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334 LA LEYENDA DE ORO. mí ilí<br />
rtífico; poique como un serafín ar<strong>de</strong> y encien<strong>de</strong>. Y por<br />
esto dijo el doclísiiiio Juan Gerson, cancelario <strong>de</strong> la universidad<br />
<strong>de</strong> París, hablando <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> san Buenaventura,<br />
que no hay ninguna para los teólogos, mas sublime,<br />
ninguna mas divina, ni mas saludable y suave. Y<br />
en otra parle dice: «Aunque otros doctores se llaman<br />
querubines por la eminencia <strong>de</strong> su ciencia, san Buenaventura<br />
juntamente es querubin y serafín, porque inflama<br />
el afecto y alumbra el entendimiento, y reduce y<br />
une el alma con Dios por amor.» Y en otra parte : « San<br />
Buenaventura es singular entre lodos los doctores católicos,<br />
porque sin hacer agravio á ninguno <strong>de</strong> ellos , es muy<br />
eficaz y segurísimo para alumbrar el entendimiento é inflamar<br />
el afecto.» Y el abad Juan Trilemio dice, que san<br />
Buenaventura exce<strong>de</strong> á todos los doctores <strong>de</strong> su tiempo en<br />
el provecho <strong>de</strong> sus obras, si miramos al espíritu <strong>de</strong>l divino<br />
amor, y á la <strong>de</strong>voción cristiana que habla en él í « Es<br />
profundo (dice) y no hablador: sutil y no curioso: elocuente<br />
y no vano: sus palabras no son henchidas, sino<br />
fervorosas: asi mas seguramente se lee y mas fácilmente<br />
se entien<strong>de</strong>, <strong>de</strong>l que ama, y con mas provecho se repite,<br />
y con mas suavidad y fruto queda en la memoria lo que<br />
se ha leido. Muchos enseñan doctrina y muchas cosas <strong>de</strong>volas,<br />
y pocos do los que escriben libros supieron juntar<br />
la doctrina con la <strong>de</strong>voción: peró san Buenaventura exce<strong>de</strong><br />
á los muchos y á los pocos; porque su doctrina es madre<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción , y la <strong>de</strong>voción es cebo <strong>de</strong> la doctrina: por<br />
tanto si quieres ser docto y <strong>de</strong>voto juntamente, lee atenlamenfe<br />
sus obras.» Hasta aquí son palabras <strong>de</strong> Tritemio.<br />
Pero mas altamente y en ménos palabras lo dice el papa<br />
Sixto IV en la bula <strong>de</strong> canonización <strong>de</strong> san Buenavenlura :<br />
y el papa Sixto V dice: «Tuvo san Buenavenlura un don<br />
propio y singular <strong>de</strong> escribir , no solamente con gran sutileza<br />
<strong>de</strong> argumentos y facilidad en el <strong>de</strong>cir y pru<strong>de</strong>ncia<br />
en el <strong>de</strong>finir, sino también <strong>de</strong> mover los ánimos con una<br />
fuerza mas divina que humana: porque <strong>de</strong> tal manera con<br />
una suma erudición junta un fervor <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia admirable,<br />
que enseñando mueve al lector, penetra hasta lo<br />
mas íntimo <strong>de</strong> las entrañas, y le compunge con unos estímulos<br />
<strong>de</strong> serafín , y le batía <strong>de</strong> una suavísima dulzura <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>voción : y admirando esta gracia en su boca y en su estilo<br />
, nuestro pre<strong>de</strong>cesor Sixto IV, sumo pontífice, no dudó<br />
<strong>de</strong>cir que parecía haber hablado el Espíritu Sanio en san<br />
Buenaventura.» Hizo Dios muchos y muy gran<strong>de</strong>s milagros<br />
por los merecimientos <strong>de</strong> san Buenavenlura <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> su muerte: sanó muchos enfermos <strong>de</strong> lodas enfermeda<strong>de</strong>s:<br />
resucitó un nifio muerto : socorrió á muchas mujeres<br />
que estaban con recios dolores <strong>de</strong> parto , que fueron<br />
libres y remediadns por la invocación y merecimiento <strong>de</strong><br />
este santo; al cual canonizó y puso en el catálogo <strong>de</strong> los<br />
santos el papa Sixto, cuarto <strong>de</strong> este nombre, que había<br />
sido fraile y general <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> san Francisco, el año<br />
<strong>de</strong> 1482, y doscientos y ocho años <strong>de</strong>spués que el santo murió.<br />
Y el papa Sixto V, fraile <strong>de</strong> la misma ór<strong>de</strong>n, mandó que<br />
se rezase <strong>de</strong> san Buenaventura con la misma solemnidad<br />
que por constitución <strong>de</strong> Bonifacio VIII se reza do los cuatro<br />
doctores <strong>de</strong> la Iglesia, y por Ja <strong>de</strong>l papa Pió V, <strong>de</strong> santo<br />
Tomás <strong>de</strong> Aquino. Escribe <strong>de</strong> san Buenaventura el Martirologio<br />
romano á los 14 <strong>de</strong> julio ; el papa Sixto IV, san<br />
Antonino y Pedro Gelasino, prolonotario apostólico; y mas<br />
