Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DIA 31<br />
Pascual su <strong>de</strong>voto: y queriéndose llegar al sanio se lo estorbó.<br />
A otras muchas personas apareció <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto<br />
haciéndoles muchos beneficios. liase aparecido muchas veces<br />
trayendo el pecho abierto, y en el corazón esculpido<br />
con letras <strong>de</strong> oro el dulce nombre <strong>de</strong> Jesús , como otro<br />
san Ignacio mártir: por lo cual so pue<strong>de</strong>n llamar entrambos<br />
<strong>de</strong>íferos, que con amor <strong>de</strong> serafines amaron á Dios.<br />
<strong>Los</strong> milagros que ha obrado el Señor por su siervo <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> muerto, son innumerables. Como no pudiese una<br />
doncella con lamparones llegar al cuerpo <strong>de</strong> san Ignacio,<br />
cuando le enterraron, por el gran concurso <strong>de</strong>l pueblo;<br />
luego que le tocaron con un pedazo <strong>de</strong> su vestidura, sanó.<br />
Las llores y rosas que estuvieron sobre su cuerpo dieron<br />
salud á muchos enfermos. El padre Nicolás <strong>de</strong> líobadilla,<br />
uno <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong> san Ignacio, habiendo estado muchos<br />
años enfermo , al punto que se echó en la cama <strong>de</strong>l<br />
santo, estuvo bueno.<br />
Cuando se trasladó el cuerpo <strong>de</strong> san Ignacio, se oyó por<br />
dos dias en su sepulcro música <strong>de</strong>l cielo, y armonía <strong>de</strong><br />
dulces voces; viéionse también <strong>de</strong>ntro luces como estrellas<br />
resplan<strong>de</strong>cientes. Luego <strong>de</strong>spués que murió, publicaron los<br />
<strong>de</strong>monios su muerte ygran<strong>de</strong>gloria, forzándoIcsDios á engran<strong>de</strong>cer<br />
á quientanto aborrecían. Estando conjurando una<br />
mujer en la ciudad <strong>de</strong> Trápana, en Sicilia, forzó Dios al <strong>de</strong>monio<br />
á <strong>de</strong>cir que su enemigo Ignacio ya era muerto , y<br />
estaba en el cielo entre los otros fundadores <strong>de</strong> religión,<br />
santo Domingo y san Francisco. <strong>Los</strong> muertos que ha resucitado<br />
son muchos, por lo ménos doce: uno en Manresa,<br />
dos en Munebrega , otro en Barcelona <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto<br />
el santo, como advierte el eminentísimo señor car<strong>de</strong>nal<br />
Ludovisio; porque cuando vivia resucitó á otro hombre en<br />
la misma ciudad , otro en Pardos cerca <strong>de</strong>Calatayud, dos<br />
en Granada, otro en Gandía, otro en Kápoles, otro en Mallorca<br />
, otro en Carpentós <strong>de</strong> Francia, otro en Méjico, en<br />
las Indias : don<strong>de</strong> son tantos los milagros que ha obrado<br />
este sanio , que ha ganado tan <strong>de</strong> corazón el afecto <strong>de</strong> tddos,<br />
que en toda la Nueva España es fiesta <strong>de</strong> guardar su<br />
dia y en otras muchas parles. A un hombre llamado Benito<br />
López, le salieron por las espaldas cinco hombres<br />
dándole recias estocadas, hasta que le <strong>de</strong>rribaron <strong>de</strong>l caballo.<br />
En esta ocasión se encomendó á san Ignacio, y al<br />
punt,o le apareció allí el santo : y cogiendo el manteo con<br />
ambas manos le <strong>de</strong>fendió, y apartó las espadas <strong>de</strong> los que<br />
lo tiraban estocadas : y habiendo ahuyentado el sanio<br />
aquellos facinerosos, <strong>de</strong>sapareció, hallándose Benito sano<br />
Y bueno <strong>de</strong> las heridas mortales que antes había recibido.<br />
En Roma tenia una honesta matrona muy malo á un hijo<br />
suyo ; llegándose el dia <strong>de</strong> este glorioso sanio , se<br />
1° encomendó con mucho aféelo;- y a la maüana <strong>de</strong><br />
Su víspera halló á su hijo bueno y sano, diciendole el<br />
misino muchacho, porque san Ignacio había venido, y<br />
índole salud, tocándole con la mano en el rostro y manado<br />
que se levantase. Pidió luego <strong>de</strong> comer; mas al punjo<br />
lo provocó, sucediendo esto dos ó Ires veces, hasta que.<br />
la madre maravillada <strong>de</strong> aquello, dijo: Sin duda que d<br />
Santo quiere que ayunes su víspera. Diólc <strong>de</strong>spués á comer<br />
<strong>de</strong> vigilia, y abrazó muy bien el estómago la comida,<br />
^ admiración <strong>de</strong> todos. En Galicia sucedió un incendio <strong>de</strong><br />
llrios gran<strong>de</strong>s montes, que perseveró por algunos dias: ve-<br />
"iale trayendo un recio viento á las mieses y poblado, tan<br />
cercano ya, que no fallaban cuatro pasos. Entonces un<br />
<strong>de</strong>voto hombre tomó una imagen <strong>de</strong> san Ignacio, arroján-<br />
TOMO 11.<br />
