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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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00 LA LEYENDA DE ORO<br />

lerna, pero algo áspera. Rogóle un dia cierto amigo suyo,<br />

que domase unos novillos enseñándoles á llevar el yugo:<br />

atólos al arado, en ocasión que llegó su amo, y los brutos<br />

se embravecieron <strong>de</strong> manera, que coceando <strong>de</strong>senredaron<br />

la cabeza <strong>de</strong> las cuerdas, y empezando con gran furia á<br />

correr, dieron con el siervo <strong>de</strong> Dios en tierra, y arrastraron<br />

el arado y reja sobre el pecho y rostro <strong>de</strong>l santo; pero<br />

el Señor, que habia dispuesto tal acci<strong>de</strong>nte, nó á íin<br />

<strong>de</strong> privarlo déla vida, sino para ejercitarlo á estado <strong>de</strong><br />

vida mas perfecta, or<strong>de</strong>nó que el arado le rompiese solamente<br />

los vestidos, <strong>de</strong>jando su cuerpo sin el menor daño:<br />

con este evi<strong>de</strong>nte milagro le manifestó el Señor que le<br />

nservaba para mas alto empeño, cuya ejecución <strong>de</strong>bia<br />

solicitar sin mas tardanza. Entendió san Félix loquepreti'tulia<br />

Dios con este peligroso suceso, y puesto luego <strong>de</strong><br />

rodillas, dándole gracias <strong>de</strong> haberlo librado <strong>de</strong> la muerte,<br />

proíiiíó estas palabras: Conozco mi Dios, lo que queréis<br />

<strong>de</strong> mí: veisme ahí pronto á^be<strong>de</strong>ceros^ yTemovó la promesa<br />

<strong>de</strong> no diferir mas la entrada en la religión. Partióse<br />

luego á casa <strong>de</strong> su amo, á quien manifestó la nueva <strong>de</strong>lorminacion<br />

hecha: y siendo con éi acreedor <strong>de</strong> algún dinero»<br />

dispuso <strong>de</strong>l alcance á favor <strong>de</strong> los pobres, y pidió perdón á<br />

todos <strong>de</strong> los escándalos que habria dado; y sin mas tardar,<br />

se eneaniinó á la ciudad <strong>de</strong> Roma, suplicando al Señor se<br />

dignase conducir á buen éxito sus santos <strong>de</strong>seos. Gobermba<br />

en aquel tiempo el convento <strong>de</strong> capuchinos <strong>de</strong> Roma<br />

el padre Rarnardino Astense, varón <strong>de</strong> admirable<br />

virtud y singular pru<strong>de</strong>ncia: á este se presentó Félix,<br />

<strong>de</strong>scubriéndole con humil<strong>de</strong>s palabras el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> su<br />

corazón ; y el venerable padre examinó su vocación,<br />

con representarle la aspereza <strong>de</strong> la religión , y la<br />

continua mortificación <strong>de</strong> sentidos y <strong>de</strong> la propia voluntad<br />

á que <strong>de</strong>bia sujetarse hasta la muerte: y por hacer mejor<br />

experiencia <strong>de</strong> esta vocación, añadió algunas palabras<br />

ásperas y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sabrimiento , tratándole <strong>de</strong> inútil para<br />

el servicio <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n; y lo halló siempre <strong>de</strong> un ánimo<br />

invicto é inalterable: por lo que le aseguró <strong>de</strong>l hábito <strong>de</strong><br />

la religión; aprobó su espíritu y su vocación y lo envió al<br />

provincial, que entonces era el padre Rafael <strong>de</strong> Solterí a,<br />

el cual <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlo recibido con agrado y <strong>de</strong> nuevo<br />

examinado, le admitió para lego, y lo remitió para hacer<br />

el noviciado al convento <strong>de</strong> Anticoii. Entretanto que el<br />

siervo <strong>de</strong> Dios esperaba la obediencia <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rse vestir<br />

el santo hábito, visitó los mas <strong>de</strong>votos santuarios <strong>de</strong> Roma,<br />

dando gracias á la divina bondad con gran<strong>de</strong> fervor <strong>de</strong><br />

espíritu y lágrimas <strong>de</strong> contento, porque se dignaba sacarlo<br />

<strong>de</strong> los peligros <strong>de</strong>l mundo.<br />

Hubiendo llegado san Félix al concento <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino,<br />

se estuvo ocho dias entre los novicios en hábito seglar,<br />

conforme la costumbre <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n. Fué <strong>de</strong>spués vestido<br />

<strong>de</strong>l santo hábito con gran<strong>de</strong> consolación <strong>de</strong> su alma, quedándole<br />

el mismo nombre <strong>de</strong> Félix: presagio <strong>de</strong> la felicidad<br />

eterna, que por medio <strong>de</strong> este instituto se le prometía.<br />

Alistado á la seráfica milicia , <strong>de</strong>safió á su propio<br />

cuerpo, á quien reconocía por capital enemigo, á tolerar<br />

toda suerte <strong>de</strong> trabajo y mortificación, en ayunos, disciplinas,<br />

vigilias y otras asperezas; y al mismo tiempo que<br />

con esto privaba al cuerpo <strong>de</strong> toda suerte <strong>de</strong> alivio, estudiaba<br />

en dar la celestial consolación á su alma; era incansable<br />

en las oraciones vocales y mentales; estaba inmoble<br />

en oír y servir á los divinos sacrificios; con gran<strong>de</strong> prontitud<br />

obe<strong>de</strong>cía los mandatos é insinuaciones <strong>de</strong> cualquier<br />

