You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ÍMA 17.<br />
vento ó nó; sino la disposición con que venían y la voluntad<br />
que trian <strong>de</strong> servir al Señor: y cuando conocia que él<br />
las llamaba y guiaba, abría los brazos para recibirlas con<br />
gran<strong>de</strong> caridad, y tenia por especie <strong>de</strong>venía y codicia,<br />
<strong>de</strong>cir palabras <strong>de</strong> Dios con intento <strong>de</strong> cosa temporal: y<br />
como ella estaba tan <strong>de</strong>scarnada <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> todas las<br />
cosas <strong>de</strong> la tierra, no es maravilla que el amor divino ardiese<br />
tan frecuentemente en su pecho, y que levantase<br />
tales y tan gran<strong>de</strong>s llamas <strong>de</strong> amor. Huia mas que <strong>de</strong> la<br />
rmierle cualquiera cosa que <strong>de</strong> mil leguas pudiese ser<br />
ofensa <strong>de</strong> su Señor. Lloraba continuamente los pecados y<br />
<strong>de</strong>cia que era muerta el alma que no se entristecía con<br />
lo que <strong>de</strong>sagradaba á Dios. No tenia mas cuenta con su<br />
cuerpo, que si no fuera suyo , á trueque <strong>de</strong> ofrecerle en<br />
sacrüício al Señor ; y <strong>de</strong>cia que si cien cuerpos tuviera,<br />
lodos los sacrilicara por su amor, y que la caridad era la<br />
vida <strong>de</strong>l alma, y que morir mil veces por Cristo era<br />
verda<strong>de</strong>ra vida y eterna bienaventuranza. Especialmente<br />
se entretenía y regalaba con Cristo crucificado (como dicho<br />
es), y con la continua meditación <strong>de</strong> su sacratísima<br />
pasión; y velando y durmiendo, estaba fija en los dolores<br />
<strong>de</strong>l Sefior, y los tenia tan presentes, como si los viera, y<br />
se compa<strong>de</strong>cía tanto <strong>de</strong> ellos, que por muchos años todo<br />
lo que comia ó bebía, le sabía amargo por memoria <strong>de</strong><br />
la Pasión; déla cual tuvo muchasrevelacíones y sentimientos,<br />
y hablaba con grandísima ternura y lágrimas <strong>de</strong> ella,<br />
y encomendaba á todas que la tuviesen presente , con entrañable<br />
compasión y <strong>de</strong>voción al Señor, y que en sus tribulaciones<br />
y fatigas se abrazasen con Cristo ciucificado;<br />
porque así todas por graves y pesadas que fuesen, les serian<br />
lijeras y fáciles <strong>de</strong> llevar.<br />
AtiOSTO<br />
Enseñaba á las hermanas y monjas suyas, que pusiesen<br />
en su corazón, por cimiento <strong>de</strong> todo el edificio espiritual,<br />
la humildad y obediencia á sus prelados, y que<br />
sobre él edificasen las otras virtu<strong>de</strong>s, la santa pobreza,<br />
la pureza virginal; y que para guardarla, se guardasen<br />
<strong>de</strong> conversaciones inútiles, y <strong>de</strong> familiaridad con los hombres,<br />
aunque fuesen religiosos y sacerdotes, y <strong>de</strong> secretos<br />
coloquios, <strong>de</strong> palabras ociosas, livianas, y <strong>de</strong> risa ó<br />
murmuración: que llorasen amargamente sus pecados, y<br />
purificasen á menudo sus almas con la frecuente y <strong>de</strong>vota<br />
oración , y con los santos sacramen'os <strong>de</strong> la confesión<br />
y comunión, y con el uso <strong>de</strong> la aspereza y penitencia se<br />
dispusiesen é hiciesen hábiles para levantar su espíritu al<br />
cielo, y unirse con su dulcísimo esposo Jesucristo, al cual<br />
sobre todas las cosas <strong>de</strong>bían amar, y con purísima intención<br />
servir, en<strong>de</strong>rezando á este blanco y perfectisimo fin<br />
el curso <strong>de</strong> su vida general, y en particular lodos sus acciones.<br />
Y para que no se Ies pegase cosa alguna <strong>de</strong>l mundo<br />
que pudiese <strong>de</strong>rramar su corazón y divertirle <strong>de</strong> este<br />
santo propósito, or<strong>de</strong>naba la sania aba<strong>de</strong>sa, que las anda<strong>de</strong>ras<br />
y criadas <strong>de</strong>l convento, que salían fuera para los<br />
negocios <strong>de</strong> la casa; cuando volvían á ella, no retiñesen<br />
& las hermanas lo que habían visto ú oído <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong>l<br />
nmndo que las podían inquietar. Era muy benigna para<br />
con todas , y mas para las viejas y enfermas, y para las<br />
que avisadas conocían y enmendaban sus faltas, y severa<br />
Y loirible para las que habiendo caído, no so querían levantar;<br />
poi que en aquel cuerpo flaco y mujeril, el alma<br />
íoé le regia eva fuerte, varonil y constante, y tan zelosa<br />
llela honra <strong>de</strong> Dios , que en ninguna cosa mas reparaba,<br />
