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Capítulo II: Respuesta educativa y escolar al fenómeno migratorio
versidad e inclusión. Esta es la calidad educativa tan mencionada, para la
cual, la formación inicial y de especialización de los docentes se hace fundamental.
Si la sociedad cambia, la escuela requiere también cambios. Si la sociedad
es diversa y la escuela también, necesita maestros y maestras con
un perfil diferente y una mentalidad abierta y distinta para una sociedad y
escuela en cambio. Este nuevo perfil en el docente, se puede producir a través
de la reflexión sobre la experiencia de campo, sobre la práctica, promoviendo
nuevos aprendizajes y orientando procesos. La formación continuada
del profesorado ha de integrar la práctica, las experiencias, los conocimientos
con todos sus procesos, valorando la diversidad como un auténtico valor
en sí misma.
En definitiva se hace necesario para los docentes, en palabras de Luis
Carro, 92 “pasar del universo, al multiverso; de la diversidad a la multidiversidad;
del aprender al desaprender la homogenización; conocer para actuar
y para aumentar el número de posibilidades”.
8.9 Hacia la convergencia en el Área Europea de Educación Superior
Dado que la sociedad demanda a los centros universitarios, que preparen
adecuadamente a los alumnos, desarrollando actitudes ciudadanas para
la sociedad democrática, la Universidad ha de asumir un cambio en el paradigma
enseñanza / aprendizaje, donde la “sociedad del conocimiento” y la
“sociedad del aprendizaje”, converjan en un proyecto de formación innovador,
donde las titulaciones universitarias en Europa se aproximen, para conseguir
los perfiles profesionales demandados por la comunidad.
Los pasos dados en el Área Europea de Educación Superior, que se
desea esté establecido en 2010, tiene tres momentos claves señalados por
la Declaración de la Sorbona (1998), la Declaración de Bolonia (1999, ver
anexo 32) y el Comunicado de Praga (2001).
La Declaración de la Sorbona (1998), es realizada conjuntamente por
los ministros de educación de 4 países: Francia, Alemania, Italia, y el Reino
Unido. Se firma en París, con la necesidad de armonizar la construcción de
un Sistema Europeo de Educación Superior. Los países firmantes piden al
resto de los comunitarios, que se sumen a esta iniciativa de construir un
Espacio de Educación Superior, en el que las diferentes identidades nacionales
y los intereses comunes puedan interactuar y fortalecerse en beneficio
de Europa, de sus estudiantes, y de sus ciudadanos en general.
En 1999 se firma la Declaración de Bolonia, cuyas líneas concretas se
pueden ver en el anexo 32. La Declaración está firmada por 32 estados europeos
junto con las asociaciones de universidades, de estudiantes y el
Consejo de Europa para conseguir adoptar un sistema europeo de titulaciones
comprensible y comparable que sirva para promocionar la obtención del
empleo y la competitividad del sistema de educación superior europeo. Esta
Declaración insiste en el respeto a los principios de autonomía y diversidad.
92 En una comunicación personal. Es profesor de la Universidad de Valladolid.
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