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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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522 LA LEYENDA<br />

jtafíero Fr. Benito, lornó á Cracovia, don<strong>de</strong> íuó recibido<br />

con increible alegría y regocijo do toda la ciudad, y allí<br />

la imagen <strong>de</strong> alabastro <strong>de</strong> la Virgen que habia llevado<br />

consigo, volvió á su naturaleza y so hizo pesada como antes.<br />

Aquí estuvo el resto <strong>de</strong> su vida, trabajando valerosamente<br />

en la viña <strong>de</strong>l Seflor, y fundando muchos monasterios,<br />

no solamente en el reino <strong>de</strong> Polonia, sino en los otros<br />

mas apartados, y gobernándoles por espacio <strong>de</strong> cuarenta<br />

años que fué provincial; y cargado <strong>de</strong> años y <strong>de</strong> santas<br />

obras y merecimientos, abrasado <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong>l Señor, <strong>de</strong>seoso<br />

<strong>de</strong> salir <strong>de</strong> esle <strong>de</strong>stierro largo y penoso y gozar <strong>de</strong><br />

su bienaventurada vista, suplicó á su divina Slajestad que<br />

le sacase <strong>de</strong> esta vida; y el Señor se lo concedió, y le reveló<br />

que el dia <strong>de</strong> la Asunción <strong>de</strong> la Virgen (<strong>de</strong> cuya fiesta<br />

él era <strong>de</strong>votísimo) le cumplirla su <strong>de</strong>seo. Cayó enfermo un<br />

dia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber celebrado la fiesta <strong>de</strong> su padre santo<br />

Domingo, <strong>de</strong> una recia calentura, que le duró hasta que le<br />

acabó. La vigilia <strong>de</strong> la misma Asunción , estando ya muy<br />

apretado <strong>de</strong> la enfermedad , hizo llamar á los padres ancianos<br />

<strong>de</strong>l convento <strong>de</strong> Cracovia, y les encomendó que<br />

guardasen con gran vigilancia lo que él les habia enseñado<br />

<strong>de</strong> boca <strong>de</strong> su padre santo Domingo, y la blandura y<br />

mansedumbre <strong>de</strong> corazón, y principalmente la caridad y<br />

amor entre sí, y á la santa pobreza y <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z do todas<br />

las cosas <strong>de</strong> la tierra; porque esle (dijo) es el testamento<br />

<strong>de</strong> la vida eterna, y el camino seguro, por el cual habéis<br />

<strong>de</strong> llegar á la bienaventuranza. Acabadas estas palabras,<br />

calló, y el dia siguiente, habiendo oido con mucha <strong>de</strong>voción<br />

y regalo <strong>de</strong> su espíritu el oficio <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> la<br />

Asunción, recibidos los santos Sacramentos y alzados los<br />

ojos al cielo, dijo con mucho fervor el salmo 30 , que comienza:<br />

«En tí, Señor, esperé: » y cuando llegó al postrer<br />

verso : «En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu<br />

,» dió el suyo al Señor, que para tanta gloria suya lo<br />

babia criado, á los 13 <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1237,<br />

y á los setenta y cuatro <strong>de</strong> su edad. El sentimiento que<br />

hicieron sus bienaventurados hijos viéndose huérfanos <strong>de</strong><br />

lal padre, y toda la ciudad <strong>de</strong> Cracovia por haber perdido<br />

tal maestro y pastor, no se pue<strong>de</strong> fácilmente explicar. El<br />

obispo <strong>de</strong> Cracovia , acompañado <strong>de</strong>l clero y <strong>de</strong> toda la<br />

ciudad vino al convento, y con sus propias manos puso el<br />

cuerpo <strong>de</strong>l santo en el sepulcro, y antes que le sepultase,<br />

estando aun en las andas , trajeron allí un caballero, que<br />

<strong>de</strong>spenado <strong>de</strong> un caballo furioso y <strong>de</strong>sbocado acababa <strong>de</strong><br />

espirar; y poniéndole encima <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong>l santo, al punto<br />

se levantó vivo y sano, y dijo : que habia subido hasta<br />

los cielos en compañía <strong>de</strong> san Jacinto.<br />

Pero no fué solo este milagro que el Setíor obró por<br />

san Jacinto en vida y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto; antes fueron<br />

casi innumerables, y muchos <strong>de</strong> ellos muy notables y<br />

por sor tantos, seria cosa muy larga y fuera <strong>de</strong> mi<br />

propósito quererlos aquí todos referir. En el proceso<br />

que se presentó para su canonización, se ponen casi<br />

mil milagros <strong>de</strong> personas que cobraron salud por su intercesión,<br />

estando dolientes y con graves enfermeda<strong>de</strong>s,<br />

<strong>de</strong> dolor <strong>de</strong> cabeza, <strong>de</strong> ojos, <strong>de</strong> muelas, dientes, déla<br />

garganta, <strong>de</strong>l cuello, <strong>de</strong> la lengua, <strong>de</strong> la boca, délos<br />

oídos y <strong>de</strong>l pocho , <strong>de</strong>l corazón, <strong>de</strong>l estómago y <strong>de</strong> otras<br />

partes interiores, <strong>de</strong> pies y <strong>de</strong> manos y <strong>de</strong> todo el cuerpo,<br />

