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lirologÍQ el dia 29 do junio, dice: «Que los clérigos reglares<br />
lian renovado la forma apostólica <strong>de</strong> vivir, y la observan<br />
perfeclamenle; que es una suma alabanza <strong>de</strong> esta sagra<br />
da religión.»<br />
Tres años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> fundada la religión <strong>de</strong> los clérigos<br />
regí:ires, sucedió el saco déla ciudad <strong>de</strong> Roma porBorbon<br />
y sus soldados; y en esta ocasión pa<strong>de</strong>ció mucho san Cayetano:<br />
porque estando con sus religiosos en una iglesia<br />
suya , fuera <strong>de</strong> la ciudad en Monte Pincio, <strong>de</strong>jando otra<br />
que lenian <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciudad en Campo Marcio, para<br />
aten<strong>de</strong>r con mas quietud á la oración y rogará Dios que<br />
remediase tantos daños , y enfrenase el atrevimiento <strong>de</strong><br />
los soldados, á los cuales con sus palabras y exhortaciones<br />
no hablan podido enfrenar ; entrando en la iglesia algunos<br />
soldados herejes, la anduvieron toda con militar alboroto,<br />
y conociendo uno <strong>de</strong> ellos á san Cayetano por haber sido<br />
criado <strong>de</strong> su casa , pensando que <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su hábito pobre<br />
ocultaba sus antiguas riquezas, incitando á los otros<br />
soldados, le atormentaron cruelmente para que confesase<br />
dón<strong>de</strong> tenia el dinero apretándole fuertemente entre unas<br />
arcas; y <strong>de</strong>spués le dieron, otros tormentos inhumanos y<br />
bárbaros , que sufrió el santo con gran<strong>de</strong> paciencia y alegría<br />
, comunicándole Dios los consuelos á la medida <strong>de</strong> los<br />
dolores. Otro dia volvieron al mismo convento otros soldados,<br />
y hallando á san Cayetano y á los otros religiosos<br />
hincados <strong>de</strong> rodillas <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l altar mayor, procuraron<br />
primero con amenazas é injurias, que manifestasen el oro<br />
y plata que guardaban; y como no podían manifestar las<br />
riquezas que no tenian, los llevaron presos á una torre <strong>de</strong>l<br />
Vaticano, don<strong>de</strong> gastaban el tiempo en oración y alabanzas<br />
divinas: por lo cual el capitán <strong>de</strong> aquellos soldados, les<br />
dió libertad á los ruegos <strong>de</strong> un coronel español que se lo<br />
rogó, edificado <strong>de</strong> haberlos visto cantar en la torre á coros<br />
el oficio divino con el sosiego y <strong>de</strong>voción que pudieran en<br />
su convento.<br />
Salió san Cayetano <strong>de</strong> la prisión , y <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> salir <strong>de</strong><br />
Roma, por no ver tantos sacrilegios y malda<strong>de</strong>s como los<br />
soldados herejes, que iban en el ejército comelian, se encaminó<br />
al Tíber por si hallaba embarcación para sí y los<br />
otros religiosos. Aquí encontró un caballero no conocido,<br />
que si no era ángel, á lo menos hizo con ellos oQcio <strong>de</strong><br />
tal; porque les negoció embarcación á su costa, y les<br />
aseguró tendrían buen viaje. Embarcáronse, y luego dieron<br />
en un navio <strong>de</strong> corsarios, que los hicieron <strong>de</strong>tener: y<br />
cuando temían los religiosos alguna violencia, el capitán<br />
<strong>de</strong> los corsarios mandó que les diesen algunas cosas <strong>de</strong><br />
comer , <strong>de</strong> que tenian harta necesidad; y sin hacerles<br />
ningún daño los <strong>de</strong>jó ir libres. Con este suceso animaba<br />
<strong>de</strong>spués el santo á sus religiosos para alentarlos á la confianza<br />
en Dios, pon<strong>de</strong>rando que les había socorrido en el<br />
mar por medio <strong>de</strong> unos ladrones, como á Elias en el <strong>de</strong>sierto<br />
por una ave <strong>de</strong> rapiña, llegaron felizmente á Ostia,<br />
y <strong>de</strong> aquí los llevó consigo á Yenecia el embajador <strong>de</strong><br />
aquella república , que se volvía <strong>de</strong> Roma á Yenecia.<br />
En Yenecia fundó san Cayetano un convento <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n<br />
, con mucho gusto <strong>de</strong> toda la ciudad: porque como<br />
habían visto y experimentado el fruto que hizo en ella el<br />
santo, siendo seglar y solo, le esperaban mayor rotulo<br />
religioso, y viniendo acompañado <strong>de</strong> tantos religiosos hijos<br />
<strong>de</strong> su espíritu, Y no se engañaron; porque entrando<br />
poco <strong>de</strong>spués la peste en Yenecia; sirvió el santo y sus hijos<br />
á los apestados con gran<strong>de</strong> caridad, exponiendo su<br />
