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Parte I: Fundamentación teórica y estado de la cuestión
28 de abril, que en su art. 6.2 establece las adaptaciones curriculares pertinentes
para ayudar a los alumnos a integrar los valores de la cultura prevaleciente
y el RD. 696/1995 de 2 de junio, que propicia la ordenación de los
alumnos con necesidades especiales desde una visión intercultural.
Sigue la LOPEGCE, de 20 de noviembre de 1995, que estableció en los
centros sostenidos con fondos públicos, la escolarización de alumnos con
necesidades educativas especiales, derivadas de la discapacidad y trastornos
de conducta o asociadas a situaciones sociales o culturales desfavorecidas.
Estos planteamientos quedan trasladados al RD. 696/1995, para los
alumnos con discapacidad y trastornos de conducta, y para los alumnos en
desventaja económica y cultural, y también al RD 299/1996, 28 de febrero,
haciendo mención a la “creciente pluralidad sociocultural” en España y advierte
de la necesidad de “prevenir y resolver los problemas de exclusión
social, discriminación, racismo, xenofobia, inadaptación, fracaso y absentismo
escolar”. Dicho Decreto citado en Consejo Escolar del Estado (2001,
346) cumple los siguientes objetivos, que cito dada su importancia:
1. Promover la igualdad de oportunidad de acceso, permanencia y promoción a una
educación de calidad para todos los niños, jóvenes y adultos (...) articulando medidas
que hagan efectiva la compensación de las desigualdades de partida.
2. Facilitar la incorporación e integración social y educativa de todo el alumnado, contrarrestando
los procesos de exclusión social y cultural, desarrollando actitudes de comunicación
y de respeto mutuo entre todos los alumnos independientemente de su
origen cultural, lingüístico o étnico.
3. Potenciar los aspectos de enriquecimiento que aportan las diferentes culturas, desarrollando
aquellos relacionados con el mantenimiento y difusión de la lengua y cultura
propias de los grupos minoritarios.
4. Promover y facilitar el acceso y permanencia en el sistema educativo de los colectivos
a los que van dirigidas (ampliación de las plazas escolares, medidas de lucha contra
el absentismo escolar, ayudas para la gratuidad de los servicios complementarios
de transporte y comedor, etc.).
5. Velar por las condiciones de escolarización y atención al alumnado en cuestión (programas
para la adquisición de la lengua de acogida, así como de mantenimiento y difusión
de la lengua y cultura propias de los grupos minoritarios, etc.
6. Desarrollar programas dirigidos a mantener y ampliar la calidad de la enseñanza
(formación del profesorado, incentivación de la labor docente del profesorado que desarrolle
actuaciones de compensación, aliento a los apoyos externos, así como a la participación
de las familias en el proceso educativo).
También la Orden de 22 de julio de 1999, que regula las actuaciones
de compensación educativa en centros docentes sostenidos con fondos públicos,
dentro del ámbito territorial gestionado directamente por el MECD y
que señala el Consejo Escolar del Estado (2001, 334-335):
- “Las actuaciones de compensación educativa deben desarrollarse en los centros autorizados
que escolaricen alumnado con necesidades de compensación educativa.
- Se define al alumno con necesidades de compensación educativa como aquel que por
su pertenencia a minorías étnicas o culturales en situación de desventaja socioeducativa,
o a otros colectivos socialmente desfavorecidos, presente desfase escolar significativo,
con dos o más cursos de diferencia entre su nivel de competencia curricular y el
nivel en que esté escolarizado, así como necesidades de inserción educativa y necesidades
de apoyo derivadas de una incorporación tardía al sistema educativo, de una es-
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