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Capítulo II: Respuesta educativa y escolar al fenómeno migratorio
El promedio entre alumnado extranjero y autóctono varía de manera
importante entre provincias. Las hay con mayor porcentaje de alumnado
extranjero como Madrid, Baleares y Girona (6%), Alicante y Melilla (5%). Al
otro extremo destacan Jaén, Badajoz, Córdoba, Sevilla y A Coruña (alrededor
del 0,5%).
Por consiguiente, en función de la creciente estadística de los y las estudiantes
foráneas, han de estar los recursos que tienen que destinar las
administraciones educativas, realizando mayores esfuerzos cada vez, para
desarrollar una educación de calidad que integre adecuadamente a este
alumnado, respetando a la vez su cultura y lengua de origen y las necesidades
que plantee su integración en las escuelas de la Comunidades Autónomas.
6 El alumnado de origen extranjero como grupo potencial de riesgo
social.
¿El alumnado de origen extranjero en edad escolar, incorporados al
sistema educativo español serán siempre “extranjeros”? ¿Sólo podrán realizar
“trabajos para extranjeros”, una vez que terminen su formación obligatoria?
Puede ser que, al margen de su grado de integración, de sus logros
estudiantiles y sus progresos culturales en general, en muchas ocasiones,
como los niños y niñas autóctonos, estén frustrados en las ilusiones de
bienestar que en época de escolarización sueñan.
Los problemas y dificultades que estos colectivos en edad escolar encuentran
tienen que ver con la integración en la escuela por el idioma, la
desorientación, la marginación, el déficit de conocimientos, falta de hábitos
de escolarización, la situación laboral de los padres, el problema de la vivienda,
situaciones sanitarias, la familia, etc., que pueden desembocar en
problemas de inseguridad y baja autoestima. Al respecto, el Colectivo Amani,
(1994) dice que ‘una buena autoestima supone potencialmente mayor
capacidad para solucionar conflictos y mayor interés por el mundo y las diferencias,
más tendencia a la cooperación y también a la solidaridad’.También
Pérez-Grande, García del Dujo, Martín García (1999, 143 -
144) expresan que
“Es preciso no confundir la alta autoestima con el engreimiento que generalmente enmascara
una baja estima de sí mismo y la necesidad de hacerse valer a toda costa.
Esta soberbia estaría relacionada más bien con la personalidad autoritaria que presenta
miedo, inseguridad e intolerancia ante la diferencia, lo que supone un caldo de cultivo
para desarrollar prejuicios.
Para llegar a desarrollar una buena autoestima, los educandos necesitan fundamentalmente
sentirse aceptados y respetados, sentir que se valoran sus opiniones y sentimientos,
tener experiencias de éxito y responsabilidades adecuadas a su edad”.
Está claro que la integración se consigue con educación, formación y
procesos de socialización adecuados, donde las técnicas de alimentación de
la estima personal, juegan un papel primordial. Por eso, ha de ser una prioridad
para nosotros, la escuela española y para la sociedad en general, la
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