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Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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52i<br />

suceso <strong>de</strong> su vida , y le diese gran<strong>de</strong> ánimo y nuevas<br />

fuerzas para llevar la aspereza y trabajos <strong>de</strong> su cruz.<br />

A los seis años, pues, <strong>de</strong> su edad entró en el monasíerio<br />

que se llamó <strong>de</strong> Santa Cruz, que era <strong>de</strong> religiosas<br />

aguslinas, como si entrara en el paraiso; y bajando la<br />

cerviz tierna al suave yugo <strong>de</strong>l Seflor, se hizo discípula<br />

<strong>de</strong> su hermana, y se abrazó con la pobreza y oración, y<br />

todos los otros santos ejercicios <strong>de</strong> la religión , con tanto<br />

ardor y afecto, que no parecía ñifla ni novicia, íino antigua<br />

y perfecta religiosa. Contentábase con un pedazo <strong>de</strong><br />

pan y alguna fruta para su mantenimiento; amaba el silencio;<br />

refrenaba sus sentidos; solo estaba atenta á regalarse<br />

con su amoroso Esposo, el cual muchas veces la<br />

visitaba. Una vez, entre oirás, lo apareció en forma <strong>de</strong> niño,<br />

en los brazos <strong>de</strong> su santísima Madre, con muy alegre<br />

rostro, y como quien quería soltarse <strong>de</strong> sus manos. Entonces<br />

la santísima Madre dijo al Niño que abrazase á su<br />

tierna esposa, y llegándose la bendita niña con ferviente<br />

y dulce afecto á abrazarle, huyó y se escondió el Niño<br />

Jesús <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l manto <strong>de</strong> su Madre: y con esto <strong>de</strong>sapareció<br />

aquella visión , quedando la niña Clara , y nueva<br />

esposa <strong>de</strong> Cristo, herida <strong>de</strong> su amor, y con mayor fervor<br />

y mas encendidos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> servirle.<br />

En entrando en edad <strong>de</strong> siete años, comenzó á tratar<br />

ásperamente su cuerpo: por no sentir <strong>de</strong>spués la tiranía y<br />

t ebeltiía do lacarne, traía á raiz <strong>de</strong> ella una cuerda <strong>de</strong><br />

muchos nudos, ceñida estrechamente, y dábase largas y<br />

duras disciplinas, hasta <strong>de</strong>rramar sangre. Contentábase<br />

con pan y agua para su comida y bebida , y cuando quería<br />

celebrar alguna fiesta, anadia algunas yerbas crudas;<br />

y este era su solemne banquete. Dormia sobre la tierra<br />

<strong>de</strong>snuda : y cuando la necesidad la constreñía, echaba encima<br />

algunas pajas. Su oración <strong>de</strong> noche y <strong>de</strong> día era<br />

continua, ya hincada <strong>de</strong> rodillas, ya en pié, extendidos<br />

los brazos en forma <strong>de</strong> cruz, y algunas veces se <strong>de</strong>rrihaba<br />

con profunda humildad con la boca pegaba al suelo.<br />

Su honestidad era admirable, así en el trato <strong>de</strong> su persona<br />

, y en el <strong>de</strong>scubrir ó mirar ó tocar alguna parle <strong>de</strong> su<br />

cuerpo, como en lodo lo <strong>de</strong>más; y eslimaba tanto la preciosa<br />

joya <strong>de</strong> la virginidad , que <strong>de</strong>cia, que por no per<strong>de</strong>rla<br />

, <strong>de</strong> buena gana pa<strong>de</strong>ceria , si fuese menester, las<br />

penas <strong>de</strong>l inüerno, todo el tiempo que viviese.<br />

Fué tan recatada en la vista, que se entien<strong>de</strong> que jamás<br />

miró la cara fijamente á hombre; y cuando hablaba ^con<br />

alguna persona, cubría su rostro, puestos los ojos en<br />

lici t a. Y como una vez un hermano suyo religioso le dijeso<br />

que por qué le hablaba <strong>de</strong> aquella manera, respondió:<br />

Poca necesidad hay <strong>de</strong> la vista, ni <strong>de</strong>l rostro, cuando hablamos;<br />

pues hablamos con la lengua. Y este mismo recalo<br />

quería que tuviesen las otras monjas, siendo superiora,<br />

zelando en gran manera su honestidad. Estando<br />

una vez en oración, y arrobada y transportada en Dios,<br />

vino la hora<strong>de</strong> comulgar las monjas, y ella por eslar<br />

absorta olvidóse <strong>de</strong> lomar el manto; y sóror Juana , su<br />

hermana , quiso por aquella vez vedarle la sagrada comunión<br />

en castigo <strong>de</strong> aquella culpa. Volvióse la santa virgen<br />

á su amado Esposo <strong>de</strong>rramando muchas lágrimas:<br />

aparecióle el benigno Jesús, y con su propia mano la<br />

comulgó. Otras muchas veces le apareció en figura <strong>de</strong><br />

cor<strong>de</strong>ríto muy blanco que jugaba con ella, é imprimía en<br />

su alma un entrañable y amoroso sentimiento <strong>de</strong>l corazón<br />

amoroso, con que el Cor<strong>de</strong>ro sin mancilla se había ofrecí-<br />

LA LEYENDA DE ORO. DÍA 17.<br />

do en el ara <strong>de</strong> la cruz por la re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong>l género humano.<br />

