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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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Í^IA i"').<br />

'so confesó gcnoralinenle, y se entregó con lal fervor al<br />

ejercicio <strong>de</strong> todas las virtu<strong>de</strong>s, que admirados todos los<br />

«'eligiosos <strong>de</strong> su fervor-, le dieron el hábito pasado aquel<br />

invierno, y aficionados á su virtud le querian admitir en<br />

el grado <strong>de</strong> clérigo; pero Camilo no quiso admitir este honor<br />

, sino que quiso quedarse en el estado <strong>de</strong>lego. Perseveró<br />

algunos meses en el noviciado, dando un raro ejemplo<br />

<strong>de</strong> todiis las virtu<strong>de</strong>s religiosas; mas con el continuo<br />

l>alir <strong>de</strong>] liábilo en la corva <strong>de</strong>l pié se le volvió á abrir la<br />

llaga antigua, y continuando siempre á empeorarse, no<br />

'^ínn estaba obligado á cumplir el voto, pasó á pedir el<br />

''abito á los padres capuchinos, quienes le admitieron<br />

con inucho gusto segunda vez en su religión , en la que<br />

Perseveró con increíble júbilo <strong>de</strong> su alma , y singular edibeacion<br />

<strong>de</strong> todos los religiosos por espacio <strong>de</strong> cuatro meses;<br />

pero volviéndosele á abrir y renovar la antigua llaga,<br />

le fué forzoso, con íntimo dolor <strong>de</strong> su corazón y <strong>de</strong> tocios<br />

los religiosos que le amaban con singular ternura , <strong>de</strong>jar<br />

segunda vez el santo hábito.<br />

, Convencido Camilo con este suceso, que Dios no le quena<br />

para religioso, <strong>de</strong>terminó aplicarse enteramente á serv¡r<br />

á los enfermos: con esta resolución volvió á liorna , y<br />

ftié á confesarse con el glorioso san t-'ilipe, el cual, nada<br />

' osentido <strong>de</strong> que no se hubiese conformado con su dictá-<br />

^•a , solóle dijo: i Oh , buen Camilo I ¿no te dije que no<br />

vivieses á la religión <strong>de</strong> los capuchinos, porque se te vol-<br />

VeHa á abrir la llaga , y que no persoverarias? Y acari-<br />

^•ndole como solía , continuó en dirigirle. En esta sazón<br />

Se hallaba vacante el oficio <strong>de</strong> admifiistrador ó mayoi <strong>de</strong>mo<br />

I'01 hospital <strong>de</strong> Santiago : pretendióle Camilo, y los dipu-<br />

"Jos <strong>de</strong> dicho bospital, que tenian bien conocida su cari-<br />

» virtud y zelo con los enfermos , se lo dieron con mut''10<br />

gusto : portóse Camilo en este oficio con lanío zelo,<br />

(|iie en breve tiempo redujo aquella casa á un monasterio<br />

J0? reformado ; cuidaba no solo <strong>de</strong> la cura y asistencia<br />

e ios enfermos, sino también <strong>de</strong> las costumbres <strong>de</strong> las<br />

p'sonas qno servían en dicho bospital, procurando inen<br />

todos aquel espíritu <strong>de</strong> piedad y <strong>de</strong> tierna compasión<br />

hácia los enfermos , <strong>de</strong> que él estaba animado; go-<br />

^rnaba con rara suavidad y mansedumbre, mandando nó<br />

'0n palabras ásperas, sino con el ejemplo . y con ser el<br />

JULIO.<br />

primero que ponia mano á la obra: era tiei nisima la caridad<br />

con que asistía a los enfermos, no teniendo asco <strong>de</strong><br />

cosa alguna, lavando con sus propias manos Ies paños<br />

llenos <strong>de</strong> materia y podre, y venciendo con muebo valor<br />

toda repugnancia natural. Introdujo en esta sazón la costumbre<br />

<strong>de</strong> lavar los piés á los enlerraos antes <strong>de</strong> ponerlos<br />

en la cama , y do leer algún libro espiritual mientras se<br />

servia la comida: en el tiempo <strong>de</strong>l carnaval, y en otras<br />

ocasiones en que se bacian públicas diversiones, no se<br />

movia <strong>de</strong>l bospital, porque aquí tenia (odas sus <strong>de</strong>licias ;<br />

obstante los muchos remedios que se le aplicaban , le fué í velaba las noches enteras sobre los enfermos <strong>de</strong> peligro,<br />

forzoso <strong>de</strong>jar el hábito, con gran<strong>de</strong> sentimiento suyo y <strong>de</strong><br />

los padres , que estimaban mucho su eminente virtud; por<br />

cuyo motivo le prometieron que volverían á admitirle<br />

siempre que sanase <strong>de</strong> su Haga ; con esta promesa se partió<br />

Camilo <strong>de</strong>l convento algo consolado ; y se encaminó á<br />

Homa, ya para ganar el jubileo <strong>de</strong>l año santo <strong>de</strong> IfíTS, ya<br />

para curarse <strong>de</strong> su llaga en el mismo bospital don<strong>de</strong> habia<br />

sanado la primera vez; se acomodó pues aquí para servir<br />

9 los enfermos , y cumplió este oficio con tal diligencia y<br />

ardiente caridad , dando tales ejemplos <strong>de</strong> una extraordinaria<br />

virtud , que fué subiendo <strong>de</strong> grado en grado por to-<br />

^os los oficios <strong>de</strong> la casa. Viéndose ya <strong>de</strong>l todo sano <strong>de</strong> su<br />

