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28 LA LEYENDA DE ORO.<br />
¡meblo, y por la Iglesia toda con tierna <strong>de</strong>voción y afecto,<br />
(•omenzó á <strong>de</strong>cir el salmo: In le, Domine, speravi t y llegando<br />
á <strong>de</strong>cir el verso: « En tus manos, Señor, encomiendo<br />
mi espíritu;» se oyó una voz <strong>de</strong>l cielo, que dijo: «Ven,<br />
Angelo, al reino que está preparado para U, y todos mis<br />
escogidos:» y al mismo tiempo vieron los presentes bajar<br />
sobre su cuerpo una luz mas resplan<strong>de</strong>ciente que el sol, y<br />
salir su alma en forma <strong>de</strong> una candidísima paloma. Oyéronse<br />
suavísimos cánticos, con los cuales y con los fragantísimos<br />
olores, que' exhalaba su santísimo cuerpo, las<br />
lágrimas délos presentes se convirtieron en gozo. Solo Berengario,<br />
digno <strong>de</strong> eterno castigo, los <strong>de</strong>smereció; el cual<br />
acudiendo á dar la muerte á su hermana , y no pudiendo<br />
hallarla, se ahorcó <strong>de</strong>sesperado, dando infame fin á su<br />
vida: cuyo cuerpo echado <strong>de</strong> la ciudad, fué sepulíadoen<br />
d vientre <strong>de</strong> las fieras, por haberlo sido él en la vida y<br />
en las obras. Sucedió el martirio <strong>de</strong> san Angelo el aflo<br />
<strong>de</strong> 1220, dia S <strong>de</strong> mayo en que le celebra la Iglesia.<br />
Su amigo el arzobispo no babia asistido al sermón, por<br />
estar muy ocupado; pero san Angelo le apareció a la hora<br />
misma que espiró, cercado <strong>de</strong> resplandores y le dijo:<br />
«Gotfredo (así se llamaba el arzobispo), quédate en paz: terae<br />
y sirve á Dios; que él te hará salvo. Yo me voy al cielo,<br />
y rogaré por tí á mi señor Jesucristo.» Animoso el arzobispo,<br />
le dijo: «Ruégote, me digas, ¿quién eres?» «Yo<br />
soy, respondió. Angelo carmelita, que hoy he sido martirizado<br />
en la iglesia <strong>de</strong> San Felipe y Santiago : sepulta<br />
mi cuerpo en el mismo lugar en que pa<strong>de</strong>cí-martirio.» Con<br />
esto <strong>de</strong>sapareció. Gran dolor causó á Gotfredo la muerte<br />
<strong>de</strong> su amigo: partió luego á la iglesia ; y sintiendo el celestial<br />
olor, y oyendo los suaves cánticos veneró el cuerpo<br />
como santo, y le hizo colocar en un alto túmulo, don<strong>de</strong> á<br />
petición <strong>de</strong>l pueblo estuvo ocho dias hactendo tantos milagros,<br />
que es imposible reducirlos á número. Al darle sepultura,<br />
hubo una piadosa competencia entre los padres<br />
carmelitas y el clero, sobre que aquellos se lo querían llevar<br />
á su casa, y esteno loquería <strong>de</strong>jar salir <strong>de</strong> la suya,<br />
don<strong>de</strong> al fin se quedó <strong>de</strong>clarando Gotfredo la voluntad <strong>de</strong>l<br />
santo. Luego que fue enterrado, comenzaron áexperimentarse<br />
entre otros muchos, tres singulares prodigios. Una<br />
fuente <strong>de</strong> aceite que corría en el lugar don<strong>de</strong> fué martirizado,<br />
lodos los años <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las primeras vísperas <strong>de</strong>l sanio<br />
hasla las segundas (hoy persevera esta milagrosa fuente,<br />
si bien no es aceite, el que ahora mana, sino agua;<br />
pero tan milagrosa como era el aceite), con el cual se hacían<br />
innumerables milagros, sanando enfermos <strong>de</strong> todas<br />
enfermeda<strong>de</strong>s. Una hermosa azucena que cuantas veces la<br />
cortaban, tantas volvía á nacer en el lugar don<strong>de</strong> estaba<br />
sepultadosu cuerpo, con cuyo celestial aviso lo trasladaron<br />
á mas suntuoso y autorizado sepulcro. El tercero fué que<br />
<strong>de</strong>scubriendo su cuerpo, siempre le hallaban con la sangre<br />
<strong>de</strong> las heridas tan reciente, fresca y colorada como el dia<br />
<strong>de</strong> su martirio, y las rosas y flores tan frescas y olorosas,<br />
como estaban al tiempo que las recogieron.<br />
Fuera nunca acabar querer referir la suma <strong>de</strong> los milagros<br />
que ha hecho y hace en todos tiempos ya curando enlermos<br />
<strong>de</strong> todas enfermeda<strong>de</strong>s (y especialmente en tiempo<br />
<strong>de</strong> peste, <strong>de</strong> que es abogado, ha librado muchas veces á<br />
Lcocala, como también <strong>de</strong> invasiones <strong>de</strong> turcos), ya resucitando<br />
