Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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mar el hábilo del gran padre san Benito, siendo recibido
de todos aquellos monges con tanto gozo, cuanto era el
deseo que tenían de que se alicionase á vivir con ellos,
por conocer sus grandes y sobresalientes prendas de virtud
y letras. Sobre todos quien mas lo celebró, por desearlo
mas, fué el abad Adamaro, tercer abad de Giuni y
sucesor de san Odón, segundo abad del mismo monasterio;
porque conocía muy bien el bendito padre, no podia
dejar mejor sucesor en su dignidad que á Mayólo, y no
se engañaba. Tantas mucsiras dió Mayólo en el noviciado
de su humildad grande y conocida santidad, que al año
siguiente á su aprobación , fué electo abad y sucesor do
Adamaro, por voto de todos los monges y del mismo Adamaro
qne le nombró. Humilde rehusaba la dignidad; mas
después viendo se lo mandaba Adamaro , hubo de aceptar,
mas por obedecer qne por ser obedecido: obligándole
también una visión que tuvo una noche en esta forma.
Estando en oración á la media noche, se quedó dormido
y se le apareció un varón religioso, de hermoso rostro y
le dijo: Está seguro, hermano, y no te turbes en recibir
el gobierno de este monasterio; porque para.que cumplidamente
hagas tu oQcio, no te faltará el favor divino: y
diciendo esto, le dió un libro, y le dijo que se guiase por
lo que en él estaba escrito. Mucho se consoló san Mayólo
con esta visión, pensando sor Benito el que le habia
hablado ; y así entonces llamando á lodos los monges,
aceptó el oficio de abad, y fué el cuarto del monasterio
de Clunl.
Uigió el rebaño amado y encomendado de Dios saníísimatnenle,
enseñando á todos á pelear con el antiguo enemigo
de la naturaleza humana. Encomendábales la paz,
^ virginidad y lección de la sagrada Escritura. Su hablar
era gracioso y persuasivo, tanto, que muchos seglares de
solo oírle, aborrecían el siglo y se hacían religiosos. Su
abstinencia era grande, su pcnílencia frecuente, su oración
fervorosa, y sus lágrimas tan copiosas, que de ordinario
dejaba bañada en ellas la tierra donde se hincaba de
rodillas. Conforme era su vida, asi eran sus milagros continuos;
dando vista á los ciegos, oído á los sordos, voz á
los mudos, curando leprosos y todas enfermedades. Su
caridad con los pobres era grande : dábales de limosna
cuanto tenia, y hubo ocasión en que llegando un pobre á
pedir limosna, y no hallándose con otra cosa que darle,
se desnudó el vestido qne llevaba y se le dió. Pagóle de
contado Dios esta santa obra; pues cuando fué á su casa,
halló un vestido nuevo y mucho mejor que el suyo, qne
le había enviado elobispo. Otra vez, pasando por los Alpes,
dió grandísimas muestrasdesuardientecaridad; pues
saliendo una escuadra deturcos, prendieron muchos délos
tíueibanensu compañía, y tiratulounaflechaá un mozo suyo
yuenosequcria dejarprender puso la mano el santoal verla
^n.lr> Y recibióla en ella i cuya herida y señal quisoDios,
|esemienlrasvivió, para memoria de tan heroico, acto de
n(|ad. pudo huir también, como lo hicieron algunos en la
pasión,yno quiso, sinoesdejarse prender de aquellosbáraros,
por dar libertad á los demás cautivos, como lo hizo;
Porque habiéndole puesto con grillos y cadenas en una oscura
mazmorra, la noche siguicnle se le apareció un venerable
anciano vestido de pontifical, y entendió había de
ser hbre de su prisión y cautiverio por el apóstol san Peam«üf_?UeS.to
desPue» cn oración rogó á la Virgen sansm
pecado concebida, de quien era muy
tísima María
de-
TOMO [I.
MAYO.
