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DÍA i 6.<br />
gion, y él se lo dió, y fueron tantos, que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> aquel<br />
breve tiempo se hizo en aquella ciudad un insigne convento<br />
<strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n f y fué el primero que fundó san'Jacinto:<br />
el cual <strong>de</strong>jando por prior <strong>de</strong> él á Fr. Hernianno, prosiguió<br />
con los otros sus compañeros su camino hasta llegar<br />
á Cracovia. Allí fué recibido como un ángel venido <strong>de</strong>l<br />
cielo, con común regocijo y extraordinario aplauso <strong>de</strong> todos<br />
los eclesiásticos y seglares <strong>de</strong> aquella nobilísima ciudad,<br />
acordándose <strong>de</strong> la nobleza <strong>de</strong> su linaje, y que habia<br />
sido canónigo <strong>de</strong> Cracovia, y que era sobrino <strong>de</strong>l obispo,<br />
y que el sumo pontífice muy encarecidamente se les encomendaba<br />
en las letras apostólicas que traia ; y mucho<br />
mas creció este contento y benevolencia, <strong>de</strong>spués que le<br />
conversaron y le vieron tan santo , tan humil<strong>de</strong> , tan menospredador<br />
<strong>de</strong> sí mismo y <strong>de</strong> todas las cosas déla tierra,<br />
y tan suave y humano en su trato, y tan celoso <strong>de</strong>l bien<br />
<strong>de</strong> sus almas: y así trataron luego <strong>de</strong> darle una <strong>de</strong> sus<br />
mayores iglesias que habia en la ciudad, para que en ella<br />
fundase un monasterio ; y para esto escogieron la iglesia<br />
<strong>de</strong> la Santísima Trinidad, que era la mayor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
la catedral.<br />
En esta iglesia edificó san Jacinto un famoso convento,<br />
y el obispo, su tic, le enriqueció <strong>de</strong> ornamentos, cálices,<br />
cruces, imágenes y <strong>de</strong> otras cosas necesarias para el culto<br />
divino : y el mismo pueblo (que estaba ya movido y muy<br />
<strong>de</strong>voto á san Jacinto), acudía con mucha Uberalidad á la<br />
fábrica <strong>de</strong>l nuevo monasterio, el cual fué tan suntuoso y<br />
tan insigne, qur algunos reyes <strong>de</strong> Polonia le escogieron<br />
para su sepultura. Pero lo que mas ayudó al ediücio <strong>de</strong><br />
este santo monasterio y <strong>de</strong> los otros, que andando el tiempo,<br />
en varias partes san Jacinto fundó, y lo que mas gracia,<br />
peso y lustre dió á este bienaventurado padre, para<br />
que todas sus acciones y empfesas fuesen gratas al Señor<br />
y resplan<strong>de</strong>ciesen en los ojos <strong>de</strong> los hombres, fué el favor<br />
que tuvo <strong>de</strong> la sacratísima Virgen María nuestra Señora,<br />
<strong>de</strong> la cual él (como su padre santo Domingo) era <strong>de</strong>votísimo<br />
: porque esta divina Señora le tomó <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus<br />
alas y protección, y muchas veces le regalaba y favorecía;<br />
y con tal amparo y ayudadora, no es mararilla, que san<br />
Jacinto intentase cosas gran<strong>de</strong>s en servicio <strong>de</strong> su benditísimo<br />
Hijo, que se engolfase en mares tan anchos y profundos,<br />
y que llegase al <strong>de</strong>seado puerto <strong>de</strong> su navegación.<br />
Entre otros se cuenta un singular favor que esta Reina <strong>de</strong>l<br />
cielo hizo á san Jacinto el año <strong>de</strong> 1221 en la vigilia <strong>de</strong> su<br />
gloriosa Asunción; porque estando el bienaventurado padre<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l altar <strong>de</strong> la Virgen contemplando la gloria<br />
con que habia subido al cielo, y el triunfo con que habia<br />
sido recibida do toda la córte celestial, bajó súbitamente<br />
una luz divina sobre el altar, y en medio <strong>de</strong> ella la soberana<br />
Princesa <strong>de</strong> lodo lo criado, acompañada <strong>de</strong> innumerables<br />
ángeles: y volviéndose con aspecto blando y amoroso<br />
á san Jacinto, le dijo : Huélgate, Jacinto , hijo mió,<br />
Porque tus oraciones son muy gratas á mi Hijo y á mí.<br />
^n por cierto que todo lo que por mi intercesión le pidieres<br />
lo alcanzarás. Dicho esto <strong>de</strong>sapareció la Virgen ; y al<br />
Partirse se oyó una música tan suave y con tanta diferencia<br />
<strong>de</strong> voces é instrumentos, que no hay lengua humana<br />
lúe lo pueda explicar. Quedó san Jacinto tan favorecido<br />
y tan regalado <strong>de</strong> la Virgen, y con tanta confianza, que<br />
|e parecía que ninguna cosa pediría al Señor que no se<br />
'a concediese, mediante la intercesión <strong>de</strong> su sacratísima<br />
Madre.<br />
AGOSTO.<br />
Habiendo, pues, el santo fundado el convento <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n<br />
