universidad de salamanca tesis doctoral —inmigraciìn y escuela ...

Capítulo II: Respuesta educativa y escolar al fenómeno migratorio
la definición de la misma por cada centro donde se desarrolle, y la interpretación
variada en las Consejerías de Educación.
En muchos casos la propuesta de crear un aula específica puede surgir
por necesidades distintas: la presencia cada vez más importante en el centro
de alumnado inmigrante, con lengua distinta a la nuestra que desconocen,
con usos culturales diferentes, con niveles curriculares más bajos, con
procedencia de sistemas educativos distintos, con actividades escolares ordinarias
o extraescolares en las que participan poco, por desconocimiento,
falta de comunicación e integración, etc.
9.1 Finalidad y funcionamiento
La finalidad de las aulas específicas es compensadora. Son aulas de
paso, mientras que el equipo de profesores encargados de su gestión, consideran
oportuno la incorporación definitiva de los alumnos al grupo ordinario.
En este sentido las aulas específicas facilitan la incorporación del
alumnado de origen extranjero al sistema educativo español, normalmente
cuando el curso ya ha comenzado. Se hace necesario proporcionar al profesorado
que va a trabajar en las aulas específicas, la formación suficiente,
que les permita atender al alumnado inmigrante que se incorpora a lo largo
del curso escolar con desconocimiento del idioma español, apoyando la adquisición
de sus competencias lingüísticas y comunicativas, así como la posibilidad
de desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje de cada alumno
mediante adaptaciones curriculares. En situaciones normales, cuando los
alumnos han adquirido suficientes competencias lingüísticas y/o instrumentales,
como la inmersión en la lengua de destino correspondiente, se les integra
en las aulas habituales.
También se trata de darles una buena acogida, que disminuya los posibles
conflictos que se pueden provocar. De igual forma se les ayuda a resolver
en estas aulas cuestiones de tipo práctico que tienen que ver con la
organización del centro, la adquisición de textos, la participación en actividades
extraescolares, excursiones, encuentros y entrevistas, etc.
Para el funcionamiento de dichas aulas, además de su creación y mantenimiento
y de la formación del profesorado, es conveniente apoyar el proyecto
con un plan de actividades extraescolares y de ocio educativo, para
que tengan la posibilidad de compartir experiencias con talleres de intercambio
de culturas, que potencien la creatividad y la implicación social, el
ambiente de intercambio, el sentido de la solidaridad, las actitudes cooperativas,
el desarrollo del espíritu crítico, el conocimiento de las problemáticas
sociales, la aproximación al conocimiento de otras culturas y el fomento del
respeto y la aceptación mutua. Así mismo, se pueden incorporar paulatinamente
para desarrollar esta convivencia activa, planes de acogida, programas
de mediación y de ayuda entre iguales, que les ayude a superar las dificultades,
canales de participación que faciliten la incorporación de las familias
y el conocimiento del entorno.
263