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Parte I: Fundamentación teórica y estado de la cuestión
Y a nivel organizativo es el reglamento de régimen interior el que recoge
estos principios. Desde el punto de vista intercultural, toma en cuenta
el comedor escolar con sus menús, los tiempos de recreo, las actividades
extraescolares, el transporte escolar, la participación de las familias en el
Consejo Escolar, AMPAS, las comisiones específicas; incentiva también la
participación a través de reuniones y entrevistas, solucionando así la insuficiencia
informativa que pudiera darse, los problemas de comunicación y los
conflictos previsibles con las familias.
10.5 El Proyecto Curricular de Centro Intercultural
El enfoque intercultural del Proyecto Curricular implica tomar decisiones
relativas al qué enseñar (objetivos y contenidos), cuándo enseñar (secuenciación),
cómo enseñar (actividades y metodologías) y qué, cuándo y
cómo evaluar en las distintas etapas, ciclos y áreas. Son muy útiles los libros
de texto, sin embargo al estar descontextualizados y poco adaptados a
las necesidades específicas del centro, es necesario contactar con más de
una editorial, analizando sus planteamientos, la forma como organizan el
trabajo de los alumnos, para seleccionar aquellos que más se adecuan al
proyecto educativo consensuado y a las necesidades de nuestro entorno intercultural
más cercano.
Adaptar los objetivos y contenidos según la variable cultural, es asegurar
la continuidad, la orientación, la garantía y la coherencia entre los docentes,
que como proyecto a largo plazo, busca el éxito escolar de todo el
alumnado.
En lo metodológico, hay que establecer sólo las líneas básicas, pues al
no existir una didáctica intercultural como tal, le corresponde a cada profesor
decidir los métodos, las técnicas, las estrategias y los recursos que
hacen del currículo diseñado en textos, una planificación organizada en el
contexto.
En cuanto a las orientaciones metodológicas, es fundamental respetar
y valorar las culturas de origen, analizar y trabajar los estereotipos, los tópicos
y los prejuicios de actitudes discriminatorias, diseñar actividades motivadoras,
participativas y útiles ajustando el conocimiento a situaciones reales,
favorecer la interacción y el diálogo entre el alumnado y de éstos con
el profesorado, planificando actividades abiertas, flexibles, diversificadas y
fomentar la participación de la comunidad educativa en las actividades de
aprendizaje, etc.
Sobre la evaluación, hay que proponer los criterios y procedimientos
de evaluación y promoción del alumnado, revisando el sentido, las funciones,
la comprensión y la práctica de la evaluación de los alumnos, pues toda
la enseñanza se produce en un clima de evaluación. Ante los elevados índices
de fracaso escolar, hay que luchar por la igualdad de oportunidades
también desde el punto de vista de la valoración del alumnado diverso, que
presenta déficit y dificultades comprensibles.
Hay más decisiones que tomar sobre otros elementos curriculares como
los espacios, los tiempos escolares, los criterios para la selección y utilización
de materiales curriculares y recursos didácticos, los criterios y procedimientos
para atender al alumnado de minorías que se incorpora tarde al
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