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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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seo saber la causa <strong>de</strong> esto. Entonces Galicano contó al<br />

emperador todo lo que habia sucedido en la guerra, que es<br />

lo que queda referido; y mas le dijo, que en cumplimiento<br />

<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seos y propósitos, lo que le suplicaba era que<br />

diese a otros aquellos cargos y honras, y á él le <strong>de</strong>jase ya<br />

recoger en algún rincón •, para servir <strong>de</strong> verás á aquel Se-<br />

Ror que habia conocido: y que Constancia, su hija y su<br />

señora, bien se podia casar con quien fuese servida , porque<br />

él no pensaba casarse, sino dar <strong>de</strong> mano á todos los<br />

gustos y cosas <strong>de</strong> la tierra. Oyendo esto el emperador, le<br />

abrazó con mucho amor, y le dijo que le hacia saber que<br />

sus dos hijas también eran cristianas y hablan consagrado<br />

su virginidad á Jesucristo : <strong>de</strong> lo que él recibió muy gran<br />

placer y contento. Entrando con el emperador en el palacio<br />

, le salieron á recibir la madre <strong>de</strong>l emperador, Elena,<br />

y la hija Constancia , y sus dos bijas Artica y Artemia,<br />

<strong>de</strong>spidiendo todas <strong>de</strong> sus ojos dulcísimas y copiosísimas<br />

lágrimas <strong>de</strong> consuelo y gozo , alabando al obrador <strong>de</strong> tan<br />

gran<strong>de</strong>s maravillas. Queria Galicano <strong>de</strong>jarlo luego todo;<br />

nías el emperador no lo consintió, antes le hizo cónsul y le<br />

honró y ensalzó mucho para que fuese rnas notable su mudanza<br />

, y los cristianos se animasen y los gentiles conociesen<br />

mas la virtud y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Cristo : el cual, para que<br />

bimifcn <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> sus vanida<strong>de</strong>s, da luz a sus siervos<br />

con que las conozcan , y espíritu con que las huellen y<br />

lleven <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los piés, como lo hizo Galicano i porque<br />

dió libertad á cinco mil esclavos que tenia; vendió sus<br />

hereda<strong>de</strong>s y posesiones, que eran riquísimas, y <strong>de</strong>jando<br />

a sus hijas loque habian menester, partió con los pobres<br />

^ precio <strong>de</strong> ellas y se retiró á la ciudad <strong>de</strong> Ostia , cuatro<br />

e6Qft8 <strong>de</strong> Roma, don<strong>de</strong> hizo un hospital para recibir á los<br />

P0bres peregrinos, y edificó la iglesia primera que hubo<br />

aquella ciudad, y la enriqueció <strong>de</strong> ricos dones ; y otra<br />

3 san Lorenzo mártir, que le apareció y mandó que la hiciese,<br />

señalándole el lugar don<strong>de</strong> la habia <strong>de</strong> hacer. Allí se<br />

acompañó con un santo varón llamado Ilüarino, y se ejercitó<br />

con gran<strong>de</strong> afecto y humildad en las obras <strong>de</strong> misericordia,<br />

hospedando á los peregrinos, sirviendo por su<br />

persona á los pobres, dándoles aguamanos y lavándoles<br />

los piés, y haciendo Dios por él muchos y muy gran<strong>de</strong>s<br />

milagros, dando salud á los enfermos y librando á los en<strong>de</strong>moniados<br />

por las oraciones <strong>de</strong> G alicano. Y como en el<br />

siglo habia sido tan conocido, venia mucha gente <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Oriente y <strong>de</strong> otras partes á verle y á echarse á sus piés,<br />

lenióndole en mas por aquella humildad con que resplan<strong>de</strong>cía<br />

en Cristo, que por todas las gran<strong>de</strong>zas, riquezas y<br />

trofeos que antes habia tenido.<br />

En esta vida perseveró Galicano muchos años, hasta<br />

que muerto e! emperador Constantino y sus tres hijos,<br />

Constantino, Constante y Constancio, vino el imperio á<br />

Allano Apóstata, su sobrino. Este le hizo matar, querien-<br />

^0 Vengarse <strong>de</strong> Galicano, porque los <strong>de</strong>monios hablaban<br />

ltor boca <strong>de</strong> los dioses: y no queriendo él hacerlo, como<br />

7 <strong>de</strong>sventurado Juliano habia hecho, dió contra el la sent(!ticia<br />

<strong>de</strong> muerte, y la Iglesia celebra su fiesta á los 23 <strong>de</strong><br />

lunio; é Ililarino su compañero por la misma causa fué<br />

'^Uerto á palos. V sucedió una cosa bien notable, que<br />

Meriendo Juliano quitar á Galicano cuatro posesiones<br />

'""y buenas, que tenia en Ostia para el sustento <strong>de</strong> los<br />

Pobres, ó el <strong>de</strong>monio se apo<strong>de</strong>raba luego <strong>de</strong> los que iban<br />

fi tomar posesión por el fisco imperial, y trataban <strong>de</strong><br />

cobrar las rentas <strong>de</strong> ellas, ó quedaban leprosos; <strong>de</strong>fen-<br />

