Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 26.
Ci isto y Señor, dejando á los obispos que habia en Francia sin que primero fuese legítimamente convencido de algún
y en otras parles mas vecinas, envió una solemne embajada
con Elvano y Meduino, criados suyos, á san Eleulcrio: tes de ser oído; pues Cristo nuesto Señor no condenó ni
grave delito, y que ningún ausente fuese condenado án-
porque conocia que era cabeza, padre y pastor universal dejó de comulgar á Judas (con saber quién era), porque
de lodos los Geles, suplicándole que le enviase algunos aun no era notorio su pecado. Hizo tres veces órdenes en
ministros suyos, para que á él y á toda su casa y reino el mes de diciembre, y en ellas ordenó doce presbíteros,
hiciese cristianos, y los reconociese como á ovejas suyas y ocho diáconos y quince obispos i y después de haber gobernado
santamente la Iglesia romana quince años y vein­
del rebano del Señor.
No se puede creer la alegría que el santo pontífice Eleulerio
recibió con esta embajada; y para cumplimiento de como dicen los martirologios romanos antiguos, aunque
te y tres diasjfué martirizado, dando su vida por Cristo,
lo que por ella se le pedia, envió á Fugacio y Uonacio (que no declaran con qué género de muerte fuese coronado.
oíros llaman Daraiano), varones dignos de lan grande empresa,
á Brilania, para que enseñasen los misterios de nuestra murió, y fué año del Señor de 194 , siendo Cómodo em­
Celebra la Iglesia su festividad en 26 de mayo, en que
santa íe á Lucio y á su reino, y con el agua del sanio bautismo
los reengendrasen en Cristo. Ellos fueron y lo hi­
Eleulerio, demás de los autores que escriben las vidas de
perador. Su cuerpo fué sepultado en el Vaticano. De san
cieron, y lodo conforme al deseo y órden de Eleulerio; y los santos pontífices, hacen mención todos los Martirologios
y el cardenal Baronio en sus anotaciones, y mas lar-
el rey se bautizó y fué sanio, y como de tal hace mención
de él el Marlirologio romano á los 3 de diciembre, y su ¡ gamenteen el segundo tomo de sus Anales.
reino públicamente aceptó la féde Cristo nuestro Salvador, * LOS SANTOS SiMITttIO, PRESBÍTERO, V VEINTE Y DOS COMy
fué el primero del mundo que por público decreto y común
parecer de los moradores de él, recibió y profesó la vantó contra los cristianos por los años 159 de Jesucristo,
PAÑEROS MÁRTIRES.—Horrible fué la persecución que se le­
veligion cristiana ; puesto caso que en España y en Francia
, y en los otros reinos y provincias, ya habia en este cristianos por tan atroz persecución, huían despavoridos;
reinando el emperador Antonino Pió. Atemorizados los
tiempo muchos cristianos. Esta conversión de Lucio fué el encontrando algunos de ellos refugio en casa de una santa
año de nuestra salud de 183, según el cardenal Baronio. y caritativa mujer, llamada Práxedes, que vivia en Roma;
Habia en la isla de Britania, antes que se convirtiese, veinte
y dos flámines y Ires arquiflámines (que así llaman los en su casa algunos cristianos, mandó íuéran á ella unos
Sabido por el emperador que esta mujer tenia albergados
g('ii;iles á sus pontíüces y sumos sacerdotes): estos se convirliei
on también; y en su lugar Fugacio y Damiano ins-
en su casa. Simitrio y compañeros se hallaban en casa de
cuantos soldados, y que degollaran á los que encontrasen
lítuyerou ve¡nte y dos obispos y tres arzobispos, y los repaftieron
por aquella isla, y les señalaron sus iglesias y pultados en el cementerio de Priscílla, siendo después ve­
Práxedes, y allí fueron degollados. Sus cuerpos fueron se­
u'slritos, para qUe no fallasen á los cristianos convertidos nerados devotamente por los fieles.
pastores que los gobernasen en las cosas de verdadera re- SAN ZACARÍAS, MÁRTIR.—Fué el segundo obispo de Yiena
en el Delfinado, por cuyas regiones propagó extraordi­
''íí'on; pues los gentiles los habían tenido en sus supersticiones
é idolatrías.
nariamente el Evangelio, y murió mártir el dia 26 de mayo
Con la paz que tuvo la Iglesia en este tiempo se levanta­
del año 101.
ron algunos herejes que la turbaron, como los valentimanos,marcionistas,
scverianos y otros monstruoscomo estos,
á los cuales el santo pontífice Eleulerio resistió valerosamente
, y fué ayudado del glorioso obispo y mártir san
Irenco, discípulo de san Policarpoy dePapias, que habían
sido discípulos de los apóstoles ; porque Ireneo, siendo
presbítero, vino á Roma, enviado de la iglesia de León de
Francia, y en el tiempo que estuvo en ella escribió contra
los herejes, y les hizo guerra, como varón doctísimo apostólico,
confutando los disparates que ellos enseñaban, con
la doctrina y tradiciones apostólicas que él habia apren»-
dído: y después volvió á León, de donde fué obispo y
mártir gloriosísimo: y porque algunos de aquellos herejes
enseñaban que Dios había criado muchas cosas malas,
y que no se halúan de comer algunos manjares, por ser
cion* ' fltíUterio mandó que nadie desechase por supersti-
0n genero alguno de manjar, de las criaturas que Dios
izo para servicio del hombre: nó porque no sea lícito y
le cl no comer de algunos manjares regalados y gustosos,
para mortiücar y refrenar la carne y sus apetitos, ó
porque no se d^-ba obedecer á la santa Iglesia, cuando nos
manda abstenernos de semejantes mantenimientos, en los
días de ayuno (que esto es necesario); sino porque no se
han de desechar, por pensar que son malos de su nalura-
«za, puesSon criaturas que Dios crió. Ordenó asimismo
este santo pontífice, que ningún sacerdote fuese depuesto,
MAYO. 143
SAN CUADRADO, V COMPAÑEROS MÁRTIRES.—Padecieron por
la fe en África, se ignora cuándo; y el día que se celebra
su memoria , predicó san Agustín un sermón en su alabanza.
SAN FELICÍSIMO; SAN HERACLIO Y SAN PAULINO, MÁRTIRES.
—Eran naturales de Todi, y recien convertidos, se dedicaban
con tanto ardor á la predicación de la verdad, que
durante la persecución de Diocleciano y Maximiano, fueron
presos, y después de sufrir varios tormentos, les quitaron
la vida en Todi, por los años de 303.
SAN PRISCO T OTROS MUCHÍSIMOS MÁRTIRES.—Cuando el emperador
Aureliano viajó por las Calías, al pasar por cerca de
Auxerre, supo que habia por allí una congregación de cristianos,
que se ocupaban en hacer prosélitos, y en hacer
abominar el culto de los dioses. Él mismo fué al lugar donde
estaban reunidos, y vió á Prisco en medio de una inmensa
multitud, que cantaba salmos y divinas alabanzas.
Colérico y furioso, interrogó á Prisco de cuál era el objeto
de aquella reunión, y habiéndole contestado en nombre de
todos, qu e solo deseaban dar gloria á Jesucristo y confundir
á las falsas divinidades del imperio, fueron todos al
momento degollados, y sus cuerpos arrojados á un pozo
contiguo, sobre el cual se edificó después una iglesia que
aun subsiste.
SAN AGUSTÍN, OBISPO Y CONFESOR.-—Fué arzobispo do
Cajitorbcry en Inglaterra, y vivió en el siglo YI. Era prior