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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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436 LA LEYENDA DE ORO<br />

siendo aun duque <strong>de</strong> Gandía, como había <strong>de</strong> ser general<br />

<strong>de</strong> su religión. Lo mismo profetizó alP. Diego Lainez, que<br />

le sucedió en aquel cargo. Dando una vez buenos consejos<br />

á un mancebo, llamado Juan Pascual, le avisó <strong>de</strong> todo lo<br />

que le habia <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su vida, como se había<br />

<strong>de</strong> casar, y habia <strong>de</strong> pasar muchos trabajos, aconte<br />

ciendo todo como el santo dijo. La entrada <strong>de</strong> la Compañía<br />

<strong>de</strong>l P. Micer Ro<strong>de</strong>s, supo antes <strong>de</strong> fundarse la Compañía<br />

, y se lo dijo á su padre, estando el santo en Barcelona,<br />

avisándole como tendria un hijo religioso. A un ciudadano<br />

honrado, llamado Pedro Ferró, que estaba <strong>de</strong>sahuciado,<br />

le dijo, que la Virgen le habia <strong>de</strong> sanar muy presto.<br />

No mas lejos que la noche siguiente se le apareció nuestra<br />

Señora , acompañada <strong>de</strong> un hermoso coro <strong>de</strong> vírgenes, y<br />

le sanó. Al otro dia san Ignacio, que ya sabíalo sucedido,<br />

le tornó á ver, aunque estaba ya sano , diciéndole : ¿ No<br />

os dije yo que la Madre <strong>de</strong> Dios os sanaría ? Al P. Simón<br />

Rodríguez , uno <strong>de</strong> sus primeros compañeros, dijo la salud<br />

no esperada que habia <strong>de</strong> tener, <strong>de</strong> una peligrosísima<br />

enfermedad. Al P. Pedro <strong>de</strong> Rlba<strong>de</strong>neira dijo en una enfermedad,<br />

como habia <strong>de</strong> recaer tres veces; y el suceso<br />

lo verificó. Al P. Gerónimo Nadal y Luiz González,<br />

qua enviaba á España, les dijo el suceso <strong>de</strong>l camino,<br />

mandándoles que con el rigor <strong>de</strong>l invierno no se embarcasen<br />

, profetizándoles viaje próspero. Al doctor Miguel Arrobio<br />

dijo muchas <strong>de</strong>sgracias que le hablan <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r,<br />

acaeciendo todo como el santo lo dijo. Lo mismo le pasó<br />

con don Miguel Pannua, á quien dijo mucho antes todas<br />

las cosas notables que le sucedieron, En su tierra dijo, en<br />

una doctrina que hacia , lo que habia <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r á un<br />

mancebo que estaba presente , y <strong>de</strong> quien los <strong>de</strong>más se<br />

estaban riendo. Estando Paulo IV algo adverso á la Compañía<br />

, profetizó la mudanza que habia do hacer , y los<br />

favores, que viendo san Ignacio , la hizo. Supo también<br />

la hora <strong>de</strong> su muerte, sin pens.irlo los <strong>de</strong>más que morirla.<br />

Atribulóse también á espíritu <strong>de</strong> profecía , cuando míindó<br />

al P. Diego Lainez , que hiciese una plática, en que<br />

<strong>de</strong>clarase y publicase las reglas , que había acabado <strong>de</strong><br />

hacer, <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>stia , mandando que fuesen á oírle todos<br />

, aunque fuesen <strong>de</strong> los diez primeros padres que fundaron<br />

la Compañía : lo cual fue cosa nueva y estraordinr.-<br />

ria; y á la mitad <strong>de</strong> la pláctica oyeron un gran<strong>de</strong> estruendo,<br />

como terremoto, que parecía so caía la casa sobre<br />

todos. En acabando fueron á ver ló que era; y hallaron<br />

que se habia caido un cobertizo , don<strong>de</strong> aquella misma<br />

hora solían estar aquellos padres; pero el sanio por su humildad<br />

atribuyó aquel suceso á que Dios habia querido<br />

ílar á enten<strong>de</strong>r, con aquella provi<strong>de</strong>ncia , que no le <strong>de</strong>sagradaban<br />

las reglas. Con el mismo espíritu profético no<br />

quiso admitir en la Compañía á san Felipe Nerí, que pidió<br />

á san Ignacio le recibiese en eUa : porque conoció que habia<br />

Dios escogido á san Felipe , para fundar otro santo instiíuto<br />

<strong>de</strong> la congregación <strong>de</strong>l Oratorio , <strong>de</strong> gran bict) para<br />

las almas. Pero quedó siempre san Felipe con gran amor<br />

á san Ignacio y á la Compañía , y solía <strong>de</strong>cir (como lo<br />

certificaron muchos con su juramento , y entro otros Gallonioen<br />

la vida que escribió <strong>de</strong> san Felipe en italiano)<br />

que tenia tanta sanlidad san Ignacio, que la interior hermosura<br />

<strong>de</strong> su alma se echaba <strong>de</strong> ver por <strong>de</strong>fuer-a , y que<br />

muchas veces habia visto rayos <strong>de</strong> gran claridad en sus<br />

ojos, y en todo el rostro. Con este concepto y evi<strong>de</strong>ncia,<br />

que tenia san Felipe <strong>de</strong> la sanlidad <strong>de</strong> san Ignacio, le iba<br />