en Cracovia, <strong>de</strong>l cual como <strong>de</strong> fuente se <strong>de</strong>rivaron<br />
otros muchos por todo el reino <strong>de</strong> Polonia, <strong>de</strong>terminó plantar<br />
aquella nueva y celestial planta por otras naciones y<br />
reinos, y alumbrarlos con la predicación <strong>de</strong>l Evangelio,<br />
que era el principal fin para que su sagrada ór<strong>de</strong>n se habia<br />
instituido. Para esto envió áFr. Ceslao, su compañero,<br />
y á Fr. Gerónimo á la ciudad <strong>de</strong> Praga, que es cabeza <strong>de</strong>l<br />
reino <strong>de</strong> Bohemia, á don<strong>de</strong> llegaron y predicaron , y edificaron<br />
un insigne convento , con la invocación y nombre<br />
<strong>de</strong> San Clemente, papa y mártir (el cual, en tiempo <strong>de</strong>l<br />
emperador Ferdinando se dió á los padres <strong>de</strong> la Compañía<br />
do Jesús , para fundar allí un colegio; porque los padres<br />
predicadores lenian su convento en la iglesia <strong>de</strong> Santa<br />
Inés): y <strong>de</strong>jando allí en Praga al bienaventurado Ceslao,<br />
Fr. Gerónimo, su compañero , pasó á la ciudad <strong>de</strong> Uratislavia,<br />
y allí edificó una iglesia en honra <strong>de</strong> san Adalberto,<br />
y fundó otro convento <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n; y en él, rico <strong>de</strong> merecimientos<br />
y esclarecido con milagros, gloriosamente acabó<br />
su peregrinación. Pero nuestro santo Fr. Jacinto tomó<br />
el camino mas hácia,levante, y entró en la provincia <strong>de</strong><br />
la Rusia meridional, hasta llegar al ducado <strong>de</strong> Kiow, y<br />
predicó en la ciudad <strong>de</strong> Kiovia ó hizo grandísimo fruto en<br />
ella, y edificó un convento muy principal, que <strong>de</strong>dicó á la<br />
gloriosa Virgen , su especial abogada y palrona, confirmando<br />
el Señor la predicación <strong>de</strong> su siervo con muchos<br />
milagros que por él hacia; y tuvo muchos trabajos y graves<br />
persecuciones por enseñar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la verdad católica<br />
<strong>de</strong> la Iglesia romana, porque á la sazón era duque<br />
<strong>de</strong> aquella tierra Valdomiro, muy dado á los ritos y ceremonias<br />
<strong>de</strong> los griegos , y contrario á la santa Iglesia romana<br />
: y por el temor que tenia este príncipe que san Jacinto<br />
con su vida y doctrina habia <strong>de</strong> reducir aquellos<br />
pueblos á la obediencia y creencia <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> apostólica,<br />
pretendió echarle <strong>de</strong> su tierra; pero estando el en este propósito<br />
, entraron los tártaros con gran braveza y furor en<br />
la provincia <strong>de</strong> Kiow, y llegaron hasta Kiúvia, don<strong>de</strong> el<br />
santo residía: el cual, acabando <strong>de</strong> celebrar el sacrosanto<br />
sacrificio <strong>de</strong> la misa, entendiendo que los bárbaros habían<br />
llegado ya á los muros <strong>de</strong> la ciudad, revestido como estaba,<br />
tomó con mucho sosiego y constancia el santísimo Sacramento<br />
<strong>de</strong>l altar , y dijo á sus frailes que le siguiesen.<br />
Haliia en la misma iglesia una imagen <strong>de</strong> nuestra Señora,<br />
<strong>de</strong> alabastro, hermosísima y <strong>de</strong> mucho peso, <strong>de</strong> la cual el<br />
santo era muy <strong>de</strong>voto: y como él se fuése sin ella, le habló<br />
la imagen y le dijo : Hijo mió Jacinto, ¿cómo me <strong>de</strong>jas?<br />
Llévame en tu compañía y no me <strong>de</strong>jes, para que me<br />
ultrajen mis enemigos : y como el santo respondiese, que<br />
cómo podía llevar aquella imagen pesando tanto; replicó<br />
la Virgen : Tómala, que mi Hijo te la hará lijera y fácil<br />
<strong>de</strong> llevar. Entonces el santo se llegó con muchas lágrimas<br />
y reverencia á la imágen , y tomóla en sus brazos , y con<br />
ella (que no lo pesaba mas que una caña ), y con el santísimo<br />
Sacramento, acompañado <strong>de</strong> sus religiosos, se salió<br />
<strong>de</strong>l convento y <strong>de</strong> la ciudad por la otra parte á don<strong>de</strong> aun<br />
no habían llegado los tártaros. Salido pues <strong>de</strong> Kiovia, tomó<br />
su camino para Cracovia : y pasando por una ciudad<br />
llamada Gadufria, le fué forzoso <strong>de</strong>tenerse en ella algunos<br />
dias para predicar allí y cumplir con la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> aquella<br />
gente, que se movió á tanta <strong>de</strong>voción por los sermones<br />
<strong>de</strong> san Jacinto, que edificó en breve un gran convento, y<br />
le pobló <strong>de</strong> religiosos; y <strong>de</strong>jándoles por prelado á su com-<br />
TOMO II<br />
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