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294 LA LEYENDA DE ORO. DIA 4.<br />
crislianí; cuya virtud nos comunique Dios á lodos por la<br />
intercesión <strong>de</strong> sus santos. Amen.<br />
* SAN TIUFON Y OTUOS DOCE MÁRTIRES. — Reinando el<br />
emperador Aurcliano, <strong>de</strong>rramaron estos mártires la sangre<br />
por Jesucristo en Alejandría.<br />
SAN EULOGIO Y COMPAÑEROS MÁRTIRES.—Estos veinte y<br />
cuatro santos, <strong>de</strong> que hace hoy memoria el Martirologio<br />
romano, murieron mártires en tiempo <strong>de</strong>l emperador Valente<br />
por no querer seguir la doctrina <strong>de</strong> los arríanos<br />
acerca <strong>de</strong> la divinidad <strong>de</strong> Jesucristo. Un dia que en Conslantinopla<br />
hablan movido aquellos herejes un alboroto popular<br />
contra los católicos, cogieron á estos veinte y cuatro<br />
santos, los embarcaron en una nave, á la cual pegaron<br />
fuego cuando estuvo en alta mar, y los gloriosos confesores<br />
alcanzaron la palma <strong>de</strong> su triunfo en medio <strong>de</strong>l fuego<br />
y <strong>de</strong> las aguas.<br />
SAN JACINTO , MÁRTIR.—Era oriundo <strong>de</strong> Cesárea en Capadocia,<br />
y estaba en Roma <strong>de</strong> camarero <strong>de</strong>l emperador<br />
Trajano, que le quería mucho por su fi<strong>de</strong>lidad y por la<br />
exactitud con que cumplía sus ór<strong>de</strong>nes. Un dia supo el<br />
emperador que su camarero invocaba con mucha frecuencia<br />
el nombre <strong>de</strong> Jesucristo, y para probarle le dió á comer<br />
<strong>de</strong> las viandas ofrecidas á los dioses. Jacinto se excusó;<br />
pero insistiendo el emperador en preguntarle la causa<br />
<strong>de</strong> su repugnancia, confesó paladinamente que era cristiano.<br />
Trajano quiso al principio reducirle buenamente á<br />
que <strong>de</strong>jase aquella religión ; pero el santo cada vez mas<br />
<strong>de</strong>cidido á per<strong>de</strong>rlo todo ánles que abandonar á Jesucristo,<br />
perseveró siempre constante en su primer propósito. Fué,<br />
pues, con<strong>de</strong>nado á ser encerrado en un calabozo, y á que<br />
nada se le diese <strong>de</strong> comer hasta que comiese antes <strong>de</strong> los<br />
manjares inmolados. Todos los dias iba á su prisión un<br />
criado á ofrecerle aquellas viandas, y siempre eran <strong>de</strong>sechadas,<br />
hasta que pasados cuarenta dias <strong>de</strong> hambre absoluta,<br />
Jacinto durmió tranquilamente en el Señor, á principios<br />
<strong>de</strong>l siglo n.<br />
SAN MARCOS , SAN MLCIANO , SAN PABLO Y OTRO COM<br />
PAÑERO , MÁRTIRES. — <strong>Los</strong> dos primeros fueron presos por<br />
or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l prefecto Máximo, y los llevaron á un lugar don<strong>de</strong><br />
habia una hoguera y á su lado un altar. Amenazóles el<br />
prefecto <strong>de</strong> que si no sacrificaban en el altar serian echados<br />
á la hoguera, y mientras duraban las exhortaciones y<br />
las amenazas , un niño <strong>de</strong> pocos años se acercó á ellos , y<br />
reconviniendo al prefecto por su crueldad, animaba á los<br />
santos para que no se <strong>de</strong>jasen vencer. El niflo fué preso<br />
también y agregado al martirio, y lo fué también otro<br />
cristiano ilamado Pablo, que se hallaba presente y animaba<br />
á los <strong>de</strong>más ai martirio. <strong>Los</strong> cuatro murieron el dia siguiente<br />
<strong>de</strong>gollados, y sus familias, gozosas por tener<br />
aquellos individuos suyos en el cielo, recogieron sus cuer.<br />
pos y les dieron honrosa sepultura.<br />
SAN HELIODORO , OBISPO Y CONFESOR. — Floreció este<br />
santo en el siglo iv, siendo obispo <strong>de</strong> Altino, cuyos habitantes<br />
habia convertido á la fé. Su amistad con san Gerónimo<br />
y otros padres <strong>de</strong> aquel tiempo , le proporcionó el<br />
dar á sus ovejas nuevamente convertidas, abundante pasto<br />
<strong>de</strong> doctrina en los escritos <strong>de</strong> aquellos santos. No se pasaba<br />
dia sin que gastase muchas horas en predicar é instruir<br />
al pueblo, y así logró ver <strong>de</strong>sterrada la idolatría <strong>de</strong><br />
toda aquella parte <strong>de</strong> Italia. Su sabiduría le proporcionaba<br />
recursos abundantes contra las seducciones <strong>de</strong> los sacerdotes<br />
<strong>de</strong>l paganismo. Por fin, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un pontificado<br />
