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UIA 27. JULIO. 42!<br />
en la iglesia catedral una redoma llena <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong><br />
san Panlaleon, y cada afio en eldia <strong>de</strong> su martirio , que es<br />
á los27 <strong>de</strong> julio se <strong>de</strong>rrite y <strong>de</strong>scuaja aquella sangre, eslando<br />
el resto <strong>de</strong> tiempo cuajada y dura , y la sacan aquel<br />
día en procesión, y otros , cuando hay alguna necesidad;<br />
y se ven gran<strong>de</strong>s efectos y milagros que hace el Señor<br />
para gloria <strong>de</strong> su santo: cuya muerte fué ( como dijimos)<br />
en 27 <strong>de</strong> julio en que la celebra la Iglesia, año <strong>de</strong>l Señor<br />
<strong>de</strong> 311.<br />
<strong>Los</strong> SIETE DURMIENTES HERMANOS, MÁRTIRES. — Aunque<br />
es muy sabida la historia <strong>de</strong> los siete hermanos mártires,<br />
que llaman Durmientes, todavía quiero yo referirla aquí<br />
brevemente , para <strong>de</strong>clarar <strong>de</strong>spués la verdad <strong>de</strong> ella, y<br />
lo que se <strong>de</strong>be tener por cierto. En tiempo pues <strong>de</strong>l emperador<br />
Decio se levantó una terrible y espantosa persecución<br />
contra la Iglesia <strong>de</strong> Cristo; porque el emperador<br />
era fiero y cruelísimo, y tenia estraño odio contra los cristianos:<br />
parte por haberlo sido el emperador Felipe, á<br />
quien él había quitado la vida: parte por la falsa creencia<br />
y superstición, con que adoraba á los dioses vanos <strong>de</strong> la<br />
gentilidad , teniéndolos por patronos y conservadores <strong>de</strong><br />
su impel ió. En esta persecución muchos cristianos fueron<br />
muertos con exquisitos tormentos en la ciudad <strong>de</strong> Efeso,<br />
estando el emperador Decio presente: otros <strong>de</strong>sfallecieron:<br />
otros huyeron y se ausentaron, por librarse <strong>de</strong> las manos<br />
<strong>de</strong> tan impío tirano.<br />
Entre los otros cristianos fueron presos siele hermanos,<br />
mozos y <strong>de</strong> muy gentil disposición y gracia , hijos <strong>de</strong> un<br />
caballero ilustre <strong>de</strong> allí <strong>de</strong> Efeso, que se llamaban Maximiano,<br />
Maleo, Martiniano , Dionisio, Jhan , Serapion y<br />
Constantino: los cuales fueron presentados <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l emperador<br />
, y por mucho que él los tentó , y con halagos y<br />
amenazas procuró persuadirles que adorasen á sus dioses;<br />
nunca lo pudo acabar con ellos, raostrandóse muy valerosos<br />
y constantes en la fé <strong>de</strong> Cristo. El emperador, aunque<br />
les mandó quitar los cintos <strong>de</strong> oro, que como soldados y<br />
caballeros traían ( que era quitarles la nobleza ), no quiso<br />
luego ejecutar en ellos su saña y furor; antes movido <strong>de</strong><br />
cierta compasión vana los <strong>de</strong>jó para que pensasen mejor<br />
loque les convenia, y se rindiesen á su voluntad. Ellos<br />
<strong>de</strong>terminados á morir por Cristo, recogieron la hacienda<br />
que pudieron, y repartieron la mayor parle á los pobres:<br />
y con lo que <strong>de</strong> ella Ies quedó, encomendándose muy <strong>de</strong><br />
veras á nuestro Señor; y suplicándole que los librase <strong>de</strong> la<br />
violencia <strong>de</strong> aquel tirano, ó que les diese espírilu y fuerzas<br />
para vencerle y pa<strong>de</strong>cer por su amor, se retiraron<br />
á una cueva gran<strong>de</strong> y capaz, que estaba cerca <strong>de</strong> la ciudad,<br />
don<strong>de</strong> pensaban que estarían seguros. Supo esto el<br />
emperador, y mandó cerrar la entrada <strong>de</strong> aquella cueva,<br />
<strong>de</strong> manera, que los santos siete hermanos no pudiesen<br />
salir <strong>de</strong> ella, y muriendo allí <strong>de</strong> hambre, la misma<br />
cueva les sirviese <strong>de</strong> sepultura. Hízosc así: y un cristiano<br />
(para que quedase la memoria <strong>de</strong> tan gloriosos mártires),<br />
^scrib ió lo que habia pasado y mandado el emperador,<br />
en un a lámina, y echóla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cueva, ántes que<br />
se cerrase.<br />
Murió Decio <strong>de</strong>sastradamente, y sucediéronle los otros<br />
pfuperadores gentiles hasta el gran Constantino, que fué<br />
Crisliano y amplificador <strong>de</strong> nuestra santa religión , y <strong>de</strong>s-<br />
PUes los <strong>de</strong>más hasta Teodosio el menor, hijo <strong>de</strong>l erapera-<br />