^3ga, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> mayor perfección, y teniéndose por<br />

obligado al voto que habia hecho <strong>de</strong> ser religioso do san<br />

fraqoisco» resolvió volver á pedir el hábito; comunicó<br />

0*>la su resolución con el glorioso padre san Felipe Neri,<br />

con quien se confesaba, y por cuyos consejos se gobernaba<br />

0,1 todas las cosas: el santo alumbrado <strong>de</strong> Dios le dijo no<br />

H hiciese, porque se le renovaría la llaga y no perseve-<br />

"Pfc: mas Camilo, estimulado <strong>de</strong> sus escrúpulos quj le<br />

para ayudarles en aquel último paso, y tenia un sumo<br />

cuidado <strong>de</strong> que ninguno muriese sin los sacramentos; pero<br />

le afligía mucho ver que los enfermos á pesar <strong>de</strong> su <strong>de</strong>svelo<br />

no eran asistidos como convenia, y que ios sirvientes<br />

eran muy <strong>de</strong>scuidados en prevenirles la comida, hacerles<br />

las camas, aplicarles los medicamentos, y en acudir con<br />

prontitud al socorro cuando los llamaban: pero lo que le<br />

causaba mayor dolor , era ver que los moribundos estaban<br />

<strong>de</strong>stituidos <strong>de</strong> sacerdotes, que en aquel último paso<br />

les inspirasen sentimientos <strong>de</strong> piedad, y les ayudasen á<br />

disponerse para una buena muerte. Deseoso pues <strong>de</strong> remediar<br />

tantos daños, pasaba las noches velando entre los<br />

enfermos <strong>de</strong> mayor peligro , se escondía alguna vez en los<br />

rincones <strong>de</strong> la sala , para ver cómo se portaban los enfermeros,<br />

sí se dormían , ó acudían con prontitud cuando<br />

los llamaban; y si les advertía <strong>de</strong>scuidados, los reprendía<br />

ásperamente , y á veces les <strong>de</strong>spedía; pero como los que<br />

recibía <strong>de</strong> nuevo para el servicio <strong>de</strong> los enfermos no eran<br />

mas diligentes que los que <strong>de</strong>spedía, se <strong>de</strong>sconsolaba muchísimo,<br />

viendo malogrados los esfuerzos <strong>de</strong> su zelo; y<br />

pedía conlínuamente al Señor se dignase proveer á estos<br />

males <strong>de</strong> conveniente remedio. Estando pues una tardo<br />

pensando en lo mucho que pa<strong>de</strong>cían los enfermos por la<br />

negligencia <strong>de</strong> los enfermeros, le vino al pensamiento que<br />

esto no podría remediarse, sino instituyendo una congregación<br />

<strong>de</strong> hombres piadosos y caritativos, para que supliesen<br />

las faltas <strong>de</strong> los asalariados , sirviendo á los enfermos<br />

por amor <strong>de</strong> Jesucristo , y no esperando otra recompensa<br />

<strong>de</strong> su trabajo que la eterna, que el Señor tiene<br />

preparada en el cielo : le ocurrió este pensamiento cerca<br />

<strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong>'la Asunción <strong>de</strong> la Virgen santísima, <strong>de</strong>l altó)<br />

1:182; y luego confiado en la ayuda <strong>de</strong> Dios , resolvió intentar<br />

esta empresa , y aplicar todos los posibles medios<br />

para salir con ella: empezó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego á buscar compañeros<br />

, <strong>de</strong>scubriendo á este fin sus intentos á algunos ministros<br />

<strong>de</strong>l mismo hospital, hombres <strong>de</strong> ftiucha bondad;<br />

recogió en efecto nueve <strong>de</strong> ellos, los cuales aprobando<br />

mucho la i<strong>de</strong>a, se le ofrecieron por inseparables compañeros:<br />

con ellos se juntaba en una pieza gran<strong>de</strong>, que<br />

acomodó en forma <strong>de</strong> oratorio , coa un altar en que colocó<br />

un <strong>de</strong>voto crucifijo <strong>de</strong> escultura <strong>de</strong> ocho palmos: en este<br />

oratorio se juntaban <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber cumplido cenias<br />

obligaciones <strong>de</strong> los enfermos, tenían por largo espacio<br />

oración mental y ejercicios <strong>de</strong> disciplina, <strong>de</strong>cían las letanías<br />

, y se animaban mutuamente á la perfección, hablando<br />

coutinuamenle <strong>de</strong> Dios, y cómo servirían mejor á<br />

los enfermos; perseveraron dos años en estos ejercicios,<br />

basta que el <strong>de</strong>monio incitó algún ministro <strong>de</strong>l hospital,<br />

que fuese á <strong>de</strong>cir á los diputados, que Camilo con aquellas<br />

juntas tiraba á levantarse con el hospital, y excluirles <strong>de</strong>l<br />

gobierno. <strong>Los</strong> diputado?, lemeresos <strong>de</strong> que no so intentase<br />

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