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judíos), por ver <strong>de</strong> lejos la sombra <strong>de</strong> este dia, tuvo tanto<br />
gozo y regocijo. Con este favor tan singular quedó el<br />
bendito nifto san Juan santificado <strong>de</strong>l pecado original y<br />
confirmado en gracia, la cual jamás perdió ni comelió en<br />
su vida pecado mortal; antes con el uso <strong>de</strong> la razón que<br />
allí le dió el Señor, y le duró siempre, mereció mucho y<br />
creció en la gracia y en la virtud, aun csiando en las entrañas<br />
<strong>de</strong> su madre. Do esta santificación dice san Pedro<br />
Crisólogo: «Veis, como Juan ánles llegó al cielo que á<br />
la tierra: ántes se le comunicó el espíritu divino que usase<br />
<strong>de</strong>l humano; antes recibió los dones <strong>de</strong> Dios que los<br />
miembros <strong>de</strong>l cuerpo; ántes comenzó á vivir á Dios que á<br />
sí; ántes tomó las armas, que los miembros, para usar <strong>de</strong><br />
ellas y para vencer al mundo, venció primero á la naturaleza<br />
y para ir <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Cristo, fué <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> si.» Esto<br />
es <strong>de</strong>l Crisólogo.<br />
Mas sania Isabel con aquel súbito resplandor <strong>de</strong> tan<br />
gran<strong>de</strong> luz entendió en una breve suma casi todo el misterio<br />
<strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción, y participando <strong>de</strong>l espíritu que<br />
^ios habia infundido á su hijo, comenzó á profetizar (couio<br />
dicesan Gregorio) las cosas que ella no sabia, presentes<br />
, pasadas y por venir. Las presentes, cuando dijo:<br />
¿De dón<strong>de</strong> á mí tan gran<strong>de</strong> bien, que la Madre <strong>de</strong> mi Se-<br />
Hor venga á mí? Porque allí conoció que aquella doncella<br />
fiuc tenia <strong>de</strong>lante, era Madre <strong>de</strong> Dios, y que habia concebido<br />
<strong>de</strong>l Espíritu Santo y que el Hijo <strong>de</strong> Dios estaba encerrado<br />
en sus entrañas, y que el Mesías era ya venido al<br />
"mndo y qne el género humano habia <strong>de</strong> serredimido por<br />
él- Y llamó santa Isabel madre á la Virgen, ántes que pa-<br />
^se, lo cual (como dice Teofilato) no se suele hacer con<br />
Jotras mujeres que están preñadas, ántes <strong>de</strong>l parlo, por<br />
^ Peligro que hay <strong>de</strong> morir, y que no salga á luz la cria-<br />
'"•"a; mas en la Virgen no habia este peligro: y por eslo<br />
Sutes <strong>de</strong> parir, con mucha propiedad la llamó Madre y<br />
Madre <strong>de</strong>l Seflor, y fué la primera que con este tan glorioso<br />
titulo la honró. Profetizó asimismo santa Isabel lo<br />
pasado, cuando dijo: Bienaventurada eres , porque creíste;<br />
dando á enten<strong>de</strong>r (como dice san Gregorio), que le<br />
habían sido reveladas las palabras que el ángel san Gabriel<br />
habia dicho á la Virgen y que ella las habia creído<br />
y dado consentimiento y obe<strong>de</strong>cido al Señor. Y no ménos<br />
eonoció las cosas futuras, cuando añadió: Y cumplir se ha<br />
pn tí lo que el Señor le ha prometido. Todo esto dijo sania<br />
Isabel, ó por mejor <strong>de</strong>cir, por su boca el niño Juan que<br />
estaba en sus entrañas, como lo notaron Nicéforo, Teofilato<br />
, y el autor <strong>de</strong> Mirabiltbus Scripturot;, que anda entre<br />
las obras <strong>de</strong> san Agustín. Y por eslo san Juan fué profela<br />
y mas que profeta; pues no solamente profetizó <strong>de</strong>spués<br />
nacido, como los oíros profetas sino ántes que naciese<br />
Hizo profetas á sus padres. ¡O bienaventuraba santa Isa-<br />
* ^ , que mereció ser visitada y regalada <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong><br />
! Bienaventurada por el gozo que tuvo el niño en sus<br />
Rafias y por los salios que dió <strong>de</strong> placer, reverencianjaquel<br />
Señor encubierto que allí tenia presente. Biena-<br />
Veniurada porque enseñada por aquel movimiento y alejJJ<br />
<strong>de</strong> su hijo, entendió los allos é inefables misterios <strong>de</strong>l<br />
P^or, y alumbrada con la luz <strong>de</strong>l cielo y abrasada <strong>de</strong><br />
acÍUel fueg0 qae nunca se apaga, y llena <strong>de</strong> suavidad y<br />
admiración, conoció que aquella Virgen que la visitaba,<br />
j^a virgen <strong>de</strong> las vírgenes y Madre <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong><br />
a tierra, que por su medio venia á dar salud al mundo,<br />
Y absorta y enajenada y como fuera <strong>de</strong> sí, con gran voz<br />
JULIO. 280<br />
y con gran fé y afecto, exclamó y dijo: Bendita tú entro<br />