LA LEYENDA DE ORO. DIA<br />
vida por la salud <strong>de</strong> sus prójimos: el cual ejemplo <strong>de</strong> su<br />
santo padre han imitado <strong>de</strong>spués sus hijos en Padua, Milán,<br />
Genova, Palenno y en toda Italia. El año <strong>de</strong> 1330<br />
hubo algunas diferencias entro el obispo <strong>de</strong> Yerona y su<br />
cabildo, y don Juan Pedro Carafa que era prepósito <strong>de</strong><br />
Yenecia, <strong>de</strong>seaba mucho la paz <strong>de</strong>l obispo que era muy<br />
amigo suyo, y bienhechor <strong>de</strong> su religión : envió á Yerona<br />
á san Cayetano, fiando <strong>de</strong> su mucha pru<strong>de</strong>ncia el ajusto<br />
<strong>de</strong> estas'diferencias; y el santo obe<strong>de</strong>ció, y haciendo oficio<br />
<strong>de</strong> ángel <strong>de</strong> paz .compuso las cosas como se <strong>de</strong>seaba. Do<br />
allí á tres años mandó Clemente YH, por un breve, en<br />
virtud <strong>de</strong> santa obediencia, que con toda la brevedad posible<br />
fuésen algunos religiosos á fundar un convento en<br />
Ñápeles: para esta fundación fué señalado san Cayetano,<br />
<strong>de</strong>jando á su elección el escoger compañero; mas obe<strong>de</strong>ciendo<br />
pronto á lo primero, respondió á lo segundo: No<br />
quiera Dios que en esto haga yo mi voluntad ; antes lo<br />
suplico os inspire me <strong>de</strong>is el que fuere mas contrario á mi<br />
inclinación y gusto: y Dios le premió esta resignación,<br />
disponiendo que le diesen al B. D. Juan Mariano, religioso<br />
tan santo y varón tan ejemplar, que le llamaban comunmente<br />
«el santo do Dios.» Luego se puso en camino san<br />
Cayetano con su compañero, saliendo <strong>de</strong> Yenecia á 3 do<br />
agosto, sin reparar en el rigor <strong>de</strong> los calores y peligros<br />
déla vida, en tiempo sujeto en aquellas tierras á nuilaciones.<br />
Pasó por Roma : y yendo con su compañero á besar<br />
el pié á su santidad , les dijo: ¿ Qué es esto hijos?<br />
¿ Adón<strong>de</strong> vais en tal tiempo ? Esto es ir á morir. Y el santo<br />
respondió : Santísimo padre, esto es ir á obe<strong>de</strong>cer vuestra<br />
sanlidad: <strong>de</strong> que el papa quedó no ménos admirado,<br />
que edificado <strong>de</strong> tan pronta obediencia , que no reparaba<br />
en peligros <strong>de</strong> muerte.<br />
En Ñapóles fué muy bien recibido san Cayetano <strong>de</strong> todos<br />
los señores y nobles, y en especial <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Oppido,<br />
que había sido el principal en procurar esta fundación.<br />
Tomó posesión <strong>de</strong> la Iglesia y casa, que el con<strong>de</strong> le tenía<br />
preparada fuera <strong>de</strong> la ciudad y no muy léjos <strong>de</strong> los muros;<br />
pero no quiso aceptar la rentas que repetidas veces, y<br />
con muchas instancias por sí, y por otras personas, lo<br />
ofrecía y persuadía que aceptase, pareciéndole al con<strong>de</strong>,<br />
que no podía sustentarse largo tiempo un convento <strong>de</strong> religiosos<br />
sin tener renta <strong>de</strong> que sustentarse ; pero el santo<br />
respondía : que Dios , que los había sustentado hasta<br />
entonces sin rentas , los sustentaría en a<strong>de</strong>lante ; y que<br />
sus rentas eran las palabras <strong>de</strong> Cristo en su Evangelio,<br />
que no pue<strong>de</strong>n faltar: No esleís solícitos, <strong>de</strong> qué comeréis<br />
ó <strong>de</strong> qué os vestiréis: porque vuestro Padre celestial sabe<br />
que necesitáis <strong>de</strong> todas estas cosas. Buscad primero el reíno<br />
<strong>de</strong> Dios y su justicia; y todas estas cosas se os darán<br />
por añadidura.<br />
Por librarse <strong>de</strong> las importunaciones <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> , y tener<br />
sitio mas á propósito para ejercitar la caridad con los prójimos<br />
, <strong>de</strong>jando la casa é iglesia que le había dado el con<strong>de</strong><br />
, se pasó <strong>de</strong>ntro do la ciudad á la casa <strong>de</strong> una señora<br />
<strong>de</strong>vota, llamada doña Lorenza Longa , que caía cerca <strong>de</strong>l<br />
hospital <strong>de</strong> los Incurables, don<strong>de</strong> el santo ejercitaba con<br />
los pobres la misericordia corporal, y con todos los fieles<br />
la espiritual confesando y predicando en la iglesia <strong>de</strong><br />
Nuestra Señora <strong>de</strong>l Pópulo ,que no estaba muy distante do<br />
la dicha casa. Compróles <strong>de</strong>spués osla señora una casa,<br />
don<strong>de</strong> el santo abrió iglesia , y se llamó Nuestra Señora<br />
<strong>de</strong> la Kslaleta. En este convento mostró el Señor los méri-