Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

530 LA LIÍYIÍM) A DK ORO. DÍA 19.
ron la ciudad después de su muerte y se retiraron á la
Esclavonia, donde continuaron ejerciendo su profesión
y practicando las virtudes cristianas. Pasado algún tiempo
, Licinio, hijo de la emperatriz Elpidia, los llamó á su
córte para que dirigiesen la conslruccion de un templo
quequeria levantará los dioses. Efectivamente empezaron
los sanios la obra, y distribuían á los pobres cristianos
todo el fruto de su trabajo, y cuando ya el templo se habia
concluido y estaban colocadasen él las eslatuas de los
dioses. Floro y Lauro juntaron todos los cristianos que encontraron
, y todos juntos fueron de noche al lemplo, hicieron
pedazos los ídolos y plantaron en su centro una
gran cruz. Al siguiente dia , cuando supo Licinio el atenlado
hizo prender á los dos hermanos y á cuantos cristianos
habia en sus dominios , Ies mandó ofrecer incienso á
los ídolos , y como no queriesen ceder de su propósito,
dispuso que delante del mismo templo los degollasen á
todos, como se efectuó. Colócase este martirio á mediados
del siglo lí, y sus cuerpos después de muertos fueron
echados en un pozo muy hondo.
SAN LEÓN Y SANTA JÜUANA , MÁamKS.—Derramaron su
sangre por la fé de Jesucristo en los primeros siglos del
cristianismo, y después de haber padecido varios tormentos
, fueron ahogados enel mar, junto á la ciudad de
Mira, en la Licia.
SAN FERMÍN, OBISPO Y CONFESOR.—Fué el onceno obispo
de Melz, en Francia, consagrado por el papa san Símaco-
Asistió á varios concilios, escribió un libro de .Sacri/ício
Missas, hizo dos viajes á Roma para tratar asuntos dedisciplina,
sufrió muchas persecuciones y trabajos por la fé
católica, combatió con santo zelo la herejía, y murió
en la dichosa paz de Dios el dia 18 de agosto del ano del
Sefíor Í9G.
DIA 19.
SAN LUIS, OBISPO T CONFESOR.—Maravilloso ejemplo de
humildad y menosprecio del mundo nos dejó el glorioso
ponlíOce y humilde fraile de san Francisco san Luis, sobrino
deolro san Luis, rey de Francia, é hijo de Carlos
el 11, rey de Francia y Sicilia , y conde de la Provenza;
pues siendo el mayor de sus hermanos, y sucesor en estos
reinos y estados de su padre, poniendo los ojos en el
cielo y conociendo lo poco que valen todas las cosas de la
tierra, se abrazó con Cristo crucificado, y se vistió de un
pobre hábito del seráfico padre san Francisco, estimando
mas aquella santa y divina pobreza , que lodos los haberes
y tesoros del mundo. La vida de este glorioso confesor, sacada
de la bula de su canonización; y referida por el P. Fr.
Lorenzo Surio, en su cuarto tomo, y en otra parle por san
Antonino de Florencia, y mas largamente del quinto libro
déla segunda parte de la Crónica délos Menores, fué de
esta manera.
Nació san Luis, obispo, en un lugar de la Provenza, cerca
de Marsella , llamado Brincóla: otros dicen que en Mucera
de los Paganos, como lo refiere Pedro Rodulfo, fraile
de san Francisco, en la Historia de su órden, que dedicó á
Sixto V.lib. t. Su padre fué Carlos 11 ,hijode Carlos I, que
llamaron Martel, rey de Nápoles y Sicilia, y hermano de
san Luis, rey de Francia. Su madre fué María, hija del
rey dellngría: la cual tuvo tres hermanos reyes y santos,
Esteban, Ladislao y Enrique ; y á Isabel do Uungiía, su
lia, también santa.
Andando , pues, muy encendida la guerra entre el rey
don Pedro de Aragón y Carlos, rey de las dos Sicilias,
hermano de san Luis, rey de Francia, fué preso del rey do
Aragón Carlos, el II, é hijo del I, en una batalla muy sangrienta
que tuvieron por mar. Llevaron á Carlos preso á
Barcelona, y andando el tiempo se concertaron los dos reyes
, é hicieron paces con ciertas condiciones; y para
cumplimiento de ellas, saliendo el rey Carlos de la prisión,
quedaron en rehenes en su lugar tres hijos suyos , Luis,
que era el mayor, y Roberto , que le sucedió en el reino,
por haberle dejado san Luis y Raimundo, que era el tercero.
Siete afios estuvieron presos en Barcelona estos tres
hermanos. Aprovechándose san Luis de aquella soledad y
haciendo déla necesidad virtud, se ocupaba en el esludio
de las buenas letras y en la oración : porque como él era
temeroso de Dios, juzgaba que aquella prisión le podia ser
causa de muchos y grandes bienes, como lo fué , que las
almas puras de todo sacan provecho. Estudió suficientemente
gramática, lógica, filosofía natural y moral, y la
santa teología, de manera, que disputaba en público y en
secreto admirablemente: y aunque él tenia buen ingenio
y mucho tiempo para estudiar, y excelentes maestros de
la órden de San Francisco y Santo Domingo, para poder
alcanzar la sabiduría que alcanzó; todavía era tan rara,
que no parecia aprendida por los libros, sino divina y
dada del cielo.
Era hermoso sobre manera, y mas en el alma que en el
cuerpo; porque desde niño fué honestísimo, enemigo de
palabras livianas y de conversación de mujeres, y no habia
delante de él quién se descompusiese en esta parte. Y
para guardar mas perfectamente la joya preciosa de su
castidad, era muy templado en el comer y beber, y afligía
su cuerpo tierno y delicado, disciplinándose muchas veces
con cadenas de hierro, trayendo en lugar de camisa estameña
áspera , y ciñéndose una cuerda gruesa de muchos
nudos á raíz de la carne, y sujetándola de esta manera al
espíritu. Fué tan grande el recalo que este santo mozo tuvo
de hablar y tratar con mujeres, que el papa Juan XXII
dice en la bula de su canonización, que fuera de su madre
y hermanas, jamás habló á solas con otra mujer alguna.
Cuando salió de la prisión de Barcelona, queriendo la reina
de Francia, que era su prima hermana, abrazarle y
besarle en el rostro, al uso de su patria, nunca lo consintió:
y queriendo hacer otro tanto en Nápoles la reina, su madre,
desvió el santo el rostro para que no le besase: y diciéudole
la reina, su madre: Hijo mió, ¿no soy yo tu madre,
que seguramente puedo hacer esto? Respondió el casto
mancebo : Bien sé yo , señora, que vos sois mi madre;
pero también sabéis vos que sois mujer, y que no conviene
besar á los siervos de Dios.
Otra vez visitando á la reina de Aragón, que era su hermana,
nunca se pudo acabar con él que la mirase el rostro
; y así tuvo sus ojos tan enfrenados y fué tan señor do
sí, que no se halla que en algún tiempo mirase á alguna
mujer. Con este ejemplo tan raro y tan admirable, pegó á
otros caballeros y criados suyos el mismo amor á la castidad;
porque con sola su vista los encendía á ella: y en su
muerte se vió salir de su boca una flor como una rosa colorada
muy hermosa, en prueba de su honestidad; y porque
sabia que ninguno puede ser casto sino es por don de
Dios, se dió mucho á la oración , y cuando sus hermanos
y otros caballeros dormían , él se levantaba y lloraba con