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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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m 7. AGOSTO. íüí<br />

a Dios; luegopari^ una liija , que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>dicó áDios.<br />

En la Tierra-Sania sanó un judío muy fatigado <strong>de</strong> goía<br />

coral: y con eslo milagro, él y sus padres se convirtieron<br />

á nuestra sania fé, y el hijo so hizo religioso, y vivió y murió<br />

sanhimenlo.<br />

Otra vez camino <strong>de</strong> Girgcnti libró h ciertos judíos que<br />

se ahogaban en un rio, estando san Alberto <strong>de</strong> la otra<br />

parte <strong>de</strong>l rio mirándolos: pidiéronle el bautismo ; y 61 sin<br />

temor alguno andando sobre las aguas, llegó á ellos y los<br />

libró <strong>de</strong> aquel peligro.<br />

Siendo provincial <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n en Sicilia, y visitando á<br />

pié y con un báculo en la mano , su proviieia, el companero<br />

quebró un vaso <strong>de</strong> barro, en que llevaban un poco<br />

<strong>de</strong> pan y agua, que era todo su sustcnlo; y ballándofo el<br />

compañero confuso, san Alberto le mandó traer el baso,<br />

hallóle entero, y lleno <strong>de</strong> agua.<br />

A un fraile muy <strong>de</strong>voto do nuestra Señora , habia engañado<br />

el <strong>de</strong>monio y cnlibiádole en su <strong>de</strong>voción, y tentádole<br />

tan fuertemente, que cayó en un consentimiento <strong>de</strong>shonesto<br />

con una mujer ¡ y al tiempo que el pobre tralnba<br />

<strong>de</strong> cumplir su mal <strong>de</strong>seo, el santo te llamó secretamente,<br />

y como el santo le leyera su corazón, así le <strong>de</strong>claró lo que<br />

habia <strong>de</strong>íerminado, exbortándole á penitencia y á pedir<br />

misericordia á la Virgen sacratísima: y así lo hizo cobrando<br />

por oraciones <strong>de</strong>l santo la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> la Virgen que<br />

habia perdido.<br />

Tres anos habia pa<strong>de</strong>cido una señora una llaga incurable<br />

en el pecho: prometió al santo una imágen <strong>de</strong> plata,<br />

y <strong>de</strong> vestir tres pobres frailes si saiiiiba. Mandóle él que se<br />

nu'as • con un poco <strong>de</strong> aceite: unlóso con el aceite do su<br />

lámpara , y quedó <strong>de</strong>l lodo sana.<br />

Tuvo revelación <strong>de</strong>l dia en que babtt <strong>de</strong> morir; y así lo<br />

dijo á sus frailes: y que una hermana suya (que estaba<br />

lejos <strong>de</strong> allí doscientas y setenta millas) moriría aquel<br />

mismo dia y á !a misma hora que él, como murió. Y eslando<br />

todos los religiosos al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l santo orando por<br />

él, vieron salir su bendita alma en fonna <strong>de</strong> una paloma<br />

hkiiica como la nieve, y volar al cielo, <strong>de</strong>jando el cuerpo<br />

en el suelo vestido <strong>de</strong> cilicio, <strong>de</strong>l cual salia uñ olor suavísimo,<br />

y una fragancia mas <strong>de</strong>l cielo que <strong>de</strong> la tierra; y<br />

una campana que el santo habia mandado hacer, se tañó<br />

por sí misma, sin que ninguno la tocase. Hallóse á su entierro<br />

el rey <strong>de</strong> Sicilia, y los gran<strong>de</strong>s señores y nobles <strong>de</strong>l<br />

reino, y algunos obispos con innumerable pueblo, procu-<br />

•'ando cada uno llevar algo, como un precioso tesoro <strong>de</strong> sus<br />

vestidos y reliquias con los cuales obró Dios gran<strong>de</strong>s mila-<br />

Ri'os. Hubo gran contienda entre el clero y el pueblo, sobre<br />

^ misa que se habia <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir en las exequias <strong>de</strong>l sanio, porque<br />

el cloro quería que se dijese <strong>de</strong> Rcquicm; y el pueblo<br />

^ un santo confesor: pero puestos todos en oración, apa-<br />

' ociorou en el airo dos nifios resplan<strong>de</strong>cientes con estolas<br />

"laneas, y dijeron que so hablan <strong>de</strong> cantar: OsjuslimedUuhüur<br />

sapicnliam: y se dijo la misa do un confesor, en-<br />

'•'ndit-ndo que aquella era la voluntad <strong>de</strong> Dios. Concurrían<br />

^ muchas partes remolas al sepulcro <strong>de</strong> san Alberto mu-<br />

'•''ns enfermos, cojos, ciegos, leprosos, paralíticos; y<br />

(k»íro <strong>de</strong> pocosdias volvían sanos á sus casas: y la ma-<br />

,u-i"a <strong>de</strong> sanar era, que postrados primero <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l sepulcro<br />