(|or Arcadio, y nielo <strong>de</strong>l gran Teodosio el mayor: en cuyo<br />
'"lii)po á los veinte y fres años <strong>de</strong> su imperio, abriéndose<br />
con cierta ocasión la entrada <strong>de</strong> aquella cueva , se hallaron<br />
(no sin gran milagro) aquellos siete hermanos y santos<br />
mártires, enteros con sus vestidos y miembros y sin corrupción<br />
, como si todo este tiempo hubieran dormido y gozado<br />
<strong>de</strong> un dulce y profundo sueño. Confirmáronse <strong>de</strong> la<br />
verdad <strong>de</strong>l milagro el obispo y gobernador, y toda la ciudad<br />
<strong>de</strong> Efeso, cuando prendieron á uno <strong>de</strong> ellos, (que era<br />
el menor, y habia venido <strong>de</strong> la ciudad'á comprar alguna<br />
cosa <strong>de</strong> comer para sí, y para sus hermanos) y Ies contó<br />
como se habían escondido en aquella cueva por temor <strong>de</strong><br />
la muerte que les quería dar el emperador Decio: y mucho<br />
mas se confirmaron, cuando leyeron en la lámina que dijimos,<br />
la misma historia que para testimonio <strong>de</strong> la verdad<br />
habia Dios or<strong>de</strong>nado, que tanto ántes se escribiese y se pusiese<br />
en aquella cueva; y así se echaron todos los que habían<br />
concurrido á la cueva, á los piés <strong>de</strong> aquellos santos y<br />
bienaventurados hermanos mártires.<br />
Muchos autores latinos y griegos, que cuentan esta historia,<br />
como son <strong>de</strong> los latinos, Gregorio Turonense Gloria<br />
confessorum , cap. 93; Sigiberto en su Crónica en el año<br />
<strong>de</strong> 447; y <strong>de</strong> los griegos, Metafraste en la historia que escribió<br />
<strong>de</strong> estos siete hermanos Durmientes, referido por<br />
Surio en su cuarto lomo; Nicéforo en el lib. xiv, cap. 43 y<br />
Cedreno en el compendio, á los veinte y tres años <strong>de</strong><br />
Teodosio dicen, que verda<strong>de</strong>ramente estos santos durmieron<br />
todo el tiempo que habemos dicho, que fueron ciento<br />
setenta y siete años; porque Decio comenzó á imperar el<br />
año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 233 y Teodosio el menor, el <strong>de</strong> 407,<br />
ciento cincuenta años <strong>de</strong>spués; y á los veinte y tres años<br />
<strong>de</strong>! imperio <strong>de</strong> Teodosio, que era el <strong>de</strong> 430 <strong>de</strong> Cristo, dicen<br />
que se dispertaron ó resucitaron estos santos: y así no<br />
fueron sino ciento setenta y siete años, aunque Metafrasle<br />
y Nicéforo dicen que fueron trescientos setenta y dos años;<br />
pero es engaño ó error <strong>de</strong> la impresión.<br />
Dicen mas estos autores: que Dios nuestro Señor los<br />
dispertó, para que testificasen la verdad <strong>de</strong> la general resurrección<br />
<strong>de</strong> nuestros cuerpos, que creemos los cristianos<br />
y esperamos: porque en el tiempo <strong>de</strong> Teodosio dicen<br />
se habia levantado una herejía muy perjudicial, que negaba<br />
esta resurrección y muchos la seguían: y que el mismo<br />
emperador Teodosio vino á Efeso por ver este gran milagro<br />
, y se postró á los piés <strong>de</strong> los santos hermanos, y<br />
ellos le refirieron como habían entrado en aquella cueva,<br />
y dormido todos aquellos años, y Dios los habia dispertado<br />
para que <strong>de</strong>clarasen la verdad <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong><br />
nuestros cuerpos, y <strong>de</strong>shiciesen la mentira <strong>de</strong> los herejes<br />
que enseñaban lo contrario; y que habiendo dado este testimonio<br />
, murieron en la cueva y quedaron en ella; porque<br />
queriendo el emperador hacerlos poner á cada uno en<br />
su caja <strong>de</strong> oro, los mismos sanios mártires le aparecieron<br />
y mandaron que los <strong>de</strong>jase allí.<br />
Esto dicen los autores que habemos alegado; pero el<br />
car<strong>de</strong>nal Baronio en el segundo tomo <strong>de</strong> sus Anales, y en<br />
las anotaciones <strong>de</strong>l Martirologio romano á los 27 <strong>de</strong> julio,<br />
y otros autores dicen que estos siete hermanos no se<br />
llaman Durmientes, por haber dormido todo este espacio<br />
<strong>de</strong> tiempo que habemos dicho, y <strong>de</strong>spertádose <strong>de</strong>spués;<br />
sino porque aunque verda<strong>de</strong>ramente murieron los hallaron<br />
com^ dormidos: y porque la muerte <strong>de</strong> los justos se llama<br />
en la sagrada Escritura sueño, y el lugar en que sus cuerpos<br />
son sepultados llamamos cementerio, que quiere <strong>de</strong>cir<br />
dormitorio: porque dicen estos autores, que no hay me-