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246 LA LEYENDA DE ORO<br />
esto en lodo lugar y en todo tiempo. Una vez estando comiendo<br />
en el refectorio, oyendo leer no sé qué cosa <strong>de</strong>!<br />
amor divino, se sintió encen<strong>de</strong>r súbitamente con un fuego,<br />
y no pudo pasar a<strong>de</strong>lante con la comida, hinchado a<br />
pecho, el rostro como una llama, y los ojos <strong>de</strong>spidiendo<br />
suaves lágrimas. Deseaba que fuese amado y servido<br />
<strong>de</strong> todas las naciones <strong>de</strong>l mundo, y <strong>de</strong> buena gana hubiera<br />
dado su sangre por ello: y <strong>de</strong> esta caridad y amol<strong>de</strong><br />
Dios, nacia el amor tan excelente que tuvo para con<br />
los prójimos.<br />
Procuraba que le enviasen muchas veces á los hospitales<br />
para servir á los enfermos, y cuando iba les hacia<br />
las camas y les daba <strong>de</strong> comer : lavábales los piés y harria<br />
la pieza don<strong>de</strong> estaban; y se ocupaba con gran alegría<br />
en los otros oficios mas humil<strong>de</strong>s y bajos. En casa solia<br />
con mucho gusto suyo visitar los enfermos á menudo, y<br />
consolarlos (cuando por el dolor <strong>de</strong> la cabeza no podia<br />
estudiar), servirlos y ayudar al enfermero en todo lo que<br />
lequeria mandar. Tuvo gran zelo cuando estudiaba, que<br />
en el colegio, al tiempo <strong>de</strong> la recreación en que se comunican<br />
los estudiantes, siempre hablasen <strong>de</strong> cosas espirituales;<br />
y con su ejemplo é industria, con la buena<br />
disposición y <strong>de</strong>seo qne tenían todos <strong>de</strong> la perfección,<br />
se introdujo esta costumbre con gran<strong>de</strong> aprovechamiento<br />
<strong>de</strong> los padres y hermanos: <strong>de</strong> manera, que no solamente<br />
no se hablaba <strong>de</strong> cosas ociosas é inútiles (que estas la<br />
regla no las permite), sino tampoco <strong>de</strong> las cosas diferentes<br />
, ni <strong>de</strong> letras, sino tan solamente <strong>de</strong> cosas tocantes<br />
al espíritu : <strong>de</strong> suerte que la recreación era como una<br />
conferencia espiritual, <strong>de</strong> la cual muchos <strong>de</strong>cían que sacaban<br />
no menor fruto que <strong>de</strong> la misma oración: y en todo<br />
el colegio romano se encendió un fuego y un fervor <strong>de</strong><br />
espíritu y <strong>de</strong>voción, que era para alÜbar al Señor : lo<br />
cual se <strong>de</strong>be principalmente al ejemplo <strong>de</strong> este bienaventurado<br />
hermano.<br />
Aunque él era tan fervoroso; óralo con juicio y pru<strong>de</strong>ncia,<br />
y se acomodaba en el lugar y tiempo á las personas,<br />
con quienes trataba con suavidad <strong>de</strong> espíritu : y<br />
aunque era grave en sus acciones ; en la conversación no<br />
era severo ni <strong>de</strong>sabrido; mas dulce, gracioso y afable<br />
con todos. Tenia grandísimo zelo <strong>de</strong> la salud délas almas,<br />
y <strong>de</strong> muy buena gana hubiera ido á las Indias, para emplearse<br />
en convertirlas y traerlas al conocimiento <strong>de</strong>l Señor,<br />
como lo había <strong>de</strong>seado, aun estando en el siglo, si<br />
los superiores hubieran juzgado, que era á propósito para<br />
cosa tan gran<strong>de</strong>. Con haber caido en la enfermedad <strong>de</strong><br />
que murió, <strong>de</strong> ocasión <strong>de</strong> haber servido á los pobres enfermos<br />
<strong>de</strong> mal contagioso, oyendo <strong>de</strong>cir que se temía hubiese<br />
pestilencia en Roma aquel año, con gran fervor y<br />
alegría, hizo voto (con licencia <strong>de</strong>l padre general} <strong>de</strong><br />
servir á los apostados, si Dios le daba salud.<br />
No solamente fué adornado <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s que habernos<br />
dicho, y son propias <strong>de</strong> religiosos y <strong>de</strong> personas que<br />
buscan la perfección, sino también <strong>de</strong> una singular pru<strong>de</strong>ncia<br />
: la cual fué tanto mas admirable en él, cuanto por<br />
sus pocos años no podia tener la experiencia, que suele<br />
ser madre <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia. Esta mostró Luis en una cosa<br />
gran<strong>de</strong>, enmarañada y peligrosa que sucedió; y para<br />
<strong>de</strong>smarañarla y componerla, no se halló otro medio, sino<br />
ponerla en sus manos.<br />
Hubo un pleito muy reñido entre el duque <strong>de</strong> Mantua<br />
y el marqués <strong>de</strong> Castellón, hermano <strong>de</strong>l bienaventurado<br />
DIA ^1.<br />