lúe en. atajar y cortar <strong>de</strong> raíz sus ofensa?. No se levantaba<br />
525<br />
con las cosas prósperas, ni se encogía con las adversas;<br />
porque todas las ofrecía á Dios, y las unas y las otras<br />
igualmente recibía <strong>de</strong> su mano, é igualmente era regalada<br />
<strong>de</strong>l Sefior. Estando una vez contemplando en la llaga<br />
<strong>de</strong>l costado <strong>de</strong>l Señor, y toda traspasada <strong>de</strong> dolor, le apareció<br />
un mancebo con una cruz sóbrelos hombros, que lo<br />
dijo: Hija Clara, ya he buscado un lugar firme para fijar<br />
esta cruz, y he hallado tu pecho en que la pueda poBer y<br />
enclavar: es pues necesario que mueras en esta cruz s»<br />
<strong>de</strong>seas ser mi hija y here<strong>de</strong>ra. Des<strong>de</strong> la hora <strong>de</strong> este aparecimiento<br />
se cree , que las insignias <strong>de</strong> Cristo crucificado<br />
fueron impresas en el casto y amoroso pecho <strong>de</strong> esta santa<br />
virgen, <strong>de</strong> la manera que a<strong>de</strong>lante se dirá ; porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
aquel tiempo le quedó un gran dolor en el pecho.<br />
No se <strong>de</strong>svaneció ella con estos favores y regalos <strong>de</strong><br />
Dios, antes creció en la humildad y en el menosprecio<br />
<strong>de</strong> sí misma, dando á sí la confusión, y la gloria al Señor,<br />
cuya era. En esta virtud <strong>de</strong> la humildad ( que es el fundamento<br />
y la madre y maestra <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más) se señaló<br />
mucho esta sagrada virgen ; porque procuró muchas veces<br />
renunciar el cargo <strong>de</strong> aba<strong>de</strong>sa, <strong>de</strong>seando mas ser sujeta<br />
á todas, quesuperiora <strong>de</strong> ninguna. Hacia por sí los<br />
oficios mas viles y mas bajos <strong>de</strong> casa ; servia á las enfermas<br />
y besaba sin asco las llagas <strong>de</strong> los leprosos. Hacia<br />
que las otras hermanas le diesen disciplinas. Sentía por<br />
extremo que le llamasen sania ó sierva <strong>de</strong> Dios : y para<br />
mayor humildad , y mayor victoria y corona suya , permitió<br />
el Señor que fuese combatida <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio gravemente<br />
, y siete años continuos <strong>de</strong> dia y <strong>de</strong> noche sufrió<br />
espantosos terrores y aparecimientos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios:<br />
mas como era piedra firme fundada en Cristo, quedó<br />
siempre invencible y triunfante <strong>de</strong> sus asechanzas; y<br />
cuanto mas duras fueron las peleas, lanío mas esclarecidas<br />
fueron las victorias y triunfos.<br />
Llegó la hora en que había <strong>de</strong> recibir <strong>de</strong> su celestial Esposo<br />
el premio <strong>de</strong> sus trabajos , y tuvo revelación <strong>de</strong> ello:<br />
y queriéndose aun mas aparejar para aquella dichosa salida<br />
<strong>de</strong>l mundo y entrada en el cielo, llamó á todas las<br />
monjas y exhortólas t que le encomendasen á Dios, y se<br />
acordasen <strong>de</strong> los trabajos que por ellas había pa<strong>de</strong>cido:<br />
que fuesen muy humil<strong>de</strong>s ^ pacientes y sufridas unas con<br />
otras t obedientes á sus mayores y muy unidas todas en<br />
su santo amor entre sí, porque la obra <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción<br />
, que Cristo tanto amó, y compró con lan caro precio<br />
<strong>de</strong> su vida, no se perdiese en ellas por su culpa. Después<br />
recibió los santos sacramentos y el <strong>de</strong> la extremaunción,<br />
con muchas lágrimas, y fuéle revelado que le eran perdonados<br />
todos sus pecados, y la gloria que le estaba aparejada.<br />
Con esta visión quedó tan consolada , qile no se<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, y rompió el silencio, que hasta entonces había<br />
tenido, hablando con su amorosísimo Esposo con estas<br />
palabras: i O dulcísimo Jesús , cuan gran<strong>de</strong> es, Señor, el<br />
premio con que pagáis á los que os sirven, siendo tan pequeños<br />
sus trabajos} Y con gran fervor, dijo: Es mucho,<br />
es mucho, es mucho precio, Señor, para mí el paraíso. Y<br />
algunas veces como quien hablaba con los ángeles y con<br />
los santos, <strong>de</strong>cía : Llevadme. Pensaron los circunstantes<br />
que ya había dado el espíritu al Señor, y llevaron el cuerpo<br />
á la iglesia para enterrarle ; mas allí tornando en sí,<br />
abrió los ojos: y alegrándose todos los que estaban presentes<br />
, le dijeron que parecía tener mejoría ; mas la esposa<br />
<strong>de</strong> Cristo, conociendo ser llegada su hora, con