strong>l fi uío que<br />
allí hacían, no <strong>de</strong>jaban vivir los <strong>de</strong>monios á los nuestros,<br />
apareciéndose en varias y terribles for mas <strong>de</strong> hombres fieros<br />
y bestias: y no aprovechando exorcismos , ni otras<br />
plegarias, avisaron al santo padre, pidiéndole su ayuda;<br />
y el santo lo encomendó á Dios, y les envió una carta suya<br />
, con la cual al punto (pie se leyó en el colegio, cesaron<br />
aquellas visiones, y hasta hoy no se han atrevido los <strong>de</strong>monios<br />
á aparecer. El P. Leonardo Ceseiio, por el ardiente<br />
<strong>de</strong>seo que él tenia <strong>de</strong> ver tan raro varón, como este glorioso<br />
santo, le pidió licencia para ir á pié <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Colonia <strong>de</strong><br />
Alemania, don<strong>de</strong> estaba, hasta Roma para verle. El santo<br />
le respondió, que se estuviese quedo, que Dios daria traza<br />
como se pudiesen ver : y estando una vez en su aposento<br />
<strong>de</strong>scuidado, se le apareció san Ignacio, que vivía en Roma<br />
, y estuvo con él hablando un buen rato,<strong>de</strong>jándole lleno<br />
<strong>de</strong> gozo. Su salud, parece que tenia en la mano; porque<br />
si estando enfermo , era alguna vez necesaria su presencia<br />
para alguna obra <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> Dios, luego estaba<br />
bueno. Parece que <strong>de</strong> su cuerpo hacia lo que quería, ha-