Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

12 LA LEYENDA DE ORO
coiicilio Triílcnliiio habían juzgado ncccsaiias y convenientes
; procuró que se promulgasen y observasen en toda la
crisliandacl los decrclos de aquel sanio concilio. Mandó
á todos los prelados y personas eclesiásticas, que lenian
cura de almas, residiesen en su jurisdicción , dándoles
un mes determino, y privando á los inobedientes de sus
beneficios. Pedia á los obispos, que le diesen noticia de los
hombres de virtud y prendas que habia en sus obispados,
para darles premios y ocupaciones eclesiásticas, conforme
á sus méritos, y componer la Iglesia de ministros adornados
de santidad y doctrina. No daba los puestos á quien
los pretendia, sino á quien los merecía: quien buscaba las
dignidades no las hallaba, y buscaban las dignidades á quien
huía de ellas; solo el favor de los méritos era poderoso con
él, y este pedia callando y pretendia retirándose. Encargo
á hombres doctísimos, que compusiesen en latín ai catecismo,
quií tanto provecho ha hecho en la Iglesia, y
después le hizo traducir en italiano, francés, alemán y
polaco, para que corriese como natural en aquellas provincias.
Reformó el misal y breviario: hizo importanlísímos
decretos acerca del respeto álos templos, y del modo
de celebrar el sacrificio de la misa. Fortificó el santo oficio
de la inquisición con nuevos privilegios é inmunidades,
para que teniendo mayor fuerza, destruyese mejor las herejías.
Estrechó la clausura de las monjas que con peligro
y escándalo salían de los encerramientos. Extinguió ¡a
religión délos humillados, obligado de sus escándalos. A
las religiones mendicantes hizo exenlas de pagar tributos,
gabelas, é imposiciones , conforme á sus privilegios antiguos
, conQrmándolos , y concediendo otros de nuevo. A
la religión de santo Domingo honró, como hijo de tan buena
y benemérita madre: á santo Tomás hizo igual en la
solemnidad á los cuatro doctores déla Iglesia: é hizo miéva
impresión de sus obras y de las de san Buenaventura, por
ser aficionadisimo á la doctrina y santidad del doctor angélico,
y del seráfico. A todas las religiones hizo particulares
favores, en que no fué la última la compañía de Jesús,
deque debe perpetua alabanza y agradecimiento á
este sanio pontífice: porque viendo lo mucho que trabajaba
en todo el mundo, para gloría de Dios y provecho de
las almas, la favoreció con amor de verdadero padre , y
mostró la estimación grande que tenía de ella en las honras
, que la hizo; y entre las demás fué darle el cargo en
el colegio de la penitenciaria de san l'edro; y mandar que
los paires de ella le predicasen en su palacio aposlólico,
y qtio la compañía se encargase de examinar, no solamente
á los que en Roma habían de ser promovidos á los
sacros órdenes, como antes por mándalo de Pío IV se hacia
, sino también á los que se oponían á beneficios eclesíáslícos.
Sirvióse de la compañía para reprimir álos herejes
, convertir á los gentiles, y enseñar y catequizar á
los judíos; é insliluyó dos congregaciones de cuatro cardenales
que confiriesen los medios para reducir los herejes
y convertir los gentiles, con las cuales dió favor á la compañía
para cumplir su instítnlo. Encomendóla á los príncipes
calólicos y prelados eclesiásticos , para que la favoreciesen
y amparasen de los que la perseguían , diciendo
en sus ineves tales alabanzas de ella (como también en
las bulas , en (pie la declara por mendicante y concede
oti'os privilegios) , que no se pueden oír sin confusión ; y
decía , que aunque la compañ a tenia ya colegios en casi
todas las provincias de la cristiandad, quisiera que lu-
DIA /.
viera muchos jnas, especialmente en las ciudades locadas
ó inficionadas de herejías. Otras muchas cosas ordenó é
inslítuyó , para bien de la república cristiana , que pedirían
un grande volumen , si en particular se hubieran de
referir: véalas quien quisiere en los autores, que traían'
mas á la larga su vida.
Fue combatida la nave de san Pedro en tiempo del santísimo
pontífice Pío de diversas olas y tempestades , y la
Iglesia asaltada por todas parles de herejías y armas. El
imperio estaba casi inundado con el veneno de la herejía,
que vomitó Lulero y sus secuaces: los hugonotes con fuerza
ó inlídelidad llenaban á Francia de estragos y de errores:
Polonia se inquietó con nuevas guerras y herejías:
Inglaterra inficionada de Enríco, y gobernada de Isabela,
Aníícristo de su sexo, inficionaba y alteraba á Escocia; y
su reina María Estuarda , por católica, se vió oprimida de
sus vasallos, y desterrada de su reino, y presa de Isabela
: Solimán gran turco, intentó con gran poder sitiar á
Malla ; tomó á Chio : entró por Uiigría; y después su hijo
Selín, habiendo heredado de su padre Solimán con la sangre
y la religión , el ódío contra los cristianos, con una formidable
armada amenazó fuego y sangre á toda la cristiandad
:y en tantas tormentas, riesgos y tribulaciones no
desmayó el ánimo de Pió ; ántes haciendo oficio de piloto,
de capitán y de pastor, para librar la nave de los escollos
, defenderla Iglesia de las armas , y guardar los fieles
de los lobos , que los pretendían tragar, proveyó á todas
parles su providencia del remedio de que eran capaces.
A Alemania envió por legado al cardenal Comendon
para el emperador Maximiliano; é informado de lo que
convenia hacer para que no se acabase de anegar aquel
imperio en la herejía, remedió los males presentes, y pre ­
servó los venideros con buenos libros, zelosos predicadores
y doctos obispos. A los príncipes católicos amonestó,
que no admilisen obispos herejes: á los obispos mandó,
que avisasen qué hombres doctos lenian en su obispado,
para predicar/y argüir con los herejes ; y que desterrasen
de sus diócesis á los religiosos poco firmes en la fé, y
reedificasen los monasterios que habían destruido los luteranos,
prometiendo enviar, sí fuese necesario, religiosos
escogidos, qut* los poblasen: que fundasen en sus obispados
seminarios, donde bien instruidos los mancebos hábiles
en virtud, letras, doctrina católica y ceremóni;,s
eclesiásticas , saljesen varones capaces de enseñar y defender
la fe en su patria ; y finalmente, que celebrasen en
sus diócesis sínodos , para establecer el concilio Trídcnlíno,
que era el remedio universal de todos los males: prometiendo
para esto álos príncipes y prelados, toda ayuda
y favor, armas y dineros si fuese menester. Al gr;m
maeslre de san Juan , llaniadQj Juan de la Yaleta, avisó
que fortificase á Malta, y ofreció darle tres mil hombres,
pagados de su dinero para defenderla del turco , y desde
luego mandó hacer gente , y pagar sueldos : dió quince,
mil escudos á los caballeros soldados ; y por espacio de
siete meses, que duró ta fortificación , le envió cinco mil
escudos cada mes ; y porque el maestre echó voz, habia
de desamparar la isla, si los príncipes cristianos , como
en causa común , no le ayudaban , le escribió el santo
pontífice, que aunque todos los príncipes cristianos le desamparasen,
él le ayudaría, y enviaría cuantos socorros
pudiese, de armas, bastimentos y gente, y daría su sanare
j vida, sí fuese necesario. Despachó una bula á toda