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APROXIMACIÓN A LOS GÉNEROS MUSICALES

Hasta finales del siglo XVIII la música estaba muy vinculada al estatus social. Existía una tradición dual. De un lado, la música escrita asociada a la aristocracia. Y otra, de tradición oral y ligada a una población básicamente rural, la música folclórica. Desde entonces hasta nuestros días, la música que hoy reconocemos como popular ha ido evolucionando en un extenso abanico de géneros y estilos que han ido más allá de su estructura armónica y melódica. Realmente, representan una parte importante de nuestra cultura. Géneros musicales que han evolucionado en función de la gran cantidad de avances tecnológicos, tanto en el ámbito de la perfección y fabricación de instrumentos como en todo lo relacionado con los medios técnicos de grabación. Tales avances favorecieron el consumo masivo de la música popular moderna provocando la eclosión de una industria exclusiva. Desde aquellos músicos que tocaban en los salones de baile, en plena eclosión de la Revolución Industrial, hasta nuestros días, la música popular moderna nos ha proporcionado innumerables matices estilísticos fruto de sus originales cimientos y de la correspondiente evolución en el tiempo. En la presente publicación os presentamos una extensa aproximación a todos esos géneros de forma cuidada y sistematizada. Así pues, os invitamos a transitar, entender e interpretar las numerosas sendas de la música popular moderna.

Hasta finales del siglo XVIII la música estaba muy vinculada al estatus social. Existía una tradición dual. De un lado, la música escrita asociada a la aristocracia. Y otra, de tradición oral y ligada a una población básicamente rural, la música folclórica.
Desde entonces hasta nuestros días, la música que hoy reconocemos como popular ha ido evolucionando en un extenso abanico de géneros y estilos que han ido más allá de su estructura armónica y melódica. Realmente, representan una parte importante de nuestra cultura.
Géneros musicales que han evolucionado en función de la gran cantidad de avances tecnológicos, tanto en el ámbito de la perfección y fabricación de instrumentos como en todo lo relacionado con los medios técnicos de grabación.
Tales avances favorecieron el consumo masivo de la música popular moderna provocando la eclosión de una industria exclusiva.
Desde aquellos músicos que tocaban en los salones de baile, en plena eclosión de la Revolución Industrial, hasta nuestros días, la música popular moderna nos ha proporcionado innumerables matices estilísticos fruto de sus originales cimientos y de la correspondiente evolución en el tiempo.
En la presente publicación os presentamos una extensa aproximación a todos esos géneros de forma cuidada y sistematizada.
Así pues, os invitamos a transitar, entender e interpretar las numerosas sendas de la música popular moderna.

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UNA APROXIMACIÓN A LOS GÉNEROS MUSICALES DEL SIGLO XX

blues fue el uso frecuente de las terceras, las séptimas e incluso de las

quintas en la melodía, junto con el crushing (tocar dos notas adyacentes

al mismo tiempo, por ejemplo como las segundas disminuidas) y el

sliding (similar a las notas de adorno).

Mientras que un músico clásico suele tocar una nota de adorno

distintivamente, un cantante de blues, o un armonicista, tocará

glissando, «golpeando las dos notas para soltar a continuación la “nota de

adorno”». En las progresiones de acordes del blues, los acordes tónicos,

subdominantes y dominantes suelen tocarse como séptimas dominantes,

siendo la séptima menor un componente importante de la escala. El

blues suele tocarse ocasionalmente en una escala menor, diferenciándose

esta de la escala menor tradicional en el uso ocasional de la quinta en la

tónica (cantada por el músico o por el instrumentista principal con la

quinta justa en la armonía).

El tema de Big Mama Tornton «Ball and Chain», interpretado

por Janis Joplin acompañada por Big Brother and the Holding

Company, muestra un ejemplo de esta técnica.

El blues en escalas menores suele estar estructurado en dieciséis compases

en vez de doce, al estilo del género musical góspel, como puede

comprobarse en el tema «St. James Infrmary Blues» y en el tema de

Trixie Smith «My Man Rocks Me».

Algunas veces, se utiliza una escala dórica para los blues de escalas

menores, siendo la nota menor la tercera y séptima pero la mayor

correspondiendo a la sexta.

Los shufes de blues refuerzan el rítmo y el patrón de llamada y

respuesta, formando un efecto repetitivo denominado groove. Los

shufes más simples, ampliamente utilizados en el blues eléctrico, el rock

and roll o en el bepop inicial de posguerra, consistían en un rif de tres

notas de las cuerdas graves de la guitarra; el efecto groove se creaba

cuando se interpretaba este rif con el bajo y la batería. Asimismo, el

walking bass era otro dispositivo que permitía crear efectos groove.

El ritmo shufe suele vocalizarse como «dow, da dow, da dow,

da» o «dump, da dump, da dump, da» y consiste en ocho notas.

El blues en el jazz difere en gran medida del blues en otro tipo

de géneros musicales (como el rock and roll, el rhythm and blues, el soul

o el funk). El jazz blues suele tocarse en el acorde V a través de los

compases 9 y 10, enfatizando la estructura tónica del blues tradicional

(resolución tónica sobre el subdominante). Esta cadencia fnal de acordes

V-I conlleva por sí misma un gran número de variaciones, siendo la más

básica de ellas la progresión de acordes ii-V-I en los compases 9, 10 y 11.

A partir de este punto, la aproximación dominante (acordes ii-V) y la

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