<strong>de</strong>l sanio, ayunaban tres ó cuatro dias ¡idiémlolc<br />

Sli favor; y á media noche veian una luz clarísima y en olla<br />

s;,'i Albei lo vestido <strong>de</strong>bianco, que les daba entera<br />

salud.<br />

Murió el sanio á loá 1 do agosto eJ año <strong>de</strong> 129i y <strong>de</strong>spués<br />

do muerto castigó el Señor, unos soldados que hablan<br />

profanado el templo en que estaba su sagrado cuerpo, el<br />

cual se halló en el arca, don<strong>de</strong> estaba puesto <strong>de</strong> rodillas,<br />

como pidiendo venganza á Dios <strong>de</strong> aquel sacrilegio, y así<br />

en la misma hora murieron todos aquellos soldados do<br />

pestilencia. Y porque no hay cosa tan santa que los malos<br />

no la echen á mala paVle, y <strong>de</strong> la medicina saquen veneno,<br />

estando un predicador <strong>de</strong>l Carmen, predicando al pueblo la<br />

santidad <strong>de</strong> Alberto y sus gran<strong>de</strong>s merecimientos, un sacerdote<br />

(movido <strong>de</strong>l padre do la envidia) dijo allí públicamente<br />

que mentía el predicador, y lodo lo que <strong>de</strong>cía era<br />

falso y fingido: y luego al momento se le cayeron <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> todos los circunstantes, las entrañas: y conociendo su<br />

culpa, pidió con muchas lágrimas perdón al santo , prometiendo<br />

guardarle su dia y ayunar su vigilia; y con<br />

esío alcanzó la salud.<br />

Gira vez pretendieron ebrios clérigos, insíigados <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>monio, quitar la imágen <strong>de</strong>l santo que el pueblo reverenciaba,<br />

y yendo <strong>de</strong> noche á ejecutarlo, un paralítico<br />

que habia doce años que no se podia mover, repeulinamente<br />

sanó, y se opuso á los que iban á <strong>de</strong>rribar la imagen<br />

, contándoles el milagro que Dios habia obrado por él;<br />

y espantados <strong>de</strong>sistieron <strong>de</strong> su mal inlenío.<br />

En la ciudad <strong>de</strong> Trapani, habiendo uno jugado y perdido<br />

su hacienda, viendo dos imágenes, una <strong>de</strong> nuestra<br />

Señora, y otra <strong>de</strong> san Alberto, loco y como fuera <strong>de</strong> sí,<br />

echando mano á la espada, fuéá la imágen do san álberto<br />

diciendo: muchas veces fe he llamado y no me has oido,<br />

no le tendré mas por santo, pues no me has podido ayudar;<br />

y tú, María, que eres llamada Madre <strong>de</strong> gracia, lambien<br />

has cerrado á mis ruegos tus orejas: y diciendo esto,<br />

hirió las imágenes, délas cuales salió mucha sangre, y<br />

viniendo <strong>de</strong>l cielo un rayo hizo ceniza aquel pobre y <strong>de</strong>svenlurodo<br />

sacrilego.<br />

De san Alberto hace mención el Marlirologio romano á<br />

los 7 <strong>de</strong> agosto , y la Crónica <strong>de</strong>l Carmen , y el car<strong>de</strong>nal<br />

liáronlo en sus anotaciones; y Fr. Bautista ManíuaF.o escribió<br />

en verso su vida.<br />

* SAN VIGTRICIO , OBISPO Y COXFESOR. —No se sabe do<br />

este sanio el lugar <strong>de</strong> su nacimiento. Servia en los ejércilos<br />

<strong>de</strong> Constantino el Gran<strong>de</strong>, y cuando Juliano Apóstata<br />

quiso restablecer el paganismo entre sus subditos , convirtióse<br />

á la fé <strong>de</strong> Jesucristo. Cierlo dia hallándose las tropas<br />

reunidas, a<strong>de</strong>lantándose Viclricio <strong>de</strong>puso sus insignias<br />

militares y sus armas á lospiés <strong>de</strong>l tribuno, renunciándolo<br />

todo para revestirse intcriormenlodola paz y <strong>de</strong> la justicia<br />

cristiana. Visto eslo por el tribuno mandó que fuera<br />

allí mismo azotado, y á pesar <strong>de</strong> haber quedado con esto<br />

suplicio horriblemente <strong>de</strong>sfigurado, no se «hatió en lo<br />

mas mínimo su valor y constancia. Conducido luego á<br />

una cárcel, lo estendieron <strong>de</strong>snudo sobre un lecho <strong>de</strong> pequeños<br />

guijarros puntiagudos, cuyo tormento solo sirvió<br />

para dar mayor realce á su constancia , y presentado por<br />

último al general <strong>de</strong>l ejércilo , con<strong>de</strong>nóle á ser <strong>de</strong>capitado.<br />

Sereno y tranquilo marchaba al lugar <strong>de</strong>l suplicio, é<br />

insnllándole el verdugo, perdió este la vista; á cuyo milagro<br />

sucedió otro, pues habiendo pedido le aflojaran las<br />

ca<strong>de</strong>nas que alaban sus manos ( pues lo habían entrado<br />

en la carne) , y no pudierulo conseguirlo, cayeron por pj<br />

mismos los grillos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> implorado eTsocorro divino.<br />

Anunciaron ai general lo que habia sucedido, v este ]o

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