DIA 31-<br />

á consultar en sus dudas ; y cuando estaba afligido,<br />

con solo ponerse en presencia suya, con su vista so<br />

consolaba.<br />

No había para san Ignacio cosa oculta ; hasta los secretos<br />

<strong>de</strong> los corazones le manifestaba Dios, Estaba una<br />

noche muy congojado un novicio con la carga <strong>de</strong> la religión<br />

, y el oficio que le habían dado , <strong>de</strong>terminando volverse<br />

al siglo : en aquel mismo punto le envió á llamar<br />

san Ignacio, diciéndole primero todo lo que habia pensado<br />

y maquinado en su corazón; y <strong>de</strong>spués le consoló y sosegó.<br />

Uno <strong>de</strong>sús compañeros , <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> la vida solitaria,<br />

se <strong>de</strong>terminó á <strong>de</strong>jar su Compañía , y empezó á ponerlo<br />

en ejecución, pero en el camino tuvo una visión espantosa,<br />

que le aterró, é hizo volver corriendo para san Ignacio:<br />

el cual ya sabia todo lo que pasaba, y con los brazos<br />

abiertos le recibió , diciéndole el dicho <strong>de</strong> Cristo á san Pedro<br />

: Hombre <strong>de</strong> poca fó , ¿ por qué dudaste ? En un monasterio<br />

<strong>de</strong> España le convidaron , para probar su espíritu;<br />

con aquella ocasión rogáronle que les hiciese una plática,<br />

y dijese algo <strong>de</strong> Dios. El santo se excusó lo quepudo,<br />

mas fueron tantas las importunaciones, que con<strong>de</strong>scendiendo<br />

con la petición <strong>de</strong> los religiosos, y juntos todos,<br />

dijo, habia allí dos que estaban con <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>jar el hábito, avisándoles un gran castigo <strong>de</strong> parte do<br />

Dios ; y allí luego compungidos los dos religiosos , confesaron<br />

públicamente su pecado , y entregaron al prelado<br />

algunos instrumentos para po<strong>de</strong>r salir. Siendo mancebo el<br />

doctor Miguel Arrobio, le <strong>de</strong>scubrió lo que pensaba en su<br />

corazón, y ladclerminacion que tenia do casarse. A otros<br />

muchos, que no sabían , ó no querían <strong>de</strong>cirle las enfermeda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> su alma , él se las <strong>de</strong>cía antes , y las causas<br />

que <strong>de</strong> ellas hubo, y luego Ies aplicaba la medicina<br />

conveniente. Viendo en París un hombre que pasaba por<br />

la calle, conoció que iba á <strong>de</strong>sesperarse : luego dijo á un<br />

compañero suyo que estaba allí, que se fuése tras <strong>de</strong> aquel<br />

hombre, y con<strong>de</strong>scendiese con él mostrando un mismo<br />

sentimiento <strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong> esta vida : y luego se fué<br />

tras entrambos el santo, y persuadiendo primero á su<br />

compañero á paciencia, y á queconíiase en Dios, están dolo<br />

oyendo aquel hombro miserable. Después le persuadió<br />

lo mismo con el ejemplo <strong>de</strong> su compañero que ya estaba<br />

consolado ; y con esta santa astucia sacó aquella alma<br />

<strong>de</strong>l infierno. La muerte <strong>de</strong> Inés Pascuala, que sucedió en<br />

Barcelona, estando san Ignacio en Roma, la supo luego.<br />

Supo también las muertes <strong>de</strong>l P. Juan Goduri, y P. Diego<br />

<strong>de</strong>llozes, al misino tiempo que sucedieron. Muchas mas<br />

cosas pudiera <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> profecía y ciencia <strong>de</strong> las<br />

cosas ocultas que alcanzó, pero procuro brevedad: y mas<br />

pretendo cifrar las excelencias do san Ignacio, que presumo<br />

explicarlas y contarlas todas.<br />

No solo el alma <strong>de</strong> san Ignacio fué prevenida con tan<br />

divinos favores; pero su cuerpo fué todo <strong>de</strong> singulares privilegios<br />

: y con mucha razón algunos escritores, que contando<br />

entre las señales <strong>de</strong> la Iglesia verda<strong>de</strong>ra haberse<br />

comunicado á algunos <strong>de</strong> sus miembros en la tierra los<br />

dotes <strong>de</strong> la gloria, que en el cielo tendrán los cuerpos do<br />

los bienaventurados, meten en este número á san Ignacio.<br />

Del dote <strong>de</strong> claridad hay muchos testigos, fuera <strong>de</strong> san<br />

Felipe Nerí, que le vió varias veces echar resplandores<br />

<strong>de</strong> sí, y brotarle por los ojos unos rayos <strong>de</strong> extraordinaria<br />

claridad. Otros muchos le vieron , que su rostro y cabeza<br />

le estaba resplan<strong>de</strong>ciendo ron gran<strong>de</strong>-hiz , que <strong>de</strong>«-

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