muertos, dando visla á ciegos, oido á sordos,<br />
piés á cojos, manos y brazos á baldados, y ahuyentando<br />
Cfínritusinraunclos <strong>de</strong> los cuerpos <strong>de</strong> muchísimas perso-<br />
DfA 3.<br />
ñas. Quien gustare <strong>de</strong> ver muchos, lea las historias <strong>de</strong> santos<br />
carmelitas que, hallará cumplidcs sus<strong>de</strong>seosf que aquí<br />
por la brevedad los omitimos. A fuerza <strong>de</strong> sus maravillas<br />
le ha hecho Palermo su patrón, como lambien Leocata,<br />
don<strong>de</strong> han conseguido los padres carmelitas la iglesia en<br />
que está su cuerpo, y la ciudad les ha fabricado allí nuevo<br />
y suntuosísimo templo y convento. La Iglesia romana le<br />
publica mártir y santo carmelita en sus Martirologios. El<br />
papa Pió M le concedió oficio eclesiástico á petición <strong>de</strong>l<br />
beato Fr. Juan Sorel general <strong>de</strong>l Carmen el año <strong>de</strong> 145$,<br />
y el papa Clemente X .ha concedido jubileo plenísimo y<br />
perpetuo para el dia 5 <strong>de</strong> mayo en que su religión le celebra.<br />
Escribieron la vida <strong>de</strong> San Angelo mártir carmelita,<br />
Enoch carmelita su compañero, patriarca <strong>de</strong> Jerusalen,<br />
Melano m Addition. ad Vsuardum; el P. Trullo M Thesauro<br />
Conciomlorum, tem. n^. Paleonidoro, Nicolao, Manerbio,<br />
Luizaubnio in eom. vit. Ss.; Diago <strong>de</strong> Coria m Cbron.,<br />
lib. x, c. 5; Arnaldo <strong>de</strong> Bostio in Speculo Histor.; Mantuano/ií».<br />
v. Fastorum; el P. Andrés José in Dec. Carm.;<br />
Wenero Rolevink in Fascículo tempor., an. 1220, Benedicto<br />
Gogono, mouge Celestino, lib. iv, <strong>de</strong> Fifis Patrtim;<br />
Roberto Bertelot obispo <strong>de</strong> Damasco; Abrahan Bzovio,<br />
tom. i. Annalium, an. 1220; Cartagena, tom. iv, Homil,<br />
lib. xvn, homil. 3; Lúeas Wadingo, Amalibus Minorum,<br />
tom. i, an. 1216; Juan Baleo, in Catalogo Scriplor.,<br />
cent. 3; Tomás Belloroso protonotario apostólico, anónimo,<br />
cuyo original se tiene en la librería Vaticana ; Bautista <strong>de</strong><br />
la Roca, Daniel <strong>de</strong> la Virgen, Sarraceno, Lezana in Anual.<br />
Carmel., Villegas en su Flos Sanctomm, Sanctoro, el<br />
Martirologio romano, Baronio en sus alouaciones y otros<br />
muchos.<br />
En vida tan-ejemplar, maravillosa y divina, no es menester<br />
dar mas ejemplos; basta que al lector le que<strong>de</strong> do<br />
la misma vida el gusto en; el paladar <strong>de</strong>l corazón para imitarla<br />
en cuanto alcanzaren sus fuerzas, que ayudado <strong>de</strong> la<br />
divina gracia tódo lo podrá.<br />
* SANTA CRESGENGIANA,,MARTIU.—El siglo tercero fué muy<br />
terrible para la Iglesia, teniendo que sufrir muchas privaciones<br />
los discípulos <strong>de</strong>l Crucificado. Entre ellos <strong>de</strong>rramó<br />
su sangre, en testimonio <strong>de</strong> la fé, Crescencíana natural <strong>de</strong><br />
Roma.<br />
SAN SILVANO, MÁRTIR.—Créese que fué este sanio natural<br />
<strong>de</strong> Portugal, y que habiendo pasado á Roma á visitar<br />
el sepulcro <strong>de</strong> los apóstoles, murió mártir en la misma ciudad.<br />
El papa san flonifacio fué muy <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> este mártir,<br />
y adornó su sepulcro con varias alhajas <strong>de</strong> oro y plata.<br />
SAN EUTIMIO, DIÁCONO Y MÁRTIR. — Por los años 505 <strong>de</strong><br />
Jesucristo, cuando mas <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nada se hallaba la persecución<br />
que había suscitado el emperador Diocleciano, fué<br />
san Eutimio preso en Alejandría, don<strong>de</strong> vivia, y le atormentaron<br />
tanto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo calabozo, que en él acabó<br />
sus dias con una muerte gloriosa á los ojos <strong>de</strong> Dios.<br />
SAN IKENEO, SAN PELEGRIN Y SANTA IRENE, MÁRTIRES.—<br />
Murieron quemados vivos en Tesalniega durante el reinado<br />
<strong>de</strong>l mismo Diocleciano, porque habían confesado públicamente<br />
á Jesucristo.<br />
SAN JOVINIANO, LECTOR Y MÁRTIR.—En tiempo <strong>de</strong>l papa<br />
Sixto y <strong>de</strong>l obispo Pelegrin fué Joviniano enviado á Auxerre<br />
para ayudar en la conversión <strong>de</strong> las almas. Era varón<br />
elocuente é instruido en las santas Escrituras, y como empezase<br />
á hablar públicamente contra las supersticiones <strong>de</strong>