Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 12-
menle cuando perdonamos las injurias ¡ aquel crucifijo
inclinó la cabeza á Juan , como quien le hacia gracias del
servicio que le habia hecho en perdonar por su respeto la
muerle a su enemigo. Quedó Juan confuso por este beneficio
y regalo del Sefior: y pareciéndole que le- llamaba
para cosas mayores , determinó dar de mano á todas las
vanidades del siglo , y desnudo abrazarse con Cristo crucificado
: y para esto pidió al abad de san Miniato de Florencia
el hábito de san Benito , y tomóle con gran devoción;
aunque á los principios con gran con!radiccion y
amenazas de su padre. En viéndose vestido del hábito de
religioso, maceraba el cuerpo con continuos ayunos y vigilias
: huía de la ociosidad , madre de todos los vicies :
ocupábase de día y de noche en oración perpetua y fervorosa,
en la obediencia, humildad, paciencia,mansedumbre,
silencio, modestia y en las demás, virtudes , y á lodos era
ejemplo, dechado de toda santidad. Fué esto de manera,
que siendo muerto el abad del monasterio, todos los monges
pusieron los ojos en Juan para hacerle su prelado;
mas él no lo consintió por su humildad : queriendo antes
obedecer que mandar, y buir el peligro en que están los
que ocupan lugares altos. Partióse del convento con un
compañero, para buscar otro lugar, donde con mas quietud
pudiese servir á Dios ; porque en aquel donde estaba
le molestaban mucho : y llevando el compañero un solo
pan para la comida y sustento de los dos en aquel camino,
se lo mandó dar de limosna á un pubre, conliando en
iineslro Señor que los proveerla , como lo hizo ; porque
entrando en un pueblo, hallaron muchas personas que los
socorrieron y les dieron abundantemente lodo lo que hablan
menester. Fué al yermo de Camáldnla, instituido por
san Romualdo, abad : y aunque los religiosos de aquella
^mia casa le convidaban y rogaban que so quedase con
ellos, no lo hizo; porque deseaba mas vivir en comunidad
y debajo de obediencia, que en vida solitaria y apartada;
porque el Señor se queria servir de é! en otra cosa y hacerle
fundador de una congregación, en un valle, que por
la espesura de los árboles , se llama Valleumbrosa ó sombría,
que es en la provincia de Toscana, en Italia. A este
lugar vino san Juan , y por inspiración del Señor hizo su
asiento en él, y poco á poco se comenzó á extender la fama
de sus virtudes, y á concurrir á él gran número de
gente, para visitarlo é imitar su santa conversión , y vivir
debajo de su gobierno y disciplina : y fué oslo de manera
que se formó un gran numeroso monasterio de monges,
debajo de la regla y órden de san Benito , aunque con algunas
constituciones y ordenanzas propias suyas y particulares:
y eligieron á san Juan Gualberio contra su vobiiilad
por abad y prelado; y en este oficio fué cosa maraviHosa,
cuan excelentemente se gobernó, exhortando
S|«mpre á todos sus monges á la perfección, y yendo él
delante de todos con su ejemplo. Era muy continua su
0racion, profunda su humildad, fervorosa su caridad, ex-
|raño su sufrimiento, rigurosa su penitencia. Era manso,
"^igno, grave y modesto, severo con los rebeldes , y
suave con los flacos , y muy compasivo con los enfermos:
I'0rque Dios le dió á él una enfermedad^ muy recia, que le
_ üró toda la vida, de una flaqueza de estómago y desma-
•*'0S (la cual él sufrió con grande alegría) , para que se
^padeciese de los otros sus hijos. Fué'muy celoso de la
Sanla pobreza en su persona y en las do sus subditos, y
en .Ia fábrica de los monasterios que edilicó que fueron
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muchos. Tuvo don de profecía, y parece que leia los corazones
de los que venian á lomar su hábito, y que entendia
si venian llamados de Dios ó nó. Hizo grandes milagros
, y sanó á muchos enfermos de varias y grandes
enfermedades. Era muy tierno para con los pobres y en
tiempo de necesidad daba lodo lo que tenia para socorrerlos
; y el Señor le proveía largamente , y recompensaba
al convento lo que él lomaba para bencticio de los pobres.
No le faltaron grandes trabajos y persecuciones por la
justicia y verdad, las cuales sufrió con grande constancia,
y venció con el favor particular que Dios le dió , y con
algunos milagros que obró en prueba de la verdad que el
santo defendía. Finalmente, siendo ya muy viejo, cayó en
una grave enfermedad, y entendiendo que se acercaba
aquel dia que él tanto deseaba, de salir de la cárcel de
este cuerpo mortal para gozar del Señor; mandó llamar á
los abades de los otros monasterios de su órden, y avisándoles
que él presto los dejaría, los exhortó á la observancia
de su regla, y á la fraterna dilección y caridad. Y
habiendo recibido con gran devoción los santos Sacramentos
de la Iglesia, dió su espíritu al Señor á los 12 de
de julio del año 173, y después fué enterrado en la iglesia
del monasterio de Pasiniano, é hizo por él el Señor muchos
y grandes milagros.
La vida de san Juan Gualberio escribió el P. Fr. Blas
Malavesio, general de la órden de Valleumbrosa, y la trae
el P. Fr. Lorenzo Surio en su cuarto tomo. Hacen mención
de él el Martirologio romano á los 12 de julio, y san Antonino
en la segunda parte de su historia, til. v, cap. xvn.
* SAÍN JASON,—Se cree que era pariente ó íntimo amigo
del apóslo! san Pablo, y uno de los setenta y dos discípulos
del Salvador. Créese también que anunció el Evangelio
á los de Chipre, y á últimos del siglo I murió en esta
isla. Algunos quieren que predicó en Chipre y después
en Cesárea, y que volviendo después á Chipre fué consagrado
obispo y murió allí. Solo consta de cierto que fué
discípulo del Salvador.-
SAN HEBMÁGOKAS , OBISPO Y MÁRTIU.—Fué discípulo de
san Márcos, evangelisla , y consagrado por él mismo primer
obispo de la ciudad de Aquileya. Digno sucesor délos
apóstoles y nutrido con las eficaecé inspiraciones de los
discípulo» del Salvador, brilló también con lodo el resplandor
de las virtudes apostólicas. Bajo el reinado del
emperador Nerón , después de haber sufrido diferente
género de tormentos, al mismo tiempo que curaba milagrosamente
las enfermedades, que predicaba el Evangelio
con un celo infatigable, y que convertía á la fé católica
pueblos enteros , fué preso, condenado y decapitado en la
misma ciudad de Aquileya , juntamente con FOIUTNATO,
su diácono, y su compañero en la corona del martino.
SAN PAULINO, OBISPO Y MÁRTIR.—Discípulo del apóstol
san Pedro, fué consagrado por el primer obispo de Luca,
y enviado á predicar el Evangelio á aquellas regiones de
Italia. Después de haber cumplido su misión de una manera
digna de un varón apostólico y de haber padecido muchos
trabajos por Jesucristo, en tiempo de Nerón fué martirizado
con otros compañi-ros al pié de un monte junto á
Pisa, donde se guardaron sus cuerpos.
LOS SANTOS PRÓCULO É UlLARlON, MÁRTIRES.—EstOS dos
santos vivían en la ciudad de Ancyra en tiempo del emperador
Trajano. Máximo, gobernador de aquella ciudad los
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