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voto, que no permitiese saliese él del puder de ¡os bái liaros,
quedando los demás cautivos. Oyóle la soberana IU i
na de los ángeles, y á la mañana se halló sin grillos ni ca -
denas: fuéron los turcos, y admirados del prodigio lo veneraron
como á santo y le dieron libertad; mas él no quiso
irse solo sin llevar consigo los demás, por quienes se
habia dejado prender; y al fin, concertado el rescate de
todos, escribió á los monges de su monasterio, enviasen
cierta cantidad de dinero para rescatar aquellos líeles que
con él estaban. Vinieron los mas principales del monaslerio
con el dinero, y no quiso la libertad hasta que todos los
demás la (uvieron.
Por esle tiempo vacó la silla apostólica, y el emperador
Otón II, que conocía bien las muchas prendas y virtudes
de Mayólo, trató con él que fuese papa, pues solo con que
dijese sí, lo seria, por estar en su mano el hacerlo. Escusóse
humilde, que es la mayor prueba de su gran santidad.
Al lin se retiró á su monasterio, donde ejercitado en
santas obras, de su humildad y caridad legítimas hijas,
conoció se llegaba el fin de sus dias, y entendido también
por los mongos, le preguntaron llorando, ¿á quién dkyaba
encomendado su rebaño? Y él respondió: A Jesús, sumo
pastor, tendréis siempre en vuestro amparo. Comenzú
después á decir salmos; y pregimtándole los mondes si
le dolía alguna cosa, dijo, que no tenia molestia alguna,
ántes veía todas las cosas quiétas y sosegadas, y los bienes
del Señor en tierra do los que viven. Así sin dolor, con
clara vista, oido y sana memoria, en el año del Seftor
de í>93, á los 11 de mayo, diciendo salmos y signándose
con la señal de la cruz, cnlregó su bienaveniurada alma
al Señor, y fué sepultado en la iglesia de San Pedro y San
Pablo, donde después hizo infinitos milagros. Escribieron
su vida san Bernardo ift Ápolog.; Sigiberlo ín Cfcron,; Pedro
Chmiaccnse, Ub. n Miraculorum, dip. 31; Lamberto ?n
Chron, ann. 09o; Trítemio de Vir. illust., Ub. in,cfip. 230;
Odilon, presbítero; Hilarión, monge; san Aoro, el Martirologio
romano y Baronio en sus anotaciones y en sus Anales,
(om. x, año OíKI.
Quien tiene amor de Dios firme en su corazón, fácil lo
muestra, porque como esle anda unido y hermanado con
el del prójimo, sígnese del uno el otro. Cuan arraigado estaba
en el corazón de Mayólo el amor divino, bien fácil lo
conocerá cualquiera que le viere desnudarse por amor del
prójimo y no desnudarse como quiera; pues dar su vestido
al pobre, hazaña es grande del amor; pero la vence á ésta,
y sobre las valentías suyas puede blasonar el desnudarse
déla prenda masestimab'e, que eslalibertad, por el
prójimo, como hizo el glorioso Mayólo ¡ acto de caridad tan
grande, que si esta virtud es de las demás corona, esta acción
en san Mayólo fué la corona de las suyas todas, y de
su misma caridad, déla cual nos adorne su divina Majestad.
Amen.
* SAN ANASTASIO Y COMPAÑEROSMÁUTIRES.—Lérida, ciudad
notable en el principado de. Cataluña, fué la patria de es»e
santo, que fué militar de profesión, sirviendo á las banderas
del emperador Diocleciano. Guando este emperador afligió
la cristiandad con la mas cruel de las persecuciones, tiempo
hacia que Anastasio profesaba la fé de Jesucristo ; pero
su persecución no empezó hasta que Daciano vino á la
España Tarraconense para hacer ejecular los edictos del
emperador; entonces fué cuando esle prefecto apenas llegó
al lugar donde estaba Anastasio, mandó prenderle, v
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