Luís, por la muerte <strong>de</strong> Honorio Gonzaga, lio suyo, y Señor<br />
<strong>de</strong> Solveriño, sobre el feudo <strong>de</strong> aquel estado : porqu»<br />
pertenecía al marqués: y su tio en su testamento le habia<br />
<strong>de</strong>jado al duque, y él lomó la posesión <strong>de</strong> él. Y aunqua<br />
al principio el pleito fué civil, <strong>de</strong>spués, como se süele, se<br />
encendió <strong>de</strong> manera el enojo entre el duque <strong>de</strong> Mantua,<br />
y Rodulfo, marqués <strong>de</strong> Castellón, que lo menos que se<br />
trataba era el feudo y el interés <strong>de</strong> la hacienda. Enconóse<br />
mucho este negocio, pusiéronse <strong>de</strong> por medio gran<strong>de</strong>s<br />
príncipes para aplacar al duque, y atajar los daños qne<br />
podían suce<strong>de</strong>r : todos los medios que se tomaron, fueron<br />
vanos, hasta que por ór<strong>de</strong>n y obediencia <strong>de</strong>l padre general<br />
<strong>de</strong> la Compañía, el hermano Luis tomó la mano y<br />
fué á Lombardía : y la primera vez que habló con el duque,<br />
compuso el negocio , como se podia <strong>de</strong>sear, y reconcilió<br />
á su hermano con el duque <strong>de</strong> Mantua : el cual<br />
quedó tan pagado <strong>de</strong> su santidad, discreción y mo<strong>de</strong>stia,<br />
que lo que no quiso hacer por intercesión <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong>s<br />
príncipes, dijo que lo hacia por solo su respeto. Tanta<br />
era la opinión <strong>de</strong> su santidad, que por ella, cuando fué al<br />
estado <strong>de</strong> Castellón, que habia <strong>de</strong>jado, todos los pueblos<br />
le salían á recibir, y muchos se hincaban <strong>de</strong> rodillas, reverenciándole<br />
como á santo, y llorando su <strong>de</strong>sventura,<br />
porque no le habían merecido tener por señor. Y su misma<br />
madre, cuando llegó á ella no le abrazó como madre,<br />
sino le recibió <strong>de</strong> rodillas como á santo y como á cosa<br />
sagrada, con una profundísima reverencia; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niño<br />
le tuvo por santo y llamaba mi ángel. A mas <strong>de</strong> esto,<br />
teniendo su hermano una mala compañía, con escándalo<br />
<strong>de</strong> sus vasallos, se la quitó é hizo que se casase con ella:<br />
y porque era <strong>de</strong> baja suerte en comparación <strong>de</strong> su hermano,<br />
persuadió á todos los señores, sus <strong>de</strong>udos, que <strong>de</strong><br />
tal casamiento no gustaban, que era lo que convenia para<br />
el servicio <strong>de</strong> Dios y bien <strong>de</strong>l alma <strong>de</strong> su hermano y<br />
quietud <strong>de</strong>l estado; y todos por su parecer quedaron con<br />
entera satisfacción. Acabó esto negocio, nuestro Luís con<br />
su discreción y pru<strong>de</strong>ncia, y mucho mas con sus ayunos,<br />
-oraciones y penitencias, con las cuales negociaba primero<br />
con Dios, lo que queria negociar con los hombres;<br />
y así lodo en loque ponía mano, le salía bien. Y alcanzó<br />
una singular confianza en la paternal provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<br />
Señor, para con 61 tan gran<strong>de</strong> y tan regalada, que él<br />
mismo confesó que nunca había encomendado cosa gran<strong>de</strong><br />
ní pequeña á Dios, que no hubiese tenido el fin qne <strong>de</strong>seaba,<br />
aunque la cosa fuese dificultosa y enmarañada/y<br />
ai parecer <strong>de</strong>l todo <strong>de</strong>sesperada : que es cosa maravillosa,<br />
pero concedida <strong>de</strong>l Señor á otros santos y privados<br />
suyos.<br />
Acabados estos negocios, y habiendo eslado algún<br />
tiempo en el colegio <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Milán, don<strong>de</strong> tuvo<br />
revelación <strong>de</strong> Dios, que en breve le queria llev?r á gozar<br />
<strong>de</strong> sí; volvió á Roma muy contento y gozoso con esta<br />
nueva y prendas <strong>de</strong>l cíelo, y tan muerto al mundo, y<br />
olvidado <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong> la tierra, como si no viviera ya<br />
en ella. Todas sus cosas eran <strong>de</strong> santo, y olían á santidad;<br />
y el solo verle componía á los que le miraban. Sus<br />
palabras los encendían en el amor divino; y todos tenían<br />
en él un retrato vivo <strong>de</strong> perfección. Hubo en Roma el<br />
año <strong>de</strong> lüOl gran mortandad, causada <strong>de</strong> la carestía y<br />
hambre que habia precedido, y por el gran concurso <strong>de</strong><br />
la pobre gente que habia concurrido á Roma, para buscar<br />
«n pedazo <strong>de</strong> pan. Procuró el padre general y los <strong>de</strong>-