DIA 18.<br />

religioso, y á todos servia con alegría y caridad , reputándose<br />

inferior, trabajaba lo posible para guardar su<br />

corazón inmaculado. No pudo el <strong>de</strong>monio sufrir los progresos<br />

<strong>de</strong> virtud con que este novicio excedía en la perfección<br />

á muchos religiosos mas antiguos déla ór<strong>de</strong>n:<br />

tentó con varias artes y sugestiones apartarlo <strong>de</strong> la carrera<br />

<strong>de</strong> tan heroica virtud. En el sueño que tomaba, molestábale<br />

con varias ilusiones <strong>de</strong> cosas impuras: en la<br />

oración representaba á su entendimiento imágenes lascivas<br />

y le infundía tedio , á fin <strong>de</strong> que <strong>de</strong>jase este ejercicio, á<br />

que empezaba aplicarse con fervor <strong>de</strong> espíritu. Otras veces<br />

le asaltaba con fuertes tentaciones <strong>de</strong> fé y <strong>de</strong> vanagloria,<br />

que le ponían en terror y espanto.<br />

Contra estas diabólicas artes, el fervoroso novicio «e <strong>de</strong>fendía<br />

con el escudo <strong>de</strong> la continua oración y déla humildad<br />

profunda: y reconociéndose flaco para resistir por sí<br />

mismo, acudía con confianza á la protección <strong>de</strong> la divina<br />

gracia; mas no faltaba en manifestar todas sus tentaciones<br />

á su padre maestro: y con esto y con las pláticas que<br />

le oía, reeíbia.nuevo ánimo para resistir á los fieros asaltos<br />

<strong>de</strong>l enemigo. Una <strong>de</strong> las fuertes tentaciones que Félix en<br />

el tiempo <strong>de</strong>l noviciado pa<strong>de</strong>ció , fueron unas cuartanas<br />

prolijas, que <strong>de</strong>bilitándole el cuerpo, afligían á su alma<br />

con el temor <strong>de</strong> ser excluido <strong>de</strong> la compañía <strong>de</strong> los religiosos<br />

; pero por mas jjue se le agravase la cuartana, no<br />

aflojó un punto en el camino empezado , estimándose mucho<br />

mas morir novicio bajo el duro peso <strong>de</strong> la mortificación<br />

regular, que vivir aliviado <strong>de</strong> la carga. Cuando el Señor<br />

fué servido <strong>de</strong> quitarle este acci<strong>de</strong>nte penoso y librarlo<br />

<strong>de</strong>l afán que le ocasionaba la duda <strong>de</strong> si podría perseverar<br />

en la ^r<strong>de</strong>n, rindió las <strong>de</strong>bidas gracias á Dios, y con mayor<br />

fervor <strong>de</strong> espíritu renovó los propósitos y se entregó<br />

<strong>de</strong>l todo á su servicio. Llegado Félix al término <strong>de</strong>l noviciado<br />

con plena satisfacción <strong>de</strong> los religiosos, le admitieron<br />

á la profesión en el convenvento <strong>de</strong>l Monte <strong>de</strong> San Juan:<br />

<strong>de</strong>spués fué luego enviado á Tívoli, bajo la dirección <strong>de</strong>l<br />

padre Migúel <strong>de</strong> Susa, religioso adornado <strong>de</strong> mucha virtud,<br />

el cual le instruyó con toda diligencia en el camino<br />

<strong>de</strong> la perfección á que el profeso con tanto fervor anhelaba;<br />

y fué admirable el progreso que hizo en toda suerte do<br />

virtud. Propuso firmemente observar el mas mínimo precepto<br />

y ceremonia dé la .religión , y con todo el rigor posible<br />

los votos prometidos á Dios y al seráfico padre. Ruscaba<br />

con ansia las ocasiones <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>spreciado y mortificado,<br />

no reputándose ménos dichoso en los oprobios do<br />

los hombres, que feliz con las gracias.<br />

Habían discurrido cuatro años que Félix vestía el santo<br />

hábito, y certificados los superiores <strong>de</strong> su virtud, lo <strong>de</strong>stinaron<br />

al oficio <strong>de</strong> limosnero: empleo que pi<strong>de</strong> integridad<br />

<strong>de</strong> vida mas que ordinaria, especialmente habiéndose <strong>de</strong><br />

ejercitar en Roma, ciudad ilustre, populosa y gran<strong>de</strong>.<br />

Aplicóse á este ejercicio con todo cuidado, consi<strong>de</strong>rando<br />

que Dios quería ser servido <strong>de</strong> el no ménos por las plazas<br />

que por los claustros. Era Félix <strong>de</strong> robusta complexión,<br />

hábil para-el trabajo y la fatiga: no le espantaban incomodida<strong>de</strong>s<br />

; porque la ardiente caridad que residía en su<br />

corazón alijeraba la carga <strong>de</strong> su cuerpo. Por las calles iba<br />

casi siempre con la mente elevada en Dios, y con los piés<br />

<strong>de</strong>scalzos, llamándose, como otro David, el Asno. Gustaba<br />

tanto el siervo <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> servir á los religiosos en este<br />

oficio, impuesto <strong>de</strong> la obediencia, que si ocurría salir <strong>de</strong>l<br />

convento para otro negocio, tenia empacho <strong>de</strong> compa-

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