<strong>de</strong> calentura, <strong>de</strong> cólica, <strong>de</strong> gola coral, <strong>de</strong> bubas, <strong>de</strong> perlesía,<br />

tísica é hidrope.^í i, <strong>de</strong> heridas y <strong>de</strong> golpes; y finalmente<br />

. no hay casi género <strong>de</strong> dolencia que no haya cura-<br />

DE ORO. DÍA 10.<br />

do este bienaventurado padro. Dejó á los que libró <strong>de</strong> pestilencia,<br />

y á las mujeres que peligraban en el parto y ^<br />

los que eran atormentados do los <strong>de</strong>monios, que fueron<br />

muchos, y no ménos á los que estando ya para morir, los<br />

<strong>de</strong>tuvo y alcanzó mas largos plazos <strong>de</strong> vida. Solo quiero<br />

<strong>de</strong>cir, que viviendo resucitóá dos muertos, y <strong>de</strong>spués do<br />

su glorioso tránsito, sin el caballero que dijimos que resucitó<br />

ántos que pusiesen su sagrado cuerpo en la sepultura,<br />

fueron otros muchos los muertos á quienes restituyó la vida<br />

y no solamente á niños y niñas y criaturas muertas en el<br />

vientre <strong>de</strong> su madre y á hombres y mujeres, sino también<br />

á algunos animales, caballos , rocines , terneras y hasta á<br />

los pollos les cupo esta gracia por intercesión <strong>de</strong> san Jacinto,<br />

á quien parece que nuestro Señor habia hechoseñor<br />

<strong>de</strong> la salud y <strong>de</strong> la enfermedad, <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong> la vida;<br />

pues tan fácilmente la podia alcanzar <strong>de</strong>l Señor con<br />

sus oraciones como lo podrá ver quien quisiere en la vida<br />

<strong>de</strong> esle sanio, que escribió en lalin el P. Fr. Severo do<br />

Cracovia, y en castellano el P. Fr. Diego Mas, ambos<br />

maestros en sagrada teología, y <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Predicadores.<br />

Yo solo referiré aquí lo que aconteció cuando fué h<br />

predicará la provincia <strong>de</strong> Kiow , y fué , que yendo á Visogrod<br />

, ciudad <strong>de</strong> aquel ducado, que está puesta sobre la<br />

ribera <strong>de</strong> un riocaudaloso y no teniendo barco en que pasarle,con<br />

el <strong>de</strong>seo gran<strong>de</strong><strong>de</strong>llegar á la ciudad á tiempo quo<br />

pudiese predicar; viendo que no habia otro remedio, se<br />

quitó el santo su capa, y tendiéndola sobre el rio, pasaron<br />

él y sus compañeros sobre ella como si fuera barca, y lo<br />

mismo le sucedió cuando salió <strong>de</strong> Kiow con el santísimo Sacramento<br />

en una mano y la imagen <strong>de</strong> nuestra Señora en la<br />

otra, huyendo <strong>de</strong> los tártaros: que llegando al famoso rio<br />

Boristenes, como no pareciese por toda aquella ribera<br />

barco para pasarle, confiado en la divina misericordia,<br />

echando la bendición al rio se entró por él, y le pasó á<br />

pié enjuto, sin mojarse ni aun las suelas <strong>de</strong> los zapatos: y<br />

<strong>de</strong> esta manera le siguieron los frailes que le acompañaban<br />

: y sucedió en esto milagro otro mayor milagro que<br />

áe cuenta en el próceso ; y es, que en el mismo rio quedó<br />

la huella y pisadas <strong>de</strong>l santo estampadas en las aguas, y<br />

dicen , que hoy en dia se ven y quo <strong>de</strong> un cabo <strong>de</strong> rio á<br />

otro se <strong>de</strong>scubre una como senda, como pisadas <strong>de</strong> hombre<br />

que pasó por allí, que es cosa particular y prodigiosa<br />

y digna <strong>de</strong> admiración, aunque para Dios no hay cosa<br />

imposible.<br />

Después <strong>de</strong> muerto apareció muchas veces el santo á<br />

varias personas que se encomendaban á él ó le pedían favor,<br />

y hubo algunas revelaciones <strong>de</strong> su gloria. El mismo<br />

obispo <strong>de</strong> Cracovia que le habia enterrado, y sollamaba<br />

Prandcta , habiendo quedado cansado <strong>de</strong> aquella piadosa<br />

obra <strong>de</strong>l entierro, poniéndose á <strong>de</strong>scansar un poco, vió<br />

una larga procesión <strong>de</strong> ángeles vestidos <strong>de</strong> albas blancas,<br />

y á dos varones ancianos y venerables, al uno con una<br />

mitra en la cabeza y con báculo pastoral en la mano, que<br />

era san Estanislao, obispo <strong>de</strong> Cracovia, y al otro vestido<br />

con el hábito do Predicadores, resplan<strong>de</strong>ciendo como el<br />

sol, y este era san Jacinto, y traia dos coronas en la cabeza<br />

<strong>de</strong> virgen y doctor. Y una monja, que ya habia cuarenta<br />

años que oslaba encerrada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

monasterio, sirviendo al Señor con raro ejemplo <strong>de</strong> santidad;<br />

el dia en que murió el santo, estando en oración, vio<br />

bajar <strong>de</strong>l cielo una luz clarísima sobre el convento <strong>de</strong> Predicadores,<br />

y la sacratísima Virgen en una procesión <strong>de</strong>

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