Y este misterio <strong>de</strong> la sagrada pasión <strong>de</strong>l Señor tenia<br />

tan esculpido é impreso en su alma, que parecía que<br />

ni comiendo ni bebiendo, ni por algún breve espacio<br />

podía apartar su memoria <strong>de</strong> sus dolores y tormentos.<br />

Todo lo que veía, oia, pensaba y <strong>de</strong>cia, lo guisaba<br />

con esla salsa, y lo endulzaba con la amargura <strong>de</strong> la<br />

cruz: y <strong>de</strong> esta , como fuente manaban las otras virtu<strong>de</strong>s<br />

que hermoseaban y adornaban su bendita alma: porque<br />

sus palabras eran pocas, graves y necesarias, y <strong>de</strong> cosas<br />

<strong>de</strong> Dios; pero muy eficaces para imprimir lo que quería<br />

en los corazones.<br />

¿Pues qué diré <strong>de</strong> la paciencia <strong>de</strong> esta santísima virgen<br />

? ¿ Qué <strong>de</strong> la alegría y júbilo con que sufría la pobreza<br />

y mengua en el comer y ea el vestir? ¿En los trabajos,<br />

en las enfermeda<strong>de</strong>s muchas y gran<strong>de</strong>s que pa<strong>de</strong>ció? ¿En<br />

los <strong>de</strong>nuestos, contradicciones y persecuciones , con las<br />

cuales el Señor la probó y afinó para coronarla con mayor,<br />

gloria? ¿Qué <strong>de</strong> la caridad amorosa y dulce que usaba<br />

con sus enemigos , y con los que mas la habían afligido,<br />

rogando á Dios por ellos, y haciendo que las otras hermanas<br />

suyas los tuviesen presentes en sus oraciones, compa<strong>de</strong>ciéndose<br />

<strong>de</strong> sus trabajos, sirviéndolos y proveyéndolos'en<br />

sus necesida<strong>de</strong>s, y dando siempre bien por mal,<br />

y recompensando los maleficios con beneficios? ¿Qué<br />

<strong>de</strong> su compasión, y <strong>de</strong> la amargura y lágrimas con que<br />

lloraba los pecados ajenos, y sentía las tribulaciones y<br />

miserias <strong>de</strong> sus prójimos, y remediaba sus necesida<strong>de</strong>s<br />

con su pobreza, <strong>de</strong>snudándose á sí por vestirlos, y ayunando<br />

ella porque ellos comiesen?<br />

Resplan<strong>de</strong>ciendo , pues, esta sagrada virgen con tan<br />

esclarecidas virtu<strong>de</strong>s entre todas las monjas, murió su<br />

hermana sóror Juana, y luvo sóror Clara revelación <strong>de</strong> la<br />

gloria que en el cielo poseía ; y con voluntad <strong>de</strong> las religiosas<br />

y con gran repugnancia suya , fué elegida por superiora<br />

en lugar <strong>de</strong> su hermana.<br />

luego que comenzó á ser prelada se <strong>de</strong>scubrieron mayores<br />

dones y mas raras gracias <strong>de</strong>l Espíritu Sanio en la<br />

sania virgen, porque ante todas cosas, ninguna cosa enseñaba<br />

que ella no hiciese. Era la primera que ponia el<br />

hombro al trabajo y á la carga , y con un espíritu divino<br />

y profético; sabia muchas cosas ánles que acaeciesen, y<br />

penetraba las enfermeda<strong>de</strong>s interiores <strong>de</strong> sus hermanas<br />

con la luz <strong>de</strong>l cielo, y aplicaba las medicinas convenientes<br />

para curarlas, y prevenía los daños antes que sucedíoseo,<br />

y á gran<strong>de</strong>s letrados <strong>de</strong>claraba lugares oscuros <strong>de</strong> ía<br />

sagrada Escritura, y confundía á los herejes. A un perverso<br />

hereje, que por su hipocresía tenía nombre <strong>de</strong> santo,<br />

y la vino á hablar, y pretendió engañarla , le resistió<br />

varonilmente, y alumbrada <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong>l cíelo le confundió<br />

ó hizo callar, y procuro que fuese castigado como lo<br />

fué, para que no inficionase á otros con su pestilente doctrina<br />

: y á este propósito dijo, que había recibido <strong>de</strong>l Señor<br />

tan gran<strong>de</strong> lumbre <strong>de</strong> su féy verdad, que aunque lodos<br />

los libros <strong>de</strong>l mundo se quemasen y la«predícacion evangélica<br />

cesase, le parecía que ella la podría enseñar.<br />

Entre otras virlu<strong>de</strong>s qoc luvo siendo aba<strong>de</strong>sa, fué una:<br />

el amor á la santa pobreza, y el ser <strong>de</strong>sinteresada, s'.n<br />

poner los ojos en cosa temporal, sino en solo el contenió<br />

y agrado <strong>de</strong>l Señor. En recibir las que le pedían el hábítOr<br />

y admitirlas á su religión, no miraba sí eran pobres ó<br />

ricas, sí <strong>de</strong> parientes que podían ser provechosos al con-

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