ilustre en toda clase do virtu<strong>de</strong>s, fué Heliodoro llamado<br />
á recibir el premio <strong>de</strong> su laborioso apostolado en la patria<br />
<strong>de</strong> los bienaventurados.<br />
SAN DATO, OBISPO.—Estando vacante la se<strong>de</strong> episcopal<br />
<strong>de</strong> Ravena , hallábanse los fieles congregados con todo el<br />
clero para elegir un pastor que se encargase <strong>de</strong> aquella<br />
grey. De repente apareció una paloma que posándose sobre<br />
la cabeza <strong>de</strong> un hombre llamado Dato, y llamando á sí<br />
las miradas <strong>de</strong> todos sobre aquel hombre , todos vieron<br />
que su cara resplan<strong>de</strong>cía con un brillo sobrenatural. Conociendo<br />
que aquel era el <strong>de</strong>signado por el cielo , lo eligieron<br />
y consagraron obispo, y gobernó la Iglesia <strong>de</strong><br />
Ravena en paz y santidad por espacio <strong>de</strong> nueve años,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los cuales, lleno <strong>de</strong> altos merecimientos murió<br />
tranquilamente en el mes <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 185,<br />
SAN ANATOLIO, OBISPO Y CONFESOR.— Nació en Alejandría<br />
á principios <strong>de</strong>l siglo m, se <strong>de</strong>dicó á la carrera <strong>de</strong> las<br />
ciencias y salió maestro en los esludios sagrados. Cultivó<br />
también y le merecieron mucha fama la aritmética , la<br />
geometría, la física, la astronomía, la gramática y la retórica.<br />
El año 269 fué elegido por el clero y por el pueblo<br />
obispo <strong>de</strong> Laodicea, en Siria , cuyo ministerio <strong>de</strong>sempeñó<br />
por algunos años con aplauso universal. Escribió varias<br />
obras paralas personas piadosas, y un cánon pascual,<br />
que le dió mucha nombradía. A sus talentos unía gran virtud<br />
y ferviente celo por la gloria <strong>de</strong> Dios y el aumento do<br />
su Iglesia. Murió en la paz <strong>de</strong>l Señor por los años <strong>de</strong> 280,<br />
obrando el cielo por su intercesión, ánles y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su<br />
muerte muchos milagros.<br />
LA TRASLACION DE SANTO TOMÁS , APÓSTOL. — En esto<br />
dia celebra la Iglesia la memoria <strong>de</strong> este glorioso apóstol,<br />
en conmemoración <strong>de</strong> haber sido trasladado su cuerpo<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> E<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Mesopotamia á Ortona,<br />
DIA<br />
SAN LAUREANO , ARZOBISPO. — San Laureano, arzobispo<br />
<strong>de</strong> Sevilla y glorioso mártir <strong>de</strong> Cristo, nació <strong>de</strong> padres<br />
nobles, aunque gentiles, en la provincia <strong>de</strong> Pannonia, que<br />
ahora llamamos Hungría. Dejó su patria siendo <strong>de</strong> poca<br />
edad : vino á Milán ; y por misericordia <strong>de</strong>l Señor allí se<br />
hizo cristiano, y se crio en la iglesia <strong>de</strong> aquella ciudad :<br />
habiendo estudiado letras sagradas, siendo <strong>de</strong> treinta y<br />
cinco años, fué or<strong>de</strong>nado diácono. Después (no se sabe<br />
con qué ocasión) pasó á España, pero por el suceso se ve<br />
que aquella jornada fué guiada por la mano <strong>de</strong>l Señor, y<br />
que san Laureano era varón santísimo , y según el corazón<br />
<strong>de</strong> Dios : porque estando en Sevilla, murió Máximo<br />
arzobispo <strong>de</strong> ella, y por su muerte Laureano fué puesto en<br />
su dignidad, y gobernó aquella Iglesia por espacio <strong>de</strong><br />
diez y siete años, con singular doctrina y admirable ejemplo<br />
<strong>de</strong> vida.<br />
Entre las otras virludos <strong>de</strong> este santo prelado, fué una,<br />
el celo <strong>de</strong> nuestra santa religión católica, y el oponerse á<br />
los herejes arríanos que en aquel tiempo eran po<strong>de</strong>rosos y<br />
señores <strong>de</strong> España, y la inficionaban y perseguían á todos<br />
los católicos, para <strong>de</strong>struir y arrancar <strong>de</strong> raiz, si pudieran,<br />
la pureza y firmeza <strong>de</strong> lafé católica, especialmente<br />
Totila, rey <strong>de</strong> los godos y hereje arriano, hombre feroz y<br />
bravo, y que procuraba propagar y exten<strong>de</strong>r la perfidia y<br />
error <strong>de</strong> su secta; entendiendo la resistencia que san Laureano<br />
le hacia con su predicación, consejos y doctrina, co-