3UN10. 263<br />

diendo Dios con evi<strong>de</strong>ntes milagros la hacienda y sustento<br />

<strong>de</strong> sus pobres. Este fin tan glorioso tuvo Galicano,<br />

y el principio <strong>de</strong> él y <strong>de</strong> todo su bien fueron los dos<br />

santos hermanos Juan y Paulo, cuya vida aquí escribimos<br />

, por haber ido en su compañía, y aconsejádole se<br />

hiciese cristiano, porque así tendría victoria <strong>de</strong> sus enemigos.<br />

Pero como el emperador Juliano estaba tan encarnizado<br />

y tan codicioso <strong>de</strong> las haciendas <strong>de</strong> los cristianos, y <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spojarlos <strong>de</strong> .cuanto tenían, alegando falsamente que<br />

Cristo los queria pobres, y que ninguno podía ser su<br />

discípulo si no <strong>de</strong>jaba todo lo que tenia (que se <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>l afecto y no <strong>de</strong>l efecto, y cuando la hacienda<br />

se opone con la ley <strong>de</strong> Dios), y supo que san Juan y Paulo<br />

repartían á los pobres con larga mano las gran<strong>de</strong>s<br />

riquezas que Constancia su señora les habia dado ; buscando<br />

algún color, para quitarles ¡a hacienda y la vida,<br />

les envió a ofrecer su palacio imperial, y á <strong>de</strong>cirles que <strong>de</strong><br />

buena gana se serviría <strong>de</strong> ellos y los tendría cabe sí,<br />

y les honrarla como á cortesanos tan antiguos, y criados<br />

tan queridos <strong>de</strong>l emperador Constantino, su (io , y <strong>de</strong><br />

Constancia, su prima , haciendo ellos lo que era razón<br />

é imitándole en <strong>de</strong>jar la vida <strong>de</strong> los cristianos, porque<br />

era una vida holgazana y sin provecho, y adorando<br />

á los dioses inmortales que eran los protectores y conservadores<br />

<strong>de</strong> su imperio; y que si no lo quisiesen hacer<br />

<strong>de</strong> grado les costaría caro: porque él estaba <strong>de</strong>terminado<br />

á no sufrir que ellos ni nadie le menospreciasen. A esto<br />

respondieron los santos, que no <strong>de</strong>jaban el servicio <strong>de</strong><br />

Juliano, por servir á otro hombre mortal, sino por servir<br />

á Dios, Criador <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, y verda<strong>de</strong>ro<br />

dador y conservador <strong>de</strong> todos los imperios : y por no<br />

ofen<strong>de</strong>r á Dios, no querían su amistad , ni entrar en<br />

su palacio, ni ver su cara ; pues habia <strong>de</strong>jado la fé<br />

<strong>de</strong>Cristo, que antes habia recibido. Dióles Terenciano, que<br />

era el intérprete <strong>de</strong> Juliano en este negocio, diez días para<br />

que mejor lo pensasen, y tomasen acuerdo en io que<br />

les convenia. Ellos le dijeron, que ya hiciese cuenta que<br />

ya los diez dias eran pasados, y que ejecutase lo que su<br />

amo le mandaba, porque ellos no se mudarían.<br />

Entendiendo' los santos que habian <strong>de</strong> morir por Cristo<br />

, y reconociéndolo por singular beneficio suyo y haciéndole<br />

gracias por él, dieron á los pobres en aquellos<br />

diez dias todo cuanto tenían, ocupándose <strong>de</strong> día y do<br />

noche en hacer largas limosnas. AI onceno dia, á la hora<br />

<strong>de</strong> cena, vino Terenciano con gran<strong>de</strong> acompañamiento <strong>de</strong><br />

soldados á la casa <strong>de</strong> ellos, y hallólos puestos en oración<br />

, y mostróles una estatua pequeña <strong>de</strong> Júpiter hecha<br />

<strong>de</strong> oro que llevaba consigo, y díjoles que el emperador<br />

mandaba que la adorasen y le ofreciesen incienso; si<br />

nó, que allí fuesen <strong>de</strong>gollados, porque no queria que muriesen<br />

en público, por ser personas principales, y (oda<br />

su vida criados en palacio; aunque á la verdad, lo que le<br />

movió á hacerles morir en secreto, fué el temor <strong>de</strong> algún<br />

alboroto en la ciudad, y que fuesen honrados como mártires<br />

<strong>de</strong> los cristianos. Ellos con gran constancia respondieron<br />

á Terenciano: Si Juliano es¡tuseñor, préciate <strong>de</strong> ser<br />

su criado; que nosotros no nos preciamos <strong>de</strong> tener por<br />

Señor sino á Jesucristo, á quien él no tuvo empacho <strong>de</strong><br />

negar por Dios, habiendo sido bautizado. Con esto los<br />

mandó allí <strong>de</strong>gollar Terenciano, y enterrar secretamente<br />

en una hoya que se hizo en la misma casa, y publicar por

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