Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

2)6 LA LEYENDA DE 0110.
que habia lomado en su servicio , le vino una grave cnfernu
datl: de la cual entendiendo el sanio que Dios le
quería librar de la cárcel del cuerpo y llevarle para sí,
gozoso y alegre, mandó junlar á los de su casa, que estaban
bien desconsolados y afligidos , y Ies rogó que no se
entristeciesen tanto por su partida, ni por la falta que
pensaban que él les podia hacer, sino que antes se alegrasen
por el bien que él esperaba recibir de la misericordia
del Señor; y porque no los desampararía, sino que
estaría en, parle donde mas los pudiese ayudar. Después
dió la bendición á los sacerdotes y clérigos y á muchos de
la ciudad que habían concurrido por verle: y orando lodos
y ayudándole en aquel trance, resplandeció su roslro
con una nueva claridad y dulzura; y así dió su cspírilu al
que para tanta gloría suya le había criado, llorando lodo
el pueblo la muerte de su sanio pastor: la cual fué á los
2o días de junio, del año del Señor de 466, siendo sumo
ponlíüce Hilario y emperador León. Sepultáronle con gran
solemnidad fuera de la ciudad, en un templo de san Apolinar
que él mismo había consagrado. Hizo nuestro Señor
muchos milagros por el sanio pontífice; y todos los que
venían á su sepulcro alcanzaban-por su inlercesion lo que
pedían. Después pagados algunos afios, estando todavía su
sagrado cuerpo en aquella iglesia, que era pequeña y fuera
de la ciudad, apareció el mismo santo en sueños al
obispo que era de su iglesia, resplandeciente y vestido de
una estola blanca , y de aspecto cano y venerable , y le
mandó que le trasladase á otro lugar mas honroso y decente.
El obispo hizo luego labrar una iglesia y aparejar
un suntuoso altar, y sacóle de donde estaba el sanio cuerpo
; el cual, cuando se descubrió , despidió de sí una fragancia
y olor lan suave, que parecía mas del cielo que de
la tierra , y con gran pompa, solemnidad y devoción fué
trasladado y puesto en la nueva iglesia, renovando nuestro
Señor sus maravillas y milagros, dando á los sordos
oídos, lengua á los mudos, ojos á los ciegos, piés á los cojos,
y salud á los dolientes de cualquier enfermedad. Escribió
san Próspero muchas obras en prosa y en verso, en
que muestra su grande doclríga, las cuales aprobó san
Gelasio, papa, en un concilio romano, y llama á san Próspero
«varón religiosísimo.)) Escribió su vida Juan Antonio
Plaminio, y tráela Surio en el tercer lomo; y hacen mención
de el el Martirologio romano, Genadio , Honorio Augusloduno
y los oíros, que tratan de los escritores eclesiásticos,
y el cardenal Baronio en sus Anotaciones, y en el
quinto y sexto tomo de sus Anales.
* SAN BERNARDO DE MENTÓN , coNFESoa. — Fué por su
nacimiento noble saboyano, y pasó su juventud en inocencia,
penitencia y estudios ¡'crios Cuando tuvo ya mas
edad le propuso su padre un honroso casamiento; pero él
que deseaba consagrarse á Dios, se retiró secretamente
por dedicarse al servicio de la Iglesia, poniéndose bajo la
dirección de Pedro, arcediano de Aoust, con quien hizo
grandes progresos en piedad y sagrada doctrina. En el
año de 966 el obispo de Aoust le hizo arcediano, cuya dignidad
comprendía entonces la jurisdicción de vicario general,
y por consiguienle el gobierno de la diócesis bajo
su obispo. Dedicóse al ministerio de la divina palabra por
el espacio de cuarenta y dos años, emprendiendo misiones
en las vecinas comarcas , principalmenle en los montes,
disipando las antiguas supersticiones que todavía conservaban
aquellos moradores. Fundó dos hospicios en los Al-
DIA 15.
pes , conocidos ahora bajo las denominaciones de Grande
y Pequeño San Bernardo, servidos desde el principio con
exactilud y generosidad por canónigos regulares de San
Agustín, siendo Bernardo su primer prelado. Después de
haber asegurado socorros para aquellos pobres, marchó á
llevar la luz de la fé á los pueblos de la Lombardía, simados
en la falda de aquellos montes. San Bernardo murió
en Novara, de ochenta y cinco años de edad, el día 28 de
mayo de 1008. La cabeza de este sanio se muestra en una
rica urna en Montc-Joyc, que tiene su mismo nombre en
la diócesis de Aoust.
SAN LANDEMNO, ABAD.— Fué de noble cuna , y nació en
Vaux, cerca de Bapaume, el año 623, recibiendo una educación
esmerada y piadosa de san Auberlo , obispo de
Cambray. Pero después entregado á.las lisonjas y seducciones
de sus palíenles , descuidó Landelino las máximas
que habia aprendido del santo obispo, y se entregó insensiblemenfe
á urus vida delício.a y distraida**En medio de
su desarreglo, la muerte repentina de «no de sus compañeros
le ocasionó tal terror , que entró seriamente en sí
mismo , y con la mas profunda compunción, fué á arrojarse
á lus píes de san Auberío, que nunca habia dejado
de orar jop su conversión. El obispo lo puso en un austero
monasterio, para qua hiciese penitencia algunos años; y
fué tan extraordinario su fervor y tan grande su contrición,
que mereció ser ordenado de diácono, y cuando tuvo
treinta años de sacerdote. Pero el santo penitenie, con
sus pecados pasados siempre á la vista, pidió licencia para
irlos á llorar á una soledad con sania penitencia, y se retiró
á Lauhach, llamado ahora Lobes, lugar desierto sobre
las riberas del Sambra. Juntándosele olías varias perscnas
é imílando su método de vida, aunque al principio vivieron
en celdas separadas , después fueron los fundadores
de la grande abad a de Lobes, por los años de 63i.
Landelino, que se consideraba indigno , no pudo soportar
el verse cabeza de una comunidad religiosa de santos; y
luego que vió bien arreglada aquella casa, nombró á su
discípulo san Ursmaro para que fuese el primer abad. Los
reyes de Francia le hicieron donación de grandes estados,
que él dejó á su monaslerío de Lobes. Fundó olrcs vat ios
asilos de piedad, y los dejó á lodos bien organizados, empleando
el tiempo que le sobraba de sus obligaciones, en
instruir y predicar al pueblo, y en hacer otras obras de
caridad , hasta que vino la muerte á acabar con el curso
de su vida, en el mes de junio del año 6S0, en un monasterio
que también habia fundado él cerca de Yalencienres.
SA:; ESIQUIO Y SAN JULIO , SOLDADOS Y MÁRTIULS. — En
tiempo del emperador Dioclecíano, gobernando la Misia el
prefeclo Máximo, fueron estos dos santos presos en Dorosloro,
y después de haber confesado á Jesucristo, derramaron
su sangre por defender su religión.
SANTA BENILDA , MÁIVIIR. — En este día, que era el s¡-
gaiente al martirio de los santos Anastasio, Félix y Digna,
repitióse en la ciudad de Córdoba, en España, el mismo
horroroso espectáculo, en la esclarecida mujer santa Benilda.
Era esta natural de Córdoba, de muy avanzada
edad, y S':gun nos refiere san Eulogio, se presentó á los
jueces con tanta serenidad y valor, que lodos los presentes
quedaron espantados. Pero el juez, no pudiendo sufrir
ÍUS imprecaciones y amenazas, mandó que la degollasen.
Ejecutóse esla sentencia el día 1S de junio do 8í>:l, y su
cuerpo , según costumbre de les moros, fué puesto como