las mujeres y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. ¿ Y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong><br />
á mí tan gran<strong>de</strong> bien que la Madre <strong>de</strong> mi Señor venga á<br />
mí ? Bien se echa <strong>de</strong> ver que es Juan el que habla por la<br />
boca <strong>de</strong> su madre y que aquel mismo espíritu le hace<br />
<strong>de</strong>cir ahora: ¿Dón<strong>de</strong> merecí yo, que la madre <strong>de</strong> mi<br />
Señor venga á mí? que <strong>de</strong>spués cuando Cristo vino al<br />
Jordán para ser bautizado, le movió á <strong>de</strong>cir: ¿Yo <strong>de</strong>bo<br />
ser bautizado <strong>de</strong> tí y tú vienes á mí?<br />
Pero si santa Isabel fué bienaventurada por haber entendido<br />
el misterio <strong>de</strong> la encarnación <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Dios;<br />
¿cuanto mas lo será aquella Virgen y Madre castísima,<br />
en cuyas entrañas este misterio se obró? Y si sola la voz<br />
<strong>de</strong> la salutación <strong>de</strong> esta Señora hizo saltar <strong>de</strong> placer al<br />
niño encerrado y envuelto en el vientre <strong>de</strong> su madre, y<br />
le aceleró el uso <strong>de</strong> la razón y <strong>de</strong>l juicio, y le limpió <strong>de</strong> la<br />
mancha <strong>de</strong>l pecado original, y le dió tan copiosa gracia<br />
como queda referido; ¿cuánta creemos que es la dignidad<br />
y gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> esta Virgen, pues en diciendo ella á<br />
Isabel, «Dios te salve,» entró la luz y la salud en su ánima<br />
junto con la voz, y obró tan gran<strong>de</strong>s maravillas? Y<br />
por esto con muy justa razón exclamó Isabel, y con gran<strong>de</strong><br />
voz dijo: Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito<br />
el fruto <strong>de</strong> tu vientre. Exclamó con gran voz; porque<br />
Isabel era madre <strong>de</strong> Juan: el cual era voz y gran voz: y<br />
las excelencias y prerogativas <strong>de</strong> la Virgen son tantos y<br />
tan gran<strong>de</strong>s, que es menester alzar la voz para explicarlas:<br />
y por mucho que se alce y que se diga, siempre la<br />
bajeza humana será corta y habrá mucho mas que <strong>de</strong>cir.<br />
Y así cuando el Salvador echó al <strong>de</strong>monio mudo y <strong>de</strong>claró<br />
á los que le calumniaban aquel milagro, que él le habia<br />
hecho en virtud <strong>de</strong> Dios; una buena mujer queriendo alabar<br />
á la Virgen alzó la voz y dijo: Bienaventurado es el<br />
vientre que le trajo, y los pechos que mamaste: porque<br />
para alabarla habia <strong>de</strong> alzar la voz. Y no solamente la<br />
llamó «Bendita» santa Isabel, sino también <strong>de</strong>claró la<br />
causa porque era bendita añadiendo i Y bendito el fruto<br />
<strong>de</strong> tu vientre: y bienaventurada, porque creíste: quiere<br />
<strong>de</strong>cir: Tú eres bendita porque tu Hijo es bendito y fuente<br />
<strong>de</strong> la gracia: y en quien todas las gentes serán bendita».<br />
Y como el fruto no se dice bendito por el árbol, sino el<br />
árbol por el fruto, así la Virgen fué bendita entre todas<br />
las mujeres por sn Hijo , que es bendito según la naturaleza<br />
divina y humana. Y puesto caso que otras madres<br />
paren muchos hijos, y tú parirás á este solo; con todo eso<br />
entre todas las mujeres tú eres bendita: porque esto solo<br />
vale mas que todo lo criado y cuanto se pue<strong>de</strong> criar. Y<br />
dado que algunas mujeres sean benditas por su virtud;<br />
no siempre lo son por sus hijos, que muchas veces salea<br />
traviesos y <strong>de</strong>sbaratados: mas tú eres bendita porque<br />
estás llena <strong>de</strong>l Espíritu Sanio, y porque eres Madre <strong>de</strong>l<br />
Autor <strong>de</strong> la gracia y <strong>de</strong>l Padre que te crió. Y también<br />
eres bendita entre las mujeres; porque aunque tengas un<br />
solo hijo nacido <strong>de</strong> tus entrañas; pero por él eres madre<br />
<strong>de</strong> todos los creyenleí! y verda<strong>de</strong>ros hijos <strong>de</strong> Dios. Pues si<br />
el patriarca Abraham es llamado padre <strong>de</strong> muchas gentes,<br />
no según la generación carnal (porque por ella no lo<br />
fué mas que <strong>de</strong> un solo pueblo), sino porque le fué prometido<br />
que Cristo habia <strong>de</strong> <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> él según la<br />
carne, y por esto es padre <strong>de</strong> todos los creyentes; ¿con<br />
cuánta mas razón la Virgen santísima que es Madre <strong>de</strong>l<br />
Hijo <strong>de</strong> Dios, será Madre <strong>de</strong> todos los fieles? Y por eso<br />
TOMO n.<br />
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