JULIO.<br />
U9<br />
doía don<strong>de</strong> estaba mas crecida la llama, y amenazaba<br />
mayor mal; y al punto se apagó el fuego. Yisto el milagro,<br />
una piadosa mujer, quevió echar la imagen, por <strong>de</strong>voción<br />
que lo dió <strong>de</strong> adorarle, se metió entre los tizones calientes<br />
que estaban humeando, y sin reparar en nada, metió la mano<br />
entre ellosy las cenizas y rescoldo sin sentir daño alguno,<br />
sacando la imagen <strong>de</strong> en medio <strong>de</strong> las ascuas. Un hombre,<br />
que vió el cielo muy cargadoen tiempo que él tenia trigo en<br />
las eras, temeroso <strong>de</strong>l daño que lo podría suce<strong>de</strong>r, acudió<br />
á san Ignacio haciéndole un voto. Pagóle el santo la<br />
confianza que <strong>de</strong> su patrocinio tuvo; poi que sobreviniendo<br />
tan gran<strong>de</strong> tempestad, que se llevó el trigo <strong>de</strong> las parvas<br />
vecinas que estaban al re<strong>de</strong>dor , y nadando todo lo <strong>de</strong>más<br />
en agua, no cayó una gota en su era. Una mujer,<br />
estando muy temerosa <strong>de</strong> lo mal qne habia <strong>de</strong> llevar<br />
su marido cuando viniese, <strong>de</strong> encontrar á un hijo suyo<br />
que se le habia quebrado un brazo, encomendósele á<br />
san Ignacio: apenas habia acabado la oración , cuando so<br />
unió el hueso, y halló al hijo con el brazo sano y fuerte, con<br />
gran<strong>de</strong> alegría suya y agra<strong>de</strong>cimiento al sanio, Habia entre<br />
dos casados diferencias, cómo se habia <strong>de</strong> llamar un<br />
hijo, que les nació: la madre por <strong>de</strong>voción que tenia á este<br />
glorioso santo, quería que le llamasen Ignacio: el padre<br />
porestaren aquella ciudad las|rcliquias <strong>de</strong> san Ireneo, queriaque<br />
se llamase así: obraron en eslacompetencia tres meses,<br />
hasta que el padre burlándose, dijo una vez: preguntemos<br />
al niño, como quiere llamarse: y respondió la<br />
rcriatura con voz clara y distinta : Ignacio. Espantado el<br />
padre <strong>de</strong>l prodigio, le llamó así y le <strong>de</strong>dico Jal santo.<br />
En Mó<strong>de</strong>na hubo cuatro hermanas en<strong>de</strong>moniadas, que fueron<br />
libres por los merecimientos <strong>de</strong> san Ignacio, con extraordinarias<br />
significaciones <strong>de</strong> lo que este santo podia sobre<br />
los espíritus malos, que tampoco quiero particularizar; solo<br />
diré, que queriendo los <strong>de</strong>monios encubrir que eran<br />
echados por la oración <strong>de</strong> san Ignacio, atribuyendo aquel<br />
efecto á la virtud <strong>de</strong> otros santos, á quienes las dichas hermanas<br />
tenían particular <strong>de</strong>voción ; al tiempo <strong>de</strong> salir eran<br />
forzados á confesar la mentira que habían dicho, y dar Ja<br />
gloria á san Ignacio, diciendo, que Dios se quería servir <strong>de</strong><br />
solo él en aquella ocasión. Otras veces con gran rabia, al<br />
salir, daban gritos diciendo; ¿Dón<strong>de</strong> está tu po<strong>de</strong>r, 6<br />
Lucifer; pues un pedazo <strong>de</strong> papel con la firma <strong>de</strong> un clérigo<br />
nos echa, sin que le puedas resistir ? Y habiendo muchas<br />
veces estado todo el dia conjurándolos sin fruto , <strong>de</strong>cían<br />
que jamás se apartarían sino invocando á san Ignanacio;<br />
porque así Dios loquería : y en diciendo el sacerdote<br />
: yo os mando por los merecimientos <strong>de</strong>l boato padre<br />
Ignacio: luego salían con gran rabia. Otras veces <strong>de</strong>cian<br />
¡Ay, ay, Dios, cómo nos privas <strong>de</strong> la gloria, por darla á<br />
este clérigo cojo y bizco! <strong>Los</strong> mismos efectos que había hecho<br />
la eslampa y la reliquia <strong>de</strong> san Ignacio hizo el libro do<br />
su vida ; porque llevado á casa <strong>de</strong> las mujeres para que le<br />
leyesen, y puesto sobre su cabeza y pecho, ó leyéndose<br />
algún capítulo <strong>de</strong> aquella vida, eran los <strong>de</strong>monios forzados<br />
á partirse y rendirse á la voluntad <strong>de</strong> Dios, que es maravilloso<br />
en sus sanios, y les da virtud para hollar al león y<br />
al dragón, y triunfar <strong>de</strong> todo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l infierno. Hay en<br />
Manresa un santo Cristo <strong>de</strong> piedra, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l cual solía<br />
orar san Ignacio. Sucedió una vez en la víspera <strong>de</strong> este<br />
santo, que empezó á sudar el Cristo, y <strong>de</strong>spués al otro<br />
dia, mientras se <strong>de</strong>cia la misa, á verter unas gotas coloradas<br />
que parecía sudor <strong>de</strong> sangre. Fué el caso averiguado<br />
57