Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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cortesanos dol cielo, que llevaba á su lado á san Jacinto,
vestido del hábito de su órden : y como estas hubo otras
revelaciones.
Con haber sido la vida do osle santísimo varen tan admirable
y divina, y sus milagros tantos, tan raros yesclarecidos,y
habersido hijo del glorioso patriarca santo Domingo,
ypadre detantosy tan ilustres hijos, fundador y gobernador
de su sagrada órden en el reino de Polonia y en las provincias
septentrionales, estuvo trescientos treinta y siete afios
sin ser conocido; porque aunque algunas veces se trató de
ello, y los serenísimos reyes y lodo el reino de Polonia lo
suplicaron á los sumos pontífices, y especialmente al papa
León X y algunos de sus sucesores ; por varios y diferentes
impedimentos no tuvo efecto la canonización hasta el
ano de 1 íiO í , que á los n de abril le canonizó y le puso
en el catálogo de los santos, la santidad del papa Clemente
YIII, mandando que se celebre su fiesta á los 1C de
agosto, que es el dia siguiente después que murió. De san
Jacinto escriben Alberto Leandro, boloñés , en el libro de
los Varones ilustres de la órden de santo Domingo; Martin
Polaco, obispo varmiense, lib. vn de la Historia de Polonia
; Matías Michoviense, lib. IIJ, cap. 30 de su Historia;
Juan Herborth, lib. vi, cap. 8; el P. Fr. Hernando del
Castillo en la Crónica de su órden, lib. i, cap. 48, y lib. n
cap. 57; el P. Fr. Antonio de Sena, en la Crónica asimismo
de su órden ; y el padre Pedi o Scarga de la Compañía
de Jesús, en el Catálogo que compuso de los santos- de Polonia.
* SA:V ELEUTEWO , OBISPO Y CONFESOU.'—Atendidos sus
méritos y virtudes, el clero y pueblo lo eligió obispo de
Auxcrre el año 332. Asistió á los concilios, segundo, tercero,
cuarto y quinto de Orleans, y trabajó mucho en el
arreglo de los sabios reglamentos que se promulgaron á fin
de restablecer la disciplina en la Iglesia de Francia. Veinte
y ocho afios gobernó su silla, muriendo en su misma
diócesis el dia 1C de agosto del año WSi.
SAN TITO, DIÁCONO T MÁIITIR.—Vivía en Roma, cuando
esta ciudad se hallaba en poder de los godos, y según
Beda, porque estaba un dia distribuyendo limosna á los
pobres fué muerto por órden de un bárbaro capitán.
SAN JO.VQUIN, PADUE DE LA SAISTÍSISU YÍIUUÍN.—Aunque
de él se hace conmemoración en este dia, hállase continuada
su vida en el mes de marzo , dia 20 : véase.
SAN SIMPLICIANO, OBISPO.—Véase el dia 14 de este mes,
donde se insertó su vida, si bien la Iglesia hace conmemoración
de él en este dia.
SAN DIOMEDES, MÁRTIR.—Natural de la ciudad de Tarsis
en Cilicia, descendía de noble cuna, pero fué mas noble
por las virtudes que poseyó en alio grado. Dedicóse á la
i arrera de la medicina, y procuraba curar á los enfermos
no solo corporalmenle por medio de su arte, sí que
también espiritualmente por medio de exhortaciones y
consejos cristianos. Preso en su ciudad natal por úrden de
Diocleciano, fué conducido á Nicea de Bilinia , donde habiéndole
dejado cu libertad , continuó ejerciendo susbuenos
oficios, y convirtiendo con ellos á multitud de ínfleles.
Acusado y preso, fué condenado á ser degollado, y consiguió
la corona del martirio, el año 301.
SAN AMBROSIO, MÁRTIR.—Era ceniurion en tiempo de los
Aperadores Diodeciano y Maximiano; y so hallaba en
^•Prnuzola de Campaña cuando se publicaron los edictos
t'ontra los cristianos. Llevado á la presencia del pn^ecto
AGOSTO.
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Daciano, éste se complació en hacerle alonuentar muy
bárbaramente, y al fin viendo que nada podía torcer su
constancia en la confesión do la fé, lo mandó meter en
una hoguera de la cual salió sin recibir daño. Continuaba
el santo glorificando á Dios y confesando á Jesucristo, y
fué precipitado á un rio donde acabó victoriosamente su
santa vida.
SAN ARSACIO , CONFESOR.—Servia en el ejército romano
en tiempo del emperador Licinio. Viendo los excesos á
que éste se entregaba contra los cristianos, abandonó su
carrera y se retiró ala soledad. En ella vivió cemo ira
cenobita por espacio de muchos años , hasta que coronado
de merecimientos descansó tranquilamente en el Señor
á mediados del siglo IV. Estuvo dolado del don de profecía,
y la ciudad do Nicomedia,en cuyas cercanías vivia,
fué testigo desús grandes maravillas. Poseyó particularmente
el don de lanzarlos demonios de los cuerpos, y con
sus oraciones mató á un gran dragón que hacia estragos
en aquella comarca.
SANTA SERENA.—Fué esposa del emperador Diocleciano.
Habiéndose convertido á la religión cristiana, fué bautizada
por san Ciríaco y piofesó el Evangelio en niedio
de la córte de su cruel marido, con el cual intercedió muchas
veces en favor de los cristianos condenados al martirio.
También ella tuvo que sufrir muchos disgustos y
penalidades por causa de su fé; pero fué siempre un modelo
de resignación y de constancia, hasta que murió santamente
á principios del siglo IV.
DIA 17.
SANTA CLARA DE MONTE FALCO , VÍRGEN.—En el vallo da
Kspoleto, que está en la Umbría, provincia de Italia, como
cuatro millas de Foligni y ocho de Asís, está una villa
que se llama Monte Falco; en la cual nació la vírgen santa
Clara, que por distinguirla de la otra santa Clara da
Asís , hija primogénita del seráfico padre san Francisco,
mailre detanlasy tan gloriosas hijas llaman santa Clara
de Monte Falco: la cual tuvo por padre á un hombre virtuoso
que se llamaba Damián : y por madre á una buena
mujer, por nombre Jacoba. Desde niña comenzó á echar
de si rayos de luz divina; porque siendo de solos cuatro
años, inflamada en el amor de Jesucristo, las rodillas desnudas
en tierra, ofrecía devotísimas oraciones delante de
la imagen del Crucificado, y todo su estudio era oulrcgarse
á su Esposo celestial f y porque no podía tan á su
gusto entregarse á estas devociones, sin ser vista y registrada
de los de su casa, se hurtaba muchas veces, y se-
( reíamentese iba á una iglesia que estaba allí cerca dedicada
á san Juan (que es de san Agoslin), donde extendía
mas las velas de su afecto y devoción.
Tenia esta santa niña una hermana llamada sóror Juana,
religiosa por vida y profesión. Deseó mucho la niña estar
en compañía de su hermana para imitarla y consagrarse
del todo al Señor; mas el demonio para estorbarla so
le aparecía muchas veces en báhilo y semejanza de su liermana
sóror Juana, amenazándola que la malaria si se hiciese
religiosa. Pero la niña conoció que aquellos eran silbos
y amenazas de la serpiente infernal; y confortada dol
amor y espíritu de su dulce Esposo, no bizo caso de cuanto
le decía , y quedó de aquella bestia fiera con victoria, y
morcrió ser vestida de Jesucristo, y que le revelase todo él