copiosamente la crónica <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> san Francisco, en<br />
la cual en la segunda parte, lib. II, cap. vu, se dice que<br />
amó tanto la pobreza basta la muerte, que hasta el pontifical<br />
que <strong>de</strong>jó todo fué <strong>de</strong> lienzo <strong>de</strong> poco valor, como hoy<br />
se vé en San Francisco <strong>de</strong> León <strong>de</strong> Francia, y que en su<br />
traslacum que se hizo el año <strong>de</strong> 1434, y ciento y sesenta<br />
años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, á otra iglesia mayor <strong>de</strong> San<br />
Francisco, fué hallada su cabeza entera con sus cabellos,<br />
labios y dientes y lengua fresca, y ninguna cosa mudada<br />
<strong>de</strong> cuando vivia y su corazón sin corrupción alguna.<br />
SAN JUSTO SOLDADO Y MÁRTIR.—Natural <strong>de</strong> Boma servia<br />
bajo las ban<strong>de</strong>ras imperiales , aborreciendo <strong>de</strong> muerte<br />
á los cristianos. Motivó su conversión una milagrosa<br />
cruz que vió en el aire ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> celestiales resplandores;<br />
así es que instruido en la doctrina <strong>de</strong> Jesucristo fué<br />
bautizado repartiendo luego á los pobres cuanto tenia. Observaba<br />
con toda escrupulosidad las leyes <strong>de</strong>l Evangelio'<br />
y asistía á los santos confesores que se preparaban para<br />
sufrir el martirio. Sabiendo el gobernador Magnecio la<br />
conversión <strong>de</strong> Justo y los buenos y piadosos oficios en que<br />
se ocupaba, mandó pren<strong>de</strong>rlo para que ofreciera incienso<br />
á los ídolos. Negándose el santo á ello, fué azotado cruelmente<br />
con nervios, luego encubierta la cabeza con un yelmo<br />
encendido, fué echado á una hoguera. El Señor empero<br />
permitió saliera ileso <strong>de</strong>l fuego, pero espiró luego en<br />
la misma ciudad <strong>de</strong> Roma en el tercer siglo.<br />
SAN FOCAS, OBISPO Y MÁRTIR.—Natural <strong>de</strong>l Asia,cuyas<br />
regiones ilustró con su predicación y su santidad. Fuó<br />
obispo <strong>de</strong> Sinope en el Ponto, en cuya ciudad sufrió martirio<br />
en tiempo <strong>de</strong>l emperador Trajano. Primeramente estuvo<br />
mucho tiempo cargado <strong>de</strong> grillos y ca<strong>de</strong>nas en una<br />
oscura prisión, y permaneciendo siempre constante en la<br />
fé <strong>de</strong> Jesucristo, fué arrojado aijoa-hoguera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual<br />
voló su dichosa alma al cielo, muriendo á principios <strong>de</strong>l<br />
siglo II. Sus reliquias fueron trasladadas á Vicna <strong>de</strong> Francia<br />
y se veneran todavía allí en la iglesia <strong>de</strong> los sontos<br />
Apóstoles.<br />
SAN HHRACIAS, OBISPO.—Fué el discípulo mas aventajado<br />
<strong>de</strong> Orígenes y su sucesor en la escuela <strong>de</strong> Alejandría,<br />
en la cual enseñó por muchos añes con esclarecida reputación.Estando<br />
vacante la silla episcopal <strong>de</strong> la misma ciudad<br />
por muerte<strong>de</strong>l patriarca Demetrio, fué elegidoHeraclaspara<br />
ocuparla y <strong>de</strong>sempeñó su elevadominislerio, comounsJbio<br />
según el corazón <strong>de</strong> Dios y como un fiel discípulo do<br />
Jesucristo. Continuó basta su muerte instruyendo constantemente<br />
al pueblo y mereció gozar <strong>de</strong> tanta fama, que<br />
según cuenta Africano historiador antiguo, muchos habían<br />
ido á Alejandría con solo el objeto <strong>de</strong> ver al santo obispo.<br />
Por fin coronado este <strong>de</strong> merecimientos y <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s,<br />
<strong>de</strong>scansó en el Señor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un pontificado <strong>de</strong>.diez y<br />
seis años, el dia IJ <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>l-año<br />
SAN CIRO, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció este santo durante<br />
el siglo III, fué obispo <strong>de</strong> Carlago, y murió resplan<strong>de</strong>ciente<br />
en virtu<strong>de</strong>s y milagros el año 303. San Aguslin<br />
predicó <strong>de</strong>spués un sermón al pueblo, excitándole á imitar<br />
las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> este ilustre prelado, <strong>de</strong> quien nada<br />
mas sabemos que lo dicho.<br />
SAN FÉLIX, OBISPO.—Fué enviado por el apóstol san<br />
Pedro á predicar el Evangelio á diferentes provincias do<br />
Italia, y or<strong>de</strong>nado por él mismo primer obispo <strong>de</strong> Como,<br />
cuya ciudad convirtió á Jesucristo. La gracia divina iv- -<br />
plandcció siempre en todas las acciones <strong>de</strong> su vida, J<br />
aunque no sabemos si <strong>de</strong>rramó su sangre por la fé, es d»<br />
creer que al ménos pa<strong>de</strong>ció mucho durante la primera per-